El pasado lunes, el presidente de la Comisión Orgánica de Seguridad, Protección Civil y Procuración de Justicia, el legislador Guillermo Torres se reunió con integrantes del llamado “Movimiento Nacional por la Seguridad y la Procuración de Justicia” delegación Tabasco, quienes le entregaron un pliego petitorio de 53 puntos, que contiene aspectos administrativos y académicos para la preparación de los policías.
Llama poderosamente la atención, que el presidente de la Comisión Orgánica del Congreso, Guillermo Torres, quizás por las prisas o por la presión que le ejerció este grupo, no haya verificado si efectivamente todos los representantes de los policías están activos o fueron dados de baja dentro de la corporación policiaca, por lo que prácticamente le pasaron la rata por los ojos, al grado que hasta la misma Secretaría de Seguridad Pública a través de su dirección jurídica, haya buscado a los sedicentes líderes que están dados de baja de la corporación para entregarles el pliego petitorio que les contestó el Secretario Miguel Angel Matamoros porque de esa forma le están dando validez jurídica a ex-policías que por el hecho de no pertenecer a la corporación no tendrían nada que hacer, mucho menos estar azuzando a los policías para que se rebelen contra la misma dependencia, porque están incurriendo en actos ilegales que incluso, ameritarían iniciarles sus respectivos procesos penales.
El presidente de la Comisión Orgánica del Congreso local se reunió con los ex-policías, ojo, ex-policías, que están dados de baja de la Secretaría de Seguridad Pública, Raúl Jerónimo Amaya, quien se ostenta como dirigente del movimiento policial; con Alejandro de la Cruz Hernández, otro ex-policía dado de baja de la corporación; y con los policías de tercera, Manuel Rodríguez Cano y Andrés Candelero Hernández, integrantes del llamado grupo modelo, que pudiera decirse es un grupo de élite de la policía estatal y que por pertenecer a ese grupo, no deberían de insubordinarse al interior, porque para eso están establecidas las reglas de sanciones para quienes dentro de ese grupo, se subleven, agredan o no respeten a sus superiores jerárquicos, en donde además, por omisión o por desconocimiento los dos jefes de las dos Unidades de Policía Modelo, deben ser nombrados mediante escalafón establecido en sus lineamientos y no capricho de subir a cualquiera al cargo como está ahora y por lo cual de esa unidad es donde se han insubordinado los policías de abajo, que aun ganando muy bien no cumplen con la norma policial a nivel nacional en los horarios de 24 por 24 horas, y aun así algunos están exigiendo más, y más prestaciones.
De entrada el propio legislador Guillermo Torres a como lo hizo la dirección de asuntos Jurídicos de la Secretaría de Seguridad Pública, validó a los ex-policías como interlocutores en un “conflicto de intereses” dentro de la corporación que el servicio de inteligencia interna ya debería tener bien detectado para no dar palos de ciegos, como todo parece indicar, han venido dando desde que llegó Audomaro Zapata y posteriormente lo siguió Martínez Luis, por eso el actual secretario Miguel Angel Matamoros debe de tener bien claro de dónde vienen los brotes de inconformidad y como deben tratarlos, y no permitiendo que integrantes de la Unidad Modelo de la Policía estatal, que ganan muy bien, por arriba de los demás integrantes de la policía estatal contribuyan a la desestabilización interna, porque hay mecanismos para persuadirlos de que están incurriendo en una grave irresponsabilidad que puede ser sancionado internamente.
Para quienes no conocen el historial de Raúl Jerónimo Amaya Alias “El Búho” o “El Chaneck” aquí les va un poquito; originario del municipio de Cárdenas, esta persona no es netamente policía de carrera, ha sido un mil usos, que ha caminado por varios estados del país y hasta estuvo de mojado en la Unión Americana.
Inicialmente laboró en la antigua dirección de Seguridad Pública solo unos meses asignado al área de información y servicios, conocidos en aquellos tiempos como “orejas” renunciando en forma voluntaria por haber tenido conflicto con sus superiores jerárquicos por su adicción al alcohol y sustancias psicotrópicas, de allí que se diga que por eso tiene un carácter violento, con marcada inestabilidad emocional, pero hábil para manipular.
También laboró en la desaparecida Procuraduría General de Justicia, hoy Fiscalía General del Estado de Tabasco, como perito en hechos de tránsito terrestre, asignado a la agencia del Ministerio Público de Jalapa, de donde renunció.
Emigró a Estados Unidos, huyendo y en busca de fortuna, pero para ingresar a territorio americano contrató los servicios de un “pollero” a quien posteriormente se le fugó para no pagarle, y allá, del otro lado, también armó varios problemas, uno de ellos por conducir en estado de ebriedad, que es su deporte favorito, por lo que fue multado por la Corte de Justicia de San Francisco, California, y sancionado a la prestación de servicios a la comunidad por espacio de tres meses, limpiando parques públicos. Posteriormente estudio un curso para ser periodista, pero no la hizo.
Se regresó a México como mil usos, se fue a Quintana Roo, donde laboró como perito en tránsito terrestre en Chetumal de donde lo corrieron, por lo que se fue de taxista a Cancún de donde venía a Tabasco, siempre ingiriendo alcohol por que tuvo problemas con el dueño del taxi que lo quería meter preso, por lo que se regresó a Tabasco, por lo que en Villahermosa consiguió trabajo de chofer del servicio público de transporte, manejando una combi de la línea ARVIT, de donde fue despedido porque conducía en estado de ebriedad.
