El saludo de manos entre el gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, y el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Adán Augusto López Hernández, durante el primer informe de la presidente de la república, Claudia Sheinbaum, avivó las llamas entre los seguidores de este último de que ambos políticos podrían fumar la pipa de la paz, y con ello se acabaría lo que llaman una confrontación, que en los hechos no es otra cosa, más que la aplicación de la ley a quienes las trasgredieron.
Sin embargo, ese saludo entre ambos políticos, fue solamente una cortesía política que de ninguna manera significa que se trate de una cercanía, porque ya antes, cuando se realizó la asamblea extraordinaria del consejo político nacional de Morena, ya se había repetido, pues antes que se realizará dicha asamblea, la dirigente nacional, Luisa María Alcalde, convocó a un desayuno a toda la cúpula de ese partido en donde estuvieron presentes los gobernadores y los dirigentes del Senado y la Cámara de Diputados, y ahí, Javier May y Adán Augusto López se saludaron de manos, por eso cuando llegaron a la asamblea extraordinaria cada uno siguió por su lado, lo que dio la pauta para que los analistas y columnistas de diversos medios de comunicación, sostuvieran que ambos personajes no se “pelaron”, que uno de ellos pasó al lado de otro con gran indiferencia por lo que la confrontación iba para largo. En resumen, en el desayuno previo a la asamblea que se hizo a puertas cerradas, Javier May y Adán se habían saludado.
Esa llamada confrontación o “persecución política” que los seguidores de Adán Augusto López Hernández, insisten una y otra vez en culpar al gobernador de Tabasco de haberla iniciado, no es mas que un sesgo político porque Javier May tuvo que actuar ante los hechos violentos registrados por La Barredora que durante los primeros meses de su nuevo gobierno quiso medirlo provocando actos violentos para que doblara las mano, lo que obligó al gobierno federal a entrar en auxilio del gobierno estatal, actuando con mano firme en el combate de ese grupo delictivo, lo que llevó a dejar en claro, porque ya se tenían indicios, que Hernán Bermúdez, persona cercanísima a Adán Augusto López, era el verdadero dirigente de ese grupo delictivo que tenía asolado a Tabasco, y al mismo tiempo era el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco, donde fingía combatir a la delincuencia que el mismo operaba en la oscuridad.
Los personeros del Adán Augusto López Hernández, tratan de crear otra narrativa, culpando al gobernador de ser el inmediato responsable de dinamitar a su mismo partido, que no midió las consecuencias, porque si no hubiese iniciado una “persecución política” -así le llaman ellos- en contra del Senador e integrantes de su grupo, nada estuviera pasando, las cosas seguirían en forma normal, sin que estos descastados tomarán en cuenta, que si Javier May no se hubiese decidido a actuar con el auxilio del gobierno federal en el combate a este grupo delictivo, Tabasco se seguiría bañando de sangre a gran escala, pues en los meses de enero y febrero de este año, nuestra entidad llegó a ocupar el primer lugar en homicidios dolosos, pues de contabilizó que diariamente había entre siete y diez muertos, mientras que ahora, ese tipo de homicidios ha bajado drásticamente que de ninguna manera quiere decir que se haya acabado, porque eso sería una falacia, se sigue presentando este tipo de delitos pero a menor escala, y eso es un gran avance.
Los descastados políticos que solo piensan en sus propios intereses y no en los intereses de la colectividad tabasqueña, aducen, argumenta sin razón, que el gobernador no midió el alcance y consecuencias de sus actos en esa disque persecución en contra del Senador, por lo que será el responsable de la debacle política de Morena, de las división interna, pero no reparan en que no fue Javier May el que organizó a un grupo delictivo para atracar y asesinar a otros tabasqueños, sino que fue gente cercana, muy cercana a Adán Augusto López, quien siendo gobernador de Tabasco nombró como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana a Hernán Bermúdez, a quien ya se venía señalando de mantener nexos con otra organización criminal, y fue quien puso en operación a La Barredora a la que hay que cuantificarle cuantos homicidios realizó, a cuantos empresarios, hombres de negocios o que tienen recursos económicos, fueron secuestrados, fueron extorsionados, o les secuestraron un familiar para obligarlos a entregar dinero o sus propiedades ha cambio de que su vida o la de sus familiares.
Quien realmente es el responsable de la división o fragmentación que pueda haber en Morena en las próximas elecciones constitucionales, es el Senador Adán Augusto López, porque es a integrantes de su grupo político, y a él mismo de procrear a un grupo delictivo que sembró el terror, el caos, la incertidumbre y baño de sangre el territorio tabasqueño, y lo que está haciendo el gobernador ante la exigencia del pueblo tabasqueño, es restablecer la paz y la tranquilidad, con la detención de integrantes del grupo delictivo La Barredora, cuyas principales cabezas ya están en la cárcel, esta es la verdaderas realidad, Javier May solamente le está respondiendo al pueblo que exigía se aplicara la ley a quienes generan actos violentos, y si en todo esto, es el Senador es el más perjudicado, es porque a integrantes de su grupo se les ha señalado de ser integrantes de la delincuencia organizada, y es por eso, que ahora, Hernán Bermúdez, a quien Adán le protocolizó notarialmente la creación de varias empresas, también la opinión pública lo señala de ser corresponsable de la creación de este grupo delictivo por complicidad u omisión.
