martes, 15 de noviembre de 2016

BARRIL SIN FONDO



Durante los anteriores sexenios priistas, el sistema de transporte urbano de la ciudad de Villahermosa no solamente recibía fuertes subsidios del gobierno, sino que se había convertido  en la caja chica de funcionarios públicos y de los líderes de ese sistema que se enriquecieron  a placer porque coludidos eran utilizados con fines electorales para preservar el poder y basado en ese círculo vicioso pernicioso cada vez que tronaban el gobierno en turno entraba al  rescate para que siguieran operando.
Bastaría con revisar el historial de cada uno de los “líderes” de las diversas uniones del sistema de transporte urbano en Villahermosa que durante años han operado,  para detectar o descubrir, como a diferencia de sus socios, estos dirigentes se enriquecieron al coludirse con los ex-funcionarios públicos que se encargaban de regular ese servicio, y así bajo ese círculo vicioso vinieron operando, incluso, hasta llegar a la conformación de la llamada línea del Transbus y el transporte transmetropolitano creado durante la administración de Andres Granier, supuestamente para modernizar el servicio de transporte urbano en la capital del estado que a la postre ha resultado un rotundo fracaso que solamente evidenció la voracidad y la lucha de los grupos que se disputan la coordinación no para mejorar el servicio, sino para meterles los dientes y las uñas al verlo solamente como un botín.
El arribo del gobierno de la alternancia en 2013 a la administración estatal evidenció el cochinero y la danza de los millones que el gobierno granierista inyectó al fideicomiso del Transbús, que se utilizó cono fines electorales para intentar preservar el poder de los gobiernos priistas, aunque la mayor parte del dinero inyectado fue a parar a los bolsillos de los dirigentes y de los ex-titulares de Comunicaciones y Transportes, encargados de vigilar la buena aplicación de los recursos económicos, por lo que una vez que se detectó toda la  corrupción que venía prevaleciendo en este sistema, el gobierno perredista  optó por retirarles el apoyo extralegal, dejando solamente vigente el apoyo a gasolinas y el apoyo a estudiantes como parte del subsidio legal, que debería alcanzarles para cubrir todos sus gastos de operaciones.
A partir del retiro de los recursos económicos extralegales al Transbús y de la violenta disputa entre Layres Carrera, ahora desaparecido en Puerto Vallarta, Jalisco, y el muerto vivo de Rubén Salomé Cárdenas por el  botín de guerra que representa la coordinación, esta empresa comenzó a decaer, al grado que evidentemente para borrar evidencias de los actos de corrupción que se siguen dando al interior, hace meses fueron quemadas por “manos extrañas” cerca de 47 camiones que propició que decayera aún más la prestación del servicio urbano en la ciudad o si se hizo con la finalidad de que fueran rescatados por el gobierno estatal, ya se vio que no les funcionó; el caso es que el Transbús que está a punto de quebrar, ayer recibió la puntilla al ser embargados cerca de 50 unidades por parte de la Secretaría de Planeación y Finanzas por un adeudo que data desde 2013 por concepto de pago de tenencias y refrendos por la cantidad de un millón 520 mil pesos.
Haciendo un poco de historia, recordemos que en el gobierno de Enrique Gonzalez Pedrero cuando el sistema de transporte urbano en Villahermosa era chatarra se entró al recate, poniendo en circulación los llamados Delfines que fue considerado transporte de primera que operaba en dos rutas, del mercado por la vía Méndez y del mercado por 27 de Febrero, ambos con destino a Tamulté. Ya en el gobierno de Salvador Neme Castillo siempre para ayudar a los transportistas que desde entonces decían que el servicio de transporte urbano no era redituable para ellos, se volvió a entrar al rescate con el llamado Sistema de Autotransporte y Enlace de Tabasco (SAETA) operado por el mismo gobierno Nemista, que posteriormente a su caída y al arribo del gobierno de Manuel Gurría Ordóñez siempre con la cantaleta de modernizar el transporte urbano, y con el cuento de hacer más ágil el traslado del público usuario, se optó por sustituir los camiones por combis y minibuses para lo cual el mismo gobierno gurriista subsidió a las diferentes uniones de transportes, en donde siempre sus líderes eran los que salían ganando para incrementar sus patrimonios personales.
Durante el gobierno priista de Manuel Andrade, se optó por seguir con el apoyo a las diferentes uniones, cuyos líderes estaban plenamente al servicio del partido gobernante, por lo que siguieron recibiendo sus subsidios, como recursos económicos extraordinarios para comprar nuevas unidades del servicio público.
Ya en el primer año del gobierno de Andrés Granier, al considerar que las combis y minibuses eran ataúdes rodantes y que los usuarios estaban en constante peligro de sufrir accidentes por la velocidad con manejaban esas unidades, supuestamente, bajo previo estudio que se realizó  para la modernización del transporte urbano, se llegó a la conclusión que los autobuses desechados en el gobierno de Manuel Gurría por incosteables y porque las calles de Villahermosa eran muy angostas para que pudieran circular, debían regresar, ahora bajo el esquema de que al existir más de 250 mil vehículos particulares circulando por calles y avenidas que las congestionaban a las horas pico, lo mejor era mejor sacar de circulación a todos los ataúdes rodantes que eran más de mil de las diferentes rutas, y que los autobuses darían mejor resultado, porque llevarían más pasajes, serían menos que las combis y minibuses y cumplirían el objetivo de la modernización para que la ciudadanía no tuviera que esperar por más de media hora que pasará una unidad del transporte urbano para trasladarse de un punto a otro de la ciudad.
