EL REPUDIO A ADAN

En las últimas cinco décadas ningún gobernador o ex-gobernador había sido severamente repudiado por los mismos militantes de su partido a como el pasado fin de semana lo fue Adán Augusto López Hernández, en el municipio de Paraíso a donde acudió al inicio de campaña del candidato a gobernador Javier May Rodríguez, quien estuvo acompañado de la candidata presidencial de morena, Claudia Sheinbaum.

Desde el nacimiento de la oposición en Tabasco encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que ahora es gobierno, sus seguidores cuestionaron al ex-gobernador Salvador Neme Castillo, a quien además en 1988 en plena campaña en busca del voto que lo convirtiera en gobernador, su comitiva en una de sus giras de campaña que realizò en villa Benito Juárez (antes San Carlos) fue agredido por un grupo de personas, por lo que tuvieron que salir huyendo del lugar mientras varios vehículos de la comitiva resultaron con daños por lo que tuvo que intervenir la fuerza pública para restablecer la tranquilidad.

Manuel Gurría Ordoñez, quien relevó en el cargo a Salvador Neme, que se vio obligado a solicitar licencia al Congreso local como gobernador de Tabasco, en parte obligado por personas de su mismo partido que pertenecían a otro grupo político encabezado por Roberto Madrazo, y en parte por las manifestaciones públicas del líder opositor Andrés Manuel López Obrador que había realizado  el Éxodo por la Democracia (diciembre de 1991 a enero de 1992) para denunciar el fraude de las elecciones intermedias de Tabasco donde se eligió presidentes municipales y diputados locales, logrando la caída de tres alcaldes en tres municipios (Cárdenas, Macuspana y Nacajuca) donde se nombraron concejos municipales, no se atrevió a presentar en forma personal sus informes de gobierno, porque los legisladores opositores ya le tenían preparado la rechifla, incluso, Roberto Madrazo, también fue repudiado por los opositores por el fraude electoral, pero alabado por los suyos en cualquiera de los municipios de la entidad.

Nadie pero nadie de estos personajes políticos había sufrido el repudio de sus propios seguidores, a como se vio el pasado fin de semana, el sábado 16 de marzo, pues fueron los propios morenistas, los que estaban ahí presentes en el municipio de Paraíso, los que llegaron a apoyar el inicio de la campaña de Javier May, que fue arropado por la candidata presidencial Claudia Sheinbaum, quienes le coreaban, quienes le gritaban con fuerza al ex-gobernador: “fuera Adán, fuera, fuera”,  cuando este hizo acto de presencia antes de que iniciara el evento, y caminaba por una valla metálica que se había colocado para que los candidatos caminaran por ahí  sin contratiempos para llegar al lugar donde se realizaría el mitin de inicio de campaña.

Estamos completamente seguros de que el ex-secretario de Gobernación no se esperaba este amargo recibimiento, pues si bien se acostumbró a recibir reclamos de los opositores cuando despachó en el segundo cargo de importancia del Gobierno Federal, pero no al venir a la tierra que gobernó, al venir a su agua, al municipio donde nació, no esperaba que fueran los propios morenistas, los de su partido, los que le gritaran fuera, fuera, fuera, que es algo imperdonable que le pase  a una gente de su nivel en su propio territorio, pero esos abucheos, esa inconformidad que brotó espontánea solo demuestra lo mal que gobernó su estado, y es que después de pedir el voto y ganar la elección constitucional en 2018, creyéndose el todopoderoso ya no volteó a ver a los ojos a los ciudadanos, vaya, a la militancia de su propio partido, pues llenò de ex-priistas y recalcitrantes opositores de López Obrador a su gobierno, por lo que en reciprocidad al más trato recibido, esos morenistas que en el pasado lo apoyaron, le mostraron su repudio, le mostraron que en su propia tierra lo detestan, lo repudian, no lo quieren por el mal gobierno que encabezó. 

