Mientras una parte de los priistas celebraba con bombo y platillo que en el 2015, “le pondrán el cascabel al gato”, lo que motivó que en un alarde de triunfalismo el ahora dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Erubiel Lorenzo Alonso Que (ya impugnado por Félix Eladio Sarracino) se comprometiera a renunciar si no logra obtener la mayoría de los cargos de representación popular en la elección intermedia, ante el azoro de la secretaria general, Gloria Herrera, no esperaban el golpe demoledor de las autoridades estatales y municipales, en contra de quien ya se cree candidato a la gubernatura en el 2018, Jesús Alí de la Torre, cuyos principales colaboradores pronto serán carne de presidio, porque están acusados de Coalición de Servidores Públicos y Peculado, que en pocas palabras quiere decir que son presuntos ladrones y todos son priistas. Desde el inicio de su campaña en busca de la dirigencia estatal del PRI, la ciudadanía tabasqueña observó que el diputado con licencia, Erubiel Lorenzo Alonso Que, paso de un discurso moderado que mantenía en el Congreso local, donde incluso se dijo satisfecho del gasto de los 30 millones de pesos adicionales que se le entregó al presidente de la Junta de Coordinación Política, Rafael Abner Balboa Sánchez, a un discurso agresivo, no solamente en contra de las instituciones gubernamentales, directamente fue agresivo con el gobernador del estado, Arturo Núñez Jiménez, a quien acusó que cacareaba la obra federal como si fuera estatal, cuando en los hechos si alguien conoce de institucionalidad es el mandatario estatal que siempre ha ponderado al presidente de la República, Enrique Peña, dando a conocer plenamente el apoyo federal que le ha enviado y cuál el apoyo estatal, lo que demuestra que Núñez no hace “caravana con sombrero ajeno”, sino que le ha dado su lugar al Ejecutivo Federal . Si bien es cierto que las acusaciones directas al corazón de la legisladora priista Mayté Dagdug en contra de Erubiel lo hicieron ver como una persona “maiceada” que había negociado en lo oscurito con Rafael Abner, para llevar la fiesta en paz sin meterse en mayores problemas, de repente dio un giro radical de 180 grados, seguido por la bancada priista que aprovechó una pifia perredista para no asistir al primer informe de gobierno, en un claro desaire, pese al compromiso asumido, sobre todo cuando el presidente de la República mandó a su representante personal, acción que también fue secundada por José Antonio Aguilar Bodegas, en un comunicado, donde entre dientes pedía que se aplicara la ley a quienes fueran responsables del quebranto financiero del estado, pero a la vez exigían que la ley no sirviera para vendettas o cacerías de brujas, cuando hasta ahora todos los presuntos implicados del llamado “graniergate”, los que ya tienen orden de aprehensión o quienes les siguen un proceso de investigación penal, saben perfectamente bien que delinquieron a mansalva. El mismo ex-candidato perdedor de la gubernatura, el priista Jesús Alí de la Torre, buscó al gobernador en lo oscurito para comprometerse a no ponerle piedras en el camino para que este pudiera recomponer el estado de Tabasco, sumida en la más espantosa corrupción que jamás se había visto, pero también para poder recomponer su desgastada figura pública a consecuencia de la brutal derrota que sufrió, cuando ya se sentía gobernador sin ganar las elecciones constitucionales de 2012, claro está, con la intención de catapultar a la dirigencia estatal del PRI, a Erubiel Lorenzo, pero como siempre, fiel a su característica de bipolaridad, azuzó todos los demonios en contra del Ejecutivo estatal, cuando este mantiene en el altiplano una relación de estrecha amistad con el presidente de la República y con todos los funcionarios de primer nivel del gobierno peñista. A Jesús Alí le había vendido la idea un legislador federal de que habiendo sacado más de 450 mil votos, fácilmente podría ser el dirigente estatal del PRI, por eso después de su derrota comenzó a caminar por el estado pero solo había recorrido un par de municipios supuestamente para agradecer el voto, cuando fue parado de tajo, no solamente para que no se le fueran encima todos los heridos que había dejado en el campo de batalla, sino porque en el altiplano no querían problemas en el estado a consecuencia de su osadía, por lo que posteriormente, y ante el arrinconamiento del granierismo y del candidato perdedor a la presidencia municipal de Centro y ahora prófugo de la justicia, Luís Felipe Graham, vio el camino allanado para controlar la dirigencia estatal, y que mejor que el coordinador de la fracción parlamentaria del tricolor en el Congreso local, Erubiel Alonso, quién ya de por sí traía la herradura sobre sus espaldas del también prófugo de la justicia el ex-dirigente del Sicobatab, José Ramón Díaz Uribe, quien se la había jugado con Alí. Erubiel Lorenzo Alonso recibió varios mensajes del altiplano de que le bajara a su belicoso discurso en contra de las autoridades de Tabasco, si quería llevar la fiesta en paz, pues el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, ya había tomado la determinación de hacerlo dirigente y no quería una dirigencia estatal belicosa, agresiva, echándole además toda la maquinaria “oficial” priista encima a Evaristo Hernández Cruz, no en balde hasta la secretaría de la Función Pública emitió un boletín donde decía que había demandado a ex-funcionarios federales, estatales y un ex-alcalde del municipio