Durante el pasado consejo nacional del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) quedó de manifiesto que por encima de los otros aspirantes a la presidencia de la República, la jefa de gobierno de la Ciudad de México es la favorita para convertirse en la candidata presidencial a como lo marcan las encuestas que se han realizado, aunque todo dependerá del “dedito” de Andrés Manuel López Obrador, quien tendrá la última palabra.
En dicha reunión del consejo, el aplausómetro se lo llevó la jefa de gobierno de la ciudad de México, por lo que el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, no tuvo más remedio que alzarle la mano y para tratar de emparejar el marcador también le alzó la mano al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien trató de disimular su contrariedad de verse desfavorecido por los consejeros morenos, como sin duda sus seguidores, los que promueven su imagen que juran y perjuran que nadie le quita la candidatura presidencial, están que trinan de coraje, porque no se les hará, que el tabasqueño sea el nominado a esa candidatura, aunque en el último tramo del mandato presidencial su sueño de ser presidente de la República se puede convertir en realidad, dado de que ya comienzan a circular versiones de que podría convertirse en presidente interino ya que AMLO solicitará licencia para estar en condiciones de dirigir la próxima candidatura presidencial, ya que aunque se dice que ninguno de los partidos opositores está en condiciones de arrebatarle el triunfo a Morena por lo que ganaría de nueva cuenta, fácilmente en 2024 la presidencia de la República, en realidad no la tienen nada fácil, dado el alto porcentaje de rechazo que la población ya está manifestando en contra del propio Andrés Manuel López Obrador, por diversos factores, como la falta de empleos, la inflamación que es la más alta de los últimos tres sexenios, y la brutal inseguridad cuyo número de personas asesinadas ha rebasado la cifra que se obtuvo en el gobierno de Felipe Calderón con la llamada guerra contra la delincuencia organizada.
El reflejo de lo que puede pasar en 2024 cuando Morena elija a su candidato presidencial, es lo que se vivió reflejado durante el pasado consejo nacional, donde quedó de manifiesto que la mayoría de los consejeros, como de gobernadores están a favor de que Claudia Sheinbaum sea la candidata presidencial para dejar en el camino al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien por cierto no estuvo en este evento, y al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien puede recibir su premio de consolación con la presidencia interina.
El ex-diputado federal de Morena y viejo lobo de mar de la política mexicana, Porfirio Muñoz Ledo, hace cosa dos meses deslizó públicamente una versión que se puede convertir en realidad, dado que las condiciones políticas del país para el actual gobierno, a pesar de tener en sus manos la mayoría de los gobiernos estatales con los que puede operar, no le es tan favorable para ganar en 2024, de que el presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador, alegando problemas de salud solicitará licencia a su cargo, por lo que en su lugar sería designado el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien se encargaría de la conducción del país en el último año de gobierno.
De acuerdo a la versión de Porfirio Muñoz Ledo, que ha sido replicado por algunos columnistas nacionales, el presidente de la República designará a Claudia Sheinbaum como candidata a la presidencia de la República, y dejará en su cargo al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, porque la idea de Andrés Manuel López Obrador dada las circunstancias políticas en que se encuentra el país, con una creciente inconformidad ciudadana, es recorrer todo el país con su candidata para lograr que la ciudadanía vuelva a confiar en él y lleve al triunfo electoral a la candidata presidencial de Morena.
Se estima que a finales de 2023 el presidente de la República, alegando problemas de salud, decida solicitar licencia para dejarle el cargo a Adán Augusto López Hernández, y posteriormente resurgir para comenzar a promover la imagen de Claudia Sheinbaum, mientras desde el gobierno el actual secretario de Gobernación, ya envestido como presidente interino comience a hacer lo propio por la candidata presidencial de su partido.
Adán Augusto, al igual a como lo está haciendo con el capitán Merino que puso cómo gobernador, pero que es su títere, sin ninguna capacidad de hacer ningún movimiento o de tomar decisiones propias, hará lo mismo, pues será el títere de Andrés Manuel López Obrador, quien le dará instrucciones para garantizar la operatividad del proceso electoral de Morena, pues no se puede dar el lujo de perder, cuando ha dejado en claro que la transformación seguirá avanzando en el siguiente sexenio y para que exista garantías de que se avanzará en la llamada transformación del país, es necesario que la próxima candidata presidencial de Morena gane las elecciones constitucionales de 2024, pero para ello tienen que vencer las resistencias de millones de mexicanos, de los que votaron en 2018 por AMLO, pero que se han sentido traicionados pues la esperanza de un mejor México no les llegó, y es ahí donde radica el kit del asunto, porque al presidente de la República le queda claro que de los 30 millones de mexicanos que creyeron y votaron por él, que esperanzados por sus promesas de campaña que se transformó en todo lo contrario, propiciando la desesperanza, la mitad o sea quince millones de votantes ya lo tiene en contra, y eso, si la oposición logra reposicionarse y lanza a un candidato competidor por la presidencia, sin duda su proyecto transexenal se vendría abajo, y por eso requiere convertirse en el próximo jefe de campaña de la candidata presidencial que será Claudia Sheinbaum, quien hasta ahora, de acuerdo a las encuestas que se han realizado, sigue encabezando las preferencias electorales de su partido.
