jueves, 12 de mayo de 2022

EL LABORATORIO DE LA ANTIDEMOCRACIA

 

Durante muchos años, Tabasco fue considerado como el laboratorio de la democracia, de donde salieron hombres y mujeres con verdadera vocación de servicio que le sirvieron a la población, pero desde hace poco, nuestra entidad se convirtió en laboratorio de la antidemocracia, con la llamada “Ley Dedazo” que fue iniciativa del entonces gobernador Adán Augusto López Hernández, ahora secretario de Gobernación y que fue aprobado sin chistar por una sumisa legislatura local.

La aprobación de la llamada “Ley Dedazo” por parte del Congreso local, que fue promovido por el ahora secretario de Gobernación, consistió en cerrarle el paso a la población tabasqueña para que en completa libertad eligieran a sus delegados municipales, jefes de sector y de sección, que es la parte fundamental de toda democracia, tal como se venía realizando desde la época del gobierno de Enrique González Pedrero, que fue el que propició esa apertura porque al pueblo no había que tenerle miedo, porque como lo expresa la Constitución General de la República la democracia emana del pueblo, en cambio esa facultad le fue concedida a los presidentes municipales y su cabildo para que con toda la libertad elijan a su conveniencia o a modo a las autoridades locales en cada comunidad, que ya no representarán a su comunidad, sino que estarán plenamente al servicio del cabildo municipal, esa es las diferencia fragmental entre lo que se hacía antes, y lo que se está haciendo ahora.

El retroceso arcaico que en materia de democracia le recetó el secretario de Gobernación al pueblo de Tabasco, al que dice que tanto quiere, pero que en los hechos ya se vio que no es así, fue para tener un mejor control y aliados para la próxima contienda electoral, siempre pensando en que su partido debe ganar todos los cargos de elección popular y que esas autoridades de esos pueblos, villas y rancherías, impuesto ahora por los alcaldes, juntos con los siervos de la nación sean la pinza y sus mejores promotores para hacer ganar a sus candidatos y no como burdamente lo expresaron durante la aprobación, que ese tipo de elecciones causaban problemas y generaban muchos gastos económicos, y que debido al proceso de austeridad era necesario simplificar el procedimiento, lo cual fue burdo y barato, dado que trastocaron la Constitución General de la República y la Constitución Política del estado que establece que toda persona que goce de sus derechos ciudadanos tiene la posibilidad de votar y ser votado.

Siempre con una visión servilista, que le valió ser nominado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, como secretario de Gobernación, Adán Augusto López no dimensionó que le estaba dejando una bomba de tiempo al gobernador Carlos Alberto Merino, y a los alcaldes, pues la mayoría de estos en su visión corta de la política, que es el arte de conciliar y no de dividir, y fragmentar,  decidieron interpretar tal cual fue aprobada la “Ley Dedazo” y los brotes de inconformidad no se han hecho esperar por todo el estado.

Uno de los primeros brotes de inconformidad se ha dado en la villa chontal de Tamulté de las Sabanas, donde la población ya se sublevó en contra de la decisión de la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta, de imponer un delegado municipal a modo que los propios ciudadanos del lugar no conocen o desconocen, por lo que procedieron a cerrar las instalaciones de la delegación municipal hasta que sea la propia comunidad la que elija a su delegado municipal.

Por si no lo sabía, porque seguramente no lo sabe, ya que ella era una priista de hueso colorado que estuvo al servicio de los anteriores gobiernos, hasta que Adán Augusto López la llevó a su gabinete estatal como secretaria de Cultura, cuando Andrés Manuel López Obrador inició su lucha en Tabasco; la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta debe de saber, que fue precisamente Tamulté de las Sábanas uno de los primeros bastiones donde inició su lucha democrática Andrés Manuel López Obrador, quien le enseño a los indígenas de la zona porque hay diferentes comunidades alrededor de la villa, a defender la democracia, a no dejarse ofender por el gobierno en turno, de tal manera que si a pesar de la “Ley Garrote” implementado por el Secretario de Gobernación, no busca otra salida u otro mecanismo para elegir al delegado municipal, estará pisoteando en forma representativa uno de los principales bastiones donde inició su lucha el presidente de la República, es como si se pisoteara la villa Benito Juárez, (antes San Carlos) Macuspana, u Oxiacaque, Nacajuca, los tres principales pueblos o bastiones indígenas  que en 1988 se alzaron en contra del candidato priista Salvador José Neme Castillo para apoyar a Andrés Manuel López Obrador que era el candidato al gobierno estatal impulsado por el Frente Democrático Nacional (FDN) que integraron cuatro partidos de izquierda.

En esas comunidades fue garroteado en 1988 el entonces candidato del PRI Salvador José Neme Castillo y todo su equipo, cuando intentó realizar sus mítines políticos y esas tres poblaciones fueron reprimidas por la policía estatal y algunos líderes fueron encarcelados, por eso ya conocen como es la represión, esa misma represión que ahora están aplicando algunos alcaldes morenistas en sus municipios, quizás para rememorar o para que no se olvide la época de represión priista al inicio de la lucha democrática de AMLO por lo que también fue reprimido, pero ahora resulta que muchos de los que estuvieron en esos gobiernos priistas, son ahora funcionarios morenistas que acostumbrados a la adulación, se deshacen en alabanzas hacia el presidente. Ver para creer, pero así es la política descarnada de nuestro país.

