jueves, 9 de febrero de 2023

EL ROSTRO ESCARNECEDOR DE ADAN

 

Durante más de cuatro años, Jaime Rafael Echeverría Gómez, quien fuera encontrado muerto el pasado lunes en su domicilio particular por uno de sus hijos, siempre tuvo la esperanza de que su compadre, su amigo del alma, su amigo de la infancia, el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández lo sacaría del ostracismo de la política y le daría la oportunidad de aportar sus conocimientos en una dependencia de gobierno, desafortunadamente fue traicionado vilmente.

Desde que estudiaban juntos el colegio Jaime Echeverría se convirtió en una especie de guardaespaldas de quienes posteriormente serían sus dos compadres, Adán Augusto Lopez Hernández y José Antonio de la vega Asmitia (a) mecha corta, y siempre los defendió y en más de una ocasión se trenzó a golpes con otros compañeros de la escuela siempre para defenderlos, por lo que entre ellos nació una especie de hermandad y se hicieron compadres, prometiendo ayudarse mutuamente durante toda su trayectoria de vida, en las buenas y en las malas. 

Durante la constitución de Morena como partido político, Jaime Echeverría fue una especie de enlace que le fue acercando gente a su compadre para que se sumaran al proyecto, pues Adán Augusto López luchaba desesperadamente por constituir los comités municipales en los 17 municipios, porque ya varios políticos de renombre con los que se había sentado a platicar para que se sumaran a la causa, habían rechazado su oferta, por lo que le estaba siendo difícil organizar este partido en Tabasco hasta que finalmente lo logró.

La nominación como candidato al gobierno de Tabasco de Adán Augusto López Hernández, sirvió para refrendar la hermandad y el compadrazgo con Jaime Rafael Echeverría Gómez y con José Antonio de la Vega-más otras personas-, quien era el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso en el gobierno de Arturo Núñez, donde por cierto tenía como secretario particular a uno de los hijos del extinto. Jaime Echeverría se convirtió en uno de los promotores de campaña de su compadre Adán Augusto, quien finalmente logró ganar el proceso electoral y se convirtió en gobernador.

Es claro, que Echeverría Gómez tenía la certeza de que su compadre el gobernador electo le daría jugada política, por aquello de la promesa de ayudarse mutuamente, que lo haría secretario de la dependencia encargada de la seguridad en el estado, pero vinieron los nombramientos, el secretario nuñista fue ratificado en el área de seguridad, y hasta el compadre José Antonio de la Vega le crearon una dependencia a modo para que ahí se acomodara, pero para el extinto nada, y solamente le pidieron que aguantara “vara” que pronto sería acomodado y así fue pasando el tiempo.

Pese a que estaba fuera de la nómina gubernamental, Jaime Rafael Echeverría Gómez, jamás perdió la fe y en su reuniones, sobre todo de café, nunca se expresó mal de su compadre, el gobernador Adán Augusto López Hernández, y no permitía que se hablara mal de él, pues siempre salía en su defensa, creía firmemente que tenía la capacidad política para recomponer a Tabasco, para reconciliar a la clase política, para generar empleos y crecimiento económico, para trabajar en favor de la seguridad, para cumplir con sus compromisos de campaña, para recomponer su amistad con los periodistas, varios de los cuales había despreciado, y había que reconciliarse hasta con la prensa crítica, y así fue pasando el tiempo.

Cuando a Echeverría Gómez alguien le preguntaba sobre su futuro político, del porque su compadre lo había dejado fuera del gobierno, pero si había incluido a su otro compadre José Antonio de la Vega, a quienes él protegió en el colegio, cuando pretendían ser agredidos por otros estudiantes, siempre respondía: “tranquilo, pronto se dará el momento, mi compadre está recomponiendo el tejido social que el gobierno de Núñez se lo dejó hecho pedazos”, y así pasó el primer año de gobierno donde se dieron unos movimientos y posteriormente en el  segundo año se realizaron otros cambios de secretarios, pero nada para  Echeverría, quien siempre  justificaba y apoyaba al compadre “pronto habrá, pronto se dará”, hasta que llegó el otro anuncio, de que Adán se iba al gabinete federal.