La puesta en marcha del Transbús fue vendida como la ´panacea para aliviar el evidente problema del transporte urbano en Villahermosa, pues eran constantes las quejas de los usuarios en los diferentes medios de comunicación de que el servicio era pésimo, de malísima calidad, por lo que nuevamente el gobierno de Andrés Granier destinó millones de pesos para la compra de los autobuses, que iniciaron bien, circulando en un periodo corto de tiempo por las distintas rutas, pero poco a poco y en los dos últimos años del granierato, ante la evidente rapiña de sus directivos, comenzó a deteriorarse el servicio.
Pese a que desde el gobierno del extinto Salvador Neme Castillo, ninguna de las avenidas de Villahermosa, como sus calles se habían ampliado para hacer más fluida la circulación vehicular, el gobierno granierista decidió implementar el sistema de transporte Transbús, convenciendo a algunos, pero obligando a la mayoría de los socios de las diferentes uniones del transporte urbano (UTUCC, UTPCAM, ARVIT, entre otras) para que los presionaran con la consigna de advertirles que perderían sus  concesiones, por lo que muchos, aunque no convencidos, para no perder su patrimonio tuvieron que entrarle.
Ahora con este embargo precautorio que ha hecho la Secretaría de Planeación y Finanzas al Transbús por no pagar tenencias, ni refrendos de los camiones, todo parece indicar, que es el tiro de gracia para esta empresa, que languidece por deudas generadas por la mal utilización de sus recursos económicos, porque si se excava se va a encontrar que sus ex-líderes como líderes actuales se ha enriquecido, tiene moteles, gozan de diversas propiedades, viven en residencias y tienen vehículos de lujo, que con lo que ganan con sus respectivas unidades de transporte público no les daría para darse esa vida de lujos, mientras que la mayoría de los socios aun no le pagan lo que les corresponde por sus acciones que tienen en esta empresa.
En cuanto a este asunto del Transbús, los legisladores Guillermo Torres López,  José Antonio de la Vega Azmitia, se pronunciaron en contra de que el gobierno estatal rescate de la quiebra a este sistema de transporte.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, José Antonio de la Vega Asmitia, quien es amplio conocedor del tema, porque casi durante tres años fue el secretario de Comunicaciones y Transportes, sostuvo que el gobierno estatal  no debe rescatar al Transbus, recomendando a los socios que hagan alianzas con otros empresarios para rescatar a la empresa, la cual debe ser rentable.
Por su parte, Torres López dijo que es lamentable la situación por lo que atraviesa esta empresa pero que ya no lo debe rescatar el gobierno: “yo no estoy de acuerdo que el estado esté rescatando empresas porque eso es crear un barril sin fondo, a como está sucediendo con la Unión Ganadera Regional", por lo que se deben explorar otras opciones, pero definitivamente "dinero ya no se le tiene que dar a estos empresarios”
Es cierto, durante varios sexenios los gobiernos estatales en turno le  inyectaron recursos económicos al servicio de transporte urbano para que pudieran tener unidades nuevas y prestaran  un mejor servicio a la población, pero ha sido repetitiva la historia de que al caer en bancarrota o quiebra por actos de corrupción de sus diferentes líderes, el gobierno los haya tenido que  rescatar económicamente convirtiéndose en un barril sin fondo, sin llenadera.
En las actuales circunstancias económicas que vive la entidad, y luego de tantas luchas para equilibrar el presupuesto 2017 para que no fuera recortado por la Federación, los recursos económicos deben ir focalizados para las obras de interés social que demanda la población, de tal manera que si el servicio de transporte público está concesionado a particulares, al dejar de ser un coto político para allegarse votos en las elecciones, no tienen porque subsidiados  a fondo perdido, por lo que los socios transportistas deben resolver sus problemas, buscando los prestamos necesarios, aliándose con otros capitales para reactivar su parque vehicular, pero ya no deben ser subsidiados por el gobierno perredista en turno, porque no se saldría de ese círculo pernicioso de recibir canonjías con el cuento de prestar un buen servicio público.
Si el transporte urbano de Villahermosa, no genera ganancias sino pérdidas para los socios, como  para que no puedan modernizar su parque vehicular, entonces deben dejar la actividad para que otros empresarios puedan prestar ese servicio, porque la etapa de la paternidad gubernamental se debe acabar, aunque la otra opción sería la liberación del transporte para que la preste el que tenga capital para invertir, porque el servicio se tiene que prestar.
                                                            OJITOS

Al destacar que al Gobernador del Estado, Arturo Núñez Jiménez, le preocupa y ocupa el tratamiento humano de quienes están privados de su libertad, el Secretario de Seguridad Pública, Miguel Ángel Matamoros Camacho, entregó ayer  materiales, accesorios y suministros médicos para distintos Centros de Reinserción Social y Centros Penitenciarios Regionales de la entidad, en beneficio de tres mil 862 internos.
Precisó que en Tabasco el sistema penitenciario garantiza la integridad física y psicológica de las personas en reclusión a través de actividades de prevención, curación y rehabilitación durante su proceso de reinserción a la sociedad, lo cual es gratuito y obligatorio según la Ley Nacional de Ejecuciones Penales. Por su parte,  Arturo Maldonado Pulgar, Director General de Prevención y Reinserción Social del Estado, expresó que a las personas privadas de su libertad se les brinda alimentación, deporte, educación, capacitación para el trabajo y también atención médica y medidas de prevención de la salud, lo cual se hace de la mano con la Secretaría de Salud.



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