OJO VISOR
Jacinto López Cruz
En los
entretelones de la política no hay nada escrito, a veces se está arriba en
buenos cargos, y a veces se está abajo por p que tienen que “tragar sapos”, por
lo que los políticos tienen que aprovechar las condiciones que se presentan
para seguir subsistiendo en los primeros planos, de tal manera que no hay
político muerto en la política-válgame la redundancia, sino hasta que realmente
se mueren, pero mientras tanto, hay “políticos muertos que reviven” cuando
menos se lo esperan.
Lo que paso ayer
en el plano nacional, con la degradación como secretario de Bienestar de Javier
May Rodríguez, para bajarlo a simple director del Fondo Nacional de Fomento al
Turismo (Fonatur), que depende de la Secretaría de Turismo, no es otra cosa que
la lucha soterrada de los grupos políticos dentro del Partido Movimiento
Nacional de Regeneración Nacional por afianzarse en los cargos de mayor
importancia dentro de la estructura del gobierno federal con miras a la
sucesión presidencial del año 2024 y por
supuesto de la sucesión gubernamental de Tabasco que se realizará en el mismo
año, dado que a May se le veía como uno de los fuertes prospectos para ser
candidato a la gubernatura, y esta degradación de rango como funcionario
federal representa un duro golpe para el grupo político que encabeza el
director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, teniendo como segundo de abordo al
ex-secretario de Bienestar, en la que también ya están agrupados, el diputado
federal, Marco Rosendo Medina Filigrana, el diputado local, Rafael Elías
Sánchez Cabrales y hasta el hermano menor del presidente, José Ramiro López
Obrador, entre otros militantes de Morena.
Si bien durante
todos estos años de lucha política al lado de López Obrador, el director de
Pemex, Octavio Romero Oropeza y el exsecretario de Bienestar Javier May
Rodriguez, junto con el extinto Alberto Pérez Mendoza, se convirtieron en
incondicionales y por lo tanto en hombres de suma confianza del presidente de
la República, tal vez el exceso de confianza, o el exceso de responsabilidades
en los cargos públicos que le fueron
otorgados, propició que se relajara esa cercanía con AMLO, por lo que un hibrido de la izquierda como
Adán Augusto López Hernández, que del PRI se pasó al PRD y luego fue fundador
de Morena para convertirse en gobernador de Tabasco, se fuera convirtiendo paso
a paso en otro de los pocos hombres de confianza del inquilino de Palacio
Nacional, hasta lograr que lo convirtiera en el secretario de Gobernación, en
el segundo hombre de confianza en la estructura del gobierno federal.
Para ser hombre de
confianza de Andrés se necesita ser un servil, “el sí señor por delante”, el no
protestar, no opinar, solamente acatar, solamente seguir las indicaciones al
pie de la letra, hasta ganarse su confianza, ya que una persona con ideas
propias, que se atreviera a proponer algo, de inmediato era desechado, porque
ese es el estilo de López Obrador, él piensa, él ordena, él manda, él toma las
decisiones sobre lo que se tiene que hacer, y los demás deben de obedecer, así
operó como líder opositor y así opera como presidente de la República.
