OJO VISOR
Jacinto López Cruz
Durante varios
años la ex-consejera presidente del Instituto Electoral y de Participación
Ciudadana, Maday Merino Damián, convirtió en una cloaca a este organismo
electoral, donde el nepotismo, la corrupción, el tráfico de influencias, la
violencia de género, violencia laboral y de los derechos humanos de las
trabajadoras, así como el meter a trabajar a esposas, “amantes”, hermanos, hijos, cuñados y yernos, en complicidad con
Juan Manuel Segura Guzmán, ex-director Ejecutivo de Administración y el aún
Secretario Ejecutivo, Armando Rodríguez, fue una constante que los caracterizó.
Nada, pero nada,
era autorizado sin que la Junta Estatal lo aprobará, contrataciones, salarios,
viáticos, comisiones, compras a proveedores, canonjías especiales para algunos
consejeros, por eso es evidente la complicidad de toda la podredumbre que está saliendo a
relucir públicamente, porque dicha junta la conformaban tres, Maday Merino Damián, en su calidad de
presidente del organismo, Armando Rodríguez, Secretario Ejecutivo y Juan Manuel Segura, ex-director Ejecutivo
de Administración, y a pesar de que
“astutamente” Maday no firmaba la documentación, sino lo hacía el Secretario
Ejecutivo, eso no la exime de responsabilidades, porque sabía y conocía
como se despilfarraba el presupuesto público del Instituto, así como permitió
que Juan Manuel Segura contratara a su amante o concubina Blanca Iris Arellano Ramos,
con quien tiene un hijo, la colocara en la Unidad de Planeación, ganando veinte
mil pesos mensuales y le permitió a Roberto Marín Isidro, contratar a su
hermano, su hija, sus cuñados y toda su parentela, mientras que ella-Maday- no
se quedó atrás al contratar a su yerno Marco Antonio Jiménez Osorio, con un
sueldo de 22 mil pesos mensuales a quien
dejó protegido en Recursos Humanos a cargo de Luis Fernando García Carrera para
que no se lo corran.
La presidenta
interina del Instituto Electoral, María Elvia Magaña Sandoval con la
información recabada decidió sanear el organismo por lo que el mismo viernes
por la noche, después de que en la mañana protestara el cargo, convocó por la
noche a una sesión extraordinaria donde se destituyó a Juan Manuel Segura
Guzmán como director Ejecutivo de Administración por pérdida de confianza y se
nombró en forma interina a Víctor Manuel Acosta Guzmán.
Durante la sesión
extraordinaria de la noche del viernes, luego de que por la mañana los
consejeros habían acordado respaldar las decisiones que tomara la consejera
presidenta interina, llamó poderosamente la atención la defensa que dos de los
consejeros hicieron a favor de Segura, cuestionando que se les había citado sin
decirles cual era el asunto por lo que pidieron una explicación mas
convincente.
Los dos consejeros
que entraron en defensa de Juan Manuel Segura fueron Rosselvy del Carmen Domínguez
Arévalo y Hernán González Salas, y claro como no iban a salir en su defensa, si
los dos no solamente han sido incondicionales de la ex-consejera presidente,
sino fueron ampliamente beneficiados por Segura, a los dos les mandó a
remodelar sus oficinas con dinero de
caja, se los convirtió en penthouses con piso laminado, baño particular en el
interior de sus oficinas cubiertos de losetas, mientras que a los demás
consejeros “que los muerda un perro”; los dos realizaban seguidos préstamos
personales, había o sigue habiendo un contubernio entre Rosselvy, Hernán, Juan
Manuel y David Roberto Marín, este último tiene un expediente grueso en la
Contraloría del IEPCT, como debe ser investigado por los dos vehículos del
organismo que se autorobó y eso lo saben internamente, independiente de la
lista de familiares que metió a trabajar como
Shanik Juliana García Isidro, su prima, Pedro Alberto Ramírez Isidro, su
medio hermano, Josefa Guadalupe Balboa Rincón esposa de su hermano Pedro y a la
vez su cuñada, Elizabeth Ruiz Martínez hermana de su cuñada Josefa, Denisse
Marín Ruiz hija de David Roberto, por lo que este sujeto también tiene que ser
destituido.
