La detención de altos mandos de la Marina y de Aduanas por parte de las fuerzas federales, encabezados por el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Omar García Hartfuch, demuestra la terrible realidad que se esta viviendo en nuestro pais, que los grupos delincuenciales tanto del narcotráfico como del huachicol fiscal, han crecido y operado bajo la protección de las mismas autoridades de todos los niveles y que ya se está actuando con mano firme para combatir a quienes desde sus puestos de mandos traicionan no solo a las instituciones públicas, sino a la misma nación.
Con la detención de estas 14 personas, marinos de altos rangos, funcionarios de Aduanas y empresarios, ligados al huachicol fiscal que ha causado un deterioro a las finanzas del mismo gobierno de la República, comienza un parteaguas en la aplicación de la justicia, que según los conocedores de la materia, no se hubiese dado sin la intervención del gobierno de Estados Unidos, ya que a raíz de la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, a nuestro país, quien se reunió con la presidente de México, Claudia Sheinbaum Pardo, vinieron las detenciones que según la Fiscalía General de la República (PGR), llevaba dos años con la investigación, lo que finalmente llevó a que se realizaran las detenciones.
Sin duda, este es uno de los más certeros golpes del gobierno de la República en contra de la delincuencia organizada que ha permeado a las instituciones públicas, donde hay funcionarios desleales que se coludieron para dañar al propio país obteniendo a cambio millonarias ganancias por sus actividades ilícitas, que deberá llegar al decomiso de bienes muebles e inmuebles, como son propiedades, empresas, recursos económicos en los bancos que ahora han sido congelados por la Unidad de Inteligencia Financiera, y todos los activos relacionados con esa actividad criminal.
Hace seis meses, en Tampico, Tamaulipas, las fuerzas comandadas por García Hartfuch lograron la detención y decomiso de un buque que contenía diez millones de litros de hidrocarburo, pero que en ese momento no lograron la detención de los responsables de ese tráfico ilegal, lo cual fue muy cuestionado, sin embargo, las investigaciones han dado como resultado que tres empresarios, seis marinos, y cinco funcionarios de aduanas formaban parte de una red de tráfico de huachicol, a cuya cabeza se encontraban dos marinos de alto rango (sobrinos políticos) que han sido relacionados con el almirante Rafael Ojeda, secretario de Marina durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y que en descargo del posible involucramiento del ex-secretario, el titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gert Manero, dio a conocer que desde hace dos años, Ojeda se presentó en la PGR para pedir una investigación sobre todo el personal de la Marina Armada de México, y lo mismo hizo Harfutch, quien destacó la importante labor que realizó el almirante como secretario del anterior gobierno, “ya que el actuar de unos cuantos no representa el actuar de esta noble institución”.
De acuerdo a la información que va fluyendo, desde hace mucho tiempo, en Guaymas, Sonora, ya era conocido los negocios de los Farías, sobrinos políticos del almirante Rafael Ojeda, pues a través de prestanombres realizaron obras de pavimentación, remodelación de plazas y edificios públicos, que llamó la atención de periodistas locales, quienes vincularon a estos hermanos con la red de tráfico de influencias del hijo del gobernador, Alfonso Durazo Chávez.
Y en referencia a este caso de huachicol fiscal y los detenidos, el diario Reforma enj su edición de este domingo publicó en primer plana, que el contralmirante Rubén Guerrero Alcántara fue asesinado en noviembre del año pasado, luego de denunciar en una carta dirigida al almirante Rafael Ojeda que sus sobrinos estaban al frente de una mafia que manejaba puertos y aduanas, y controlaban las designaciones de sus titulares, para llevar a cabo el tráfico de huachicol, entre otras actividades delictivas, en la que también involucró a los capitanes
Climaco Aldape y Miguel Ángel Solano.
De acuerdo al Reforma, la carta fue encontrada en la oficina del contralmirante luego de su asesinato. Guerrero Alcántara se había presentado ante el nuevo secretario de Marina, Raymundo Morales, para abordar el tema de su denuncia, luego de esa reunión pidió vacaciones y entregó la ubicación de los lugares en los que llevaría a cabo su descanso y que solo el personal de la Marina conocía la localización de esos sitios.
El 8 de noviembre del año pasado, sicarios a bordo de una motocicleta lo asesinaron en Manzanillo, Colima, por lo que se deduce que esta misma red criminal ordenó su asesinato para que no pudiera testificar en contra de los hermanos Farias y los capitanes involucrados en el tráfico de Huachicol fiscal, como también asesinaron a una funcionaria de la Fiscalía General de la República, que conocía de las actividades ilícitas de los marinos.
Una vez desatada las investigaciones por las autoridades federales en contra de los implicados en la red criminal del huachicol fiscal, que llevó a la detención de 14 personas, que no son la únicas que fueron detenidos, sino que se espera que caigan mas personas involucradas de las cuales no se divulgaron sus nombres, porque eso es importante para no alertarlos y lograr su aseguramiento, lo mismo se debe hacer en Tabasco, aunque se asegura que el tráfico de huachicol de los marinos, aduaneros, y empresarios, en diferente al huachicol de nuestro estado, también es necesario que se vaya a fondo en las investigaciones y posteriores aprehensiones de todos los involucrados, ya que han trafico con cantidades industriales de combustible que se supone sale del puerto de Dos Bocas, de la misma terminal de reparto de Petróleos Mexicanos, y de diversos ductos petroleros, por eso es importante que los grupos de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México que encabeza todos los operativos actúe en tierras tabasqueñas para aprehender a los responsables de esa red criminal que se mueve como pez en el agua por todo el territorio, y que no lo podría hacer si no contara con una red de complicidades que les brindan de algunas instituciones de gobierno.
