miércoles, 25 de septiembre de 2013

SUICIDIO POLITICO

Víctima de su propia lengua, al hablar más de la cuenta donde no debió hacerlo, Roberto Romero del Valle, renunció ayer a la dirigencia estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), suicidándose políticamente y de paso se llevó entre las patas a la tribu política al que pertenece, los focilistas,  que encabezado por el legislador federal, Juan Manuel Fócil Pérez,  desde hace varios años se adueñaron de ese partido, desde donde pretendieron   mantener como rehén de sus ambiciones personales al actual gobierno estatal,  que no sucumbió a sus pretensiones. Roberto Romero del Valle, a quien se le concedió una prórroga a nivel nacional para que se quedara al frente de la dirigencia estatal del PRD hasta el mes de marzo de 2014, no supo mantener el equilibrio entre las fuerzas políticas o tribus que convergen al interior de su instituto, por lo que se dedicó a aplicar la ley del embudo, es decir, lo angosto para sus contrarios y lo ancho para su grupo que no conforme con haberse adueñado de siete diputaciones locales y siete presidencias municipales, quisieron agenciarse el Organo Superior de Fiscalización para mantener en un puño la calificación de las cuentas públicas,  y algunas secretarias del gabinete estatal, pero a pesar de los obstáculos que pusieron en el camino no lograron pasar, y la estrepitosa renuncia de Romero del Valle es el inicio del desmoronamiento de la tribu focilista, que se ha caracterizado por actuar como mercenarios de la política choca. Por eso no fue en balde el señalamiento del ex-dirigente estatal del PRD y actual dirigente estatal de Morena, Javier May Rodríguez, que con toda razón acusó que en el actual Congreso local hay diputados que cobran por aprobar las iniciativas de ley o reformas constitucionales, en clara alusión a quienes integran la tribu focilista, que han actuado como mercenarios de la política como quedó de manifiesto días antes de la aprobación del nombramiento del titular del Organo Superior de Fiscalización, donde el propio vicecoordinador, Francisco Javier Cabrera Sandoval encabezó una revuelta que tenía como objetivo solicitarle al presidente de la Junta de Coordinación Política, Rafael Abner Balboa, les entregara recursos económicos para votar a favor de la aprobación, por eso el legislador Cabrera para curarse en salud, sin ningún empacho,  tachó de mentiroso a Javier May, quien los había evidenciado, al señalar que las prácticas corruptas de otras legislaturas, donde los legisladores se vendían al mejor postor era cosa del pasado, pero que ahora todo se está haciendo pulcramente. El ahora ex-dirigente estatal del PRD, Roberto Romero del Valle, no entendió,    de que ya no dirigía un partido opositor, rebelde, contestatario, inquisidor,  que todo lo denunciaba públicamente,  sino que encabezaba a un partido en el gobierno y que como tal debía conducirse con mesura, con prudencia, y en forma institucional para que el ejemplo cundiera entre la militancia, pero no fue así, ya que desde el inicio del gobierno estatal se fue de la boca haciendo señalamientos a la administración de Arturo Nuñez, al ayuntamiento de Centro, a una parte de los legisladores del Congreso local, pero a la inversa,  se dedicó a cuidar y protegerle las espaldas a los funcionarios  públicos fieles a la tribu focilista, desbalanceando la equidad que debía darles a las fuerzas políticas que convergen al interior de su partido, generando inconformidad, pues era inconcebible que mientras hacía señalamientos mordaces hacia una parte, a la otra lo tapaba muy bien, y eso es lo que finalmente lo llevó al suicidio político, su forma soberbia de actuar al no entender que en política no hay enemigos pequeños y que en boca cerrada no entran moscas, pecando de torpe e ingenuo. Romero del Valle ya sabía desde la semana pasada, que no tenía escapatoria, porque se reunió con sus detractores políticos; sabía que las grabaciones que le habían hecho eran sumamente delicadas, que si se le daba amplia difusión, les causaría un grave daño, a él en lo personal lo enterraría políticamente, pero también fragmentaría al partido que dirigía, por eso en un acto de “valentía política” primero quiso curarse en salud al poner sobre aviso el pasado domingo 22 de septiembre a la militancia partidista en el portal electrónico del PRD que lo estaban chantajeando con unas grabaciones que saldrían a la luz pública, que no cedería a las presiones viniera de donde viniera, pero no aguantó presión y 72 horas después decidió ir públicamente al noticiero Telereportaje a renunciar para evitarle males mayores a su partido, pero el daño está hecho. Antes de renunciar, es un hecho que Romero del Valle, tuvo que consultar directamente con