En el año 2007 le dieron una oportunidad, por lo que ingresó a laborar a la Policía Estatal de Caminos que dependía de la Secretaria de Gobierno, en el área de la dirección regional en donde tuvo diversos problemas con los mandos de tránsito por su proclividad a la corrupción y malos tratos a la ciudadanía; no lo despidieron, lo enviaron a la villa El Triunfo, Balancán, en donde en 2013 se opuso al nombramiento de un subdelegado del destacamento de la PEC en ese lugar, tomando las instalaciones por lo que le iniciaron un procedimiento de responsabilidad administrativa, por lo cual causo baja de la corporación, pero Amaya propiamente estaba como policía de tránsito y no como un efectivo dedicado a la prevención del delito, por lo que resulta inverosímil que hasta la misma corporación policiaca lo acepta como interlocutor válido, cuando esta dado de baja y por lo tanto, no debería de haber ningún trato con él.
En las mismas circunstancias, Alejandro de la Cruz Hernández, otro de los “dirigentes” de los policías fue dado de baja de la corporación, siendo patrullero con grado de policía de segunda; dentro de la corporación fue apoyado para que estudiara la carrera de derecho. A de la Cruz Hernández le abrieron un expediente de investigación administrativa en la Inspección General por una acusación de robo y abuso de autoridad en contra de un ciudadano, resolviéndose en ese proceso su baja de la institución por encontrarlo responsable y vaya que hasta bien le fue, porque le debieron iniciar un proceso penal por robo, pero la salvó y hoy se presume el “salvador” de los policías.
Alejandro de la Cruz laboró en la Inspección General y Atención a la Población en donde se caracterizó por inclinarse a asesorar a presuntos delincuentes y en contra de sus propios compañeros, por lo que tuvo problemas y se le tuvo que reasignar como patrullero donde también tuvo problemas. De igual manera mantuvo estrecha relación con José del Carmen Esteban mejor conocido como La Mojarra e integrante de la llamada hermandad, ya que durante la administración de Juan Cano, la Mojarra fue el titular del área de Inspección General de Seguridad Pública.
Alejandro de la Cruz fue de los que se opusieron a la llegada del general Audomaro Martínez Zapata, junto con Marcos Gómez, Isabelino León, quien estaba dado de baja y el entonces diputado federal, el doctor Antonio Sansores Sastré, de quien había sido chofer, le pidió al general Audomaro que de nuevo le diera de alta, con las consecuencias que ya se conoce; ojo, mucho ojo, Isidro Guillen López, actual jefe de una Unidad Modelo de Policía, también luchó para impedir que el general Audomaro realizará bien su trabajo; Rafael González Hernández y Aquiles Martínez Cruz, también fueron de los opositores.
Los llamados “líderes” de los policías, Raúl Jerónimo Amaya y Alejandro de la Cruz Hernández, son ex-policías dados de baja, por actos de corrupción, por lo que la misma dependencia y hasta el presidente de la Comisión Orgánica de Seguridad del Congreso, deberían de tener cuidado con ellos, ¿Por qué a cambió de qué o porque se erigen como dirigentes si no son policías activos?.
Bueno, ahí les queda de tarea, ya también daremos a conocer la forma deshonesta de los dos policías “Modelo” Manuel Rodríguez Cano y Andrés Cano Candelero, que debería estar sujeto a procedimiento, porque hay normas disciplinarias dentro de la policía modelo de la policía estatal, que estos dos está infringiendo.
OJITOS
Ya encarrerado, va otro niño al pizarrón. Brutal piñiza le pegó el quinto regidor del ayuntamiento de Nacajuca, José Jesús Reyes Torres, a su mujer Celerina Reyes, lesionado además a un menor de edad que al ver que golpeaban salvamente a su mama, se metio a defenderla, pero este enardecido sujeto también lo estrelló contra el suelo.En visible estado de ebriedad y por chismes de su segundo frente, porque ahora que es regidor pero a la vez cobra como maestro de Telesecundaria,m, lo cual es una irregularidad, a José Jesús Reyes Torres, le dio por tener segundo frente, al grado que dejó de cumplir con sus obligaciones familiares, dejando sin el sustento diario a su familia.
Hace unos días en completo estado de ebriedad, llegó a su casa pero para agredir a su esposa, a quien pateó y golpeó en diferentes partes del cuerpo, por lo que al ver la piñiza, uno de sus menores hijos se abalanzó en contra del padre, intentando proteger a su mamá, pero estaba tan loco este sujeto que también agredió a su hijo por lo que ya fue demandado penalmente como también se hará por la vía civil.
No conforme con su bestial actitud, el quinto regidor del ayuntamiento de Nacajuca, se volvió a aparecer por su casa, solamente para volver a amenazar a la mujer de que si prosigue con el proceso penal que se atenga a las consecuencias, porque él cuenta con el apoyo del presidente municipal, Francisco López Alvarez, y que este le dijo que las mujeres tienen que aprender a obedecer sin chistar, y que vea su ejemplo de cómo, tronándole los dedos a la presidenta del DIF-municipal, por lo que Pancho si es hombre.
Lo bueno es que doña Celerina se asesoró con sus amigas, quienes le dijeron que no se deje, que le demuestre al regidor agresor que también la ley existe para los hombres agresores, y que vaya hasta sus últimas consecuencias para que se le quite lo “machito” y hablador y para que deje de hablar mal de su propio presidente municipal de quien dijo que también agrede feamente a la presidenta del DiF-municipal de Nacajuca. Ver para creer.
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