A toda la clase
política tomó por sorpresa los cambios que realizó en su gabinete el presidente
de la República, Andrés Manuel López Obrador, pero más sorpresa causó el hecho
de que Javier May haya sido degrado de Secretario de Bienestar a director de
Fonatur, y aunque los seguidores del originario de Comalcalco, quisie4ron
barnizar este cambio, de que por ser hombre de confianza del AMLO se le había
encomendado proseguir con la construcción del tren maya porque Rogelio Jiménez
ya no podía con el paquete, y que además, sería operador político en el estado
de Quintana Roo donde se elegirá gobernador en unos meses, nada de eso ha
logrado cambiar la percepción de que algo delicado pasó en la Secretarías de
Bienestar como para que Javier cayera de la gracia del inquilino de Palacio
Nacional, y con ello dejara abandonado el programa estrella del presidente como
es “Sembrando Vidas” al que se le ha
metido millones y millones de pesos. Y si en realidad Rogelio Jiménez no
hubiera dado el ancho en el tren maya no fuera promovido a subsecretario en la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Algo delicado
pasó, que aquí en Tabasco donde la clase política y los cafetólogos hacen
conjeturas, se llegó a la conclusión de que el secretario de Gobernación, Adán
Augusto López Hernández le propinó un serio revés a un grupo contrario con el
que ha mantenido diferencias, enfrentamientos internos desde que estaban en el
PRD, el mismo grupo que encabeza Octavio Romero Oropeza y por eso “se chingo a
Javier May”, a quien mandaron a un cargo menor y con ello lo saca de la carrera
por la gubernatura de Tabasco.
Pero en el caso de
Javier May, no nada más el secretario de Gobernación metió la mano, también lo
hicieron los grupos internos de Morena que se están reacomodando en los cargos
públicos de mayor relevancia para la sucesión presidencial, o también se puede
tratar de una estrategia del presidente López Obrador para ir posicionando a
quien él quiere que sea la candidata presidencial, veamos porqué.
La nueva
secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel es incondicional de Dolores Padierna
Luna, quien es esposa de René Bejarano, y este a su vez, ya está trabajando
para posicionar a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum
Pardo, como la posible candidata de Morena a la presidencia de la República, y
esa pudo ser la razón de la remoción de Javier May, de ir cediendo cargos a
quienes están relacionados con el proyecto de la jefa de gobierno, quien a su
vez es apoyada por el presidente de la República, por lo que Rene Bejarano no
da palos de ciegos; en esas circunstancia de la política el secretario de
Gobernación, que se ha caracterizado por su servilismo hacia el presidente,
pues lo obedece ciegamente con el “sí señor, lo que usted ordene señor”, hace
su propio juego y termina por asestarle un severo golpe al grupo de Octavio
Romero, donde el segundo es Javier May y de paso lo descuenta como posible
aspirante a la candidatura a la gubernatura de Tabasco.
Adán Augusto López
Hernández, sabe que obedeciendo ciegamente a López Obrador puede salir ganando,
porque si se cae la candidatura de Claudia Sheinbaum, el puede ser el caballo
negro que sea postulado candidato presidencial, por eso juega el juego del
presidente, por eso obedece a pie juntillas las indicaciones sin chistar porque
ahí está su ganancia, nada mas que su perdición puede ser, que está
engolosinado con el poder, quiere mandar en Gobernación y quiere seguir mandando
en Tabasco a través de Carlos Manuel Merino, quien a su vez lo obedece
ciegamente, y es aquí donde puede perder mortalmente, porque los grupos
antagónicos dentro de Morena van a aprovechar los errores que pueda cometer
para darle hasta con la cubeta, y como en política no hay nada escrito ya que
hasta el funcionario de mayor rango entro de una estructura gubernamental puede
caer, a como cayeron las torres gemelas, esa puede ser la perdición para Adán,
la acumulación de poder, que paradójicamente lo vuelve más vulnerable.
El primer revés
visible para el grupo de Octavio Romero, fue el endosamiento de la gubernatura
de Tabasco que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador le
concedió a Adán Augusto López Hernández para que se hiciera cargo de la
Secretaría de Gobernación, para intentar maniatar en el Senado al presidente de
la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Avila, pues lo dejo que
nombrara a su sucesor, al capitán Carlos Manuel Merino, a partir de ahí se pudo
leer políticamente que si la sucesión presidencial se le complica a AMLO, no
tendría inconveniente o no dudaría en
volverle a endosar al secretario de Gobernación la candidatura a la gubernatura
de Tabasco.
