jueves, 5 de diciembre de 2013

LIDER INDISCUTIBLE

La historia moderna de este país no se concibe sin la presencia del tabasqueño  Andrés Manuel López Obrador, un indiscutible líder de la izquierda mexicana que es seguido por miles de personas en toda la nación, que ha sabido mover  las masas y conciencias con una clara convicción de lo que quiere para el grueso de la población, por lo que al conocerse que había sufrido un infarto prácticamente causó un sismo dentro de la sociedad, por lo que líderes sociales, religiosos, dirigentes de partidos políticos, gobernadores y hasta el presidente de la República enviaron sus parabienes para que se restablezca en su salud. Considerado como el más importante líder de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador ya forma parte de la historia mexicana, pues es conocido ampliamente la forma en que fue construyendo su figura política siempre en el ala opositora al sistema gobernante de este país, después de que en 1988 fuera el candidato del Frente Democrático Naciona al gobierno del estado de Tabasco. Originario de Tepetitán, Macuspana, Andrés Manuel López Obrador que prácticamente fue arrinconado o marginado del Partido Revolucionario Institucional, cuando siendo dirigente estatal en el gobierno de Enrique González Pedrero, intentó formar las contralorías sociales con los seccionales del PRI para que vigilaran la obra pública que realizarían los presidentes municipales para que no se robaran el presupuesto público, comenzó a labrar su destino político en el ala de la izquierda mexicana, ya que invitado por Cuauhtémoc Cárdenas, Efigenia Martínez y Porfirio Muñoz ledo para que se integrará al Frente Democrático Nacional que había postulado al mismo Cárdenas como candidato a la presidencia de la República, pronto se convirtió en el candidato a la gubernatura de Tabasco en 1988 para disputarle el cargo al priistas y hoy extinto Salvador José Neme Castillo, ganando finalmente éste,  no sin antes, tener un sinnúmero de problemas. En las elecciones intermedias de Tabasco,  a finales de 1991, el PRD que esperaba ganar cuatro presidencias municipales fue trampeado por el PRI, que se llevó el carro completo, lo que levantó la indignación de AMLO que denunció un fraude electoral descomunal,  organizando el llamado “Exodo por la Democracia” que partió de Villahermosa a la capital del país, siempre caminando, tardando 51 para llegar al Zocalo unas semanas antes de que se realizará una cumbre de jefes de estados latinoamericanos, Exodo que finalmente logró que  cayeran tres presidentes municipales electos para ser nombrados concejos municipales. El Exodo por la Democracia que fue un éxito para Andrés Manuel López Obrador le dio la pauta para seguir en su lucha política pues desde ahí logró entablar negociaciones con Manuel Camacho Solís, regente del Distrito Federal y Marcelo Ebrard, quien era el segundo de abordo en el gobierno de la capital del país. Sus nexos políticos a nivel nacional crecieron con el Exodo pues fue consolidando su liderazgo de izquierda, al no venderse, al no negociar en lo oscurito prebendas económicas, al no claudicar en sus convicciones, pero sí, con una claridad para la negociación política. En 1989, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, entre otros dirigentes de la izquierda mexicana,  fundador el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que sufrió serios tropiezos para constituirse por la intromisión del entonces presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, quien hizo hasta lo imposible para que no naciera este partido, pero que gracias a la generosidad del ingeniero Heberto Castillo que cedió las siglas de su partido (PMS) finalmente nació el Sol Azteca. A partir de allí la figura de Andrés Manuel López Obrador fue en ascenso, se convirtió en dirigente estatal del PRD en Tabasco, fue candidato a la gubernatura en 1994, enfrentándose a Roberto Madrazo Pintado, después se fue a la capital del país en donde se convirtió en dirigente nacional del Sol Azteca, de allí saltó a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, de allí salió para convertirse en candidato a la presidencia de la República enfrentando a Felipe Calderón Hinojosa, en una reñida elección parecida a la de 1988, pues por unas décimas a favor del panista      Como es el más importante líder de la izquierda mexicana, AMLO ha consolidado su presencia en el país pues son miles de personas que lo siguen y creen firmemente en sus convicciones revolucionarias, y como hombre obcecado, podría decirse que hasta terco,  ha mantenido en jaque a varios presidentes de la República. Felipe Calderón Hinojosa gobernó teniendo tras de sí la sombra de Andrés Manuel López Obrador, quien siempre denunció que se cometió un descomunal fraude electoral para robarle la presidencia de la República. Calderón fue un presidente de la República legal, pero careció de legitimidad. En el caso del actual presidente de la República, Enrique Peña Nieto, pese a que el margen de la votación fue más amplio, tampoco se libró de los señalamientos de corrupción por parte de AMLO y de  haber utilizado millones de pesos para la compra de votos en las zonas más marginadas del país. Andrés Manuel López Obrador ha venido denunciando que el gobierno de Felipe Calderón es parecido al de Carlos Salinas de Gortari, quien lo maneja como su títere de allí que han decido privatizar el petróleo por negociaciones que tienen en el extranjero para entregar esa riqueza mexicana a las transnacionales cuando Pemex es sumamente redituable para el propio país. AMLO ha advertido que perderemos soberanía con la entrega del Petróleo al extranjero, que representa un claro retroceso a la expropiación petrolera que realizó en 1938 el general Lázaro Cárdenas del Río y en eso coincide el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano que ha logrado sacar de su marasmo y entreguismo a la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática que se salieron del Pacto Político por México, ya que de última hora entendieron que si aprobaban la reforma energética se convertirían en los traidores de la izquierda mexicana. El infarto que sufrió Andrés Manuel López Obrador, líder indiscutible de la izquierda mexicana cimbró enteramente al país, sacudió las fibras más sensibles de las miles de personas que lo siguen en todo el país que por un momento se imaginaron huérfanos si AMLO fallecía, y hasta ahí podría llegar el movimiento social que encabeza con Morena para frenar la privatización del petróleo que ayer pretendía aprobar el Senado pero que fue pospuesto para hoy jueves. La misma izquierda mexicana y los políticos que aunque aglutinados en otros partidos u organizaciones comulgan con los ideales de López Obrador se cimbraron de solo pensar que pudieran fallecer y que todos se quedarían huérfanos, porque no existe otro liderazgo consolidado como la de AMLO, quien también, ahora que le dio el infarto, ya debe pensar en la formación de posibles liderazgos, salidos de entre su misma gente o de otras corrientes  políticas que pudieran sustituirlo o en un momento dado encabezar las marchas y plantones a como él los viene haciendo, porque los liderazgos no se inventan, los liderazgos se van formando con los años, pero hay que ayudarlos a crecer, y a la  vista no se ve quien pueda sustituirlo, vaya, ni su hijo Andrés tiene las tablas para encabezar un movimiento nacional del tamaño que encabeza Andrés Manuel López Obrador. El mismo gobernador del estado, Arturo Núñez Jiménez al hacer un reconocimiento público, en la entrega de la Medalla al Mérito Químico, a Andrés Manuel López Obrador, dijo que este país no se concibe sin su presencia, y que es de gran utilidad, de gran valía su presencia en la vida política del país, haciendo votos por su pronto restablecimiento. Les guste o no, a sus detractores políticos,  Andrés Manuel López Obrador, es un indiscutible líder de la izquierda mexicana, nos guste o no los métodos que emplea,  nos guste o no su forma de hacer política, pero es un hombre obcecado con sus convicciones, es un hombre que no ha claudicado y que enarbola su bandera en contra de lo que considera están haciendo mal los gobierno, por eso es deplorable la actitud de quienes han escrito o hablado de que “negocio” en lo oscurito para no ir al cerco del Senado, cuando en realidad estuvo muy mal de salud, y aunque hay desalmados que en redes sociales desearon su muerte, hay AMLO para rato. 
                                            
