viernes, 26 de septiembre de 2025

RECTOR DE LA UJAT, ESTA CONFESO



Pretendiendo defender su desprestigiado nombre como presunto colaborador del grupo delictivo La Barredora, a la que le sirvió como notario público, el rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Guillermo Narváez Osorio, a la que también ha enlodado, terminó por confirmar que su hijo, Guillermo Narváez Noverola y su esposa Aura Noverola, suscribieron la escritura pública, para que Manuel de Atocha Romero Hernández, secuestrador del empresario Ramón Martínez Armengol, lo despojara de su gasolinera.
Guillermo Narváez Osorio concedió una entrevista al noticiero de radio fórmula que conduce Azucena Uresti, para intentar lavar su desprestigiado y ensuciado nombre, en donde en forma indecisa, con voz temblorosa, trató de justificar el despojo de su gasolinera que sufrió el empresario, Ramón Martínez Armengol, a quien acusó de mentir sobre su demanda de secuestro, aceptando que fue su hijo Guillermo Narváez Noverola y su esposa Aura Noverola, quienes en 2019 realizaron el documento público con el cual Manuel de Atocha Hernández, cercano a Hernán Bermúdez, y que ahora se sabe forma parte del grupo delincuencial La Barredora lo despojó de la gasolinera ubicada en la comunidad de Samarkanda del municipio de Centro.
Lo que cuenta es el hecho, era el saber si el documento público que sirvió para que La Barredora  despojara al empresario de su negocio se realizó en la notaría pública 28 de Tabasco, por lo que la comunicadora increpó fuertemente al rector de la UJAT, Guillermo Narváez Osorio, sobre ese tema, quien por momentos balbuceante, nervioso, aceptó que efectivamente fue en su notaría donde se realizó el documento público, que en la primera ocasión se presentó el empresario Ramón Martínez junto con Manuel de Atocha Hernández para realizar el convenio, y que la segunda ocasión solo llegó el secuestrador lo que concuerda con las declaraciones que tiene en su poder la Fiscalía General de la República, que fue parte de la integración de todo el expediente con el que se acusó al comandante H acusado de delincuencia organizada, por el cual se le decretó prisión preventiva. “nosotros si cobramos”, dijo Narváez, ¿y quien pagó, el empresario o Manuel de Atocha Romero Hernández, su secuestrador?.
Guillermo Narváez a quien la lógica política le marcaba que debía mantener alejado a su hijo de su actividad como servidor público, no pudo separar esa parte fundamental que ha hundido a otros políticos, porque su amor de padre se impuso, su amor de padre lo llevó a permitirle, a concederle, que no tan solo se metiera a la notaria que estaba a cargo de su esposa, sino que aceptó sus excesos al grado de que el junior se entrometió en las actividades de la propia Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, donde comenzó a tomar decisiones, en esa parte tan delicada que es la adjudicación de contratos para la prestación de servicios, como también decidía que constructor realizaba las obras que emprendió dentro de la Universidad, por lo que es su vástago el que lo está enterrando, es su vástago el que le puso la soga al cuello, que solamente basta con jalar y listo, por lo que en una clara desesperación por corregir las cosas, por decir lo que cree es su verdad al ser señalado como cómplice del grupo criminal La Barredora, no ha hecho otra cosa mas que confirmar que en su notaria se hizo el documento público, argumentando desconocer si su hijo amenazó al empresario para que firmara dicho documento, pero lo real, lo que cuenta es que la notaria 28 se prestó a brindarle servicio a un miembro de la delincuencia organizada cuyos principales líderes ya están en prisión.