Y como no iba a
defender la consejera electoral Rosselvy del Carmen Domínguez Arévalo a Juan
Manuel Segura quien le hacía préstamos económicos sacados de la caja del
Instituto, y que lo manejaba como gastos a comprobar. La “honorable” y “pulcra”
consejera electoral que se sa años de pureza estaba más que obligada a defender
a Segura durante la sesión extraordinaria, porque resulta que este sujeto
despedido, le prestó de las arcas del organismo electoral la módica cantidad de
200 mil pesos que necesitaba la consejera para su boda, o sea los recursos
públicos hasta para cosas particulares han servido, y nadie aplica un castigo
por desviación de recursos públicos, y si
no fuera porque recibió 200 mil pesos como bono final electoral después de que
concluyó el proceso todavía estuviera adeudando la cantidad prestada, ¿ha
cambió de que Rosselvy gozaba de los favores de Segura?, ¿acaso por su
incondicionalidad a Maday?. cada consejero electoral recibió 200 mil pesos del
llamado bono final electoral, y aun así hay consejeros que no tienen llenadera
como Rosselvy y Hernán, este último hechura de Maday a quien dejó en el
organismo supuestamente para que le cuide las espaldas.
El mismo viernes
Juan Manuel Segura que en una carta interna enviada a los trabajadores del
Instituto Electoral pretendió dar sus razones, tirando golpes y haciendo
denuncias del porque lo corrieron, vivió su karma, vivió lo que varias veces
ordenó hacerle a las trabajadoras despedidas, sin interesarle que estaba
dañando a una familia que se quedaría sin sustento económico, ahora si exclama
que le violaron sus derechos laborales, pero cuando él se confabuló con su
secuaz David Roberto Marín Isidro, Armando
Rodríguez, Secretario Ejecutivo, Luis Fernando García, titular de Recursos
Humanos, bajo la complacencia de Maday, para aplicar la violencia de género y
la violencia laboral para correr a las trabajadoras, eso no cuenta, así como él
ordenó cerrarles el acceso a las trabajadoras despedidas, ahora si Segura
sintió en carne propia lo que tantas veces ordenó hacer; lo que sintió Ana
Karina Paz Tárano el día que le quitó su plaza estando en el sexto mes de
embarazo no tiene nombre, el karma castigó a Segura, que ahora dice teme por su
familia qie le vaya a pasar algo.
La ex-tesorera Ana
Karina Paz Tárano destapó la cloaca de la corrupción y la podredumbre que vivió
en carne propia al interior del Instituto Electoral y de Participación
Ciudadana donde fue evidente la violencia laboral y de género en su contra, y
de otras trabajadoras a quienes despidieron con lujo de violencia propiciado
por Juan Manuel Segura, el aun Coordinador de Recursos Financieros, David
Roberto Marín Isidro, Armando Rodríguez, Secretario Ejecutivo y Luis Fernando
García Carrera, Coordinador de Recursos Humanos, que era el responsable de
ejecutar el trabajo sucio de asignación de las plazas de las trabajadoras que
corrían, los cambios de adscripción, cuidar el nepotismo y los alto sueldos, por
lo que a cambio de ese trabajo sucio le asignaron a su mujer Tanya Cristell
Baeza, una plaza que se la quitaron a otra trabajadora de nombre Fabiola Ruiz que ya llevaba diez años laborando ahí, además
que a Tanya la premiaron al mandarla como secretaría particular de Armando
Rodríguez, el Secretario Ejecutivo otro sujeto que se jacta de ser honorable
pero es un hombre sin escrúpulos, perverso, a quien le nació el amor a primera
vista y se atrevió a pecar con conocimiento de causa cometiendo adulterio, al
enamorarse locamente de la dama, mientras que al consorte de recursos humanos
le crecían los cuernos, lo cual es un secreto a voces dentro del Instituto.
