lunes, 29 de julio de 2019

UN REGRESO AL PASADO

OJO VISOR
Jacinto López Cruz
Jaclop62@hotmail.com

Durante décadas en la lucha política y social de nuestro país siempre fueron los luchadores sociales de izquierda quienes fueron reprimidos, vejados  y encarcelados por los gobiernos retrogradas emanados del Partido Revolucionario Institucional PRI, en un intento por  hacerlos desistir de sus ideales, pero a pesar de la represión gubernamental,  poco a poco la población  fue despertando y la democracia se fue abriendo paso, hasta lograr que un partido de izquierda ganara la presidencia de la República.
Ya en la etapa moderna, ni siquiera el gobierno que encabezó Ernesto Zedillo, ni en sus peores momentos los gobiernos de derecha emanados del Partido Acción Nacional (PAN), encabezados por Vicente Fox y Felipe Calderón, se atrevieron a promover una ley mordaza o represiva, para poder frenar la lucha política que desde Tabasco, y posteriormente en el altiplano encabezó Andrés Manuel López Obrador hoy presidente de la República, con la toma de instalaciones petroleras, las marchas y protestas por las calles y avenidas de las principales ciudades, ni incluso, ante el cierre de la avenida reforma en la ciudad de México, en donde se instalaron campamentos de perredistas que protestaban por el fraude electoral en contra de AMLO que denunciaba que Felipe Calderón, junto con el PRI, le habían robado la presidencia de la República motivó que se modificaran las leyes para meterlo a la cárcel o para reprimir a la población que lo acompañaba valientemente en este cierre de la principal arteria de la capital del país, aunque con ello afectará a miles de comerciantes que exigían el desalojo de los manifestantes.
Para no cometer torpezas o graves errores que posteriormente se puede revertir en contra de una autoridad, es necesario conocer la historia política y social del país, cuya transformación, no ha sido fácil,  cuyos luchadores sociales emanados de la izquierda política, como Valentín Campa o Demetrio Vallejo por mencionar a algunos de los muchos que participaron en la transformación de nuestro país, tuvieron que pagar con represión, sangre y cárcel, su exigencia de que hubiera una transición democrática, que a la vez iba dirigido a buscar mejores bienestar para la población más marginada del país, siempre utilizada por los gobiernos, pero excluida, de los programas sociales y del desarrollo social que deberían de recibir.
Si la historia contempla que es la izquierda mexicana, agrupada en diversas corrientes o grupos los que finalmente sufrieron represión y encarcelamiento, un gobierno de izquierda debe mirar su pasado para cometer los mismos errores o tal vez peores, como es la represión gubernamental con las modificaciones de leyes que buscan inhibir la social, que buscan acallar las protestas de la población ofreciendo cárcel como una medida disuasiva para evitar manifestaciones, marchas, protestas, tomas de instalaciones para hacerse escuchar como en el pasado encabezó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y que de acuerdo a los gobiernos priistas originó pérdidas de millones de pesos.
Es indudable que el rumbo de la izquierda como gobierno se está perdiendo perdido, es indudable que padece de pérdida de identidad social y política cuando de manera arcaica y retrograda, un Congreso que en su mayoría está constituido por legisladores del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que se dicen de izquierda, buscan aprobar una ley garrote para inhibir la protesta social, cuando precisamente fue su líder nacional que al encabezar las protestas sociales fue creciendo su figura política para llegar al cargo más importante de la Nación como es la presidencia de la República.
Cerrar los ojos a la historia, no leerla y releerla, cerrar los ojos a la lucha que durante décadas enarbolaron luchadores sociales de izquierda para lograr la transformación democrática de nuestro país, es negarse así mismo, es pelearse con la historia, es pelearse con el pueblo, con ese pueblo noble y generoso que creyó en la oferta política que le ofrecieron, y que hoy ve con desencanto que esa gran expectativa  que se les ofreció no llega, que solamente está en los discursos pero que no se concretiza, por lo que  ahora impávida observa, que ni siquiera  la derecha como gobierno promovió una regresión, ahora un gobierno de izquierda pretende instaurar una ley represiva, que supuestamente va enfocado a un sector, pero que de fondo busca reprimir toda lucha social, ofreciendo cárcel como medida de disuasión, por si quieren protestar por el incumpliendo de las promesas de campaña que  no aterrizan, ni aterrizaran en el corto tiempo.
Ofrecer una ley garrote como medida de disuasión o contención ante los reclamos sociales que puedan venir, ante la falta de desarrollo social, es una barbaridad, es retroceder a los peores gobiernos de Gustavo Diaz Ordaz o Luis Echeverría Alvarez, época en que los luchadores sociales fueron reprimidos o encarcelados.
Los argumentos que se esgrimen desde el Congreso local de Tabasco para aprobar esta ley, son banales, perversos por su naturaleza, lleva un doble fondo, que dizque es para frenar el huachicoleo, porque los rufianes cierran carreteras y accesos a instalaciones de Pemex para presionar y seguir con la ordeña de combustible, ¿no que ya se controló?, si es así, entonces aplíquenle las leyes que están vigentes, pero como toda ley es de observancia general, ¿qué harán? ante la protesta social de los lugareños cuyos terrenos son contaminados por el derrame de crudo y aceite y esta empresa productiva, se niega a reconocerles el daño y decide no pagarles y por eso los lugareños como medida de presión se ven obligados a cerrar, ah pues simple y sencillamente se les aplicará la nueva ley para disuadirlos de que no vuelvan a cerrar un acceso de Pemex, cuando la solución es obligar a esta empresa a indemnizar los daños ocasionados, que siempre niegan que realizan, que les dan largas para resolverlos, que dizque hay que realizar pruebas de laboratorio para demostrar que efectivamente están contaminados para después negarlo, aunque los animales que beben de las aguas contaminadas se mueren, mientras los pastizales contaminados se secan, y esto no es de ahora es una lucha de años, por eso mueve a suspicacia perversa la nueva ley.
