La semana pasada la cúpula priista integrada por los legisladores locales y las féminas priistas que buscan la dirigencia estatal del Organismo Nacional de Mujeres (ONMPRI) estuvieron muy movidos, los primeros sostuvieron un encuentro a puerta cerrada en conocido hotel fuera de Villahermosa, con el delegado del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), William Owaldo Ochoa Ochoa Gallegos (a) Burundanguita, en donde se sacaron los trapitos al sol, mientras que las segundas, diez en total, se entrevistaron con la nueva delegada enviada de Diva Gastelum. El encuentro entre el delegado burundanguita y los legisladores priistas se realizó el pasado jueves allá por los rumbos del aeropuerto, en donde trataron de llegar a acuerdos para cohesionarse en busca del posicionamiento político que les permita enfrentar con éxito las elecciones constitucionales de 2015, pero durante todo el encuentro prevaleció las descalificaciones, los señalamientos de ser traidores del priismo y de aliarse al actual gobierno, y hasta salió a relucir el nombre de un ex-funcionario de primer nivel del gobierno granierista que por debajo del agua le paga sus honorarios el coordinador de la fracción parlamentaria, Carlos Mario de la Cruz, de tal suerte, que no se vio por ninguna parte los “buenos oficios” del delegado del CEN del PRI, Willy Oswaldo para frenar los odios y rencores que se traen los legisladores, que a pesar de ser nueve en total, están divididos en tres bandos, que se dan de golpes por debajo de la mesa y siguen luchando por el control parlamentario priista en el Congreso local y por los recursos económicos que fue el tema toral pues ahora se acusó al coordinador parlamentario de utilizar los recursos de la fracción para patrocinarse su campaña rumbo a la alcaldía de Paraíso, donde pasa más tiempo, desatendiendo sus obligaciones que tiene como coordinador en el Congreso local, ya que quien le da cuerda, quien le da órdenes, quién dice cómo hacerse las cosas y le exige a Carlos Mario que en el sentido que ella indique, así debe bajarle las ordenes a los demás diputados, es la legisladora María Esther Dagdug Lutzow a quien de paso balconearon al ponerla al descubierto que influyó para que esa fracción parlamentaria contratara los servicios del ex-secretario Ejecutivo del gobierno de Andrés Granier, Ignacio Alvarez, quien se ha convertido en un súper asesor, pero para que no quede huellas del trabajo que realiza, ni de cuanto devenga o mejor dicho para que no detecten que ese granierista trabaja para la fracción priista le pagan su salario a la mano, con lo que queda demostrado que el cordón umbilical de Mayté sigue ligada al granierato a través de sus ex-funcionarios. Más de siete horas se llevaron encerrados los legisladores priistas con el delegado Willy, quien por cierto tampoco puede dar ejemplo de unidad, cuando fue sacado de Tuxtla Gutiérrez, precisamente para que dejará de levantarle olas al actual dirigente estatal del PRI, Roberto Albores Gleason, con quien se trae un marcado distanciamiento y golpeteo político, ya que el diputado federal Burundanguita quiere ser candidato a gobernador en el estado de Chiapas y cree que Albores le fue comer el mandado. En la reunión a puerta cerrada, Mayté Dagdug acusó a Erubiel Lorenzo, de ser comparsa del gobierno, de recibir una fuerte cantidad económica a como quedó demostrado el día que aprobaron la ley de asociación público privada donde la fracción parlamentaria priista había acordado votar en contra, Mirella Zapata salió en defensa de su dirigente estatal, calificando de falsa y tendenciosa lo dicho por Mayté. Allí mismo se acusó a la legisladora Dagdug de ser la matriarca, de ordenarle a Carlos Mario de la Cruz, lo que debe de hacer, por eso constantemente se cambia el sentido de las cosas, como también acusaron al coordinador parlamentario de no distribuir adecuadamente los recursos económicos por parejo. En resumen, los legisladores priistas decidieron lavar la ropa sucia en casa, nada más que lo hicieron en una ajena, y creyeron que lo ahí hablado, ahí se quedaría, pero resulta que siempre las cosas se saben afuera, fluyen los comentarios que no es nada favorable para ellos. Los pleitos internos persistirán, Liliana madrigal, Pepe Herrera y Mayté Dagdug contra Erubiel Lorenzo, Luis Rodrigo Marín y Mirella Zapata, mientras que el coordinador parlamentario pretende ser el fiel de la balanza, pero no puede y la legisladora por Macuspana, María Elena Silván está agazapada. El segundo tema de la semana pasada, fue el caso de las mujeres priistas afiliadas al ONMPRI, asunto candente y caliente pues el relevo de la dirigente estatal ya está en puerta y aunque algunas ya sucumbieron a aceptar cargos menores, otras mujeres no están dispuestas a dejar pasar a la candidata de la línea, a la que quieren imponer, Katya Ornelas Gil, por lo la dirigente nacional de ese organismo, Diva Gastelum, les envió como delegada especial a la diputada local por el Congreso de Yucatán, Elsy Sarabia, quien el pasado viernes comenzó un trabajo de auscultación. Diez mujeres priistas que buscan la dirigencia estatal del ONMPRI, algunas intentando acomodar a sus familiares en cargos menores, se reunieron por separado y por espacio de 45 minutos, el pasado viernes, con la delegada Elsy Sarabia, quien vino a realizar la auscultación para conocer cuáles son las mejores posicionadas, y que estrategias implementarán para intentarlas convencer de que finalmente no serán las