La mayoría de los funcionarios públicos en los tres niveles del gobierno de Morena en Tabasco son pseudoizquierdistas, no conocen nada de la lucha democrática que encabezó Andrés Manuel López Obrador desde 1988 en la entidad, porque ellos estaban al servicio del PRI, donde trabajaban cómodamente y fueron fieros defensores del priismo hasta que por conveniencia política y porque Adán Augusto López los reclutó para su causa, están ahora en el gobierno de Morena, usufructuando la lucha de muchos morenistas que ni siquiera han recibido un solo peso de este gobierno.

Dicen que en política no hay peor ciego que aquel que no quiere ver, y eso está pasando con los alcaldes morenistas, en este caso, como Yolanda Osuna Huerta, quien es desconocedora de la lucha democrática que emprendió AMLO y no sabe que Tamulte de las Sábanas fue uno de sus principales bastiones, después se sumaron Macultepec y Ocuiltzapotlán, y que los indígenas no se rajaron, porque a pesar que los gobiernos priistas intentaron cooptarlos, con obras públicas, con entrega de despensas, con becas, y dinero a la mano para los lideres, estos siguieron de frente en esa lucha democrática, y saben lo que tienen que hacer, por esa razón están dispuestos a luchar en contra de la imposición de la llamada “Ley Dedazo” que ya está siendo combatida de manera legal en otros municipios, por lo cual los juzgados de distrito ya están otorgando amparos contra esta burda disposición que no puede pasar por encima de la Constitución General de la República, nada más que hay que combatirla ante las instancias correspondientes. Tamulté será, al igual que otras comunidades de Centro, un verdadero dolor de cabeza para la presidenta municipal sino resuelve el asunto de las delegaciones municipales, ya que encerrada en su burbuja de cristal, no ve lo que realmente pasa a su alrededor.

Y en Morena son tan ciegos que no quieren ver que la población se va alborotando por la “Ley Dedazo” obra maestra del secretario de Gobernación, y al contrario, acusan que los partidos de oposición y que uno que otro alborotador están en contra de la ley que confiere la facultad a los alcaldes y a su cabildo de nombrar a los delegados municipales, jefes de sector y de sección, nada más que se cuidan de no decir que la famosa “Ley Dedazo” contraviene el espíritu de la democracia.

O son tan torpes o es por mezquina conveniencia, pero el gobierno de Morena practica una doble moral política y jurídica, mientras que en la famosa reforma de la ley electoral que envió al Congreso de la Unión el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pero que fue confeccionado por el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, pretende que los  consejeros electorales que integrarán el nuevo organismo electoral, pues también pretenden desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE) sean electos democráticamente por el pueblo, porque el pueblo es el que manda, resulta que en Tabasco, Adán Augusto López, confeccionó la llamada “Ley Dedazo”, precisamente para quitarle toda facultad al pueblo de elegir democráticamente a su representante comunitario, es decir con esta nueva ley, el pueblo tabasqueño ya no puede elegir en forma democrática a su delegado municipal, jefe de sector o de sección, que los representará ante un ayuntamiento, por lo que ahora son los presidentes municipales y su cabildo los que eligen a estos representantes, que ya no estarán a disposición de la población, sino que serán empleados de los ayuntamientos, de tal manera que la población ya no podrá realizar sus gestiones de obras sociales o de inconformarse por los problemas que tengan en la comunidad, porque el representante del ayuntamiento será la tapadera a la corrupción que se cometa en cualquier administración municipal; esta es la verdadera incongruencia que prevalece en Morena, por lo que ahora Tabasco se ha convertido en “el laboratorio de la antidemocracia” gracias a la “Ley Dedazo” promovido por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. Es increíble que un gobierno morenista que se jacta de ser promotor de la democracia en el país, en Tabasco promueva la antidemocracia en la elección de delegados municipales.

                                    OJITOS

Por otra parte, encerrada en su caja de cristal, la alcaldesa de Centro no se da cuenta, o prefiere no darse cuenta de lo que pasa a su alrededor, por lo que decenas de compromisos que en su campaña se comprometió a resolver no les está dando solución. Vamos con uno en concreto.

Durante su campaña política por la presidencia municipal de Centro, Yolanda Osuna Huerta, visitó el conjunto residencial El Country donde viven prominentes políticos, ganaderos, empresarios, gente de bien, es decir gente pudiente, de peso económico. Allí en casa de Tino Pérez donde se reunieron los colonos asumió el compromiso de que si ellos la ayudaban a ganar votando a su favor, tendrían el respaldo de su administración municipal para proporcionarles los servicios básicos, como la recolección de basura, el alumbrado público, el saneamiento del drenaje, entre otros servicios, así como tendrían abiertas las puertas del ayuntamiento para ser atendidos, porque ella tendría una administración de puertas abiertas. 

Han pasado ocho meses y las promesas o compromisos de Yolanda Osuna ha quedado en el aire, pues hace unos días el representante de los colonos, 

Vicente García, fue al ayuntamiento para entrevistarse con la alcaldesa pues tienen problemas de alumbrado público, drenaje y recolección de basura, pero resulta que doña Yolis no pudo o no lo quiso atender, y lo enviaron con el director de obras públicas, quien parcamente le dijo que hay más de 280 fraccionamientos que no están legalizados entre ellos El Country por lo cual no el podían proporcionar los servicios. Ahora los colonos que son de peso económico han tomado una decisión, si no les proporcionan servicios, no hay pagos de impuesto predial y agua al ayuntamiento de Centro, es decir, se declararán en resistencia civil. Si esto les hace la alcaldesa Yolanda Osuna a los colonos de buena posición económica ¿qué no estará haciendo con las comunidades pobres?, ven porque les digo que la mayoría de los funcionarios públicos de Morena son pseudoizquierdistas, supuestamente defienden al pueblo, pero están en contra del pueblo.   

     

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