Desde inicios de la presente administración, advertimos que era un exceso haberle entregado la rectoría del deporte tabasqueño a una sola familia, en este caso, a los hermanos Carlos José y Juan Luis Dagdug Nazur, independientemente de que ellos mismos manejaban la especie que, aun así, ni el Instituto del Deporte, ni Olmecas de Tabasco eran suficientes para pagarle a su señor Padre Don Carlos Elías Dagdug Martínez (en ese entonces vivía aún) por todo lo que le había aportado al proyecto del hoy Gobernador Arturo Núñez Jiménez por más de una década.
De la misma manera, ante socios de la Central Camionera, sus empleados de AUTASA y Autotransportes de Centla, vociferaban que también nombrarían a un Dagdug en la SCT, para completar el ciclo, donde supuestamente "cobrarían" todos los favores de campaña, porque supuestamente había una enorme deuda, que a estas alturas de la administración estatal, ya fue pagada con creces por la ineficacia e ineficiencia de los hermanos Dagdug, que en sus respectivos cargos, han demostrado ser unos cínicos y desvergonzados.
Los deportistas locales, así como los presidentes de las asociaciones, están preocupados porque Carlos José Dagdug Nazur al igual que su hermano Juan Luis forman parte del fracaso deportivo, y hasta se presume, que del desvío de recursos económicos, que ya ha tocado las puertas del Congreso del Estado de manera escandalosa, pues el Organo Superior de Fiscalización ya ha documentado y observado dichas desviaciones por un monto cercano a los custro millones de pesos, y está pidiendo se sancione a funcionarios involucrados que no presentaron las solventaciones requeridas en su momento por ese organismo , mientras que los hermanito, que ya fueron bien pagados con los dos cargos que ostentan, siguen evocando ayudas del pasado de su señor padre, y que por lo mismo son inamovibles de sus cargos, cuando no han dado resultados, y en cualquier administración, funcionario que no rinde, que no da la talla o mejor dicho no presenta resultados, debe irse sin tantos miramientos.
También, el Ojo Visor que en todo está, advirtió a tiempo, que Carlos José Dagdug Nazur, no daría el ancho en el Instituto del Deporte porque formó parte del fracaso deportivo que fueron los seis años del granierismo, donde Melchi Franco, llevó al fondo al deporte Tabasqueño, y que esto se podía comprobar porque había sido el presidente del Consejo Consultivo del Deporte y era precisamente él, en tal calidad, que avalaba la autorización de recursos públicos, bajo criterios indefinidos a diversas personas, e incluso, muchas de ellas que se quejaban recurrentemente de que no les llegaban los apoyos solicitados.
Hubo tal desaseo en el paso depredador de Melchi Franco por ese Instituto, pues fue de las funcionarias públicas más criticadas por sus actos aberrantes, que se creía que sería de las que irían a la cárcel, pero no, ni siquiera fue tocada con el pétalo de una rosa.
El asunto del club de beisbol Olmecas de Tabasco que volvió a tocar fondo en el reciente torneo de verano al quedar fuera de los playoffs, a cargo del menor de la dinastía, Juan Luis Dagdug Nazur, quien la única experiencia en liga mexicana, fue la de haber sido locutor del equipo Acereros de Monclova, pero presumiendo siempre, saberse todos los records de liga mexicana y de grandes ligas, abre de nueva cuenta la polémica, de que si debe seguir subsidiado por el gobierno o venderlo a la Iniciativa Privada para hacerla más rentable, dado que para 2016 el presupuesto gubernamental será recortado por la crisis petrolera que vive el país que ha restringido la economía, y que por lo tanto al priorizarse los recursos, la misma autoridad estatal tendrá que reducir sus gastos. No puede tirarlos por la borda, ¿será prioritario el gastarse 35 o 40 millones de pesos anuales en un equipo de beisbol que ha venido caminando de fracaso en fracaso?.
A Juan Luis de nada le ha servido saberse nombres y estadísticas de peloteros; en la práctica, sólo demuestra que es un tonto con buena memoria, que está bajo el yugo de Raúl Cano, gerente de Olmecas, quien junto con Francisco Miranda, de la tabasqueña, se burlan de él, cuando arman sus francachelas. Ellos tienen secuestrado al club y disponen y hacen negocios en la compra y venta de peloteros, según hay informes precisos que le llegan al Ojo Visor, que en todo está.
Hoy el deporte amateur y el deporte profesional (béisbol) están sumidos en un abismo más oscuro al que lo metió Melchi Franco. Hoy el Gobernador de Tabasco tiene en su escritorio la penosa evaluación del desempeño de los hijos de su querido amigo Carlos Elías Dagdug Martínez, ya fallecido; la CONADE dio los números finales de la Olimpiada Nacional 2015, donde Tabasco ocupa el lugar 33 de 35 lugares, o sea casi último lugar, significando el retroceso más grande del deporte en los últimos 8 años, y ya no digamos de los paraolímpicos, donde el estado quedó en lugar 28, cuando nuestros atletas con discapacidad, antaño, llegaron a estar en tercer lugar.
Por otra parte el club Olmecas de Tabasco, ahora observado por el Organo de Fiscalización del Congreso del Estado, desde 1993 no le ha dado a la afición la satisfacción de volver a ser campeones, resultando ser un barril sin fondo presupuestalmente hablando, pues le cuesta al erario más de 35 millones de pesos anuales, más 17 millones de patrocinios, que, como lo estamos viendo hoy, son tirados a la basura inescrupulosamente por los hermanitos Dagdug, mientras el equipo ni siquiera olió los playoff.
