jueves, 21 de noviembre de 2024

NARVAEZ-CAMPOS, SIGUEN ACTUANDO COMO HAMPONES

 


Bajo el pretexto de que están invadiendo parte de la propiedad de la División de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco con sede en Cunduacán, el apoderado legal de la institución Rodolfo Campos Montejo bajo la complacencia del rector Guillermo Narváez Osorio inició un litigio en contra de los propietarios del inmueble Moisés Pérez López y Juana Ramos Bautista, lo que trajo como consecuencia que por medio de procedimientos amañados e ilegales, como una falsa notificación de desalojo, el pasado martes, trabajadores de la Universidad como viles porros, intentaron violentamente desalojarlos pero no lograron su objetivo.

Con un juicio ordinario civil de acción reivindicatoria con el numero de expediente 65/2021 iniciado en el juzgado segundo civil de primera instancia del cuarto distrito judicial a cargo de la juez Verónica Martínez Luna, el apoderado legal de la UJAT, Rodolfo Campos Montejo, vía José Luis Hernández Pérez, también abogado de la Universidad, y con la complacencia del rector Guillermo Narváez Osorio iniciaron un litigio en contra de los esposos Moisés Pérez López y Juana Ramos Bautista para intentar despojarlos de su propiedad que colinda precisamente con el inmueble de ese centro de estudios en el municipio de Cunduacán, que adquirieron hace más de veinticinco años.

Para encuadrar este delicado asunto, en donde el rector Guillermo Narváez Osorio y su testaferro, Rodolfo Campos Montejo, otra vez están actuando como viles hampones, como lo más denigrable que pueden hacer altos funcionarios de la máxima Casa de Estudios que en vez de conducirse con legalidad, transparencia y honestidad, les gusta hacer cosas chuecas, les gusta realizar cosas ilegales para despojar de su propiedad a una familia, lo que representa un mal ejemplo para la comunidad universitaria, vamos narrando paso a paso como están las cosas: De acuerdo a un contrato privado de compra-venta celebrado el 12 de diciembre de 1995, el señor Moisés Pérez López le adquiere la posesión de un predio urbano localizado en el periférico de Cunduacán, en la que ahora se denomina colonia La Esmeralda, al señor Ramón García Escalante con una superficie de 423 metros cuadrados con 39 centímetros, en donde actual viven y se dedican a diversas actividades, entre esta el cultivo de un vivero con venta de todo tipo de plantas y que forma parte del subsidio familiar.

Por su parte la División Académica de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) cuenta con una superficie de 18 hectáreas, 28 áreas, 78 centiáreas y 09 fracciones, todo esto protocolizado en la escritura pública numero 434, volumen 4 de fecha 22 de agosto de 2003 pasado ante la fe pública del Notario Publico número 31, Jesús Antonio Piña Gutiérrez. Con los documentos de ambos inmuebles se muestran la delimitación de las propiedades, que nasa tiene que ver una cosa la otra, pues no existe la burda invasión a la propiedad de la UJAT.

Como anda sedientos de recursos económicos, y con una enorme sed de venganza que no buscan a quienes se la hicieron, sino quienes les paguen las consecuencias, resulta que el apoderado legal de la UJAT, Rodolfo Campos Montejo, a quien el rector Guillermo Narváez Osorio, quien sabe porque le aplaude todo, hasta las arbitrariedades que ha cometido en contra de algunas trabajadoras de la Universidad, resulta que descubre que una humilde familia, que lleva viviendo en el lugar más de veinticinco años se apropió de un pedazo de terreno que le pertenece a la Universidad, y que por lo tanto había que iniciar un juicio para que fueran desalojados para lo cual junto a la demanda anexaron un dictamen sobre el terreno hecho por la propia UJAT para que la juez de la causa, Verónica Martínez Luna, viera que es a la Universidad que le corresponde esa propiedad, nada más que no contaban con que la humilde familia tiene documentos originales sobre el derecho de posesión del inmueble en litigio.

Como el apoderado legal de la UJAT presentó un dictamen supuestamente hecho por un perito de la propia Casa de Estudios para demostrar que les corresponde ese pedazo de tierra, la parte demandada optó por solicitar la intervención de otro perito, para hacer un segundo peritaje que le demostrara a la autoridad, a la juez de la causa, que el apoderado de la Universidad estaba mintiendo deliberadamente, pues nada tenía que ver el terreno que ellos poseían desde hace más de veinticinco años y del cual tienen el derecho de posesión, con el inmueble de la Universidad, pues son dos inmuebles distintos, incluso acotado por un dren que pasa justo donde está la barda perimetral de la división académica. La parte afectada entregó las pruebas del derecho de posesión del terreno, incluso avalado por el propio ayuntamiento de Cunduacán a la juez civil para su respectivo estudio.

El ingeniero civil Baldomero Díaz López, perito valuador, especialista en topografía, y actual director de Obras Públicas del ayuntamiento que está dispuesto a comparecer las veces que se le requiera para dejar en claro, las delimitaciones de ambas propiedades, fue el responsable por parte de los demandados o afectados Moisés Pérez López y su esposa, Juana Ramos Bautista, para realizar todo el peritaje de rigor, llevando a su personal para realizar paso a paso las delimitaciones de las propiedades, y le fue describiendo a la juez, con fotografías, planos y otras evidencias que la UJAT tenia de superficie lo que justamente está asentado en la escritura pública, y que su barda perimetral que da a un dren, es la delimitación con el predio en disputa, es decir, no había invasión de propiedad, ni nada que se parecido, que la demanda de la UJAT no tiene razón de ser al menos que insistan en perjudicar a la otra parte.