En el café La Cabaña de plaza Olmeca a donde cotidianamente llegaba, un día vi la sonrisa a flor de labios de Jaime Echeverría: “te lo dije Chinto, mi compadre es un cabrón, el presidente Andrés Manuel le refrendó su amistad y se lo lleva al segundo cargo más importante donde brillará con luz propia, y será más grande, ya lo verás, deja de criticarlo coño, mi compadre cumple”, y vino mi revire: “puede que así sea, pero a ti no te ha cumplido, ¿tú para  cuando, cuando te dará un cargo en el gobierno, ahora tendrá más poder,  se me hace que te tiene cortineado, ya te traicionó, no cumple sus compromisos”, y su respuesta fue: “tranquilo, mi compadre jamás me traicionaría, si cumple, deja que allá se acomode allá, habrá jugada, ya verás”.

Así paso el tiempo, hasta que en febrero del año pasado se dio la noticia de que Jaime Echeverría Gómez había sido nombrado delegado de Gobernación en Campeche, donde gobernaba Layda Sansores. Muchos lo felicitaron porque había sido una buena decisión, “cuando menos Pan de Cazón te voy a invitar” le dijo a uno de sus amigos que le llamó por teléfono. Estaba a punto de trasladarse con todos sus tiliches a Campeche cuando recibió un aviso de que debía viajar a la capital del país, porque habían surgido algunas cosas.

Cuando ya se aprestaba a salir hacia la capital de país, recibió otra llamada de Oscar Palomera el particular de Adán, quien le expresó que no se moviera porque estaba llegando a la ciudad y que lo vería en un hotel para explicarle la situación; de lo que platicaron solamente ellos lo saben, porque Jaime Echeverría se esfumó, pasó meses de aislamiento, dejó de asistir al café, quizás para no dar explicación, por vergüenza, o porque finalmente comprendió que su compadre y hermano del alma lo había traicionado, lo había abandonado a su suerte.

Hay quienes comentan que Palomera Cano le informó al extinto Echeverría que se dio marcha atrás a su nombramiento porque la gobernadora de Campeche, Layda Sansores,  se inconformó y exigió al secretario de Gobernación sacar las manos porque sería ella la que nominaría a los delegados federales, otros más, dejaron correr la versión de que fue José Antonio de la Vega quien se tomó atribución para colocar a Echeverría como delegado de Gobernación, y su compadre Adán, se molestó y echó abajo el nombramiento, lo cierto es que fue un hecho consumado, se le esfumó el cargo, fue un duro golpe para Jaime Echeverría, que se esfumó, y que en los círculos de café fue visto como una burla del secretario de Gobernación hacia su compadre Jaime.     

¿Y porque decimos que Jaime había sido abandonado a su suerte?, porque en este gobierno morenista, que no se diferencia en nada a los gobiernos anteriores, se aplica el mismo método para cumplir compromisos políticos, a quienes no alcanzaron cargos públicos, se les convenció de ser acomodados en algunas nóminas oficiales para cobrar sin trabajar, lo que comúnmente se le llama aviadores, pero para Jaime Echeverría, no hubo cargo público, mucho menos fue acomodado en una nómina por lo que comenzó a padecer estrechez económica y por respeto a su memoria, esta parte del tema ahí lo dejamos.

Quizás como una forma de abollarle el esplendor a su compadre Adán Augusto López, ese día que arribo a Villahermosa para inaugurar y cacarear el puente de Quintín Aráuz,  apareció muerto en su casa Jaime Echeverría, que será un cargo de conciencia para el secretario de Gobernación, digo, si es que todavía tiene conciencia, porque está ensoberbecido de poder, que quiere más, y ese más, será su perdición, porque el si cree en serio que puede lograrlo, pero no se ve como logrará esa candidatura presidencial.  