el jefe de su tribu con el legislador federal, Juan Manuel fócil Pérez, quien evaluó los daños menores y le recomendó renunciar, al fin y al cabo, a la falta de secretario general, asumirá como encargado de despacho, el secretario de Organización, Candelario Pérez Alvarado, su testaferro, su cobrador en todos los ayuntamientos perredistas, su hombre de todas las confianzas que le cuida la espalda y sus negocios, por eso los perredistas a la brevedad deberán exigir que se nombre al nuevo dirigente y es ahí donde vendrá la debacle de esa tribu que ya se frotaba las manos con llegar consolidados a las elecciones constitucionales del 2015, pero teniendo en su poder la dirigencia estatal. El pasado 22 de septiembre de 2013 en el portal oficial del PRD, Roberto Romero del Valle publicó textualmente lo siguiente: “amigos, compañeros, afiliados y simpatizantes del PRD, en los próximos días, saldrán grabaciones editadas, manipuladas, alteradas de diversas conversaciones y reuniones públicas y privadas que he llevado a cabo como presidente de nuestro partido. No es la primera vez que me graban, soy figura pública partidista y mis teléfonos siempre han estado intervenidos. En virtud de lo anterior , por este conducto les informo, que soy un ciudadano que cree firmemente en sus convicciones y que siempre dará la cara ante la adversidad , nunca he cedido, ni me he dejado intimidar, por quienes a través del engaño y el chantaje han querido doblegar mis principios”. Finalmente, agobiado por el peso de las grabaciones y para que estas no vean la luz pública, aunque no tarda y las difunden,  ayer renunció Romero del Valle,  negándose a dar el nombre,  o los nombres de quienes lo habían grabado subrepticiamente, pero ahora se sabe que fue grabado  durante una reunión en el municipio de Huimanguillo, su tierra natal (para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo), donde se fue de la boca, tocó temas delicados, como la vida privada o personal de funcionarios públicos municipales y estatales, y lo más delicado que quienes le hicieron la obra negra, fueron  precisamente,  el ex-dirigente municipal del PRD, Domitilo Cruz Valenzuela y el ex-priista  Arturo Esponda Custodio. Domitilo Cruz, tuvo sus razones para grabar a Roberto Romero, ya que en su papel de dirigente municipal del PRD en Huimanguillo, creyó que tenía vía libre para denunciar al alcalde perredista Francisco Sánchez Ramos, por lo que acudió al noticiero radiofónico “Noticias en Flash” en donde tachó de irresponsable  al edil que mantiene abandonado el ayuntamiento porque todos los días ingiere alcohol, lo acusó que se fue de paseo a Cuba por una semana acompañado de una persona, de que viaja constantemente a Santa Elena, Belice, y Las Vegas, Estados Unidos, para jugar en los casinos donde pierde fuertes cantidades de dinero, y lo mismo ha hecho en los casinos de Villahermosa. La denuncia pública de Domitilo Cruz Valenzuela fue tomado como una afrenta por el ahora ex-dirigente estatal del PRD, Roberto Romero del Valle, quién sin decir “aguas va” al día siguiente en forma “fascistoide” lo cesó de la dirigencia municipal y fue a  Huimanguillo a darle posesión a un interino. Es claro que ante tales hechos, el agraviado no se cruzaría de brazos y decidió grabarlo durante una de las varias reuniones que tuvieron en donde del Valle para hacer sentir su fuerza, no solo habló mal de los hombres del gobierno, sino también amenazó a sus detractores perredistas con mandarlos a desaparecer. En contrario, Roberto Romero fue complaciente con el alcalde de Macuspana, Víctor Manuel González Valerio, quien ha violentado las leyes, mantiene en un caos su administración, y la policía municipal se le ha insubordinado varias veces, pero nada hizo por recriminar públicamente su actitud, sino al contrario guardó silencio porque su primo, José Manuel Sepúlveda del Valle,   recalcitrante priista, quién impugnara en Centla el triunfo del ahora alcalde perredista, es el asesor de cabecera del edil macuspanense. Roberto Romero se suicidó políticamente.                        
                   OJITOS  
    Quien trabajo a marchas forzadas para supervisar el restablecimiento de la vialidad en la autopista del sol que conduce de Acapulco a México, luego de la terrible inundación que azotó al estado de Guerrero,  fue el titular de Caminos y Puentes Federales (Capufe) Benito Neme Sastré. Benito Neme no solamente estuvo pendiente de esa autopista, sino que también se dio tiempo para supervisar las otras carreteras federales donde se presentaron deslaves e inundaciones para que se restableciera a la brevedad la comunicación por tierra, de tal manera que cumplió eficazmente como director de Capufe.  

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