En meses pasados, Omar García Hatrfuch dio a conocer que en el mes de julio de este año, las fuerzas federales en coordinación con el gabinete de seguridad de México, incautaron en el municipio de Centro, dos inmuebles, infraestructura como maquinarias, vehículos, tractocamiones y contenedores que era utilizada para el transporte y almacenamiento ilegal de combustible, en donde encontraron cerca de 880 mil litros de hidrocarburo, pero días antes, en una primera acción realizada en el municipio de Comalcalco, también las fuerzas federales descubrieron un predio en donde decomisaron más de un millón, 500 mil litros de combustible, pero no lograron detener a los peces gordos metidos en el tráfico del huachicol fiscal.
Ahora que para bien o para mal, se habla de la presión que está ejerciendo el gobierno de Estados Unidos no solamente contra el narcotráfico y el huachicol fiscal, para que actúe el gobierno de México, apresando a los responsables y que con esta primera acción que fue un golpe certero por lo cual no debe haber intocables, las autoridades federales deben de retomar el asesinato del 13 de mayo de 2024 de Carlos Narváez Romero, ocurrido en la colonia Anáhuac, de la alcaldía Miguel Hidalgo, quien era propietario de la compañía de embarques “Operadora Comercial logística Industrial”, que tenía varios barcos a su servicio, dedicados al transporte de combustible, y que su muerte puede estar ligada al huachicol fiscal.
El extinto Carlos Narváez Romero, estudió en el colegio Americano con Andrés Manuel López Beltrán y ambos vivían en el fraccionamiento Galaxia de Tabasco 2000, en la misma calle, a una cuantas casas de distancia. Carlos provenía de una familia de clase media que jamás se le conoció riqueza, su mamá (Yolanda) trabajó para varios gobiernos estatales, fue una funcionaria modesta y su papá, Santos Romero el papá de todas las Romero, familia proveniente de Chiapas, que se asentó en Tabasco era un humilde vendedor de ollas y chorizo en el municipio de Teapa que luchó por darles estudio a sus hijas, no era hombre de dinero que pudiera heredar riqueza económica a su hija Yolanda, y Carlos Narváez papa del finado Carlos tampoco provenía de familia adinerada, ni tenía un trabajo seguro, se puede decir que vivían al día, por eso llama la atención que el finado de la noche a la mañana se convirtió en un empresario, al igual que otros de sus compañeros que estudiaron en el Colegio Tabasco, y de esta etapa de la vida del extinto Carlos Narváez Romero, puede dar cuenta el ex-candidato al gobierno estatal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Gerardo Gaudiano Rovirosa que formó parte de ese grupo que egresó del colegio americano, y que formaron estudiantes de la misma generación, hasta que se convirtieron en profesionistas, aunque Gerardo, quizás porque vio cosas raras se retiró del grupo.
El extinto Carlos Narváez Romero, se convirtió en un próspero empresario, que trabajó un corto tiempo en aduanas y posteriormente apareció como propietario de una empresa que manejaba varios buques, que presuntamente se dedicaba al tráfico de huachicol fiscal y que por ahí pudo venir su muerte a manos del cartel de las cuatro letras, que le estaban arrebatando el negocio del tráfico ilegal, porque además, ya había sido amenazado de muerte y le habían asignado dos escoltas policiacos y este mismo hecho, la amena de muerte impidió que fuera nombrado titular de la Agencia Nacional de Aduanas en el gobierno de López Obrador, impulsado por Andy.
A raíz de su muerte en diferentes medios de comunicación se manejó la versión de que era sobrino del ex-director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, pero no hay ningún parentesco, son diferentes Romero; el extinto Carlos Narváez Romero, era hijo de la también difunta Yolanda Romero, una contadora cercana a la familia López Obrador, y de Carlos Narváez, ambos de clase media. Doña Yolanda era concuña del ex-secretario de Educación, Rodolfo Lara Lagunes, quien está casado con una hermana de la extinta. Es decir, el finado Carlos era sobrino político de Rodolfo Lara, todos de clase media, sin ninguna fortuna de por medio, por lo que llamó la atención que de la noche a la mañana el difunto Carlos Narváez emergiera con una enorme fortuna, tal parece que en el traslado de combustible a través de los barcos, que se presume era huachicol fiscal obtuvo su enorme fortuna, que a la hora de su muerte pasó a poder de su esposa. Ese es el hilo que las autoridades federales a cargo de Omar García Hartfuch pueden jalar en Tabasco para ir destejiendo la madeja del huachicol fiscal que en Tabasco ha asentado sus reales, y en la cual también ha quedado al descubierto que participaba el grupo criminal La Barredora, cuyo líder es del dominio público que era Hernán Bermudez, que en una dualidad de poder, a la vez, era secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco.
OJITOS
En Chihuahua, si alguna posibilidad tenía la senadora Andrea Chávez de convertirse en la candidata de Morena al gobierno estatal, ya se le esfumó pues La Barredora, sí, el grupo delincuencial que diezmado opera en Tabasco la alcanzó por sus ligas con el también senador Adán Augusto López Hernández, presunto implicado en toda esta trama delictiva que bañó de sangre a la entidad.
Espectaculares, camiones con la leyenda La Barredora y una manifestación de personas con pancartas en contra de la senadora que rendía su informe en el Centro de Convenciones, fue lo que ayer se vio y vivió en esa entidad. Sin duda, La Barredora está causando daños colaterales, y eso que aun no brota toda la pus de las ramificaciones de esa organización criminal.
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