lunes, 24 de marzo de 2014

ENTRAMPADOS  

Luego de una semana de que mantienen en su poder las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del estado y dejaron de prestar el servicio de vigilancia en el estado a la que están obligados, una comisión de policías paristas accedió ayer domingo a sentarse a negociar con el secretario de Gobierno, César Raúl Ojeda Zubieta, en donde también estuvo presente el secretario de Administración y Finanzas, Víctor Manuel Lamoyi, dado que el pliego petitorio tiene que ver con las cuestiones económicas. Después de la posición firme del Gobernador del Estado, Arturo Núñez Jiménez  de que no cederá a chantajes de ninguna naturaleza y que no está sujeto a discusión la renuncia del general Audomaro Martínez Zapata, quien se queda en el cargo, y luego que al interior del grupo de  los policías paristas se dividieron las opiniones, la de los radicales que seguían exigiendo la renuncia del general como primer paso para entrar al diálogo y la de los moderados que se dieron cuenta que estaban en desventaja y que era necesario iniciar el diálogo y las negociaciones,  antes de que fueran desalojados con la intervención de las fuerzas federales, y sus líderes fueran detenidos para aplicarles la ley de la materia, una comisión acudió al encuentro a las instalaciones de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) delegación Tabasco, cuyos directivos ofrecieron su inmueble como un punto neutral para llevar acabo la reunión, y cuando parecía que las cosas comenzaban a desenredarse de nueva cuenta se frenas todo, por lo que inicia la segunda semana de paro de la policía preventiva del estado. La mesa de negociación se levantó sin resultado alguno, ya que si bien la comisión de policías integrada por 24 elementos y encabezada por Isabelino León Miranda se desistió  de solicitar la renuncia del general Audomaro Martínez Zapata, como secretario de Seguridad Pública como condicionante para reanudar el diálogo, pero en uno de los puntos de su pliego petitorio plantearon la destitución de 70 mandos medios de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, entre directores, subdirectores e inspectores, cuya mayoría pertenece al anterior sexenio con los que operó Sergio López Uribe, ya que el general en vez de limpiar la casa hasta se coludió con ellos. Esta petición de los uniformados no pudo resolverse en el momento  por el responsable de las negociaciones, el responsable de la política interna, César Raúl Ojeda, que sigue dando de  bandazos con éste problema, porque ayer se presentó una oportunidad histórica de comenzar a depurar a la propia organización policiaca, ya que precisamente, el general llegó y se montó sobre la vieja estructura del sexenio granierista, y  pasaron más de ocho meses para que comenzara a hacer algunos cambios, pero cuando los otros sintieron que ya estaban tocando sus intereses, al encontrarse reposicionados, también se apandillaron para realizar el paro policiaco, de allí que la tibieza con que se abordó ayer este asunto deja mucho que desear, donde todavía se dice que se van a analizar perfiles de los mandos medios que se puedan ir y muestra una total  incapacidad del encargado de la política interna para tomar decisiones en momento de crisis para resolver a la voz de ya el conflicto, porque si los paristas ya habían cedido en sus pretensiones de exigir la salida del general, también la instancia gubernamental en algo tiene que ceder, y que mejor momento que este, para lograr una  depuración que urge, que debió haberse dado desde el año pasado, pero que no se hizo, pero que ahora viendo lo que está pasando no quedará otro camino más que realizarlo. Por ejemplo, el general, no corrió, no degradó,  ni siquiera sentó a la banca, al ex-subsecretario de Prevención y Readaptación Social del gobierno granierista, Lenín de la Rosa, quien además se jactaba de que Andrés Granier es su compadre y que por eso lo había hecho subsecretario en donde hizo millonario a uno de sus hermanos a quien hizo proveedor de comida y todos los comestibles del Creset y los otros reclusorios, introduciendo bebidas embriagantes y otros sicotrópicos. Al contrario, en forma paradójica, lo hizo titular de la Comisión de Honor y Justicia de la Secretaría de Seguridad Pública, lo que causó azoro entre los policías rasos, porque mientras se acusaba a los granieristas de ladrones, uno de sus miembros prominentes era premiado con un alto cargo, se le hizo responsable de enjuiciar a sus compañeros que cometieran alguna irregularidad o falta a sus superiores jerárquicos. Finalmente lo jubilaron, cuando lo debieron despedir,  pero no se fue del todo, pues ahora Lenín de la Rosa es una de las cabezas que actúa en la oscuridad en contra del general, quiere que ruede su cabeza. Una de las caras visibles de la revuelta policiaca lo representa José Lourdes Osorio García, con casi 40 años de servicio (listo para jubilarse), un temible miembro del ya desaparecido y tenebroso Escalón Operativo que en el gobierno del extinto Salvador Neme dirigió Sergio López Uribe (prácticamente,  uno de los últimos directores)  el ex-secretario de la SSP en el gobierno granierista quien entregara la estafeta al general. El Escalón Operativo era una policía inconstitucional formado por policías preventivos pero vestidos de civil, que hacían trabajo propios de la policía judicial, que allanaban domicilios, hacían detenciones arbitrarias y torturaban a sus víctimas para que se confesaran culpables, gracias al clamo popular se logró su desaparición y José Lourdes fue encuadrado como