Durante la administración de Arturo Núñez Jiménez, el concesionario del transporte público Alito (ya fallecido), que cubre la ruta suburbana Villahermosa-Pajonal (rumbo al aeropuerto), denunció públicamente que estaba siendo despojado de su concesión por la señora Ana Consuelo Hernández Veites, a quien le había dado la oportunidad de entrar a la sociedad con dos unidades de transporte.
El hoy extinto dio a conocer que su mayor error había sido aceptar como socia de su línea de transporte a esta persona, cos dos unidades, quien con la influencia de su hijo, que era funcionario de gobierno y muy cercano al entonces titular de la Secretaría de Planeación y Finanzas, y con la complicidad del secretario de Transportes, Agustín Silva Vidal, habían maniobrado para convertirla en socia mayoritaria de esa línea de transporte para despojarlo, por lo que había procedido a interpone su denuncia por la vía civil, pero el contubernio que existía entre estos funcionarios públicos, estaba pesando, por lo que temía perder su concesión que con tanto esfuerzo había adquirido, dado que inició como chofer hasta lograr su concesión y que era injusto que se lo quisieran quitar a la mala, con triquiñuelas.
La socia de transportes Alito, cuya denominación posteriormente fue cambiada, luego de que despojara de la concesión a su administrador general, es la sedicente pastora evangélica, Ana Consuelo Hernández Veites, madre del ahora presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Jorge Orlando Bracamontes Hernández, quien en esa época, era asesor y algo más del secretario de Planeación y Finanzas del gobierno estatal, Amet RamosTroconis, también ya fallecido, que vivía borracho un día sí, y otro día también, que llegaba a las doce del día a su oficina, por lo que había delegado importantes asuntos en su asesor, Jorge Bracamontes, quien se jactaba de ser su brazo derecho, su brazo operativo.
El propietario de transportes Alito, al sentirse acorralado decidió denunciar públicamente que estaba siendo despojado vilmente por esta señora, pues su hijo, Jorge Bracamonte, quien era funcionario público en contubernio con el secretario de Transporte, Agustín Silva estaban maniobrando para dejarlo en la calle, y que su error había consistido en que al obtener una ampliación de unidades de transporte que de cuatro pasó a diez, yante la falta de capital y porque transporte le exigía las unidades nuevas, optó por aceptar la propuesta de Ana Consuelo Hernández de que le daría dos unidades (Vam) nuevas a cambio de hacerla socia, pero una vez que se protocolizó su ingreso, comenzó a maniobrar para despojarlo de la administración, alegando que estaba descuidada, y es que Alito, quien parecía diabetes, tenía que estar constantemente bajo atención médica.
Finalmente, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Agustín Silva Vidal, maniobró para favorecer a Jorge Bracamontes, para que su madre la pastora evangélica, la devota de corazón que se da golpes de pecho en su iglesia, Ana Consuelo Hernández, no se tentara el corazón para despojar a Alito de su concesión de transportes de la ruta Villahermosa-Pajonal; a mediados de 2016, Alito ya no era dueño de la ruta que con tanto esfuerzo había logrado conseguir, se consumó el vil despojo.
Diez años después de esa perversa acción, similar a la que realizaron los hermanos Bracamontes Hernández, con la gasolinería del municipio de Jonuta, donde Lorena entró como socia y posteriormente despojó de la administración a Carlos Amador del Angel socio mayoritario de esa empresa, sigue en litigio porque el despojado promovió un juicio civil para recuperar sus acciones, sale a escena, Beatriz Domínguez Valencia, una mujer de 42 años, licenciada en Administración, quien vive en un departamento de Toreo, en la colonia Atasta, en el mismo sitio donde reside Lorena Bracamonte Hernández, quienes resultan ser medio hermanas.
A los 32 años, o sea hace diez años, que concuerda con el despojo de transportes Alito, Beatriz dio un salto inesperado al mundo empresarial. Según el folio mercantil electrónico 18926 del Registro Público de Comercio, se convirtió en socia y presidenta del Consejo de Administración de Transporte de Primera Tlapaco, S.C. de R.L. de C.V., que cubre la ruta suburbana Villahermosa-Pajonal, por lo que la pregunta que hoy retumba entre quienes conocen el caso es inevitable: ¿de dónde salió el dinero para comprar las acciones de transportes Alito y convertirla en Tlapaco?, porque hasta donde se sabe Beatriz, no tenía nni en que caerse muerta hace diez años, lo que coincide con el despojo que realizó la pastora evangélica Ana Consuelo Hernández de transportes Alito, para luego cambiarlo de razón social y hacer como que nada había pasado, como si no hubieran cometido una villanía, un despojo, que el karma de los habrá de cobrar con creces.
La empresa transportista fue arrebatada a su dueño original, un patrón de conducta que coincide con el modus operandi del actual presidente del Congreso de Tabasco y líder de la bancada de Morena, Jorge Bracamonte, medio hermano de Beatriz. El mecanismo no cambia, es el mismo: desde adentro del poder, usa a familiares para construir patrimonio, realizar pagos en efectivo, billete tras billete, sino que lo diga Rafael Cabal porque renunció a la dirección de Administración del Congreso, y lo hace para borrar huellas, una vez dentro de las sociedades, despojar a los socios fundadores, utilizando el tráfico de poder, utilizando a funcionarios públicos que pueden meter la mano para favorecerlo, aun sabiendo que están cometiendo una ilegalidad
Como lo escribí líneas arriba, esta burda y arcaica práctica para hacerse de negocios sucios al amparo del poder también se repite en el caso de la gasolinería de Jonuta, que ahora está en disputa. Como un ejemplo, en el caso de la gasolinería las notificaciones por presunto tráfico de influencia fueron obstaculizadas, se escondían para no ser emplazadas, claro con la complicidad oficial del Poder Judicial del anterior gobierno, que en vez de impartir justicia, compartía el tráfico de poder, por lo que vía edictos, después de un año, fueron notificadas la hermana (Lorena) y madre (Ana Consuelo) de Jorge Orlando Bracamonte, lo que destapa una red familiar de corrupción, que actúa sin escrúpulos, en una mezcla de política, poder.
