IRRESPONSABLE EL IEPCT

No hay que buscarle “tres pies al gato  cuando tiene cuatro” para darnos cuenta que los únicos responsables de este “desgarriate” en el proceso electoral  estatal, que los partidos políticos perdedores  pretenden magnificar como un “fraude electoral”, lo propiciaron los mismos consejeros electorales del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, con sus erráticas decisiones o acuerdos, que retrasaron el conteo de las actas de  escrutinio que se levantaron  en  cada una de las casillas.
Tanto la vocalía ejecutiva de Tabasco del Instituto Nacional Electoral (INE) como el consejo del Instituto Electoral tendrán que explicarle al pueblo de Tabasco porqué o en base a qué suscribieron el convenio para montar las famosas “casillas únicas” que en  los hechos demostraron que no sirvió para agilizar el proceso sino para obstaculizar el buen desenvolvimiento del proceso electoral, porque quizás los consejeros tomaron esa decisión para  ahorrarse unos pesos, que tampoco se justifica, pero crearon todo un conflicto que como bien se dijo concluirá ante los tribunales electorales por la falta de  certeza de la actuación de la autoridad electoral, que una vez que concluya todo este proceso electoral, será tema de debate para exigir la renuncia, para exigir que se vayan a perjudicar a otra parte, pues han sido los peores consejeros en la historia política del estado.
En el proceso electoral de 2012, donde se eligió presidente de la República, Senadores y diputados federales, así como gobernador del estado, presidentes municipales y diputados locales, tanto el anterior Instituto Federal Electoral (IFE) ahora Instituto Nacional Electoral (INE) como el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, nombraron y capacitaron  a sus propios funcionarios de casilla, para que no se presentaran contratiempos en el desarrollo del proceso electoral, de tal manera que en el mismo lugar el IFE y el IEPCT montaron sus casilla electoral pero para cada uno, con sus respectivo personal.
Quienes conocen del desarrollo del proceso electoral, saben, conocen, lo tedioso que resulta ser funcionario de casilla, porque independientemente de que la ley suscribe que el proceso electoral debe arrancar a las ocho de la mañana, en los hechos es más tardado, ya que los funcionarios de casilla están obligados a contar el total de las boletas electorales recibidas con sus respectivos folios ante los representantes de los partidos políticos para que estos validen la legalidad de la misma, que no hay boletas demás o en caso de que falte, se debe asentar en el acta inicial de escrutinio, es más en muchas casillas se acostumbra que antes de iniciar loa votación, todos los representantes de partidos políticos estampen su firma al reverso de la boleta como una forma de evitar el fraude electoral, por lo que si inicialmente la votación debe de comenzar a las ocho sufre un visible retraso por todo lo aquí expuesto, de tal manera, que los primeros votantes comienzan a sufragar al filo de las nueve o nueve y media de la mañana.
Como es el mismo procedimiento para la elección federal que para la estatal, en el 2012 no hubo retraso porque como había funcionarios de casilla para el proceso federal y funcionarios de casilla para el proceso estatal, cada quien contó sus boletas ante los presentantes de los partidos iniciando muy a tiempo la votación en cada una de las casillas.
No sé a qué genio o que cerebro inexperto del Instituto Electoral, que tampoco aceptan asesorías porque creen que lo saben todo, pero no sirven para nada, se le ocurrió plantear la creación de las “casillas únicas” como una panacea para el proceso electoral que fue el brutal cuello de botella para que se retrasara hasta por tres horas las aperturas de casillas del proceso electoral estatal para elegir presidentes municipales y diputados locales, con lo que ahora se quiere argumentar que existió fraude porque lo abrieron fuera el horario normal, cuando los mismos partidos políticos que tienen representantes ante el órgano electoral con voz para denunciar o exigir que se corrigieran anomalías, nada dijeron y hasta celebraron que se suscribiera el convenio de “casillas únicas”  como los famosos “centros de acopio” para recepcionar las urnas conteniendo los votos una vez que concluyera el proceso electoral, que fue otro fiasco, entre el INE y el IEPCT.
¿En qué consistió el acuerdo de la famosa casillas única?, es simple y sencillo, consistió en que los mismos funcionarios de casilla para el proceso electoral federal, eran los mismos que se harían cargo del proceso estatal, de tal manera que se duplicó el trabajo para ellos, ya que primero, tuvieron que  contar las boletas electorales para diputados federales, rellenar las actas de escrutinio con el total de boletas con que iniciaban el proceso electoral y posteriormente comenzaron el mismo procedimiento de conteo con las boletas para la elección de presidente municipal y diputado local, por lo tanto, si en el conteo para el proceso federal los funcionarios de casilla, aun con la capacitación que recibieron se llevaron una hora u hora y media contabilizando las boletas ante los ojos de los representantes de partido y posteriormente hicieron lo mismo con las boletas para el proceso estatal, otra hora u hora y media más, el proceso electoral estatal inicio a las diez u once de la mañana cuando bien les fue, porque hubieron casillas donde no llegaron los funcionarios capacitados, porque conociendo el enorme trabajo que les esperaba prefirieron renunciar, quizás algunos fueron cooptados o comprados, vamos a suponer que sucedió, pero otros se rajaron, por lo que alguien tenía que asumir las funciones y es ahí donde se dice que los partidos como el PRD, tenía lista su gente para entrar en acción, pero,  ¿dónde estaban los representantes del PRI que debieron fungir en esa casilla?, ¿se los compraron, no quisieron llegar o su mismo partido, el tricolor, tampoco les dio el subsidio a que siempre los acostumbraba?.
