Las ultimas deserciones de viejos militantes priistas, más las renuncias de otros a seguir ocupando carteras en el Comité Directivo Estatal y en algunos comités municipales, debe ser de suma preocupación para quienes todavía siguen militando en Partido Revolucionario Institucional (PRI) que deben seriamente pensar en el relevo de su actual dirigente estatal que se ha caracterizado por su marcada incapacidad para sumar, pues está dedicado a restar internamente a este instituto político.
Después del rotundo fracaso electoral del 2021 del dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que no pudo ganar ni una sola presidencia municipal, muchos menos una diputación de mayoría, pero si propició durante ese proceso electoral la renuncia al tricolor de destacados militantes priistas con una larga trayectoria política, se esperaba que por vergüenza Dagoberto Lara Sedas renunciara al cargo para dar paso a un nuevo dirigente que llegara a reoxigenar a este instituto político, pero no ha sido así, porque el señor se aferra al cargo hasta con los dientes, esperando llegar al 2024 para lograr su nominación a una diputación plurinominal local a cambio de dejar la dirigencia estatal.
Como la poca militancia priista que queda-la mayoría aun sin renunciar se pasó a Morena-, no se ha preocupado por exigir la renuncia de Dagoberto Lara Sedas después del estrepitoso fracaso que propició en el pasado proceso electoral y porque sigue propiciando más renuncias de la militancia priistas y otros másque han renunciado a los cargos dentro de la dirigencia estatal y algunas dirigencias municipales, el dirigente estatal solamente trata de mantenerse en el cargo en espera de lo que viene en 2024, cuando se esperaba que después del fracaso electoral se pusiera a trabajar, primero, para que la propia militancia conociera el balance real del porque se fracasó en el proceso electoral de 2021, y segundo, para reagrupar a las fuerzas dispersas del priismo que encuentran en el estado, se ha dedicado a vegetar mientras la poca militancia padece la orfandad política al no tener un verdadero liderazgo que los encabece y les de aliento para el siguiente proceso electoral.
Dagoberto Lara Sedas se ha convertido en el enterrador oficial de su propio partido, pues desde que asumió la dirigencia estatal ha provocado varias deserciones de cuadros valiosos que ha pretendido minimizarlos, argumentando que son más los que regresan al PRI que los que se van, que no hacen falta, como también ha propiciado renuncias como el de la secretaría general de ese partido, Katia Ornelas, que dejó su cargo por diferencias que tuvieron, y la más reciente, es la renuncia de ayer de Tila Hernández Javier a seguir presidiendo la dirigencia municipal interina de Centro al que llegó en abril de 2021 luego de que Francisco Castro renunciara a la militancia priistas para irse a apoyar a la ahora presidenta municipal de Centro, Yolanda Osuna, acusando al dirigente estatal de ser un timorato al dejarse copar por un grupo político.
Aunque Tila Hernández Javier dio a conocer que renunció a seguir presidiendo la dirigencia municipal de Centro para dedicarse de lleno a sus actividades como regidora en el ayuntamiento, es sin duda, el completo abandono en que lo tuvo el dirigente estatal lo que propició su salida, ya que ni siquiera contaba con mínimos recursos económicos para la papelería que ahí se requiere, lo que demuestra la incapacidad de Lara Sedas.
Dagoberto Lara Sedas fue el responsable de propiciar la ruptura de la coalición electoral con el PRD y con el PAN en el pasado proceso electoral de 2021, que ya estaba casi amarrado pues ya tenían determinadas las candidaturas, pero su exigencia de romper la paridad de género en el caso del ayuntamiento de Centla donde quería que a “fuerzas” Nicolás Bellizia fuera el candidato de la coalición propició esa ruptura, jactándose de que solitos les iría mejor, porque ganarían varias presidencias municipales y diputaciones uninominales locales, pero su impericia e imprudencia política propició una estrepitosa derrota para una mayor decepción de quienes siguen militando fielmente en el PRI a pesar de que siguen relegados.
Es claro que la terquedad de Dagoberto Lara Sedas al presionar a los otros partidos para que Nicolás Bellizia Aboaf fuera el candidato a la alcaldía por la coalición en Centla, porque aseguraba que con él se garantizaba el triunfo electoral, rompía con la paridad de género que ya estaba acordado, pero además, venia aderezado con un acuerdo políticos subterráneo con el gobierno de Morena para romper la alianza, como ya se vio, ahora que Bellizia Aboaf fue incluido en un cargo por el secretario de Gobernación en pago a la labor de zapa para que no hubiera alianza.
El tiempo terminó por desacreditar a LaraSedas en su falsa lectura política de que Nicolás Bellizia ganaría la alcaldía de Centla, pues fue candidato por el PRI pero quedó en el cuarto lugar, pero además, ahora es claro la complicidad que tuvieron en el pasado pues a pesar de que Bellizia es ahora funcionario público del gobierno de Morena en la secretaría de Gobernación, el dirigente estatal que lo acechó para que fuera candidato a la alcaldía de Centla, no ha sido capaz de iniciarle un proceso para expulsarlo, cuando ni siquiera pidió permiso a su partido para ocupar un cargo público en un gobierno emanado de un partido contrario al tricolor.
Los pocos liderazgos que quedan dentro del Partido Revolucionario Institucional, como los legisladores y regidores, deben salir de su letargo para comenzar a presionar para exigirle al dirigente nacional la salida del dirigente estatal, Dagoberto Lara Sedas que ha demostrado su incapacidad política para dirigir un partido, y para organizarlo, pero deben hacerlo cuanto antes, porque si quieren ser competitivos para las elecciones constitucionales de 2024 deen comenzar a organizarse pero con un nuevo dirigente que comience a sumar, en vez de restar, que comience a congregar a esa militancia priista que contra viento y mares se ha sostenido, y no han renunciado al PRI, a pesar de la adversidad política, cuando muchos priistas ya se fueron a Morena con la esperanza de ser candidatos a un cargo de elección popular, o cuando menos sean incluidos en un cargo público.