El segundo revés
para el mismo grupo, lo constituye la salida de Javier May Rodríguez de la
Secretaría de Bienestar para pasar a la dirección de Fonatur a promover el
turismo y seguir en la construcción del tren maya, y esa degradación de rango
dentro de la estructura gubernamental, se ve como una estrepitosa caída para el
grupo de Octavio, porque ahora el exsecretario de Bienestar queda en completa
desventaja para competir por la candidatura a la gubernatura, porque se ha
convertido en un político débil, alejado o distanciado del presidente AMLO, que
si le permite mano al secretario de Gobernación, este se despachara con la
cuchara grande, porque no solo podrá decidir quién será el candidato a la
gubernatura, que obviamente saldrá entre su mismo grupo, y que gracias a su servilismo e
incondicionalidad hacia el presidente, puede ser el caballo negro que se
convierta en candidato presidencial, siempre y cuando no se siga engolosinando con
el poder, porque engolosinarse le puede producir un severo empacho político, y puede caer del
pedestal en donde ahora se encuentra.
Políticamente el
secretario de Gobernación ha aprovechado el reacomodo de los grupos de Morena
al interior de la estructura del gobierno federal para propinarle un serio
revés al grupo contrario que opera en Tabasco y descontar a uno de los más
fuertes aspirantes a la candidatura por la gubernatura, pero a Javier May
todavía lo han dejado respirar, no está
muerto políticamente solo lo bajaron de rango dentro de la estructura
gubernamental, por lo que a una acción,
seguramente vendrá una reacción, que ya veremos en los próximos meses.
Los grupos en
pugna política, podrán negar, podrán decir que no existe divisionismo interno
en Morena, sino solo diferencias como en cualquier instituto político, pero los
hechos demuestran lo contrario, acaso ya se olvidó que por no pedirle permiso y
desdeñar la autoridad del entonces gobernador Adán Augusto López, el entonces
secretario de Bienestar, Javier May que como encargado de resolver el problema
de la inundación, vino a Tabasco a encabezar el censo, fue exhibido y
evidenciado como incompetente, porque desde adentro del mismo gobierno
promovieron con los afectados el cierre de carreteras en varios puntos del
estado para evidenciarlo, acusando que los llamados servidores de la nación, no
estaban censando bien, y había familias enteras que perdieron todo en la
inundación y que no los estaban siendo censados por lo que eran excluidos de
los folios que le permitirían recibir los enseres domésticos que el gobierno
federal iba a repartir.
Finalmente, ante
la revuelta que se armó el presidente de la República ordenó que fuera el
Ejercito Mexicano el responsable del reparto de los enseres domésticos, por lo
que Javier May se retiró y vio obligado a mandar a una de las subsecretarias
para que estuviera al pendiente de lo que se estaba realizando, eso fue parte
de las pugnas de estos dos grupos, el de Adán y Octavio, que posteriormente
trataron de diluir con una reunión entre el entonces gobernador y el director
de Pemex, pugna que ahora ha pasado a otros niveles.
El secretario de
Gobernación, sabe, ya tiene la medida, conoce muy bien que obedeciendo a pie
juntillas lo que ordene el presidente de la República y lo mantenga contento, a
como el mismo AMLO ha dicho de Adán Augusto, de que está haciendo bien su
trabajo, puede ser el gran ganador, salir ganando, ya qué si las pugnas
internas por la candidatura presidencial de Morena se recruce, con signos de
ruptura, y se cae la candidatura de Claudia Sheinbaum, él puede salir ganando y convertirse en
candidato presidencial. Por ahora a Adán, nadie le quita ser el hombre de toda
la confianza, gozar del completo afecto de AMLO, mientras que Javier May parece
distanciado, al menos políticamente así se ve,
de tal manera que si hoy se tomara la decisión de nombrar al candidato a
la gubernatura de Tabasco, el secretario de Gobernación tendría mano para
decidir. La política es cambiante, veremos que pasa de aquí al 2024, año de las
grandes decisiones.
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