La soberbia y la arrogancia con la que comenzó a gobernar Tabasco, llevaron a Adán Augusto López a cometer errores políticos de párvulo, se olvidó de sus votantes pues no atendía a nadie, miraba por arriba del hombro y con desprecio a las personas que se acercaban a él en busca de apoyo económico o de otro tipo de ayuda, expresando que su gobierno no era banco, a los periodistas los trató con el látigo de su desprecio, a uno de ellos le dijo que si el periodismo no le alcanzaba para vivir que se fuera a vender paleta, a otro periodista mejor le dijo que se fuera a vivir a Guatemala, porque su gobierno no los mantendría, no les daría un peso, porque para él el periodismo de Tabasco no representaba nada, tarde se dio cuenta que ese periodismo que desdeñó, que desprecio, le cobraba con creces sus afrentas, y que cuando cayó de la gracia del Señor, el hombre que se decía a gusto, se sintió a disgusto.

Su soberbia, su arrogancia, el sentirse un semidios que gobernaba su propia tierra, llevó  a Adán Augusto a ser el promotor de diversas leyes, entre ellas, tres, la “Ley Compadre” para beneficiar a su grupo con la entrega directa de las  obras que se realizaría en su gobierno, la “Ley Garrote” para inhibir o  vulnerar los derechos ciudadanos a la libre manifestación, utilizando el garrote o la macana para desalojarlos en caso de que se manifestaran en la vía pública, cuando como opositores al gobierno, fueron los promotores de marchas, plantones y tomas de instalaciones petroleras, pero una vez en el poder había que restringir a los propios ciudadanos para que no se inconformaran, y la “Ley Dedazo” que cortó de tajo la posibilidad de que los propios ciudadanos eligieran democráticamente en sus comunidades a los delegados municipales y jefes de sector de sus comunidades, y dejando en manos de los alcaldes la designación a conveniencia de las autoridades comunales. Entonces no es gratis que haya sentido en carne propia el desprecio de la militancia morenista, porque ni siquiera fueron los opositores los que lo abuchearon.

Desde luego que estas tres leyes promovidas por Adán le pegaron en el nivel de flotación de su mismo gobierno, porque la ciudadanía estaba molesta, por lo que  estas leyes fueron combatidas y rebatidas logrando tumbar la “Ley Compadre” que echó abajo la Suprema Corte, las otras se sostuvieron, ante lo cual la ciudadanía mostró su inconformidad y fue ese tipo de malas decisiones lo que fue incubando entre la población, el encono, el odio, la ira y los deseos de vengarse de alguna forma del ex-secretario de Gobernación, por lo que esa ira contenida de la ciudadanía, esa ira contenida de la militancia morenista que se congregó en Paraíso, afloró en todo su esplendor en contra del ex-gobernador que no sintió lo duro, sino lo tupido, que sintió en carne propia el desprecio de muchos ciudadanos que viven en Tabasco, de este estado que enfermo de poder se niega a soltarlo, pues quiere  seguirlo teniendo a sus pies, y que por la vía de sus incondicionales quiere seguir gobernando, los cuales han logrado candidaturas a presidencias municipales y diputaciones locales, pero están marcados con el estigma del Adancismo, de ese Adancismo rancio y arcaico que la militancia fundadora de morena detesta y que los hará morder el polvo de la derrota el 2 de junio, porque aunque no se quiera reconocer el voto cruzado o de castigo se hará presente en varios municipios.

El estigma del Adancismo también ya alcanzó a la candidata a la presidencia municipal de Centro de Yolanda Osuna fiel representante de ese grupo que busca la reelección, pues no hay que olvidar que fue el mismo Adán Augusto, quien la impuso en 2021 como candidata a la alcaldía y la hizo ganar. Adán como gobernador no aceptó recomendaciones, ni presiones de nadie para elegir al candidato a la alcaldía de Centro, por eso impuso a Yoli, pero en cambio ahora, sin querer entender, sin respetar que “el respeto al sexenio ajeno es la paz”, chantajeó, presionó, se escondió, no le quería alzar la mano a la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, ni venir a mostrarse en Tabasco al lado de Javier May, si no le concedían su cuota de poder en el estado, incluso, quería poner a la mayoría de los candidatos a las diputaciones locales para así asegurar la aprobación de las cuentas públicas del Ejecutivo y de la mayoría de las presidencias municipales, que calificará la próxima legislatura, de donde se desviaron recursos públicos para su fallida campaña interna en busca de la candidatura presidencial, le concedieron la joya de la corona, que políticamente representa mucho, ya no le podían dar mas concesiones. Le entregaron las candidaturas, ahora falta que su repudiado grupo las pueda ganar.