Este tipo de
romance asegura Ana Karina Paz, propició que Armando Rodríguez no le resolviera
su problema de acoso sexual, violencia de género y laboral que le estaba
cometiendo Juan Manuel Segura y David Roberto Marín, su jefe inmediato, a pesar
de que tuvo conocimiento verbal y por escrito, no lo hizo porque formaba parte
de la misma cofradía de Juan Manuel Segura, de dos consejeros electorales y los
funcionarios arriba citados, por eso ahora que Segura fue despedido en la carta
interna que mando a distribuir entre los trabajadores para darse baños de
pureza, acusa de traidor a Armando Rodríguez después de haberlo ayudado para
que terminara la carrera y la maestría, y que ahora le paga con traición para
seguir conservando su puesto, pero que de igual manera terminará por ser
despedido.
Todos los
funcionarios del Instituto Electoral que han cometido violencia de género y
violencia laboral, deben de ser castigados de la misma forma en que ellos han
actuado en contra de políticos y periodistas, ya no pueden ser juez y parte,
porque ellos mismos han violado la ley de violencia política de género y han
perdido credibilidad por eso el
Instituto Nacional Electoral debe voltear los ojos al IEPCT porque ellos si
tienen facultades para actuar para separar a los consejeros de su cargo y
aplicar las medidas correctivas empezando por el enamorado Secretario
Ejecutivo, Armando Rodríguez, que está denunciado en la Contraloría Interna por
violencia de género.
Sodoma y Gomorra
se quedaron chico ante la peste, pudrición, lujuria, sexo, y corrupción que hay dentro del Instituto
Electoral y que tienen sembrados estos funcionarios encabezados por Juan Manuel
Segura y de lo cual tenía pleno conocimiento la ex-presidenta Maday Merino,
asegura la ex-tesorera, de hecho, sino no eres amante, concubina, si no sueltas
las nalgas al funcionario que te la pida, si no eres hermano, sobrino, cuñado,
hermanos, hija o hijo, yernos o parientes de los funcionarios, no esperes
obtener un mejor cargo, ni muchos menos un,mejor salario, porque todos ellos
tienen salarios superiores a los veinte mil pesos, el organismo que debería ser
garante de credibilidad, imparcialidad, que debería racionalizar y eficientar
los recursos públicos está convertida en una verdadera cloaca, donde debería
intervenir la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda,
no la estatal que nada mas sirve para espiar a los contrarios, para auditar las
cuentas bancarias de Maday Merino, de Juan Manuel Segura, que dice que no
metió a trabajar a familiares pero si a
su amante, de Roberto David Isidro, este era el que capaba a los proveedores
con los moches que eran repartidos entre los altos mandos, porque el atraco a
las arcas del Instituto Electoral es un asco, todos ellos deben ser
investigados por enriquecimiento ilícito, como también el Instituto Nacional
Electoral debe estar atento a lo que está pasando en el IEPCT, hasta el
Congreso local por conducto del Organo Superior de Fiscalización debe revisar
con lupa el manejo de los recursos públicos, que aun cuando ya debe estar
maquillado se pueden detectar irregularidades.
Es tanto el
cinismo y la corrupción de Juan Manuel Segura que en su carta interna que hizo
circular entre los trabajadores para defenderse, sostiene que hay 40 millones
de pesos de subejercicio como producto del ahorro que hicieron y que los
consejeros que lo destituyeron lo quieren como botín, pero resulta que ese recursos millonario no es producto de
ningún ahorro, sino es porque no pagaron el bono electoral al personal de campo
que trabajo durante el proceso electoral, el mes que les correspondía se los
negaron, no han pagado laudos y despidieron a trabajadores sin acudir a las
juntas de conciliación, ese dinero es producto del subejercicio y no del ahorro
es producto de una mala planeación presupuestal por parte de la Unidad de
Planeación que está a cargo de la licenciada en empresas turísticas Verónica
Priego Ortiz, íntima amiga de Maday Merino, en donde por cierto Segura tiene a su querencia Blanca Iris Arellano que tampoco sabe de planeación.
Con su carta Juan
Manuel Segura confiesa que si hubo dinero para pagarles un mes más de sueldo a
los mil 382 personas que realizaron el trabajo de campo durante el proceso
electoral que está contemplado en el propio manual de remuneraciones del personal
del Instituto en el artículo 10 inciso B y que estaba presupuestado para pagar.
Si hay dinero para pagar pero Juan Manuel Segura y en complicidad Maday se
negaron a pagar a lo que por derecho le corresponde a los trabajadores
eventuales que ahora deben de demandat
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