No es a Javier May a quien la opinión pública ha condenado por la intensa ola de violencia que se vivió en la entidad y que aun no acaba, es al Senador de la República, Adán Augusto López, a quien la condena pública ha señalado de ser cómplice de Hernán Bermúdez, cabeza de La Barredora, es quien durante un mes y días estuvo sometido al fuego de los medios de comunicación, prensa, radio, televisión, redes sociales y analistas políticos, que señalaron que ese grupo delictivo no pudo crearse, ni fortalecerse, sin que lo supiera el entonces gobernador que posteriormente se convirtió en secretario de Gobernación, y que aun durante una de las mañanera del ex-presidente de la República, Andrés Manuel López se denunció que Hernán estaba coludido con el cartel de las cuatro letras, este los desdeñó al decir que era calumnia, patanería de la derecha, pero como el tiempo todo se cobra, finalmente quedó al descubierto quien conformó a La Barredora, utilizando la estructura policiaca, porque también hay que decirlo, decenas de policiacos activos estaban al servicio de ese grupo delincuencia, que durante el gobierno de Adán Augusto López y posteriormente de Carlos Manuel Merino, a pesar de que irrumpieron con violencia, quemando tiendas de conveniencias, vehículos y asesinatos dolosos, ni siquiera de oficio se les inició una Carpeta de Investigación.
No es el gobernador Javier May el responsable del clima de incertidumbre y de división que se vive en Morena, no es a Javier May al que se señala de haber creado una estructura criminal que baño de sangre, muerte, zozobra e intranquilidad al pueblo tabasqueño, no es a Javier May a quien durante un mes y día ha estado sometido al fuego intenso del escrutinio público y a la condena popular que lo señala como culpable, no es a Javier May a quien en una calle de la ciudad de México le gritaron “ahí va el de La Barredora”, es sobre Adán Augusto López que pesa todos esos señalamientos, mientras que el gobernador no está haciendo otra cosa, mas que trabajar para devolver por completo la paz y la tranquilidad a los tabasqueños.
No se trata de una persecución política aduciendo que desde el PRD y posteriormente en Morena, Javier May ha mantenido un clima de confrontación con el Senador Adán Augusto López, que es una realidad, ese clima de confrontación política es ampliamente conocido, pero aún así, antes de este conflicto delictivo, el entonces candidato a la gubernatura pudo negociar con Adán a la cabeza, para que su grupo alcanzara cargos de elección popular y cargos administrativos en el gobierno estatal, de allí que hay que ver que ahí están los diputados locales de Adán, encabezados por Marcos Rosendo Medina, el pelón de Tenosique, y hasta Caliche que se fue como secretario del Senador, ahí están los diputados federales del Senador, Julio Gutiérrez, Tey Mollinedo, ahí está la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna, viva representante del Adancismo, y el alcalde de Teapa, Miguel Angel Contreras, ahí está la subsecretaria en Movilidad, ahí está el rector de la UJAT, Guillermo Narváez recalcitrante Adancista, y párele de contar, con quienes el gobernador mantiene una relación de trabajo institucional, por lo que no es una persecución personal o política en contra del Senador de la República lo que se está haciendo, sino solamente la aplicación de la ley contra los integrantes del grupo delictivo La Barredora creada en marzo de 2020 justo cuando Adán era el gobernador del estado, cuyo líder Bermúdez ahora es prófugo de la justicia.
Estos descastados de la política que se entiende que por encima del baño de sangre que ha vivido la entidad, recibieron beneficios de Adán Augusto López, y por eso lo defienden, pretenden echarle la culpa al gobernador de todo lo que pase en Morena a nivel nacional y estatal, pero que no se les olvide, que en un tema tan delicado como la delincuencia, Javier May tuvo que cabildear con Claudia Sheinbaum para poder actuar, y con la bendición presidencial se realizaron las investigaciones de rigor, hasta donde ahora va, y esto aun no termina.
OJITOS
Bajo el esquema de la confrontación se puede entender, lo que ha hecho el edil de Emiliano Zapata culpando al gobernador de no cumplir acuerdos supuestamente para la construcción de una calle.
Que no se les olvide, que Armin Martín, a pesar de haber sido a Movimiento Ciudadano que lo hizo alcalde, es un alfil de Adán Augusto López en la zona de los ríos.