Como paradoja de la vida, sus amigos del alma, sus compañeros de colegio a los que protegió como guarura cuando estudiaban en el colegio, los que se  prometieron, que nada, ni nadie, los separaría y se ayudarían mutuamente, solamente unas grises coronas enviaron el día del Sepelio. Ni Adán Augusto López Hernández, ni José Antonio de la Vega, pudieron hacer a un lado sus múltiples actividades para acudir, para hacerse presente en el último adiós, al amigo, al hermano, al compadre, que lo dio todo a cambio de no recibir nada, digo, si recibió, la traición, la deslealtad e indiferencia, no bastaba con hablar por teléfono para dar las condolencias, estaban obligados a estar presentes, pero como Jaime políticamente ya no representaba nada para ellos, ni representó cuando estaba vivo, prefirieron no acudir y eso que se juraron ayuda,  vaya ni siquiera mandaron de representa a Oscar Palomera a como lo hacen con otras actividades políticas.

Ese es el verdadero rostro escarnecedor, de la ignominia, de la traición, de la deslealtad, del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández para su compadre Jaime Echeverría Gómez, a quien utilizó pero jamás le cumplió, poniendo de pretexto el compadrazgo, que se vería como un tráfico de influencia su inclusión en el gobierno estatal, pero bien que incluyó a su compadre José Antonio de la Vega, que es cómplice de lo que ahora llaman el gobierno corrupto de Arturo Núñez, porque en su calidad de presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso fue el responsable de calificar las cuentas públicas de ese sexenio, nunca vio la corrupción, esa que dice el secretario de Gobernación que existe y que se está castigando.

Este es el verdadero rostro de la ignominia del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, que debe conocer el pueblo de México, porque en Tabasco ya se conoce, porque si así trató a su compadre, a su amigo de la infancia, a su compañero de colegio quien siempre estuvo presto a defenderlo   de otros estudiantes que querían agredirlo, ya se pueden imaginar que les espera a los ciudadanos del país si se convierte en candidato presidencial.

Que descanse en paz nuestro amigo Jaime Echeverría, mientras a sus compadres les quedara el cargo de confianza, porque lo traicionaron, porque fueron desleales para quien siempre les mostró su lealtad y confianza, está visto, el poder ensoberbece y hace que se traicionen entre amigos. 

                                          OJITOS   

Mientras el gobierno estatal de la Cuarta Transformación que en realidad es una transformación de Cuarta ha emprendido una cacería contra de ex-funcionarios menores de la administración Nuñista que laboraron en la secretaría de Salud, acusándolo de actos de corrupción, en esta secretaria que dirige la doctora Silvia Roldán ha empezado a brotar, la pús y el excremento de las corrupción encabezado por la directora de Administración y Finanzas, Martha Beatriz Cohuo Uc, y el director del Sistema Estatal de Urgencias, el doctor Pedro Pablo Uc Chi, quien es su primo,         

Desde hace dos días en las redes sociales comenzó a correr una denuncia que ha sido documentado con fotografías tomadas de Instagram y Facebook, donde los funcionarios acusados de corrupción dan cuenta de sus viajes de placer por el mundo y como disfrutan en los centros vacacionales, lo que contrasta con la vida que anteriormente tenían, pues ahora se dedican a la vida de placer derrocha do recursos económicos.

Los mismos funcionarios de salud, cuya cabeza no les para pensar que así como ahora están cazando a funcionarios menores de la Secretaría de Salud acusados de corrupción, así ellos, en el próximo sexenio pueden ser acusados de lo mismo, pues no ocultan los recursos económicos que están sustrayendo de la esa dependencia, porque como lo dijera el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador solamente hay que seguir la huella del dinero de cualquier persona que ha trabajado en una dependencia de gobierno y que antes no tenían  nada y ahora tiene residencias y se da una vida de placer para darse cuenta de donde lo sacó. La información es interesante, mañana le aportaré más datos sobre estos funcionarios que huelen a la vil corrupción.

   

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