El deporte es el reflejo de la situación en la que se encuentra la sociedad, sobre todo la juventud en cualquier lugar del orbe; es el deporte la plataforma más noble para alejar de los vicios a nuestra juventud, por ello es importante destacar la inversión que el Gobernador Núñez ha autorizado para esa infraestructura, sin embargo, no es posible que se pueda levantar la bandera en la materia, mientras los directivos pertenezcan a una familia, que ha demostrado que no tienen ni pasión, ni conocimiento del deporte en general.
Los hermanos Dagdug no supieron interpretar lo que el gobernador Núñez Jiménez quiere para el deporte local, que Tabasco sea una potencia deportiva, pero sobre todo que se funde una política pública verdaderamente eficaz en la materia. Los favores y lealtad a Don Carlos, ya han sido más que pagados con creces y el Gobierno del cambio verdadero, no puede correr más riesgos, sosteniendo a quienes le han fallado al gobernador, a los deportistas, pero sobre todo a Tabasco.
OJITOS
En un ambiente de plena camaradería y con la consigna de seguir exigiendo a las autoridades federales esclarecer la muerte de más de una centena de periodistas asesinados y proseguir con la profesionalización de integrantes del gremio periodístico, concluyó el pasado sábado en la ciudad de Puebla el XIII Congreso Nacional y XII Asamblea Nacional Ordinaria de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (Fapermex).
Con una cena de gala donde se entregó el premio México de Periodismo a diversos comunicadores del país, entre ellos a nuestro colega del diario El Heraldo de Tabasco, José de la Cruz González Alcudia en donde estuvieron presentes diversos actores políticos como José Antonio Gali López, coordinador de Vinculación Ciudadana del gobierno del estado de Puebla, representante personal del Rafael Moreno Valle; del presidente municipal de Puebla, Antonio Gali Fayad; del presidente municipal de San Andrés Cholula, Leoncio Paisano Arias; del embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez; de Emiliano González Blanco Bernal, director General de Acreditación, Incorporación y Revalidación de la Secretaria De Educación Pública, entre otros, el dirigente nacional de la Fapermex, Teodoro Rentería Villa, expresó que es necesario seguir luchando por la profesionalización de los integrantes de la organización, dejando en claro que el Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo (CONALiPE), que ahí también protestaron como socios fundadores, se constituye en el brazo académico de la Federación para seguir avanzando en la profesionalización de todos los agremiados.
En la cena y ceremonia de entrega del premio México de periodismo, que se otorga entre pares, a destacados comunicadores del país, el alcalde de la capital poblana, Toni Gali Fayad, se pronunció por el total respeto a la actividad periodística, porque la labor que realizan es de suma utilidad para quienes gobiernan, para conocer donde están las fallas, dejando en claro el total respeto de la autoridad municipal problema con los comunicadores con quienes además se mantiene una buena comunicación siendo bienvenida la crítica porque sirve para mejorar.
El alcalde de Puebla exigió un "ya basta a las agresiones y asesinatos de periodistas en todo el país, porque solo cumplen con una función que tanto beneficia a la sociedad como a quienes gobernamos". Los periodistas son el termómetro necesario, por lo que se debe de desterrar cualquier acto de violencia en contra de ellos, dejando de manifiesto que en su calidad de presidente municipal mantiene comunicación con los periodistas poblanos, y hasta con quienes critican a su administración.
En su momento José Antonio Gali López, representante del gobernador Rafael Moreno Valle se congratuló por el Congreso Nacional de Periodistas, ofreciendo a nombre del mandatario estatal ser el anfitrión para que el próximo Congreso del siguiente año se realice en la capital poblana, ya que en esta ocasión los anfitriones fueron los alcaldes de Puebla, Antonio Gali Fayad, y de San Andrés Cholula, Leoncio Paisano Arias, y vaya que estuvieron a la altura de las circunstancias.
En la cena de gala donde se entregaron los reconocimientos del premio México de periodismo, también estuvieron presentes, Raúl Gómez Espinosa, presidente del Club Primera Plana; Hilda Luisa Valdemar Lima, presidenta vitalicia honorario de Fapermex; Rosalía Buaun Sánchez, presidenta de la Asociación Nacional de Locutores, Carlos Fernando Ravelo Galindo, decano del periodismo con 70 años dentro del ejercicio, Teodoro Rentería Arroyave, presidente de Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo y Pablo Rubén Villalobos Hernández, presidente de la Comisión de Honor y Justicia de CONALiPE.
La declaración Puebla-Cholula que es la conclusión del Congreso de la Fapermex va en el sentido de exigir el esclarecimiento de los asesinatos de más de una centena de periodistas en los últimos años y en continuar con la profesionalización del gremio periodístico por medio de su brazo académico que el sábado de instaló después de un largo trámite, como es el Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo (CONALiPE).
Al Congreso nacional de la Fapemex acudieron los periodistas, Marco Antonio Calcaneo García, director del diario de la Tarde, Erwin Macario, de Rumbo Nuevo, Alejandro Landero, del semanario plural, Carlos Gómez Alamilla, del gremio periodístico de la Chontalpa, quienes acompañaron a José de la Cruz González, jefe de información del Heraldo, quien recibió el premio México de periodismo en su modalidad de nota informativa.