de Centro, por esa razón de peso y otras de pesos ($$$), según denunció la misma diputada Mayté Dagdug, el ahora dirigente estatal del PRI, cambió de nuevo su belicoso discurso a uno más moderado, aunque finalmente en la borrachera política de su discurso se fue de boca al presumir que ahora sí “le pondría el cascabel al gato” al vaticinar que barrerá en las elecciones constitucionales de 2015 al gobierno en turno, pero por si eso no hubiera bastado, en la reunión etílica para celebrar el triunfo, chuchistas y granieristas se sumaron y alardearon que en las elecciones intermedias controlarán el Congreso del Estado, y que ahí el gobernador Núñez sabrá cuál es su triste realidad. La borrachera política poco les duró a la cúpula priista, quien manda, manda, y si se equivoca vuelve a mandar, ayer el golpe contra los priistas, fue mortal, demoledor, brutal, la demanda penal por parte de las autoridades estatales y municipales en contra de los ex-funcionarios del ayuntamiento de Centro, todos ellos pertenecientes al primer círculo de Jesús Alí de la Torre, el padrino político de Erubiel Lorenzo Alonso Que, no deja lugar a dudas que el brazo de la justicia se ciñe en contra de ellos, de los que festinaban que llegaron a la dirigencia estatal del PRI para servirse con la cuchara grande. La demanda penal (expediente número 159/2013) en contra del ex-presidente municipal de Centro, Cuauhtémoc Muñoz Caldera, incondicional de Jesús Alí, pues al solicitar su licencia para contender por la candidatura a la gubernatura, lo puso como su sucesor, es mortal por necesidad, pero si a eso le agregamos que también está implicado el ex-secretario del ayuntamiento, César Rojas Rabelo, (también cercanísimo a Chucho), el ex-director Administrativo, Salvador Morales Irabién, y el ex-director de Desarrollo Municipal, Mario Rafael Llergo Latournieri, el primer círculo del PRI estatal está herido de muerte, porque con esto ya maniataron a Erubiel Lorenzo Alonso, que forzosamente tendrá que deslindarse pero en el pecado llevará la penitencia, porque desde ahorita está acotado, está contra la pared. El jefe de campaña de Erubiel quien operó desde las sombras, fue el ex-dirigente estatal del PRI, y delegado de Diconsa en el estado, Adrián Hernández Balboa (otro cercanísimo a Chucho Alí) no dio la cara porque siendo funcionario federal estaba impedido para participar directamente pero organizó, ordenó, operó y estuvo pendiente de todo el proceso siempre en las sombras, pero aquí hay un golpe mortal, un gancho al hígado porque resulta que uno de los acusados por los presuntos delitos de peculado y Coalición de Servidores Públicos (actuaron en pandilla) es el ex-director Administrativo, Salvador Ramírez Irabien, su cuñado (de Adrián Hernández) y dueño del bunker donde el año pasado los perredistas descubrieron que tenían cientos de cosas para repartir entre los electores. Con esta acusación de presunto robo a las arcas públicas del ayuntamiento de Centro se estrella en el suelo las aspiraciones de Adrián por ser el candidato del PRI a la alcaldía de Centro, ¿se imaginan en manos de quien estaría los recursos públicos?. Pero hay un dato más cruel, Mario Rafael Llergo Latourniere mejor conocido como “el perro Llergo”, quien trabajó para que ganara Erubiel, no solamente recibió como regalo de cumpleaños esta demanda penal, sino que ya se creía secretario de Organización, pensando en que si prospera la demanda de nulidad de la elección interpuesta ante los tribunales electorales por Félix Eladio Sarracino Acuña, él podría ser dirigente interino del tricolor, craso error, al igual que se le cayó la diputación plurinominal cuando demandó a Pilar para quitársela, no prosperó, ahora se esfuma sus sueños de ser parte de la dirigencia estatal priista, a cambio debe de ir a la cárcel.
OJITOS
La estocada mortal por necesidad, llevó a la cúpula priista a realizar urgentemente una reunión cerrada en las oficinas del diputado Pilar Córdova en la sección 44 del sindicato petrolero, en donde los abogados Miguel Alberto Romero Pérez y Enrique Pons Franco, (los dos consumados granieristas) entregaron a la fracción parlamentaria del PRI las justificaciones para que estos voten a favor de la cuenta pública 2012 de Andrés Rafael Granier Melo, por eso la legisladora Mayté Dagdug , que ya volvió al redil, fue la encargada de subir a la tribuna para armar el escándalo de que la legisladora perredista, Neyda Beatriz, y presidenta de la Primera Comisión Inspectora de Hacienda había cambiado el dictamen, es decir, el dirigente estatal del PRI, Erubiel Lorenzo, la fracción parlamentaria del PRI en el Congreso y Chucho Alí, son la misma porquería, de dientes para afuera sostienen que se castigue a los responsables del saqueo, pero a escondidas han decidido defender a Granier Melo, pese a que está preso. La historia los juzgará como copartícipes del saqueo.
VISORCITO
Por lo pronto, las autoridades penales han exhibido al primer círculo priista del estado, los chuchistas que ya se creen dueño del PRI estatal y con quienes Erubiel conformaría su gabinete priista, pues Mario Llergo está listo para asumir la secretaría de organización, intentando desplazar a Pedro Gutiérrez, mientras que Salvador Morales Irabien, sería el de Finanzas del PRI estatal. El primer círculo priista ha sido acalambrado, y eso que falta por darse a conocer otros implicados como Jorge Broca y Guillermo Baeza (a) El azul.
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