OJITOS 
Al entregar la Medalla al Mérito Químico 2013, en el auditorio del Centro de Enseñanza de Hemofilia, el gobernador Arturo Núñez Jiménez señaló que su gobierno está empeñado en rescatar lo mejor del sector Salud de Tabasco para recuperar su visión integral con enfoque preventivo y de calidad de vida para los ciudadanos, por lo que el proyecto de su administración es hacer de Villahermosa la “Ciudad de la Salud”, ya que cuenta con instituciones que son ejemplo a nivel regional y hasta nacional en la materia. El gobernador precisó que en los hospitales del Niño, y los regionales de alta especialidad de La Mujer, Juan Graham Casasús y Gustavo A. Rovirosa Pérez, se atiende cotidianamente a pacientes de Campeche, Chiapas y Veracruz y de otras entidades aledañas. “Esa atención la vamos a honrar, porque queremos que Villahermosa se consolide como una Ciudad de la Salud; que más que un conjunto de hospitales es toda una concepción amplia, con carácter preventivo y de calidad de vida”. Ante la presencia del secretario de Salud, Ezequiel Toledo Ocampo; de Esmelin Trinidad Vázquez, subsecretario de Salud Pública;  de Sonia Castro Noriega, subsecretaria de los Servicios de Salud;  de Mario Bustillos Borges, delegado de la Cruz Roja  y Karla Lilia Pilgram Santos, delegada del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el jefe del Ejecutivo refrendó el compromiso de su gobierno para garantizar los servicios de salud de los tabasqueños y atender la demanda de los trabajadores del sector. En reconocimiento a su desempeño profesional en las acciones que realiza en el sector Salud a favor de los tabasqueños, el mandatario entregó a Yolanda Mendoza García la Medalla al Mérito Químico 2013.  

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