Sin duda, el presidente de la República, aunque no lo manifieste públicamente, debe de estar preocupado, aunque es alto su grado de popularidad entre la población, por lo que puede pasar con Monreal, que ha dado visos de que abandonara a ese partido y cuya ausencia fue notoria durante el consejo nacional de Morena al cual no asistió. Si Monreal renuncia y AMLO no realiza la mejor elección del candidato presidencial, porque a pesar de que se diga que las encuestas marcarán al favorito es su “dedito” el que designará, el escenario político electoral se le complicará, al grado de perder la elección presidencial, y como está consciente de lo delicado del asunto, y no se puede dar el lujo de perder, pues alguien le tiene que cubrir las espalas, es ahí donde cobra fuerza la información vertida por Porfirio Muñoz Ledo, de que solicitará licencia para dejar a Adán Augusto López como presidente de la República interino, y así cerrar las pinzas en el proceso electoral para encaminarse a un triunfo más holgado, más seguro y prosiga adelante el gobierno de Morena.
Con Andrés Manuel López promocionando a la candidata presidencial Claudia Sheinbaum y con Adán Augusto López en la presidencia interina, se tendría la tijera o la pinza electoral para trabajar en el posicionamiento electoral y Morena vuelva a quedarse con la presidencia de la República.
Andrés Manuel sabe que goza de una buena popularidad en el país, al menos así lo marcan las encuestas que se han publicado, sabe que una parte de la población a la que ha beneficiado con los programas sociales que ha puesto en marcha están de su lado, pero también sabe que la población más pensante, la llamada clase media para arriba, ya entró en el desencanto porque lo prometido jamás llegó, están en su contra, y si a esto le aderezamos la posible deserción del Senador zacatecano Ricardo Monreal Avila que ha deslizado su posible salida del partido vino tinto, le enrarecería mucho el ambiente político al presidente de la República a la hora de decidir quién sería el candidato presidencial, y contra todas las cosas negativas tendrá que luchar AMLO, para que su partido siga en el poder, porque todas las corrientes políticas de Morena giran en torno al presidente y sin el presidente de la República no representan nada.
La ausencia en la reunión del consejo político de Morena, del Senador Ricardo Monreal Avila, aviva la llama de su pronta deserción de Morena, donde el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador lo ha excluido como un posible aspirante presidencial al mencionar en sus mañaneras solo a tres, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrar y Adán Augusto López Hernández, aunque Monreal no se achica pues ha reiterado que no es marioneta de nadie y que sigue trabajando, sigue sumando adeptos porque va en serio por la candidatura presidencial en el partido que construyó junto con AMLO, que su postura no es cosa de juego, por eso su salida o renuncia al partido vino tinto si le causaría un boquete que justo cuando se dé, se tendría que dimensionar de qué tamaño fue, aunque en forma contraria la cúpula de ese partido desdeña su partida, que no causará ningún efecto pues se irá solo, pero primero habría que ver si efectivamente Ricardo Monreal se va o solamente se trata de la finta, para probablemente negociar la candidatura a la jefatura de gobierno de la ciudad de México, aunque en la oposición hay quienes ya ven al Senador como candidato presidencia de una coalición partidista, en la que también participaría movimiento ciudadano.
Por lo pronto, algo queda en claro, a pesar de sus malquerientes y a pesar de los intentos desesperados del secretario de Gobernación por golpearla para crecer entre la población, esto no se da por decreto, sino por el trabajo constante de años, la jefa de gobierno de la Ciudad de México le lleva ventaja a Adán y a Ebrard en la disputa por la candidatura presidencial, aunque vuelvo a repetir será Andrés Manuel López el que tendrá la última palabra, porque tiene que dejar y apoyar al candidato que le garantice seguir con el proyecto como el cuidarle las espaldas después que se vaya a su rancho La Chingada.
Claudia Sheinbaum, desde que era estudiante, siempre ha militado en el ala izquierda, ahí se formó, ahí se forjó, ahí ha permanecido, de tal manera que este gobierno que se dice de izquierda, tendría que postular a alguien nacido de la izquierda que pueda continuar con el proyecto presidencial, en cambio Marcelo Ebrard y Adán Augusto López Hernández, son híbridos, pues los dos se formaron políticamente en el PRI donde ocuparon cargos públicos y posteriormente se incorporaron a Morena, pero si hay alguien que desde el 88 se la rifó con el presidente de la República, que lo apoyo en sus marchas y manifestaciones esa es la jefa de Gobierno de la ciudad de México, y se puede ser el valor agregado que se le podría dar para decir que encabezará nrtamente un gobierno de izquierda.
Como es de esperarse los seguidores del secretario de Gobernación podrán decir que todo está parejo, que Adán des el mejor posicionado y nadie le quitara la candidatura presidencial, pero lo que realmente se vio durante la reunión del consejo político nacional de Morena, es que Claudia Sheinbaum reúne el consenso para ser la candidata presidencial, pero el dedito de AMLO será el que decida a la hora en que tenga que elegirse al candidato presidencial de Morena, porque es una locura pensar que por la sola encuesta estará todo decidido, cuando Andrés Manuel López Obrador que ya le sintió sabor al poder no tan fácil lo soltará, es más, está dispuesto a no soltarlo, pero para ello tiene que nombrar a quien le garantice la continuidad de su proyecto, a quien le cuide las espaldas y ya en el poder no vaya a traicionarlo.
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