Como si fuera un botín, los consejeros integrantes del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, se repartieron los cargos dentro de ese organismo, luego de que la consejera presidenta, Elizabeth Nava Gutiérrez, después de dos meses de haber llegado al cargo se viera obligada a realizar los relevos no solamente para intentar desbaratar a una mafia que ha venido operando dentro de esa organización, sino para darle un nuevo rostro con los mismos de siempre.
Condicionada a recibir el apoyo de algunos consejeros para tener la mayoría que se requería al interior del consejo estatal para lograr la aprobación de sus propuestas, la consejera presidenta se vio obligada a ceder algunos espacios, para que ella a su vez pudiera poner como secretario Ejecutivo al que considera su maestro y su guía, Jorge Alberto Zavala Frías aunque detrás traiga una estela de corrupción, que eso no importa si se le considera todo un experto electoral que en el pasado estuvo al servicio de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional.
Todo pareciera indicar que después de la visita que realizó al estado, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) Lorenzo Córdova, para participar en la semana de la democracia que realizó el propio Instituto Electoral, al que por cierto no le fue bien al ser cuestionado por quien menos se esperaba, la directora de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades de la UJAT, la anfitriona del auditorio donde se realizó el evento, vino el jalón de orejas del porque no se habían realizado los cambios, esos cambios que estaban parados porque algunos consejeros exigieron sus respectivas cuotas de poder para colocar a sus amigos y sus amigas, con la finalidad de aprobar todos los nombramientos que la presidenta del organismo, de acuerdo a sus funciones, propusiera al consejo estatal.
De acuerdo a las propias versiones de los consejeros que participaron en la sesión extraordinaria del pasado jueves, un día después, del amargo sabor de boca que se llevó de Tabasco el pasado miércoles el titular del INE, Lorenzo Córdova, que hay que decirlo, dio una extraordinaria cátedra del porque se debe defender la democracia y del porqué de la confiabilidad del organismo electoral a nivel nacional, de que todos los nombramientos pasaron por varios filtros y que no hubo amiguismo, ni compadrazgos, pareciera que ese filtro estaba roto, porque varios nombramientos fueron cuestionados aunque con tibieza por algunos representantes de los partidos políticos que decidieron darles el beneficio de la duda, en espera de que realicen una buena labor en cada una de las áreas asignadas.
Solo por citar algunos ejemplos de las cuotas de poder al interior del Instituto Electoral, ahí se tiene que la consejera electoral Rosselvy del Carmen Domínguez logró la ratificación de su amiga, Daliana Sosa Valenzuela, como titular de la Unidad de Igualdad y No Discriminación, mientras que el consejero Vladimir Hernández Venegas logró imponer como responsable del Archivo de Concentración, a su amiga María del Carmen Alvarez, en tanto que en Comunicación Social, aunque no sabe nada de la materia, fue impuesta Martha Alvarez Soberano, por cierto cuestionada, que es posición o cuota de poder de otra de las consejeras electorales que amenazó con no votar a favor de las propuestas, si no le concedían la parte del pastel, mientras que la consejera presidenta, Elizabeth Nava logró imponer como secretario Ejecutivo, a su maestro y guía a su paso por la vocalía del Instituto Nacional Electoral, Jorge Alberto Zavala Frías, así, repartido como un botín, no se esperan grandes cambios en ese organismo electoral que desde el pasado proceso electoral de 2021 ha sido señalado por el Senador de la República, Juan Manuel Fócil, y por el dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Francisco Javier Cabrera Sandoval, de ser un órgano parcial al estar al servicio del gobierno de Morena, que se esperaba que cambiara con el nuevo nombramiento de la consejera presidenta, que también fue cuestionada, porque lo primero que hizo, en vez de reunirse con las dirigencias o representantes de los partidos políticos, fue irse a reunir con el capitán Merino, para enviar una mala señal a los partidos políticos.
Nadie cuestiona que Jorge Alberto Zavala Frías sea un experto en materia electoral, tiene muchos años en el oficio, de hecho ahí se formó, sabe cómo se mapachea, sabe cómo negociar con el gobierno en turno por arriba o por debajo de la mesa sin que los partidos políticos hayan logrado tener pruebas a la mano, pero lo persigue el estigma de la corrupción escenificado en su propia esposa, Martha Payró, que ha hecho negocios sucios a su amparo, porque ni modo que lo haga sola, porque de eso no hay ninguna duda que actúa con la anuencia de su consorte.
Los consejeros electorales que establecieron uno o varios filtros a como ellos dicen que se hizo, para lograr sacar los mejores perfiles que ya están ocupando diversos cargos dentro del Instituto Electoral, luego de la protesta de ley que se les tomó el pasado jueves, no filtraron bien la información, porque si lo hubieran hecho, habrían encontrado en la Contraloría Interna la denuncia de una proveedora que habiendo ganado un concurso de comida, le fue revocada, por quien en ese momento era el director de administración del Instituto, Juan Manuel Segura para entregarle ese mismo contrato en forma directa, ¿a quien creen¿, si, Martha Payró la esposa del Jorge Alberto Zavala, quien en ese momento era titular en el estado del Registro Nacional Electoral que se encarga de expedir la credencial de elector.