Narváez Osorio como parte de su justificación argumentó que el empresario no vendió nada, que su denuncia está plagada de mentiras, porque solamente fue una cesión para pleitos y cobranzas de la empresa, pero haya sido como haya sido, reconoció que Manuel de Atocha Romero Hernández compró el 40 por ciento de las acciones de la gasolinera y que estuvo presente en su notaria con el denunciante para realizar la transacción, lo que concuerda con la denuncia del empresario que bajo amenazas de muerte fue llevado a la notaría,  con lo que se demuestra el hecho de que ahí se realizó la transacción que dio pauta al despojo, por lo que se cumple a pie juntillas el refrán que dice: tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”, es decir, que todos los participantes en un acto reprobable, en este caso un delito de secuestro, sin importar su grado de implicación, son igualmente culpables, de allí que el dicho del empresario gasolinero de que una vez en la notaría también fue coaccionado por el notario con el dicho “firma porque sino te van a matar”, que ahora se sabe fue Guillermo Narváez Noverola, cobra muchas notoriedad, y todo concuerda con los hechos denunciado.   
¿Quien llevó a quien a notaría pública 28 para que se hiciera la fe notarial?, no supo o no quiso explicarle a la comunicadora Narváez Osorio, pero en cambio argumentó que tiene fotografías como prueba de que el empresario firmó por las buenas, por su voluntad, el documento, como si las fotografías hablaran como si fueran pruebas evidentes de que no fue amenazado para que firmara. Si alguien está amenazado de muerte y le exigen que sonría para que salga bien en la foto, sin dudarlo, sabiendo que tu vida corre peligro, no le queda mas camino que obedecer. 
En cada una de las preguntas que le realizó la comunicadora Guillermo Narváez Osorio, fue dejando evidencias de que está temeroso, de que tiene miedo, a pesar que dice que está dispuesto a declarar si es requerido por la Fiscalía, pero en el fondo de su alma tiene miedo, porque ahora si se le apareció el verdadero diablo y a pesar de ser predicador de la congregación  religiosa, no puede conjurar, tiene miedo de que su hijo, él y hasta su misma mujer vayan  a la cárcel por haberse puesto al servicio de la delincuencia organizada, que en el 2019 según sus propias palabras vertidas a la comunicadora durante la entrevista en ese año no existía La Barredora, ¿cómo sabía él que no existía?, cuando ahora las reseñas periodísticas van dejando al descubierto que desde que Hernán llegó como director de la Policía de Investigación de la Fiscalía General del Estado de Tabasco, donde tuvo como segundo de abordo a Ulises (A) El Mamado, ya tenía conformado el grupo delictivo, y que durante la campaña  política de Adán Augusto López hizo un acuerdo con el grupo delictivo del pelón de playas para que no hubiera disturbios durante la elección.
Lo que cuenta es el hecho, de que el empresario gasolinero fue secuestrado por Manuel de Atocha Hernández, que pertenece al grupo delincuencial La Barredora, quien le dio un balazo, lo torturó durante dos días para ablandarlo y llevado bajo amenazas de muerte a la notaria pública 28 a cargo de Guillermo Narváez Osorio, para firmar el documento público de cesión de derecho que dio pauta para que lo despojaran de su gasolinera, por eso cuando Guillermo afirma que el empresario miente, que falseó sus declaraciones, como se explica entonces que la Fiscalía General de la República tuvo que intervenir para incautar esa gasolinería que estaba en poder de La Barredora para regresárselo a su legítimo dueño, lo que indica que sus declaraciones dijo la verdad de lo que había pasado y que en la notaría donde dice que el notario Guillermo Narváez Osorio lo coaccionó para que firmara, el propio rector reconoce que quien hizo la operación notarial no fue él, sino su hijo, y que quien estaba a cargo de su notaría era su esposa Aura Noverola, pero que la supervisión lo realizaba él mismo.
Lo que cuenta son los hechos, Narváez está confeso públicamente, con sus declaraciones confirma que si existió esa transacción, esa operación notarial, que su fueron los actores, que si tuvo conocimiento del acto, por lo tanto adquiere relevancia la denuncia del empresario secuestrado porque deja de manifiesto que el rector, su hijo y su esposa, se convirtieron en cómplices del grupo criminal La Barredora que ha regado de sangre el territorio tabasqueño, extendiendo sus tentáculos a niveles insospechados.