     

En el caso de Yolanda, como fiel interprete de Adán, también hizo lo mismo, no oía, no veía a los habitantes de Centro, se encerró durante mucho tiempo en su oficina y puso un cerco de guaruras para que nadie la molestara, se comportó en forma grosera, arbitraria, y arcaica, en contra de muchos ciudadanos, por eso está cosechando lo que ha sembrado, no lo que dicen sus jilgueros, los que trae de antes, y los que contrataron recientemente para esta campaña y que le están pagando con recursos públicos, de que a doña Yolis le orquestaron la campaña sucia de descredito, que todo fue premeditado, que eso no se vale, quieren descubrir el agua tibia, cuando todo está muy claro.

Doña Yoli sin escuchar, mandó a desalojar a los vendedores ambulantes que estaban apostados en las principales calles de Ocuitlzapotlàn, porque solamente sus chicharrones tronaban; Ahí brotaron las inconformidades que no le interesó en solucionarlos. En el conflicto que mantenían las locatarias con el administrador del mercado de esa villa, en vez de actuar de manera política lo hizo en forma arbitraria, permitió que el administrador que es un verdadero gánster se ensañara con las mujeres a las que finalmente excluyeron de ese centro de abasto. Varias de ellas son lideres en esa comunidad, varias de ellas mueven gente; que creía doña Yolanda que después de haber permitido y avalado la garrotiza, los malos tratos, y las arbitrariedades contras las locatarias estás la iban a recibir con los brazos abiertos y agradecerles la madriza cuando ahora es el momento de cobrarle las afrentas, cuando había que mostrarle al candidato a la gubernatura, Javier May,  que la señora candidata a la alcaldía de Centro es repudiada en esta comunidad. Ocuitlzapotlàn prácticamente la tiene perdida doña Yolanda, pues la inconformidad por su imposición y por pertenecer al Adancismo, crece cada día, y ahí se aplicará el voto de castigo, pues hay lideres comunitarios de morena, que entre ellos se han puesto de acuerdo y diden: “con May si, con Sheinbaum si, les daremos el voto, pero con Yolanda no”, y que prefieren votar por otras opciones.

En Tamulté de las Sabanas pasó lo mismo, el principal bastión de la lucha histórica que como líder opositor encabezó AMLO mostró su repudio a Yolanda Osuna, que no fue orquestado sino espontáneo, aunque de nueva cuenta los jilgueros que pretenden descubrir el agua tibia digan que todo fue premeditado, ¿saben que le está pegando frontalmente a doña Yolanda en esa zona?, la “Ley Dedazo”, porque al igual que todos los alcaldes que impusieron a los delegados pues supuestamente no se podían salir del marco de la ley, ella también impuso a los delegados que le convenía. A doña Yolanda una comisión de ciudadanos les dijo que en todas las comunidades chontales se aplica la tradición de “usos y costumbres” para decidir quiénes serían sus autoridades comunales, pero doña Yoli diciendose respetuosa de la famosa “Ley Dedazo” no escuchó, no atendió la petición, y aplicó el dedo y ahí están las consecuencias. Que creía, que la iban a recibir con los brazos abiertos, vaya que se equivocó.

Es enorme el encono que la ciudadanía de Tabasco siente en contra de la “Ley Dedazo”, promovido por Adán, que en el mitin de Comalcalco cuando Javier expresó ante la concurrencia que una vez que sea gobernador una de sus primeras iniciativas que enviará al Congreso será la derogación de esa ley para devolverla al pueblo la facultad de elegir a los delegados, subdelegados y jefes de sector, recibió como respuesta un prolongado aplauso y los ahí asistentes se pusieron de pie, mientras Adán que fue el creador de la ley, y que estaba  presente, sonrió levemente y agachó la cabeza, quizás en señal de vergüenza, pero en realidad no conoce la vergüenza.