A como lo documentamos y denunciamos, en su momento, como parte de la corrupción que ha prevalecido en el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana Tabasco, Martha Payró, esposa del ahora secretario Ejecutivo, Jorge Alberto Zavala Frías, por medio de sus empresas fantasmas se vio beneficiada con contratos directos para surtir de alimentos a esa institución, que no se le entrega a cualquiera, sino se hace mediante una red de complicidades, por lo que es indudable que recibió el apoyo de su marido para lograr esos contratos en forma irregular que constituyen un acto de corrupción y que por lo mismo, debió llevar a los consejeros a establecer que no era conveniente que Zalava Frías ocupara la secretaria Ejecutiva porque la sola sospecha del contubernio o confabulación con su esposa para ayudarla a obtener de manera indebida contratos, no lo hace confiable para ocupar el cargo por muy experto que sea en materia electoral.
Pero además, la hija de Zavala Frías fue contratada y estuvo trabajando en el órgano de fiscalización del Instituto hasta el año pasado lo que habla de un posible tráfico de influencias para que entrara a laborar, lo que es otro aderezo para no haber sido nombrado como secretario Ejecutivo.
Es como el caso del ex-secretario Ejecutivo, Armando Antonio Rodríguez que se fue del Instituto manchado de corrupción, aunque se diga que es “honorable” ya que está siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción a petición de la Contraloría Interna que presentó una denuncia contra varios trabajadores de esa institución. Armando es el pivote de la corrupción dentro del IEPCT, pues es el que firmaba todas las compras, todo lo que se adquiría, es también uno de los responsables de la mala elaboración de las boletas electorales que pasaron por sus manos antes que se mandara a imprimir y por lo cual el instituto erogó en forma extraordinaria más de un millón de pesos, provocándole un daño patrimonial a sus finanzas, lo que hasta ahora ha quedado sin castigo, porque la Contraloría lleva más de un año recabando información para saber quiénes son los responsables que es una táctica dilatoria para no actuar con prontitud, porque bien que saben quiénes fueron los responsables de que se mal elaboraran las boletas y que tienen que responder, incluso, reintegrando el dinero que se gastó en la reimpresión. Las complicidades en el IEPCT abundan.
Si la nueva presidenta consejera, Elizabeth Nava trata de darle un giro al organismo electoral para hacerlo más transparente, más apegado a sus normas internas, más confiable, el solo hecho de que uno de los prospectos a ocupar un cargo llevara una mácula de posible corrupción, irregularidad o una denuncia en trámite de investigación, debió llevarla a frenar ese nombramiento, pero no lo hizo, porque estaría atentando en contra de los intereses de los propios consejeros que habían recibido su cuota de poder, por eso ante el señalamiento del representante del Partido Movimiento Ciudadano de que se acababa de entregar ante el propio instituto una denuncia por comentarios homofóbicos que ha realizado en redes sociales Martha Soberano, responsable de Comunicación Social, la consejera presidenta recurrió a la presunción de inocencia para dejarla en el cargo, porque toda persona es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad, pero en realidad no quiso romper con la cuota de poder a una consejera, cuando lo más recomendable hubiese sido que dejara en suspenso ese cargo mientras se investiga, ¿qué va a pasar si se demuestra que es culpable?, la separarán del cargo, mientras tanto ya puso en entredicho al propio organismo electoral.
Lo mismo pasó con el nombramiento de Archivo de Concentración, en donde se esperaba que fuera nombrado alguno de los que ahí han laborado, pero no, tampoco quiso la consejera presidente romper con la cuota de poder del consejero Vladimir que así impuso a su amiga María del Carmen Alvarez, cuyo esposo fue acusado de extorsión en el municipio de Cárdenas y cuyo video donde consta la extorsión se encuentra navegando en las redes sociales.
Por más que se quiera cambiar el Instituto Electoral para hacerlo mas transparente, más confiable, nada cambiará, si esos cambios van salpicados de suspicacias de corrupción, de acusaciones de extorsión o de homofobia, pero sobre todo cuando se cede am las cuotas de poder que varios consejeros electorales exigieron, pues ven al IEPCT como un botín.
OJITOS
En relación a la denuncia en contra de la titular de Comunicación Social del IEPCT, Martha Soberano esto es lo que dice uno de las denunciantes.
Dulce Dayanna Arias Torres, delegada de la Agenda LGBT Tabasco e
Integrantes de colectivos LGBTQ+, interpuso una queja ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco (IEPCT), por la designación de Martha Soberano Reyes como titular de la Unidad de Comunicación Social, esto porque ha realizado comentarios transfóbicos en sus redes sociales.
Manifestó que no es una buena señal para pluralidad que reclaman los tabasqueños, "esas actitudes no ayudan en nada para consolidar los esfuerzos que se realizan en favor de la pluralidad y la democracia inclusiva", apuntó.
Insistió que esta de suma importancia que los servidores públicos se conduzcan en estricto apego a las leyes, "respetando ante todo los derechos y la dignidad de todas las personas".
Arias Torres manifestó que presentaron ante el IEPCT esa denuncia para evidenciar los actos de transfobia de la nueva encargada del área de Comunicación Social, "para sentar un antecedente y exigir que los cargos públicos sean desempeñados por personas capacitadas con total enfoque de género y diversidad sexual". Con este señalamiento la consejera presidente tendrá más elementos para actuar si es que quiere hacer las cosas bien, y de que los cuestionamientos contra algún funcionario electoral se atiendan con prontitud y no se encubran.
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