viernes, 1 de marzo de 2013

OSF, El BOTIN.- 1 de Marzo 2013


 

 
 
Satanizado hasta más no poder y señalado con índice de fuego como uno de los principales responsables de no haber revisado con lupa la cuenta pública del Poder Ejecutivo durante el mandato de Andrés Granier, propiciando con ello la enorme corrupción,  ahora denunciado por el Gobierno de la Alternancia que encabeza Arturo Núñez, el titular del Organo Superior de Fiscalización (OSF), Francisco Rullán Silva, es probable que esté valorando si permanece o se va de dicha dependencia, ante las circunstancias políticas que no les son propicias, pero en el Congreso no se observa que se esté realizando un trabajo de filigrana política para retirarlo, ya que incluso el presidente de la Junta de Coordinación Política, Rafael Abner Balboa como todo un bravucón, solamente  advierte que se va, por las buenas o por las malas, pero por las malas se topará con la ley.

Hasta para cazar un animal salvaje, los propios cazadores toman todas las providencias o precauciones necesarias para no resultar lesionados, tomando en consideración que por su misma caracteriza, ese  animal salvaje arrinconado o acorralado, luchando por su sobrevivencia, los intentará embestir, de tal manera que tienen  que cerrar todas las salidas posibles para capturarlo, de tal forma que nadie, pero nadie salga lastimado, pero esto en contraposición a lo que pasa en el Organo Superior de Fiscalización, pareciera que todos quieren ver sangre, nadie cuida las formas para que el fiscal pueda irse, y dejarles el camino libre para nombrar a quien el Congreso determine, porque mientras él no decida renunciar voluntariamente al cargo, los propios diputados podrán decir o hacer lo que quieran, incluso pueden intentar “correrlo” pero violentarían la ley, pero además algo más delicado, mientras el gobernador Núñez ha externado públicamente que no tiene injerencia en inducir, delinear o dar luces para que llegue un fiscal a modo al Organo Superior de Fiscalización, hay una tribu, grupo o facción dentro del Partido de la Revolución Democrática que ya se siente dueño de esa dependencia, lo cual sería igual a lo mismo, porque el grupo focilista que es el que pretende este cargo, busca con ello, tener en un puño a los tres poderes del estado, como a los mismos ayuntamientos.

Si bien es cierto que Francisco Rullán Silva, entiende que su permanencia en el Organo Superior de Fiscalización es incómoda para la mayoría parlamentaria integrada por los legisladores de la llamada izquierda que conforman el Congreso local, que lo acusan, una y otra vez de ser el mayor responsable del terrible saqueo económico que sufrió el estado a manos  de muchos ex-funcionarios granieristas, también sabe, que la ley está a su favor, que pese a lo que digan los legisladores y el mismo presidente de la Junta de Coordinación Política, Rafael Abner Balboa, de que es capaz de reformar la ley para echarlo del cargo mostrando su supina ignorancia pues una ley es retroactiva, si no presenta su renuncia voluntariamente, es difícil que sea echado del cargo, en el cual permanecería hasta el 2016 si la memoria no me falle, de tal suerte que se necesita de un gran trabajo de operación política para concertar con el mismo Rullán su salida del Organo Superior de Fiscalización, que ya es peleado con todos los dientes por los legisladores integrantes del grupo político que comanda el legislador federal, Juan Manuel Fócil Pérez, a cuya cabeza en el Congreso local se encuentra la legisladora Casilda Ruiz Agustín.

En caso de que Rullán Silva decida renunciar al cargo, porque la legislación vigente fue hecha a modo para que no pueda ser removido, salvo que renuncie voluntariamente,  la lucha al interior del Congreso local por el OSF se recrudecerá entre las mismas facciones que integran la fracción parlamentaria del PRD; los focilistas intentando quedarse con ese organismo, aduciendo que el grupo de los López Hernández, representada por la legisladora local Rosalinda López, ya lograron una posición en el gobierno estatal como es la Contraloría, y que como ellos no les dieron ninguna posición gubernamental,  es justo que les corresponda el Organo Superior de Fiscalización,  con lo cual sería más de lo mismo, ya que ese grupo político controlaría todas las cuentas públicas, lo cual no se debe de permitir.

La misma fracción parlamentaria del PRD en el Congreso local, debe ser congruente entre lo que antes decía y lo que ahora debe hacer, de tal manera que ahora que tiene las facilidades para promover una consulta ciudadana para que entre los profesionistas honestos salga el nombre del posible titular del OSF, lo deben  de proponer y promover, porque solo en una consulta se puede evitar que facciones, grupos o camarillas pueda quedarse con ese fabuloso botín, que ahora todos quieren.

                                      OJITOS

Pero mientras todos satanizan y quieren quemar en leña verde al titular del Organo Superior de Fiscalización, Francisco Rullán Silva, sin dejar de lado su responsabilidad  en la fiscalización de los recursos económicos de la cuenta pública del gobierno granierista  que llevó a la quiebra al estado porque se robaron el dinero, los legisladores y el mismo gobierno estatal han pasado por alto la figura de un siniestro personaje, del verdadero negociador, del hombre que ha venido entarifando a los alcaldes para maquillarles sus cuentas públicas y no salgan lastimados durante la misma revisión.

