lunes, 18 de octubre de 2021

LOS VIOLENTADORES DE GENERO DEL IEPCT

 

OJO VISOR

Jacinto López Cruz

Jaclop62@hotmail.com


 

El pasado jueves catorce de octubre, la Comisión de Igualdad de Género y no discriminación del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco en sesión extraordinaria aprobó por unanimidad el anteproyecto de acuerdo que propone el protocolo para prevenir, atender y sancionar el hostigamiento, el acoso sexual, y laboral en ese organismo, lo que demuestra que durante el periodo de la expresidenta Maday Merino actuaron con toda impunidad violando la disposición legal, ya que los funcionarios se ensañaron con las trabajadoras a quienes corrieron para colocar a sus novias, yernos, concubinas, hermanos, cuñados, primos, e hijos, cometiendo el delito de nepotismo.

Este protocolo para atender el hostigamiento, acoso sexual, laboral, discriminación y violencia de género debió haberse aprobado desde que los consejeros electorales, protestaron el cargo de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan, pero no lo hicieron porque prefirieron no incomodar a la “jefa” Maday Merino que convirtió en un cochinero al Instituto Electoral, en esto también tienen un alto grado de responsabilidad los representantes de los partidos políticos que por lisonja, conveniencia política, conveniencia económica o acuerdos subterráneos no les interesó el que los trabajadores, pero sobre todo las trabajadoras del Instituto Electoral estuvieran sometidos a un pleno acto de violencia laboral, violencia de género y acoso sexual, por lo que al no someterse fueron vilmente despedidos sin derecho a defenderse del porque los estaban despidiendo, vulnerando su derecho de audiencia, pero lo más vil y canallesco es que las corrieron para colocar a sus familiares e incondicionales en esas plazas con salarios superiores a los 20 mil pesos, total que para eso y más alcanza el presupuesto de ese organismo electoral, en donde los altos mandos a pesar de que ganan fabulosos salarios que  ninguna otra dependencia gubernamental van a ganar, y que es casi el doble de lo que gana mensualmente un diputado local, hicieron y deshicieron  con el presupuesto público del Instituto, a como el Ojo Visor, que en todo está, ha venido denunciando y que no vamos a parar hasta que los responsables sean sancionados.

Mientras la ex-presidenta del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, Maday Merino y sus consejeros incondicionales Rosselvy del Carmen Domínguez Arevalo, Hernán González Salas, y el Secretario Ejecutivo,  

Armando Rodríguez Córdova, se solazaban y magnifican el hecho de que estaban aplicando la ley de violencia de género hacia afuera, entre políticos y periodistas, porque para ellos supuestamente no había intocables, la pudrición les carcomía las entrañas, pues junto con el ex-director de administración, Juan Manuel Segura, a quien le tocó vivir su propio Karma, y el director de Recursos Humanos, Luis Fernando García Carrera, entre otros, se dedicaron a promover la violencia de género, la violencia laboral, la violación de los derechos humanos, y el acoso sexual, al interior del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, por lo que deben ser castigados con todo rigor, pues existen varias demandas ante el Organo de Control Interno de esa dependencia (Contraloría), que a pesar de que dispone de más de 14 personas para darle celeridad a las denuncias, van a paso de tortuga, quizás esperando que las aguas se vayan calmando y todo quede en el olvido, pero no, porque las afectadas, después de las denuncias públicas que hemos hecho en este espacio están dispuestas a llegar hasta las últimas consecuencias para que los funcionarios del Instituto paguen por lo que hicieron, por lo que en este interinato la consejera presidenta María Elvia Magaña Sandoval debe dedicarse a dejar limpiar la casa a la próxima presidenta, solicitando a la Contraloría interna que acelere los procedimientos para aplicar las sanciones, porque al aprobar este protocolo del pasado jueves, pareciera que lo que se busca es darle carpetazo a las denuncias del pasado, de que haya borrón y cuenta nueva con la aplicación de este protocolo, cuando no se debe soslayar que hay funcionarios señalados de ser violentadores de género y laboral, incluido el Secretario Ejecutivo, y que sin distinción de personas se debe aplicar la ley, si realmente hay interés en sanear el organismo que hiede a la vil pudrición, porque tampoco se puede cerrar los ojos ante la brutal corrupción que les dejo sembrada Maday Merino Damián.

Hasta hoy, pese a la violencia que ejercieron, no han sancionado a ningún funcionario del IEPCT por violencia de género, acoso laboral, discriminación y violación a los derechos humanos y laborales de la que fueron víctimas varias mujeres, por lo que es el momento para seguir saneando a la institución.

Hay que darle las gracias y que se vayan a su casa, al yerno de Maday Merino que cobra 22 mil pesos mensuales por no hacer nada, porque forma parte del nepotismo dejado por la expresidenta, hay que darle las gracias a la concubina de Juan Manuel Segura, que jamás debió laborar en el Instituto; hay que darle las gracias, a la mujer de Luis Fernando García, aunque se quede triste Armando, quien es su jefe, hay que darle las gracias a la “novia” de Carlos Eduardo Mayo, quien aprovechándose de su puesto y de su amistad con Armando también,  la llevó a trabajar al Instituto.

El nepotismo en todo su esplendor floreció en el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, cuando todos los actos que se realizaban al interior debió hacerse con toda transparencia, y si así está podrido administrativamente, solamente hay que imaginarse cuál es el trabajo sucio que realizó Maday Merino en su calidad de presidenta y cuando menos tres de los consejeros electorales a favor del gobierno de Morena para que ganaran las pasadas elecciones, porque la lista de quienes serían funcionarios de casilla en la jornada electoral que tuvo en sus manos el partido oficial para operar la sustitución de decenas y decenas de representantes de casillas, no les llegó caído del cielo.