Pero la voracidad no tiene límites, entre más tienen, mas quieren, y eso los hace cometer errores de parvulito (primer año de primaria) resulta que el 16 de octubre de 2024, ya con Jorge Orlando Bracamonte en funciones como presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, su media hermana, (aquí hay otra historia por contar, porque es su media hermana aunque no lleven los apellidos), Beatriz Domínguez fue contratada como subdirectora en la Dirección de Apoyo a Comisiones y Proyectos Normativos, con un sueldo neto de 14 mil ,402.60 pesos quincenales, cerca de 30 mil pesos al mes. El detalle que desata la indignación, entre quienes se sentían con derecho a ese cargo, por tener los conocimientos necesarios en la materia, es que Beatriz es licenciada en Administración, sin relación alguna con el Derecho Parlamentario o la normatividad legislativa, pero cono su medio hermano es el que manda y ordena en el Congreso local, no importa que doña Bety no sepa nada de derecho, solamente ejerce su derecho de sangre y por eso le dio el cargo a su media hermana.
El caso de Beatriz Domínguez Valencia ilustra cómo el nepotismo y el tráfico de influencias siguen siendo el motor de la política local. Mientras tanto, la ciudadanía observa cómo los lazos de sangre siguen valiendo más que la preparación o el mérito. Porque en el Congreso de Tabasco, parece que el verdadero poder no está en los cargos, sino en los apellidos.
Y pensar que éste es el sujeto (Jorge Bracamonte) que quiere ser presidente municipal de Centro para el periodo 2027-2030, que no tiene llenadera, que ambiciona más poder, aunque su peor estigma es la traición, que ha utilizado en contra de sus propios amigos, a quienes primero usa, utiliza, y posteriormente, cuando siente que ya no le son útiles, se va deshaciendo de ellos, pero en el pecado lleva la penitencia, y terminará pagando por sus malas acciones.
OJITOS
Por cierto, el pasado sábado, mientras chapeaban hombres y mujeres que fueron obligados por el coordinador municipal de Bienestar, Marco Ciliano López Villacis, que opera políticamente para Jorge Bracamonte, a meterse a un terreno enmontado en la ranchería Plutarco Elías Calles mejor conocido como Cura Hueso, para limpiarlo y después sembrar arboles tres señoras se desmayaron por el intenso sol, por lo que tuvieron que llamar al servicio de emergencia para su atención.
Las mujeres y hombres son obligados bajo chantajes de que les quitaran su dinero, los obligan a llevar machete, limador, rastrillos, y todos los utensilios que utilizarán y hasta le piden los arboles a sembrar, mientras los meten a verdaderos matorrales donde pueden ser picados por una serpiente que en esta época de lluvia y creciente salen por todas partes. Tres mujeres se desmayaron, lo que es un llamado de atención a quien corresponda para que el presidente de la Junta de Coordinación Política deje de negrear a quienes reciben dinero de bienestar y de chantajear que si no colaboran se les quitara, el dinero que reciben.
VISORCITO
Los elementos de la Fuerza Interinstitucional de Reacción Táctica (FIRT) Olmeca, siguen trabajando intensamente y dando resultados, por lo que el pasado domingo por la madrugada lograron la detención de dos personas en la carretera Villahermosa-La Isla, y la sorpresa es que uno de los detenidos es un jovencito de 14 años de nombre Derek Jair, a quien ya le llaman el “niño sicario”, quien no pudo accionar su arma, una subametralladora tipo Uzi que se le encasquilló.
Con el niño sicario, también fue detenido José Asunción “N” alias el Chuncho de 37 años, presunto operador de un jefe criminal apodado el Chicle, que está recluido en el Centro de Reinserción Social del Estado.
La detención del “niño sicario”, nos muestra el grado de descomposición que vive nuestra sociedad, pues hay manos criminales que secuestran a infantes, a quienes le roban lo mas preciado su niñez, para convertirlos en verdaderos monstruos criminales, sabiendo que las leyes son blandas al respecto y un menor de edad, no puede ser consignado como un adulto, por lo que las propias autoridades y los legisladores locales deben revisar las leyes de la materia para adecuarla a los tiempos actuales, y estos infantes asesinos, tengan otro tipo de reclusión, con tratamientos para su regeneración, que muchas veces es imposible de lograr.
La FIRT Olmeca logró otra importante detención de un jefe de plaza de La Barredora, y que se cambio al cartel de las cuatro letras, se trata de Beto Coca, tantas veces mencionado por sus contrarios y por las propias autoridades de ser una persona peligrosa, dedicado a la venta de enervantes, extorsión, secuestros y cobros de piso.
Junto con él, también fue detenida su esposa Luisa Irasema “N” quien es la administradora de todos los recursos económicos de los ilícitos que se cometieron, pero lo mas delicado, es que esta señora caminaba entre la alta sociedad, apretando ser de alcurnia, sin dar a demostrar como obtenía los recursos económicos para competir con los de la alta.
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