 El contador  Carlos Ramón Castro es el siniestro personaje que siendo el “filtro” en la revisión de las cuentas públicas de los tres poderes del estado, se ha enriquecido a más no poder, de tal manera que si los legisladores deciden realizar una investigación exhaustiva en torno a este personaje se llevaran la sorpresa de su vida, porque lo que ha ganado durante más de 15 años que ha estado incrustado en ese organismo, no concuerda con todas sus propiedades y ritmo de vida.

Carlos Ramón Castro,  entró a laborar en la desaparecida Contaduría Mayor de Hacienda del Congreso local, siendo su mayor auge económico durante el periodo en que fungió como presidente de la Gran Comisión del Congreso local, Pedro Jiménez León, tiempo en que estuvo en el segundo puesto de importancia a lado del extinto Contador Mayor de Hacienda, Rodolfo Osorio Salazar,  el Pollo, también con el contador Mondragón había ocupado el mismo cargo.

Por extrañas circunstancias en el 2002 cuando se reformó la ley y desapareció la Contaduría Mayor de Hacienda para dar paso al Organo Superior de Fiscalización para darle mayor autonomía en la revisión de las cuentas públicas, el contador Carlos Ramón Castro se volvió a colar a ese organismo, teniendo a su disposición, precisamente la revisión de las cuentas públicas de los tres poderes del estado y de los 17 ayuntamientos,  por lo que conociendo todos los recovecos de la ley y la forma de cuadrar las cuentas públicas les puso una tarifa a todos los alcaldes, agarró por parejo a priistas, panistas y perredistas, con una igual mensual que en muchos casos, de acuerdo a las circunstancias o lo enredado para maquillar las cuentas públicas y del tamaño del municipio, llegó a oscilar en los 500 mil pesos mensuales que resultaba una bicoca para el alcalde o para su director de finanzas, tomando en consideración que los estaban ayudando a “cuadrar” las cuentas para ocultar los desvíos económicos  

Por ejemplo, los municipios de Cárdenas, Comalcalco, Centro y Macuspana, fueron entarifados por el contador Carlos Ramón Castro entre los 400 y 500 mil pesos mensuales, mientras municipios pequeños como Jonuta, Tacotalpa o Jalpa de Méndez oscilaban entre los 50 y 100 mil pesos mensuales.

Así las cosas, los diputados solo acusan al titular del OSF de haberse confabulado con el anterior gobierno granierista para permitirles que saquearan el estado, pues nunca vio lo que estaba pasando, pero nada dicen, nada saben respecto al contador Carlos Ramón Castro que es su subordinado de Rullán y era el cobrador de la mafia, el entarifador de alcaldes.   

Si renuncia Rullán al cargo, como ya se viene especulando, tendrá que haber limpia total, porque llegue quien llegue, sin el contador y su gente sigue ahí, nada cambiará la corrupción en el OSF seguirá en forma galopante.

                                      VISORCITO

Rafael Moisés Nadal Juárez fue detenido el pasado fin de semana  por elementos de la policía intermunicipal de la ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz, presuntamente por ser cómplice de una banda de atracadores tabasqueños que operaba en algunos municipios del vecino estado jarocho.

Nada tendría esto de malo, sería un tabasqueño más en la estadística de detenciones en otros estados del país que se dedican a actividades ilícitas, pero resulta que este es sobrino de Everardo  Nadal Villafuerte, funcionario de primer nivel  del alcalde Humberto de los Santos Bertruy.

El detenido, quien tiene su domicilio en la calle Tabasco número 124 de la colonia Águila de la capital tabasqueña, viajaba en un auto Corsa, color rojo con placas de circulación WPC 6633, propiedad de Carlos Castro Islas, quien tiene su domicilio en el kilómetro 10 de la carretera Vhsa-Frontera a la altura de la colonia Constitución, ambos asegurados por la policía intermunicipal del puerto de Coatzacoalcos.

En el trienio del polémico alcalde de Centro, Evaristo Hernández Cruz, Everardo Nadal Villafuerte fue cesado de sus funciones por presuntos malos manejos en el erario público, aunque oficialmente se dijo que salió por problemas de salud, lo cierto es que Everardo Nadal realizó un “paguito” de más por varios millones de pesos a unos prestadores de servicio, recursos que el ayuntamiento jamás pudo recuperar, por ese motivo a Evaristo no le tembló la mano para prescindir de los servicios del inepto funcionario, que hoy repite en el cargo y según fuentes confiables ya opera con el hermano incómodo del alcalde Humberto de los Santos Bertruy, Ismael, el nuevo Amilcar Salas del municipio de Centro, quien es el encargado de cobrar el diezmo a la mano a proveedores y prestadores de servicio.

 

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