lunes, 8 de enero de 2024

¿EN TABASCO NO PASA NADA?

 

Luego de un descanso necesario por la temporada decembrina, nos incorporamos a nuestra actividad periodística, para seguir informando y haciendo análisis político para que usted que me lee forme su mejor opinión sobre lo que acontece en nuestro estado y el país, deseándoles a todos que éste  Año Nuevo sea de mucho bienestar y prosperidad, y que logren sus objetivos que tengan trazados.

Los dos últimos acontecimientos violentos que se presentaron en nuestra entidad, el viernes 22 de diciembre de 2023 y el jueves 4 de enero de 2024, presuntamente perpetrados por grupos delictivos locales, a pesar que desde la presidencia de la República se buscó minimizarlo, eso sí con efectos publicitarios para decirle a toda la población nacional que en Tabasco no pasa nada, cuando sí está pasando, si es delicado, si es de suma preocupación, de tal manera que el presidente de la República,  Andrés Manuel López Obrador se vio obligado a enviar 2 mil 500 elementos de la Marina, Ejercito y Guardia Nacional para reforzar la seguridad de la entidad donde nació, mismos que han sido ubicados en municipios claves donde de acuerdo a los propios datos de las autoridades estatales, se localizan los focos rojos, pues es donde más hechos delictivos se han presentado y es necesario reducirlos a su mínima expresión. Si bien es cierto, que los dos hechos delictivos, el primero, el del viernes 22 de diciembre que inició con un presunto ataque al domicilio particular del ex-secretario de Seguridad Pública, Hernán Bermudez Requena, que fue desmentido por él mismo, y que siguió con una sincronización de los delincuentes que quemaron vehículos en lugares claves, en lugares cercanos a los domicilios de varios funcionarios de alto rango dentro del gobierno estatal,

como la del gobernador Carlos Manuel Merino y la del titular de la Fiscalía General, Nicolás Bautista Ovando, quizás como un mensaje de que tienen ubicados sus domicilios particulares, como la del jueves 4 de enero, en pleno Año Nuevo, con otra demostración de sincronización de los asaltos que realizaron casi en forma simultánea en más de veinte negocios por diferentes rumbos de Villahermosa, pusieron nerviosos a la población tabasqueña, creando una psicosis colectiva negativa, de miedo, zozobra e incertidumbre que repercutió a nivel nacional con la difusión que realizaron diversos medios de comunicación sobre los hechos violentos, a la cual se sumó  una cadena de supermercados que prefirió cerrar todas sus tiendas por la tarde de ese jueves argumentando que lo hacía por la inseguridad que existía en ese momento, aun así, no es entendible como el propio gobernador decidió sacrificar a su secretario de seguridad Pública que tan buenos resultados le venía dando, aunque hay quienes argumenta que la renuncia de Bermudez vino desde lo más alto del poder y no había para donde hacerse.

No lo decimos nosotros, lo dicen sus mismas estadísticas oficiales, lo dijo también el gobernador durante su informe de gobierno en noviembre del año pasado, pues mientras la percepción ciudadana en materia de seguridad seguía siendo negativa, el propio gobernador quizás en su afán de convencer a la población de que en materia de combate a la inseguridad se marchaba bien, de que Tabasco es una entidad segura, dio a conocer sus estadísticas de que había una clara reducción en delitos de alto impacto como el secuestro, extorsión homicidios dolosos, y otros, como asaltos y robo a casa-habitación también se habían reducido hasta en un cincuenta por ciento, y que seguían trabajando para reducir a su mínima expresión los hechos delictivos, ponderando el excelente trabajo que en esa materia venía realizando el entonces secretario de Seguridad Ciudadana, Hernán Bermudez Requena, que así se veía mas firme que nunca en el cargo, a pesar de las acusaciones en su contra de estar ligado a la delincuencia organizada, pero sin que nadie aportara más datos, porque no solamente se  acusaba a él,  sino también al ex-secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández de haber pactado con un cartel de la droga que se asegura está metido en Tabasco, aunque las autoridades estatales por alguna poderosa razón ha sostenido que los hechos delincuenciales fueron provocados por bandas locales, que de ser cierto, mostraron una verdadera sincronización en sus actos, que fueron capaces de actuar en forma coordinada, entonces, no nos queremos imaginar como actuaría o cual sería el daño que causaría en la entidad uno de los carteles organizados que asolan a otros estados del país si se decidirán incursionar en nuestra entidad.

Algún gobernador con esas estadísticas de combate a la delincuencia que se había reducido a mas del 50 por ciento desde que Hernán Bermúdez llegó al cargo de secretario, por lo que podría decirse que era un eficiente funcionario, no lo digo yo, eso lo decía el mismo gobierno estatal, solamente bastaron dos hechos delictivos de bandas locales, que sin duda tuvieron una repercusión nacional que pegó en el Palacio Nacional porque aquí es la tierra del presidente de la República, fueron suficientes para que fuera depuesto del cargo o hay cosas mas delicadas que el mismo gobierno no se atreve a rebelar y que la población necesita saber.   