La comunicadora lo cuestiona con severidad, porque él y no su hijo sale a hacer la aclaración, ¿se puede hablar con su hijo?, le pregunta Uresti, y Narváez nervioso responde: “no vivimos juntos”, y evade si se puede hablar o no con su hijo, quien hace algunos días salió a fijar su posicionamiento en redes sociales, pretendiendo darse baños de pureza y de alabar lo que su padre ha hecho en la rectoría, dando datos, dando cifras millonarias de lo recaudado, de lo ahorrado, y de lo que se ha invertido, que son confidenciales y que solamente los directivos de la Universidad conocer con certeza, lo que demuestra su injerencia en la UJAT, donde prácticamente hace funciones de vicerrector con la anuencia de su padre
Cuando la comunicadora le pregunta Narváez Osorio sobre si conocía a Hernán Bermúdez, el rector de la UJAT, trastabillo, y luego de un suspiró, titubeando  reconoció que si lo conocía, porque el (Hernán) trabajó en el gobierno de Manuel Gurría, en el gobierno de Manuel Andrade y en el gobierno de Adán Augusto López,  y porque ambos viven en el fraccionamiento Campestre de Tabasco 2000 donde se suscitó la balacera del 22 de diciembre de 2023, y que le sorprendió saber que era el líder de un grupo delincuencial, pero Narváez se cuidó de no darle a conocer a la comunicadora otro hecho sustancial, de que es muy amigo de Hernán, que desde hace años mantienen una cercana relación, hasta han convivido, pues los dos son vecinos en la blanca Mérida.
Guillermo Narváez es propietario de una residencia que vale millones de pesos en el exclusivo fraccionamientos Manantiales de Cocoyoles, a un lado de la plaza La Isla, lugar donde viven políticos, empresarios y artistas; al lado de la residencia de Narváez, el comandante H tiene su lujosa residencia, son vecinos, viven uno al lado del otro y ahí se reunieron en diversas ocasiones a convivir, por eso a nadie debe de sorprender que a raíz de estos hechos delictivos ahora circule en redes sociales una fotografía donde se ve a Guillermo desayunando en forma complaciente con Hernán en el hotel Hyatt de Villahermosa. Pero eso no es todo, también los dos hijos de Guillermo Narváez (hijo e hija) tienen residencias en ese exclusivo fraccionamiento de Mérida, Yucatán, cuyo valor oscila en varios millones de pesos.
A pesar de que Guillermo Narváez trata de desvirtuar la denuncia del empresario, argumentando que no vendió nada, de que fueron sus socios y el solamente delegó a Manuel de Atocha el poder para representar en litigios a la gasolinera, los hechos demuestran otra cosa, Romero de Atocha como integrante del grupo delincuencial La Barredora, se apoderó de ese negocio, puso a un administrador y se dedicaron a expender huachicol, a como han documentado las autoridades federales, negocio que ya fue recuperado por la Fiscalía General de la República, con lo que se pudo comprobar que si hubo extorsión, que si hubo amenazas de muerte en contra del empresario gasolinero,   y como lo que cuenta son  los hechos, Narváez Osorio, su hijo y su mujer, están acorralados, porque cada vez que el rector abre la boca pretendiendo proteger a su familia, solo es para confirmar que en su notaría se realizó el documento notarial donde estuvo presente de carne y hueso Manuel de Atocha Romero integrante del grupo criminal La Barredora, y que ahora se sabe, el comandante H lo designó para que se hiciera cargo  de las extorsiones a todos los negocios, y de poner a la venta el huachicol  en diversas gasolinería de la entidad, alguna de las cuales operan con prestanombres de algunos funcionarios públicos del orden federal y del estatal que son los verdaderos dueños de las franquicias gasolineras. La pus y la corrupción seguirá brotando a borbotones, nadie la puede parar. 



   


    
       

        

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