La muerte de los treinta nueve migrantes que se calcinaron o se ahogaron por el humo del fuego que se propagó en la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, es una pesada losa que llevará sobre sus espaldas el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador y que puede significar su Waterloo, dada la desfachatez, la inhumanidad y la crueldad, como han pretendido minimizar este caso que está recibiendo una condena mundial, incluso, de los países de donde eran originarios los migrantes fallecidos.
La forma en como el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, pretendió deslindarse de estas muertes y tirarle el bulto encima al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien a su vez, está más dedicado a otras actividades, como la presentación de su libro, en vez de viajar al estado donde se suscitó la tragedia como una forma de mostrar la solidaridad del gobierno para con los migrantes, habla de la vileza y cobardía con la que están actuando, habla del rostro cruel e inhumano que ya caracteriza a este gobierno de la Transformación de Cuarta, cuyo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, durante el mitin del 27 de noviembre del año pasado en el Zócalo de la Ciudad de México, definió a su modelo de gobierno que está aplicando como humanismo mexicano “porque nada humano no es ajeno”, y ¿dónde está esa humanidad¿, cuando en realidad se ha visto que es un gobierno inhumano e insensible que se ha dado a la tarea de minimizar la muerte de treinta y nueve migrantes que a como se vio en un video, fueron dejados morir en las celdas donde los tenían detenidos, ya que quienes vigilaban el lugar, prefirieron salir huyendo antes que abrirles los candados para que también se pudieran escapar, por eso es considerado un crimen de Estado, porque el gobierno federal carente de un proyecto real para aplicar a los migrantes prefiere retenerlo sin que tengan medidas de seguridad para salvaguardar su integridad física pues son seres humanos, y que en esos lugares de retención que más bien son más bien cárceles clandestinas los mantienen hacinados por semanas o meses, mientras llega el momento de deportarlos a sus países de origen.
Las muertes de los treinta nueve migrantes es una pesada losa que también cargarán sobre sus espaldas las dos corcholatas presidenciales, que en vez de asumir sus responsabilidades se tiraron la bolita uno a otro, “que si Adán, que si Marcelo” tenían bajo su responsabilidad el asunto de los migrantes, pero lo más detestable, lo más cruel e inhumano es, en vez de que los dos o uno de los secretarios viajaran al lugar de la tragedia para mostrar su solidaridad y que también a ellos les dolía esas muertes, en forma miserable, para aparentar de que en México no pasa nada, cuando cada día se está tiñendo de sangre el suelo, para minimizar el impacto de los ilegales muertos que es un equivalente a la desaparición de los 42 estudiantes de Ayotzinapa o es equiparable al incendio del año 2009 de la guardería ABC, en Hermosillo, Sonora, donde murieron 49 niños y 106 resultaron heridos, y que constantemente cuestionaba AMLO que no se había hecho justicia en el gobierno panista, siguieron con su campaña de proselitismo encubierta, cada quien en diferentes lugares, para ver quien se queda con la candidatura presidencial, tronco de humanismo mexicano del gobierno de López Obrador.
Es más, en forma detestable, como si estuviera desesperado, el secretario de Gobernación mientras hervía la muerte de los migrantes estuvo en el noticiero de Joaquín López Dóriga, en donde de su ronco pecho sostuvo que él será el próximo presidente de la República, escogiendo un mal momento para fijar su posicionamiento, aunque un día después, y fiel a la costumbre de mentir, se desdijo, que siempre no, que no había dicho lo que dijo que será el próximo presidente de la República, pese a que existe la grabación que lo desmiente, per así quedó exhibida burda actitud, se exhibió como lo que es, un hombre cruel e inhumano, ya que mientras los migrantes lloraban a sus muertos y asumían su luto, el encargo de la política interna como si fuera un de fiesta y no de luto, se jactaba en un noticiero de que será el próximo presidente de la República, quizás por el tabasqueñismo que lo une a López Obrador, porque ser el segundo de abordo en el gobierno federal, de ninguna manera es garantía de que será el relevo del presidente de la República, así de desesperado anda.
Así fiel a sus mentiras, mientras Adán Augusto López le tiraba la bolita al canciller de que por un acuerdo interno de gobierno era el responsable del asunto de los migrantes, se cuidó en no decir, que quien ha metido la mano en el Instituto Nacional de Migración para colocar a su gente, ese ha sido él, así tenemos que el administrador general, el que tiene que ver con el equipamiento de las estaciones migratorias y de un programa de protección civil de la que se carecía en Ciudad Juárez, el responsable de los recursos económicos de ese instituto es otro tabasqueño, originario de Emiliano zapata, pero emparentado con el secretario de Gobernación, se trata de Abraham Ezequiel Zurita Capdepont, de que quien se dice es ambidiestro.
Abraham Ezequiel a quienes sus malquerientes llaman la Fabiruchis, es concuño del hermano de Dea Estrada, esposa del secretario de Gobernación; Abraham estuvo casado con una hermana-ya fallecida- de la esposa del hermano de doña Dea, por eso todos están emparentados, y por eso Adán Augusto López procuró mantenerlo en la nómina gubernamental, haciéndolo director general administrativo del Instituto Nacional de Migración, sobre quien pesa ahora las denuncias de no haber cumplido con sus responsabilidades de equipar a las estaciones migratorias y de haber suscrito el convenio con la empresa del cónsul nicaragüense, Elías Gerardo Valdez Cabrera, quien es representante en nuestro país de la dictadura nicaragüense, aunque la opinión pública cree que en realidad por conducto del cónsul, el gobierno mexicano está subsidiando al dictador presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, por medio de los contratos a la empresa de seguridad que también se brinda a otras dependencias del gobierno federal.