Si los pocos priistas que quedan no presionan, no se unifican para exigir la salida de la dirigencia estatal de Dagoberto Lara, que es ya una necesidad por su incapacidad política para aglutinar a los priistas, no tendrán futuro político, van a llegar a las elecciones constitucionales de 2024 completamente divididos, fragmentados, que caerán hasta el fondo de las preferencias electorales, ya que después de haber sido la primera fuerza electoral en la entidad, han pasado a ser la tercera fuerza electoral, siendo probable que sean rebasados por otros partidos políticos que ya están trabajando para volverse competitivos en las elecciones para caer hasta el fondo del abismo. En las manos de los priistas etá lo que habrá de suceder en las elecciones de 2024.
OJITOS
Tiene razón el alcalde de Cunduacán, Abraham Cano González cuando asegura que las encuestas “cuchareadas” que realiza la Coparmex-Tabasco a cargo de José Luis Zúñiga Lozano es para chantajear a los presidentes municipales a como le sucedió a él, que antes de publicarse esa encuesta, el dirigente de esta organización patronal lo buscó para reunirse y sostener una plática, ¿cuál era la finalidad de esa reunión?,
De acuerdo a la propia información que tiene en su portal la Coparmex, el 24 de enero concluyó la encuesta de cien días de gobierno de cinco alcaldías que se realizó vía redes sociales, entre las que están contempladas, Paraíso, Cunduacán, Centro y Macuspana, y con qué finalidad un mes después de tenerla elaborada se decidió darlo a conocer a la opinión pública, ¿por qué el dirigente de la Coparmex se llevó un mes en darlo a conocer?, quizás la razón sea simple.
El 24 de enero concluyó la citada encuesta, y el día 25 de enero, José Luis Zúñiga se reunió con el alcalde de Macuspana, Julio Ernesto Gutiérrez Bocanegra y que casualidad que este salió aprobado en esa encuesta, ¿cuál fue la razón de la reunión; acaso le avisó que se publicaría la encuesta y de ser así que caso tenía avisarle?, simple y sencillamente se da a conocer la encuesta a como se obtuvo el resultado y si después el alcalde quiere una reunión pues se proceda a reunirse.
Lo mismos sucedió con la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna, con quien se reunió el líder de la Coparmex antes de que se publicara la encuesta y curiosamente también salió aprobada, pero que casualidad; igualmente se quiso reunir con el alcalde de Cunduacán, Abraham Cano, pero como lo bateó, que casualidad que los números salieron en contra, y habría que checar si la misma petición le hizo a la alcaldesa de Paraíso, que al no reunirse con él, también fue reprobada.
Reza un viejo y conocido refrán que: “no hagas cosas buenas que parezcan buenas, ni cosas malas que parezcan buenas”, las encuestas son una radiografía del momento para conocer el estado que guardan las cosas, en este caso para conocer la evaluación que el pueblo le da a los alcaldes, pero si la Coparmex-Tabasco concluyó la encuesta el 24 de enero, que razón tuvo el dirigente estatal en darlo a conocer un mes después, ¿cuál sería la finalidad?.
Si teniendo concluida una encuesta, la persona o empresa que la realiza, que ya sabe cuáles son los resultados se dedica a buscar a los encuestados antes de publicarlos, es que lleva una finalidad, y esa finalidad, a como lo dice el chelo Cano es el chantaje, si cedes a la petición del encuestador, la encuesta se puede cucharear para que salga favorable, pero si te pones roñoso y no accedes a como lo hizo el alcalde de Cunduacán, el resultado será adverso, porque puede deducirse que la encuesta fue “cuchareada”.
Como quiera que sea, el dirigente de la Coparmex-Tabasco fue exhibido por el alcalde de Cunduacán, el chelo Cano, por lo que a partir de este desencuentro, las siguientes encuestas que realice José Luis Zuñiga, ya de antemano están desacreditadas al ponerse en entredicho su “veracidad”.
Por otra parte, a Zúñiga Lozano no le interesa participar como proveedor en la recicladora a como lo denunció el chelo Cano, claro que no le interesa, porque él solo cobraría la comisión a los dueños y verdaderos empresarios que trabajen en esa recicladora; Zúñiga es lo que se llama “brocker” que coloca empresas y gana su comisión por colocar obras y servicios en el gobierno municipal, estatal y hasta federal, y en el pasado ya tuvo un enfrentamiento con el titular de fomento económico, García Mallitz, pero además, solamente se conforma con seguir vendiendo toda el agua en garrafón en la refinería de Dos Bocas, por eso cuando dice que su empresa se dedica a la cuestión energética, es cierto, bueno, el agua es energía aunque sea en garrafones
Tampoco hay que olvidar que Zúñiga Lozano se mueve y se promueve porque quiere ser candidato a un cargo de elección popular, quiere ser diputado al Congreso local o presidente municipal de Centro, pero no será desacreditando a algunos alcaldes como logre su objetivo.
Quiso ser candidato a alcalde de Centro en 2018 por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) pero fracasó. Quiere ser diputado local por el distrito seis por eso trae de ayudante al ex-diputado Jesús de la Cruz Ovando, quien se hizo falsas expectativas que ocuparía una secretaría en el gobierno, pero nomás no lo ha logrado, ni lo logrará.