Efectivamente hubieron casillas donde iniciaron tarde la votación, no porque se estuviera preparando el fraude o se estuviera cooptando a los representantes, inicio tarde por la operación de la famosa casilla única que resultó un fiasco y que seguramente no se volverá a utilizar en los siguientes procesos electorales, salvo que quieran tener problemas poselectorales.
Y si aunado al arranque del proceso electoral se tuvieron serios problemas, ya se imaginará usted lector al cierre de las casillas y la posterior contabilidad de los votos los problemas que se presentaron con para cada partido que defendía sus votos, los dimes y diretes, el llenado de las famosas sabanas o actas de escrutinio con todos los datos para no errar con el número total de la votación para cada partido, con el número de boletas nulas, pero además inutilizadas, lo que fácilmente les lleva como dos horas o dos horas y media para ese proceso, por lo que si se cierra a la seis de la tarde la votación, entre el recuento de votos y el rellenado de la documentación fácilmente se llega a las ocho u ocho y media de la noche con los resultados de esa urna que ya debe estar lista para su trasladado al centro de recepción.
Y si a las ocho u ocho y media de la noche se concluyó la votación de la elección de diputado federal, ahí mismo se arrancó la contabilidad de la votación para presidente municipal y diputado local con todo el procedimiento de rigor, tomando en cuenta que son los mismos funcionarios de casilla, por lo que casi a las once de la noche fueron concluyendo los cómputos de votos de las elecciones para presidentes municipales y diputados locales, y si de toma en cuenta que los responsables de recoger las urnas para llevarlos a los centros de recepción y de ahí llevados a las Juntas Distritales y Juntas Municipales no operaría el Programa de Resultados Electorales Preeliminares, pues les llegó a la una de la mañana para comenzar a capturar las primeras actas de escrutinio.
Es terrible la burocracia que armó el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana con las casillas únicas, solamente para ahorrarse unos cuantos pesos, para que después, ellos bajo argumentos legaloides lo sustraigan del erario, pero si bien en los hechos la presidenta Maday Merino es la responsable de haber instrumentado esa entelequia burocrática jamás vista, quien lo entrampa, quien se ha convertido en su sombra al grado que acepta todas sus patrañas es el nefasto consejero, el chilango  José Oscar Guzmán, un sujeto que fuera corrido del propio Instituto Federal Electoral por  trácala, soberbio e ignorante.
Es el mismo consejero electoral que corrió al anterior jefe de prensa del Instituto creando un caos, es el mismo que trata con la punta del pie a todos los trabajadores y se burla de los tabasqueños de quienes se expresa en todo despectivo que son “indios” quizás por su origen de raza superior, pero este guey está comiendo de los tabasqueños usufructuando un cargo que jamás ha tenido en el Distrito Federal, ni en el Estado de México, es el mismo nefasto sujeto que ahora mantiene fricciones personales con el consejero David Cuba Herrera, quien vaya para que pierda la paciencia, es porque realmente el tal José Oscar debe rebuznar, porque vaya que Cuba es paciente, y si se tratara de debatir en cuestiones electorales, David revolcaría a este nefasto sujeto que se cree dueño del Instituto, cuando debe ser echado de patadas a la calle por nefasto y arbitrario.
En resumen, este Instituto Electoral, es la única autoridad responsable que el proceso electoral vaya a parar a Tribunales, desde diciembre del año pasado, el Ojo Visor, que en todo está, y otras publicaciones, veníamos denunciando que los consejeros de este Instituto venían violando la ley, que no servirían para gran cosa, porque ni veían, ni escuchaban, sino estaban actuando con soberbia violando la ley electoral, y todos los representantes de los partidos políticos ante ese órgano electoral, guardaron sepulcral silencio, porque también cometieron irregularidades y creyeron que ganaría, pero al perder ahora saltan y gritan, ¿pero de que se quejan?, si tuvieron todo para protestar y se convirtieron en cómplices silenciosos, ahora no les queda más que apechugar, porque tampoco habrá anulación, mucho menos en el municipio de Centro.
                                           OJITOS
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