Abraham Ezequiel el protegido de Adán está en la mira de la opinión pública, porque como director administrativo tenía bajo su responsabilidad diseñar un programa de protección civil, y de que existieran extintores en esa estación migratoria, amén de otras negligencias de tipo administrativo que han cometido, pero como pasa en este gobierno de la Cuarta donde su presidente de la República se siente infalible, que no acepta sus culpas, a pesar de las muertes de los migrantes ningún funcionario está dejando su cargo, incluso Francisco Garduño el director general del Instituto Nacional de Migración es sostenido a capa y espada por Andrés Manuel López Obrador que en su falsa posee de perfeccionismo se niega a aceptar que su gobierno no es infalible y que hay funcionarios que simplemente en estos cuatro años de gobierno no han dado la talla y todavía siguen en la curva del aprendizaje aun a costa de que se derrame sangre por todo el país.
Sobre las espaldas del gobierno de Cuarta pesa ya la pesada losa de la muerte de los 39 migrantes, porque el gobierno es responsable de la seguridad de los ilegales que a través del Instituto Nacional de Migración van deteniendo para deportarlos a sus países, hecho lamentable que se busca sepultar con el viejo argumento de que se aplicará la ley, de que no habrá intocables, pero si esto fuera real es en el terreno penal, y en el aspecto político-administrativo-legal, se busca salvar a costa de lo que sea, a los dos secretarios del gobierno federal, que son responsables pero que evaden su responsabilidad.
OJITOS
No todo está perdido para el secretario de Gobernación, pues acaba de colocar a uno de sus alfiles como consejero electoral del Instituto Nacional de Electores (INE) para tener posibilidades de manipular los siguientes procesos electorales para que Morena gane las elecciones constitucionales.
Ver para creer, en política todo es factible, todo es cambiante, de tal manera que ahora Jorge Montaño Ventura originario del municipio de Tenosique se estrenará como consejero electoral del INE, luego de fuera insaculado su nombre en la Cámara de Diputados Federal donde salió electo. Que suerte tiene ser incondicional del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, que sin duda maniobró para que Montaño pasara a la recta final y se convirtiera en presidente.
Y como diría un clásico del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, cuando en el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana Tabasco, se nombró a Jorge Alberto Zavala como secretario ejecutivo “ya tenemos un alfil en el Instituto, ya tenemos a uno de los nuestros para el próximo proceso electoral”, así también dirá Adán Augusto López Hernández, que ya tiene su alfil en la persona de Jorge Montano como consejero electoral del Instituto Nacional Electoral para el proceso electoral de la presidencia de la República.
Jorge Montaño Ventura, quien anduvo prófugo de la justicia porque fue acusado penalmente que cuando había consejero electoral del IEPCT se había confabulado con los otro consejeros para defraudar a la propia institución, al autorizar la compra de un viejo edificio, semiderruido, que se encuentra en el periférico “Carlos Pellicer Cámara” de Villahermosa, que serviría para albergar a los trabajadores del Instituto para ya no seguir rentando el inmueble en donde todavía está este organismo electoral.
Dos consejeros cayeron preso, y el tercero que era Jorge Montaño y que estaba demandado penalmente se dio a la fuga, y hasta que se resolvió legalmente su problema regresó a la entidad para convertirse en magistrado del Tribunal Electoral de Tabasco con la ayuda de Humberto Mayans, y en 2019 fue nombrado por Adán Augusto López en su calidad de gobernador como Fiscal Anticorrupción de la Fiscalía General de Justicia.
Los ex-consejeros electorales presos, lograron salir de la cárcel, lograron la absolución al igual que lo hizo Montaño, pero el edificio viejo que fue adquirido mediante un acto de corrupción al ser adquirido a un precio superior de lo que valía pues se alteró el avaluó, ahí sigue sin ser utilizado por el Instituto Electoral porque no es habitable, es el mudo testigo de la corrupción que cometieron los ex-consejeros y cuya escritura pública fue protocolizado en la Notaria Pública del secretario de Gobernación. El director administrativo del Instituto Electoral y responsable de pagar el viejo edificio, que fue parte de un acto de corrupción que daño las finanzas de ese organismo electoral era Carlos Iñiguez Rosique, Caliche para sus amigos, cercano a Adán Augusto López y quien ahora es el secretario de Administración del gobierno de Carlos Manuel Merino, quien por cierto cuando se cometió este acto de corrupción también era funcionario del Instituto Electoral en donde los había colocado Adán Augusto, que le gusta enviar a sus amigos a los órganos electorales.
Todo esto forma parte de la historia. Mientras estos funcionarios de la Transformación de Cuarta pregonan su honorabilidad, su pasado lleno de corrupción los condena, porque perro que come huevo, ni que le quemen el hocico.
VISORCITO
Oscar Cantón Zetina solicitó licencia al cargo de diputado federal por Morena, seguramente viene en serio a competir por la candidatura al gobierno estatal. Ya lo ha intentado en dos ocasiones anteriores, se dice que la tercera es la vencida, esperemos que logre el consenso, porque también hay otros aspirantes que trabajan a todo terreno para lograr la nominación gubernamental.