NI COMPARSA, NI SIRVO A DELINCUENTES

A raíz de una entrevista realizada por el corresponsal de Televisión Azteca en Tabasco, José Raúl Reyes para hablar sobre la delincuencia organizada, específicamente de La Barredora, sus líderes, y de sus alianzas políticas, un presunto grupo delictivo, difundió ayer un video, en donde veladamente me amenaza de muerte a mi y mi familia, a la vez que hace señalamientos tendenciosos sobre una supuesta complicidad con un delincuente que en los hechos solo se le conoce con el alias del señor 88.

En la entrevista no se dijo nada que no sepa entre  la población, entre la colectividad, acerca de las actividades delictivas de La Barredora quienes son sus líderes que ahora están en la cárcel, y quienes de ellos se encuentran en libertad, provocando una ola de violencia que hace ver al estado de Tabasco como una de las mas inseguras del país.

Durante estos años de actividad periodística, hay dos rubros que llamaron poderosamente mi atención, la política y la seguridad, y aunque no me siento un especialista en ambas materias, consideró que si tengo los suficientes conocimientos para realizar los respectivos análisis y en eso me he enfocado, aunque es claro suponer, que cuando se analiza y publica sobre alguien o sobre cualquier grupo, ciertamente se tocan intereses, que se vuelven y se revuelven furiosos en contra de quien los señala, para afectarlo, para restar su credibilidad para causarle daño, para amenazarlo de muerte, y en el extremo lograr su ejecución.

Durante muchos años nuestro país se ha convertido en el lugar más inseguro para ejercer el periodismo, hemos visto, como en otros estados del país compañeros periodistas han sido asesinados, otros desaparecidos, otros golpeados o sus viviendas han sido atacados parea causarle el mayor daño posible, siempre por ejercer el periodismo de denuncia, y Tabasco no es la excepción, porque al menos, cuatro comunicadores fueron asesinados, en diferentes gobiernos por hacer señalamientos en contra de la delincuencia organizada, Rodolfo Rincón, por publicar sobre los pocitos donde se vendía drogas, y el padrino Fonseca, por colocar una manta contra la delincuencia en Paseo Tabasco, y Ruiz Cortines, a la alturas del Tomas Garrido. Los dos fueron asesinados en 2007 durante el gobierno de Andrés Granier. Igualmente Jesús Eugenio Ramos (Chuchin) en Emiliano Zapata, y Norma Sarabia, en Huimanguillo, asesinados en 2019 ya durante el gobierno de Adán Augusto López, por hacer denuncia públicas que afectaron intereses. Otros periodistas fueron asesinados en Tabasco, por motivos personales, al menos así aparece en las investigaciones judiciales.

En mi columna que no se caracteriza por las alabanzas, por la adulación, sino por las denuncias serias, investigadas, muchas de ellas sustentadas con pruebas, que me han dado un alto grado de credibilidad, siempre he hecho críticas de muchas  cosas,  sin sesgos, sin tendencias, que desde luego afecta los intereses de los denunciados que se sienten afectados, y no es la primera vez que se revuelven furiosos en mi contra,  utilizado a los medios que tienen a su alcance para intentar hacerme daño, por lo que en dos ocasiones diferentes, en diferentes gobiernos han atentado en contra de mi vida, sin lograr su objetivo, y esta vez considero que no será la excepción, que de las palabras pueden pasar a los hechos, pero aun así, a pesar de esas amenazas seguir ejerciendo el periodismo de críticas, de denuncias, porque hay cosas que no se pueden callar y que la sociedad merece conocer.