uniformado, igual que otros, ocupando cargos de  comandante, inspector y coordinador, ver para creer hoy es el paladín de la democracia policiaca. Otro cerebro del mal que actúa desde las sombras en la revuelta policiaca es Manuel Chávez Cleofas, lo que tiene de chaparro lo tiene de perverso, es especialista en crear esos escenarios violentos, para aparecer como el salvador, está detrás de Isabelino León Miranda, de tal manera que este sujeto fue quien viajó a la ciudad de México para ir entregar el documento al gobierno federal en donde los policías paristas, por desconocimiento solicitan la intervención del gobierno federal en el conflicto, cuando el gobierno federal entró a apoyar con todo al gobernador Núñez, enviando el Ejercito, La Marina, La Policía Federal Preventiva. Chávez Cleofas, fue Coordinador del C-4 en el interinato del gobierno de Enrique Priego Oropeza, cuando Obrador Capellini con una larga trayectoria en las lides policiacas fue traído como director de Seguridad Pública.  En el gobierno de Roberto Madrazo, ante la revuelta policiaca que toma por asalto la Quinta Grijalva y obliga al gobernador a despedir al general Zavala y nombrar a Roberto Vidal Méndez como director de Seguridad Pública, Manuel Chávez Cleofas fue nombrado Director de Desarrollo Corporativo, en el gobierno de Manuel Andrade cuando la famosa hermandad encabezada por Juan Cano  toma el control de la corporación, los viejos policías como Chávez Cleofas, Jesús Emeterio Cansigno Cabrera, Pedro Salazar Padilla, Sergio López, entre otros, se vieron obligados a dejar Seguridad Pública, algunos se refugiaron en la UJAT como miembros de seguridad, otros como Chávez Cleofas fueron refugiados en Sedespa con Graciela Trujillo y ya en el gobierno de Andrés Granier, éste sujeto encuentra cobijo en la Secretaría de Gobierno, donde permanece en la oscuridad, siendo en brazo ejecutor en algunas cosas, por eso se piensa o se cree que hay mano negra de un Senador en todo esto. Así puedo ir relatando otras biografías de viejos policías que ahora son paladines de la democracia policiaca interna,  que alzan la voz exigiendo lo que en el pasado no quisieron exigir, porque ahí si había mano dura, varias veces fueron reprimidos agresivamente y optaron por callar. Creo que ayer debió haber sido el momento clave para la negociación para no esperar más tiempo y se siga de largo el paro policiaco. Si el grupo negociador de policías, accedieron a dejar de lado la petición de renuncia del general, se debieron centrar en los otros puntos, y si la petición es la destitución o renuncia de esos mandos medios (directores, subdirectores y supervisores), que son setenta en total, pues ahí mismo se debió haber resuelto ese punto, pero cuando no se tiene capacidad de negociación, ni se cuenta con una estrategia para este tipo de crisis, la cosas se vuelven a entrampar, porque de lado de los paristas no todos es miel sobre hojuelas, ya que quienes  decidieron ir a negociar con el gobierno es el grupo de Isabelino León, porque el otro grupo que encabeza José Lourdes Osorio García el ex-miembro del tristemente Escalón Operativo, radicalizaron su postura, exigen que renuncie en general y denuncian públicamente que tanto Isabelino como María Teresa Jaber su representante jurídica ya se vendieron y que ya no representarán los intereses de los policías, es decir que hacia adentro de los paristas, también ha comenzado la confrontación y esto enrarecerá aún más el ambiente en el estado.   Mientras los policías persisten en su paro las cámaras empresariales, los sectores productivos, sindicatos, organizaciones civiles, barras de abogados y la sociedad en general comienzan a manifestarse públicamente,  exigiendo que depongan  su actitud y busquen una rápida conciliación, porque también están cometiendo serios delitos y atentando en contra de la propia ciudadanía, ya que la corporación policíaca, independientemente,  si les asistía o no la razón en cuanto a sus demandas laborales,  están obligados a brindar protección a la población porque para eso forman parte de la estructura de seguridad del estado de Tabasco, y urge que se pongan a trabajar.                                         
OJITOS  
Mientras que José Ramón Díaz Uribe se encuentra en el reclusorio, su esposa Verónica Hernández, ante una posible orden de aprehensión en su contra decidió refugiarse en Toronto, Canadá, junto con sus dos hijas, esperando que pase el vendaval, pero no será pronto, dado que el director del Colegio de Bachilleres de Tabasco, ha dejado en claro que posee más pruebas de las irregularidades de Joserra que espera la Procuraduría de Justicia se lo pida para anexarlo al expediente penal que se le sigue. En el caso de la propiedad de Cura Hueso, que está a nombre de Joserra, se fue liquidando a los maestros que integraban el Fideicomiso y solo quedaron entre 15 o 19 renuentes que se negaron a recibir su finiquito, ahí se verán afectados intereses de algunos políticos que se aliaron con José Ramón para quedarse con la propiedad. Esas es una de las preocupaciones de Joserra, que v ayan a embarrar a esos políticos cuyos nombres saldrán a relucir es cosa de hurgaren el expediente, por eso la supuesta aportación de pruebas las centró en la defensa de ese terreno que es una fosa, un fango que costaría millones de pesos en rellenarlo.      

VISORCITO   
La política interna del gobierno pronto dará un giro, solo es cuestión de espera, la cuenta regresiva ha iniciado, alguien se irá a cuidar nietos. Esté pendiente.

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