Luego de los hechos violentos del pasado jueves cuatro de enero, a diferencia de los hechos del 22 de diciembre, el gobernador Carlos Manuel Merino salió rápidamente a fijar un posicionamiento, argumentando que “Tabasco no es, ni será rehén de la delincuencia”, pero pronto cayó en una clara contradicción, con la renuncia de su secretario de Seguridad Ciudadana , pues lo que a todas luces lo que buscaban esos grupos delincuenciales, era precisamente la caída de Bermúdez Requena, cosa que lograron sin disparar ningún balazo, y eso que Tabasco no es rehén de la delincuencia, pues esa renuncia mas bien pareció un mensaje a quienes violentaron la entidad, que si eso querían, eso tenían, creyendo que con esa renunciara se pacificará el estado, pero desafortunadamente a como hemos visto en otras entidades, eso solamente servirá para enervar los ánimos de esos supuestos grupos delincuenciales locales, que al actuar en forma sincronizada están demostrando que están organizados para seguir haciendo daño, y que a pesar de los refuerzos de seguridad en cualquier momento pueden actuar de nuevo, porque lo que ellos están demostrando, es que tienen el poderío para pasar por encima de las instituciones de justicia, y el factor sorpresa para actuar y replegarse sin ser detenidos.  

El arribo de las fuerzas federales con lo que se puso en marcha el programa “Tabasco Seguro”, aun sin que las autoridades federales y estatales lo quieran aceptar, es la demostración de que algo delicado está pasando en nuestro estado, de que por más que desde la presidencia de la República se ha pretendido  minimizar los dos eventos violentos, intentando culpar a los medios de comunicación de ser los responsables de magnificar los hechos delictivos cuando las mismas autoridades han reconocido que se quemaron cerca de 16 vehículos en diciembre, para lo cual en la mayoría de las unidades los delincuentes bajaron con violencia a sus ocupantes, y que este cuatro de enero  volvieron a actuar atracando a por lo menos veinte negocios de diferentes denominaciones por toda Villahermosa para sembrar la sicosis, el miedo y la incertidumbre entre la ciudadanía, obligando a una de esas empresas a cerrar todos sus supermercados por la falta de seguridad, es porque algo delicado está pasando, y porque existe el temor fundado de que estos grupos delincuenciales que las autoridades siguen insistiendo que son locales, donde nada tiene que ver la delincuencia organizada, pueden volver a actuar en cualquier momento y por eso se ha hecho el gran despliegue para intentar inhibirlos y en caso de que actúan poder repelerlos para detenerlos para que la ciudadanía se sienta seguro.

Lo cierto de todo esto, a pesar de que lo sigan negando, de que no pasa nada en la entidad, de que la seguridad está garantizada, es que las propias autoridades con sus hechos, con el fuerte despliegue de elementos de la Guardia Nacional, el Ejercito, la Marina, policías estatales y ministeriales para poner en marcha el programa “Tabasco Seguro”, están demostrando que en la entidad algo delicado está pasando, probablemente que los grupos delincuenciales pueden actuar de nueva cuenta, en cualquier momento, y que ellos están preparados para repelerlos y detenerlos.

En Tabasco se añoran esos viejos tiempos, donde cualquier ciudadano podía salir a la calle a realizar sus compras, sin el temor de enfrentarse o presenciar  hechos delictivos que pongan en peligro sus vidas, donde salen a relucir los balazos en vez de abrazos, por lo que ojalá las fuerzas federales puedan restablecer el orden, la paz y la tranquilidad que se han perdido, y que no pase lo que en otros estados se ha presentado, que a pesar de los refuerzos de seguridad que se han enviado, los delincuentes siguen haciendo de las suyas, porque parece que tienen un mejor equipo de “inteligencia” que les permite actuar con toda impunidad. 

Por el bien de Tabasco, todos los ciudadanos desean que la seguridad vuelva a imperar en la entidad, que se acabe con la zozobra y la incertidumbre de que en cualquier momento se pueda presentar otro hecho delictivos como el de diciembre y enero de este año. 

                                          OJITOS 

El anuncio de la dirigencia nacional de Morena de que en el caso de Tabasco la Comisión Nacional de Elecciones  será hasta el mes de marzo cuando se dé a conocer la lista de quienes serán candidatos a presidentes municipales y diputados locales, deja sentir en el ambiente político que la lucha por debajo de la mesa de los dos grupos de poder para adjudicarse la mayor cantidad de candidaturas en la entidad, persiste, lo que no ha permitido lograr una conciliación, que permita mostrar que realmente están unidos.

Esta decisión de posponer la lista de quienes serán candidatos de Morena a cargos de elección popular no es privativa de Tabasco, se extiende hacia otras entidades federativas, donde las pugnas internas de los grupos puede propiciar fracturas que lleve a que los agraviados, o los que no salgan ungidos a emigrar a otros partidos políticos para ser postulados como candidatos, causando un severo daño al partido vino tinto; con esta decisión se les amarra o el margen de maniobra se estrecha,  por lo que no tendrán tiempo de impugnar o renunciar para irse a otra organización política, y con ello llevarse una buena parte de los votos. 

Este impasse político de Morena, en el caso de Tabasco, le mete mucho mas ruidos a quienes aspiran a un cargo de elección  popular, para diputado local o presidente municipal; a muchos de los aspirantes  los ha puesto nerviosos, pues no saben si finalmente serán designados candidatos  o solamente se les dará las gracias y que se sumen a los ganadores.

Hasta donde se sabe el aspirante a la gubernatura por Morena, Javier May, por un acuerdo nacional,  ha cedido espacio en cuanto a las pretensiones políticas que pretenden los del grupo contrario, o sea los Adancistas, tendrán candidatos a diputados federales, candidatos a diputados locales y las presidencias municipales, pero este gesto bondadoso, esta gentileza, el actuar de buena fe, ha sido tomado como una debilidad por los contrarios, por lo que ávidos de poder, creyendo que pueden imponer condiciones hasta para formar el gabinete, han pedido más y más como si ellos fueran los ganadores de la candidatura al gobierno estatal y es ahí donde nomás no avanza el asunto, está entrampado, por esa voracidad desmedida que finalmente los va a hundir.

                


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