Durante 48 años he venido ejerciendo el periodismo siempre ha favor de la colectividad, señalando muchas irregularidades de políticos, lideres sociales, políticos, líderes religiosos, lideres gremiales, entre otros, jamás con tendencia  o sesgado para favorecer intereses personales o de grupo, pues siempre he equilibrado la balanza, como jamás en mi vida me he coaligado con algún delincuente o grupo delincuencial, mucho menos motivado por el dinero fácil, por el dinero que compromete del cual no puedes salir o librarte,  porque me enseñaron a trabajar y a ganar mi dinero honradamente como hay constancia en los diferentes medios de comunicación escrita y verbal donde he laborado,  porque mi objetivo no fue hacerme millonario, no es traficar con el periodismo, menos coludiéndome con delincuentes, porque mas temprano que tarde todo aquel que transgrede las leyes termina por pagar las consecuencias de sus actos, porque cuando abracé el oficio del periodismo lo hice con el claro objetivo de trascender, sino como el mejor, como uno de los mejores comunicadores de mi estado, por eso el video que han puesto circular manos aviesas, manos perversas,  para denunciar mi presunta complicidad con un tal señor 88 es una patraña, un dicho sin pruebas, puras habladas, pues mucho se ha especulado que es uno de los integrantes del grupo delincuencial La Barredora, pero nadie específicamente señala quien ese tal señor 88, por lo que vuelvo a reafirmar que es una patraña, una calumnia que busca restarme credibilidad e infundirme miedo para dejar de escribir, para dejar de realizar denunciar, porque jamás en mi vida y a 48 años de ejercer el periodismo, tendría porque ponerme al servicio de algún “líder” criminal o grupo delincuencial y recibir dinero a cambio, sabiendo  que está bañado en sangre de personas inocentes que fueron asesinadas, extorsionadas o secuestradas a cambio de entregar millones de pesos, por lo que desde este, mi espacio, dejó en claro que no tengo la necesidad de coludirme con delincuentes, y que ni siquiera conozco, como también muchas personas saben o conocen quien es el tal señor 88.

Como escribí líneas arriba, no es la primera vez que recibo amenazas de muerte, en mi contra y en contra de mi familia, en tres gobiernos diferentes fui amenazado, atentaron en contra de mis bienes muebles e inmuebles, incluso, uno de mis hijos estuvo a punto de ser secuestrado de la escuela donde estudiaba, pero gracias a la Divina Providencia, y a los amigos en común, que me ahora de nueva cuenta me brindan su apoyo, me auxiliaron y logre salir avante y ahora no será la excepción si es que quieren atentar en contra de mi vida, lograré sortear ese peligro, que mas bien tiene tintes políticos de uno de los grupos acusados de fomentar el crecimiento de La Barredora, porque sin el apoyo institucional no se concibe como creció, con enormes ramificaciones, varias de las cuales todavía no se conocen.

Durante el gobierno de Salvador Neme (1989-1992) a raíz de una serie de publicaciones en contra del grupo parapoliciaco llamado el Escalón Operativo, formado por un grupo de policías preventivos dedicados a realizar investigaciones como lo realiza la policía judicial hoy ministerial, fue objeto de un atentado, presuntamente orquestado por los líderes de los policías que torcieron el rumbo, que se dedicaron a delinquir, a asesinar y traficar con drogas, por lo que Salvador Neme se vio obligado a intervenir para ofréceme protección cosa que rechacé, porque quienes me protegerían serían policías, que si bien no estaban coaligados, quizás por un sentido de solidaridad con los denunciados, en vez de protegerme podrían actuar en mi contra, aun así la policía judicial y hasta elementos castrenses de la 30 zona, montaron un discreto operativo en áreas cercanas a mi domicilio, y me seguía en mis actividades diarias. 

Salvador Neme se comprometió a disolver ese grupo parapoliciaco y así sucedió, aunque ninguno de sus integrantes fue castigado a pesar de las pruebas que aporté y puse en manos del gobernador.

En el gobierno de Roberto Madrazo volví a sufrir otro atentado, mi domicilio particular en la colonia Atasta fue baleado, me robaron un vehículo y otro fue completamente desvalijado, mientras que los llamados orejas de la dirección de gobierno vigilaban mi domicilio a cierta distancia para conocer de mis actividades o quienes llegaban a visitarme.

En lo mas inverosímil que hizo el gobierno madracista pusieron a circular un panfleto, en donde se me acusaba de pertenecer al Ejercito Zapatista, que yo era el denominado comandante Jacinto, que era una persona peligrosa, pero que además esa el vocero oficial de esa organización que en el gobierno de Carlos Salinas había salido a la luz pública.