Por el propio bien del Instituto Electoral se debe sanear internamente, porque hay quienes están desacreditados, sin calidad moral, porque son violentadores de género, acosadores sexuales, o porque se beneficiaron con el presupuesto público como en el caso de la consejera Rosselvy del Carmen Domínguez, a quien le prestaron 200 mil pesos para casarse, total que dinero y más dinero hay en el Instituto para esos menesteres, sí, pero hay un delito que se llama desviación de recursos públicos y que es sancionado por la ley de la materia, o habría que echarle una miradita sobre la forma en que le pagaron a la propia consejera lo que supuestamente había dejado de cobrar de salario, porque al inicio de su gestión lo consideró como un exceso, luego se arrepintió y finalmente cobró lo que no quería cobrar; desde ahí comenzó a  simular como sería su trabajo de consejera, que ahora pasa por su falta de calidad moral. Ni siquiera para exigir que se siga aplicando la ley de violencia de género cuando ella es cómplice de toda la violencia de género, laboral, y de derechos humanos, documentada que le cometieron a varias trabajadoras dentro del Instituto Electoral, a quienes les pisotearon sus derechos laborales, pero prefirió guardar sepulcral silencio.

Si los consejeros electorales ganan mensualmente 97 mil pesos en números redondos y cuentan con chofer, vehículos, gasolina, asistentes, secretario técnico, y asesores, fue una desmedida voracidad como en el caso de la ex-presidenta Maday Merino que se haya confabulado con Juan Manuel Segura, exdirector de Administración, el coordinador Financiero, David Roberto Marín Isidro, en la que también participó el Secretario Ejecutivo, Armando Rodríguez Córdova, como integrantes de la Junta Estatal Ejecutiva que decidía todo, desde las compras, contratación de personal,  y a que proveedores contrataban, claro para que se cayeran con el clásico moche que operaba David Roberto, pues para que les pagara los cheques a los proveedores tenían que hacer sus depósitos a la cuenta bancaria que le indicaba este sujeto, por eso si el OSFE o los diputados del Congreso local quieren investigar a fondo, deben ordenas la revisión de las cuentas bancarias, de Maday, Juan Manuel Segura, David Roberto Isidro y Armando Rodríguez y hasta se van a espantar.

Es tanta la corrupción al interior del Instituto Electoral que hasta la directora de Comunicación-Lucila-fraguó como llevarse unos pesos a la bolsa; como es su amiga del alma la ex-consejera presidenta logró que le autorizara el incremento de salario a algunos trabajadores de su área, pero a cambio estos estaban obligados a entregarle la mitad de lo que ganaban. Lucila, quien llegó al Instituto Electoral por recomendación de su esposo Nelsón Alonso quien le pidió a Maday que lo ayudara contratando a su consorte que sigue siendo  neófita en el terreno de la comunicación, después que despidieron a Segura, en vez de actuar de manera institucional, traicionó a la consejera presidenta interina, pues utilizó su cargo para convencer económicamente a algunos reporteros para que le dieran cobertura a la denuncia que realizó Juan Manuel Segura, para que por medio del escándalo regresara a su cargo donde cobraba la módica cantidad de 66 mil 408 pesos mensuales, que en su vids va a volver a ganar en otra empresa y por eso se aferraba a que no lo despidieran.

En el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco hay sueldos estratosféricos que resulta insultantes para la ciudadanía y hasta para los diputados locales, por ejemplo el Secretario Ejecutivo, Armando Rodríguez Córdova cobra quincenalmente la cantidad de 47 mil 512 pesos. 44   lo que mensualmente representa la cantidad de 95 mil 024 pesos 88 centavos, casi lo mismo que un consejero electoral y el doble de lo que gana mensualmente un legislador local, y aun así, también le entró a la corrupción que fomentó su ex-jefa, por eso está temeroso de que sea despedido porque en ningún otra parte logrará obtener lo que cobra en el organismo electoral.

La Secretaría de Organización, Blanca Eni Moreno Roa, gana la cantidad de 31 mil 829 pesos con 39 centavos, lo que mensualmente representa la cantidad de 63 mil 658 pesos con 78 centavos; sueldo superior a la de un diputado local.

A pesar de que los sueldos son sumamente elevados, por lo que no tendrían la necesidad de pellizcar el presupuesto, la voracidad, la falta de conciencia, y la honestidad ha propiciado que esa institución donde los recursos se deben manejar en forma transparente, la corrupción haya sentado sus reales, para descrédito del propio organismo, que deberá limpiarse, sanearse, si es que quieren recobrar la credibilidad perdida.

                                           OJITOS   

 Por cierto ya que andamos carrereados por el rumbo del Instituto Electoral, quizás los consejeros del Instituto Nacional Electoral, quienes antes del 28 de octubre deberán elegir a la nueva consejera presidenta, tal vez les convenga saber, que una de las seis participantes, que están en la recta final no ha sido del todo clara y transparente en la entrevista que le realizaron.

Se trata de Lorien Decle Pulido, a quien fuentes dignas de crédito la señalan de haber dejado sin solventar la cantidad de 700 mil pesos cuando fue subdirectora de Administración del Instituto Electoral, por haber realizado pagos duplicados a proveedores los cuales están reflejados en los estados financieros del IEPCT, la cual la descalifica para ser elegida consejero presidente. Ya veremos que pasará, porque son muchos los intereses que se mueven alrededor de la nominación de la nueva consejera presidente del Instituto Electoral, que deberá combatir la corrupción y el nepotismo que ha metido en el descredito a la institución electoral.

 

 

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