No conforme con el dictamen del perito, especialista en topografía, el apoderado legal de la UJAT solicitó un tercer perito en discordia, por lo que la juez civil autorizado que la arquitecta, Bertha Lilia Córdova Ovando, quien según sus datos generales es especialistas en avalúos de bienes patrimoniales, o sea bienes muebles e inmuebles, realizara el peritaje, la que basando quien sabe en que tipo de estudios, pues no reúne el perfil para realizar un levantamiento topográfico para ubicar las dimensiones y colindancias de los inmuebles determinó que los señores Moisés Pérez López y Juana Ramos Bautista, si estaban asentados en una propiedad de la Universidad. Que había invasión a una propiedad de la UJAT.

Y aquí vino la mano maquiavélica y perversa de Rodolfo Campos Montejo, quien por haber sido presidente del Tribunal Superior de Justicia donde se dirime el conflicto, tiene influencias en ese poder, que no ha dudado en utilizarlo para lograr sus aviesos planes, por lo que la juez de la causa, teniendo en la mano todo el estudio que realizó el perito valuador, ingeniero civil y especialista en topografía que precisamente su función es determinar la medición de la superficie de un bien inmueble, lo desechó, dijo que no servía y tomó como bueno el peritaje que realizó una arquitecta, cuya especialidad son los avalúos de bienes muebles e inmuebles que se encarga de fijar el valor o los precios, y que tal vez pudo hacer el peritaje del terreno en disputa que casi llega a los dos millones de pesos, mas no la delimitación y la superficie del bien inmueble que Rodolfo Campos y Guillermo Narváez Osorio por la mala se quieren adjudicar para perjudicar a una familia, cuyo único pecado es dedicarse al trabajo honesto, y colindar con una propiedad de la UJAT. Como viles hampones o como gánster universitario sigue actuando la dupla Narváez Osorio-Campos Montejo dañando la reputación de la propia Universidad, por lo que ya es tiempo de que maestros y alumnos comiencen a movilizarse para obligarlos a renunciar, que se vayan, al cabo ya van cargados. 

Pero ahí no para el asunto, y aquí en donde el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial, como el magistrado presidente, Efraín Reséndez Bocanegra, que trae la espada desenvainada para acabar con los actos de corrupción, deben ordenar una investigación a la juez civil, Verónica Martínez Luna, para checar las irregularidades que viene cometiendo para favorecer a Rodolfo Campos a quien tal vez le deba favores pues fue presidente del Tribunal, porque existen irregularidades en ese juicio que amerita una investigación, ya que presunto personal de ese juzgado, llevando el expediente en mano se presentaron al domicilio de los denunciados para decirles que había una orden de desalojo, y que ya los habían notificados, pero resulta que las firmas asentadas en los documentos oficiales son falsas, además que este personal del juzgado en vez de requerir al orden público, llegaron con personal de la UJAT, con porros, que con lujo de violencia se metieron al vivero de esta familia para destruirlo todo, y cuando pretendieron meterse a la casa de la familia fueron parados en seco por la abogada Nallely Pérez Cortázar, que sin tenerles miedo se les enfrentó y les dijo que estaban cometiendo una irregularidad, porque incluso estaban violentando los derechos humanos de los que habitan en el inmueble que pretende ser desalojado.

Desde la pasada visita del gobernador Javier May Rodríguez al municipio de Cunduacán, donde dio sus audiencias públicas, la señora Juana Ramos le pidió su intervención para solucionar este problema porque a chaleco el rector de la UJAT, Guillermo Narváez, y su incondicional Rodolfo Campos, la quería despojar de su propiedad, donde también recibió el respaldo de la alcaldesa que avaló que llevan mas de 25 años viviendo en esa propiedad y es hasta ahora que la UJAT, decidió reclamar como suya esa propiedad, por lo que sin duda hay cuestiones anómales, el gobernador se comprometió con la señora de que su asunto sería turnado al tribunal para que se haga la valoración correspondiente y se resuelva.

Este acto gansteril de trabajadores de la Universidad que convertidos en porros entraron al vivero de esta familia y destruyeron todo, sientan un mal precedente de que cualquiera puede tomar en sus manos la justicia y nada pasa, porque si Rodolfo Campos y Guillermo Narváez, tienen la certeza de que la propiedad es de la Universidad, porque ordenaron una acción gansteril que los hace ver como verdaderos hampones dentro de la Universidad, donde solamente sus chicharrones truenan y los de enfrente que se chinguen.

Con un violento desalojó en Cunduacán que fue frenado por una abogada, que conminó a los trabajadores convertidos en porros al retirarse del bien inmueble, porque serían demandados penalmente por ejercer violencia, el rector Guillermo Narváez Osorio, y su cancerbero Rodolfo Campos, iniciaron el pasado martes la celebración de los 66 años de haberse constituido la Universidad, que buen ejemplo para los jóvenes universitarios es saber, que hay dentro de esa Casa de Estudios quienes bajo el disfraz de corderitos mansos, de verdaderos profanadores de la fe que en su interior son feroces demonios, ordenan desalojar con violencia a una familia para despojarlos de su patrimonio, utilizando chicanadas jurídicas instrumentadas por Rodolfo Campos, quien por haber sido magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia, es indudable que tiene influencias que mueve para perjudicar a una humilde familia cuyo mayor pecado es vivir cerca de las instalaciones de la UJAT, cuyo inmueble donde habitan vale unos cuantos millones de pesos que los codiciosos mandos superiores de la UJAT se quieren adjudicar a la malagueña, tal como están sangrando el presupuesto de la UJAT, llevándoselos al bolsillo a través de los primogénitos de Narváez, y de Campos, con las obras, las adjudicaciones y los cursos patitos que les inventan a los maestros, (esa es otra historia que viene) pues la finalidad es saquear a la UJAT, mientras se dan golpes de pecho de ser muy honrados.

                


 

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