Una madrugada mientras fui a dejar a su casa a otro colega periodista que por motivos de salud había ido al hospital, elementos de tránsito  me detuvieron alegando que traía un faro fundido, eso fue el ardid, llegaron elementos policiacos que se pusieron a revisar mi vehículo alegando que habían recibido el aviso que había un hombre armado, no encontraron nada, aún así, me trasladaron a Seguridad Pública en donde fui incomunicado, me encerraron en una reducida celda, solo había un pequeño espacio para moverme, la intención era desaparecerme, ya me habían advertido, para el régimen madracista me volví un periodista incomodo que denuncia sus corruptelas, según ellos era evidente mi apoyo al líder opositor perredista Andrés Manuel López Obrador que había decretado la resistencia civil contra ese gobierno.

A los pocos periodistas que escribían en apoyo al líder opositor Andrés Manuel López los veían como enemigos, como properredistas, y como tales eran  tratados, y yo entendí cual era situación, incomunicado en una cárcel. Pero como Dios es grande, me mandó un ángel a mi celda, que en un descuido de los vigilantes se introdujo hasta ese lugar, quien me expresó: ¿a quien le avisó?, y fue quien avisó a mi familia que me querían desaparecer, y vino la voz de alerta, la denuncia de mi desaparición se realizó directamente en el noticiero de radio Red de José Gutiérrez Vivó, uno de los periodistas más influyentes del país,  y cuya corresponsal en Tabasco era Dolores Gutiérrez, quien dio a conocer la noticia, y vino todo el enredo.

me llevaron a una pequeña celda encarcelaron para desaparecerme, porque esa era mi intención, yo ya había realizado la denuncia en contra del gobierno de Roberto Madrazo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), respaldado por Federación Latinoamericana de Derechos Humanos, todo se junto, lo que obligó a que me dejaran  en libertad.

Durante el gobierno de Arturo Núñez, me vi obligado a acogerme al mecanismo de protección de periodistas y defensores de derechos humanos de la Fiscalía General de la República, por una amenaza de muerte en mi contra, y porque presumo que integrantes de alguna organización delictiva comenzaron a seguirme a todas partes a donde yo iba. Por medio de ese mecanismo, se me brindó seguridad, durante 60 días elementos de Seguridad Pública del estado, custodiaron mi casa, una patrulla me seguía  a mis actividades diarias, hasta que concluido el plazo y considerando que había pasado el peligro las autoridades retiraron la vigilancia. No es la primera vez que recibo amenazas de muerte, pero no soslayó lo que está pasando.

Desde ayer que manos aviesas pusieron en circulación el video en redes sociales, presuntamente delincuentes de la maña que pretenden ligarme a un tal señor 88 que no se sabe quien es, pero a cambio ponderan, alaban al comandante H, mas bien veo unas manos políticas metidas en el burdo ataque porque hasta los calzones mostraron, y esto se refuerza, porque son personas ligadas al grupo del Senador Adán Augusto López, los que desde ayer están distribuyendo el video, algunos que se dicen comunicadores que recibían migajas de Caliche también lo distribuyen, como también hay grupos de  Facebook como Tabasco Sin Censura, el informante de Huimanguillo, Noticias de la Chontalpa, C-4 Alerta, comandados por un tal Anemia que pertenece a un grupo delincuencial, como  Noticias de Macuspana y un tal Manuel Buendia que también están al servicio de la delincuencia, pero del lado del comandante H, ligado a los intereses del Senador tabasqueño.

Mi posicionamiento es claro, sin echar  en saco roto que puedan atentar contra mi vida, aun así, sigo para adelante haciendo periodismo de denuncia. No soy comparsa, ni estoy al servicio de ningún “líder” o grupo delincuencial, ya estoy escamado como para ponerme al margen de la ley. La infamia publicada se cae por su propio peso. Por cierto, gracias a todos mis amistades, conocidos, y autoridades por su solidaridad para con mi persona. Sigo para adelante.