ungidas que deben de sumarse a una sola candidata. En realidad este dizque nuevo PRI, es más de lo mismo y remasterizado del viejo PRI, no tiene nada de nuevo, van a imponer a quien ellos quieren, ya está definido, en eso trabaja el ex-gobernador Manuel Andrade, el candidato perdedor de la gubernatura, Jesús Alí, lo mismo hace Adrián Hernández Balboa, Melba Rivera, la diputada Liliana Madrigal, Paco Castro, Edyson Hernández Pinto, ellos quieren imponer a la todavía dirigente estatal del Frente Juvenil Revolucionario, Katya Ornelas Gil, impuesta en ese cargo por quien era su amigo incondicional, Fabián Granier Calles, es decir, esos priistas que se niegan a expulsar a Andrés Granier de sus filas, exigiendo enterrar el pasado, se aferran a ese pasado lleno de corrupción. De las diez mujeres, varias de ellas, ya se vio que solo son comparsa para imponer a Katya Ornelas, si es que las verdaderas mujeres priistas, las que tienen mayor trayectoria, más capacidad, más trabajo de base, y han trabajado arduamente por su partido, el PRI, deciden hacerse a un lado, para que pase la consentida de Fabián Granier o definitivamente se plantan enfrente y exigen que tanto la convocatoria como las reglas de la contienda, que la están elaborando hombres sean claras y no simuladas a como pasó en la CNOP donde solamente exhibieron a su ex-arbitro, al decir que no reunía los requisitos cuando toda su vida ha sido cenopistas y priista. Para la renovación del ONMPRI, solo tres mujeres de larga trayectoria dentro de las filas priistas podrían enfrentar con éxito, la pretendida imposición, que la misma dirigente nacional Diva Gastelum, convencida por Andrade pretender hacer con Katya Ornelas, no hay de otra, se trata de una imposición a la vieja usanza, aunque lo traten de barnizar con aires democratizadores, no podrán ocultarlo, porque el objetivo está en marcha y para ello, es extraño que sean puros hombres lo que se estén moviendo para posicionar a la hoy embarazada dirigente del Frente Juvenil Revolucionario que al practicar la política del chango saltaría al ONMPRI. Tres mujeres pueden frenar la imposición si se unifican, si no se dejan cohechar, si mantienen firme sus convicciones de democratizar a su organización, se trata de Flor Barradas, de Leyda López Arrazate y Victoria Bonfil, que aunque viajó a la ciudad de México con las otras mujeres que se entrevistaron allá con el ex-gobernador Andrade y buscaron a la dirigente nacional de la ONMPRI, para fijar la fecha del relevo, se mantiene en sus aspiraciones, porque otras, como Rita Galvez, ya aceptó cargo menor en la CNOP y queda descartada para participar, mientras que Minerva May negocia una posición para uno de sus hijos. Si estas tres mujeres, se atrincheran y exigen su derecho a participar sin injerencias de los hombres priistas, para corromper el proceso porque se supone que es un asunto de mujeres, pueden impedir que Katya Ornelas se salga con la suya y sea impuesta como dirigente estatal del ONMPRI.
OJITOS
En el municipio de Balancan llama poderosamente la atención, unos enormes hoyos que el director del Instituto Tecnológico de Balancan, mando a abrir en el extenso terreno con que cuenta esta institución educativa. Jorge Alberto Lezama Suárez de origen campechano, es el director del tecnológico de Balancan que ha corrido con verdadera suerte, pese a sus extremos actos de corrupción, pues es de todos conocido su nefasta actuación como funcionario público, ya que en el trienio en que Patricio Moguel Pérez fue alcalde de Balancán bajo las siglas del PRD, él fue secretario del ayuntamiento, realizando un pésimo trabajo que permitió al Partido Revolucionario Institucional recuperar la presidencia en el siguiente trienio. Pese a su nefasta actuación como secretario, fue llevado como funcionario público al ayuntamiento de Jonuta por Narciso Correa, en donde de nueva cuenta demostró que es un nefasto funcionario, pues siendo otra vez secretario del ayuntamiento volvió a perder las elecciones y el PRI recobró la presidencia municipal. Aun con todos sus negros antecedentes, fue impulsado por el jefe de asesores de gobierno, Agustín Silva Vidal para que fuera director del Instituto Tecnológico Superior de los ríos con sede en Balancán, a donde llegó a realizar negocios a como él lo sabe hacer, desde luego que para beneficiar a su benefactor, si tonto no es. Jorge Alberto Lezama, está haciendo unos enormes hoyos en el terreno del tecnológico, son unos cráteres, hay quienes creen que está buscando agua, pero no es así, en realidad su cabecita loca concibió que ahí debe hacer unos estanques para criar quelonios, o sea está haciendo supuestos viveros, cuando ese tecnológico tiene carreras totalmente diferentes a la acuacultura o la pesca, pero lo más delicado es que lo hace sin la anuencia de la junta de gobierno y hasta la fecha lleva gastado como 180 mil pesos, trayendo una maquinaria de Jonuta de la cual se supone es socio o propietario, o sea negocio redondo. Del rio Usumacinta mandó extraer una mallas de conchacreto, que en un tiempo fueron útiles pero que ahora no sirve, y los mandó a meter a varios de ellos hoyos, que se supone serán criaderos de quelonios, pero sin la autorización de nadie, ni siquiera de Profepa. Quizás no sabe que hay que solicitar una serie de permisos para hacer criaderos de pescado, quelonios u otras especies en peligro de extensión, siempre pensando en el impacto ambiental.
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