La misma lucha social que encabezó Andrés Manuel López al cerrar con cientos de personas los pozos petroleros en Oxiacaque, Nacajuca,  durante el gobierno  de Roberto Madrazo, iba enfocado a demandar obras sociales para esa y otras comunidades, donde se explotan pozos petroleros pero la desigualdad social se nota a leguas, y nada de eso ha cambiado; hay un pueblo pobre, con un subsuelo rico, sobreexplotado, porque la riqueza petrolera no es reciproca, no es compartida,  se llevan millones de barriles de petróleo  y a cambio solo entregan migajas con las que se tienen que conformar las comunidades.
Que dizque esta nueva ley va enfocada a combatir esos sindicatos piratas cuyos líderes paralizan las actividades de empresas que les trabajan a Pemex o de empresas privadas que llegan a instalarse a los municipios, y que les son  paralizadas sus obras por las disputas de varios sindicatos ocasionando y pérdidas económicas, entonces hay que aplicarles las leyes vigentes, hay que cancelarles su tomas de notas ante la Junta de Conciliación, hay que meter preso a esos lidercillos que efectivamente buscan sacar raja económica, hay que aplicarles la mano dura con las leyes vigentes, no reformar con dedicatoria, porque vuelvo a repetir, si la ley es de observancia general, todo aquel que realice una protesta, que cierre una calle, que cierre una carretera, con razón o sin razón le tendrán que aplicar la ley con penas punitivas que es un retroceso en contra de la protesta social, de esa protesta social que durante años utilizó Andrés Manuel López Obrador para llegar a la presidencia de la República.
Quienes no conocen su pasado histórico se atreven a cometer aberraciones y eso es lo que pasará en el Congreso donde se aprobará esta ley regresiva, pero ¿quien de los legisladores locales conoce la historia o cuando menos vivió una parte de la lucha social  que realizó durante años la izquierda en México?, seguramente nadie, ninguno, porque varios de ellos saltaron del PRI a Morena para convertirse en candidatos y ahora en legisladores; otros más, jamás habían estado en una lucha política, así lo ha n reconocido, y otros más, ni siquiera conocen, ni vivieron de cerca la lucha político social que encabezó desde 1988 cuando fue candidato al gobierno estatal por el Frente Democrático Nacional (FDN) Andrés Manuel López Obrador, y hoy son beneficiarios por suerte o por accidente de un cargo que ni en sueños pensaban obtener, por eso aprobarán una ley que a todas luces es una regresión a los años oprobiosos cuando gobernaba el PRI de Diaz Ordaz y toda lucha social era reprimida con la macana de la policía y con la cárcel, pero ni aun así, esos líderes sociales y políticos se dieron por vencidos, al grado de que hoy se tenga un presidente de la República de izquierda.
Es oprobioso que un gobierno de izquierda, que debe ser sensible ante la lucha social que por años realizó, hoy reinvierta los papeles y pretenda la regresión al pasado, con argumentos que distan mucho de la realidad, mientras se busca acallar las protestas sociales, ¿Por qué no se combate con la misma fiera a la delincuencia organizada en el estado?, ahí se los dejo de tarea.
                                             OJITOS
Fíjense nada mas como algunos que se dicen ideólogos del panismo, seguidores de la doctrina de Gómez Morín y que han sido recalcitrantes opositores al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, claudican en su ideología, por aquello de que vivir fuera del presupuesto es un error.
A partir que acepta ser asesor del gobernador Adán Augusto López Obrador, ya se observará el cambio radical de Juan José Rodríguez Prats que cuestionaba severamente en la radio a Andrés Manuel López. ¿Será el hambre?, no lo creo, más bien es el hambre de poder, de seguir figurando en el esquema político. Ver para creer.
                                        VISORCITO
La calificación de la cuenta del ejercicio fiscal  2018 del ex-gobernador de Tabasco,   Arturo Núñez Jiménez, se hará de manera imparcial, señaló el diputado local de Morena, Carlos Madrigal Leyva.
Rechazó que el hoy docente en una universidad de España, esté siendo protegido por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para que no le sea reprobada su última cuenta pública, cuenta para la cual se tendrá el suficiente tiempo para revisarla documentalmente, contrario a lo que pasó con la de 2017, “la cuenta pública del 2017 del gobernador, prácticamente nos la dejaron planchada, sin margen a nada".
Comentó que en esta revisión las cosas serán diferente "por eso se hará una revisión imparcial al respecto". Hay que recordar que al inicio del segundo período ordinario de sesiones, también se dará píe a la revisión documental de las cuentas públicas del 2018, de los tres Poderes del Estado, organismos desconcentrados y los 17 municipios de la entidad.
Ojalá que la revisión de la cuenta pública 2018 del Poder Ejecutivo, sea revisada con lupa por los legisladores de Morena, porque después de muchas irregularidades que se presentaron ese último año, se espera que sea reprobada, pero si los diputados cometen el mismo error de aprobarlos, no se las van a acabar, serán severamente cuestionados por la población y ya verán  los resultados en las elecciones constitucionales de 2021. 

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