lunes, 25 de marzo de 2013

COMPLICES EN EL SAQUEO.- 25 Marzo 2013

 
 
Fueron muchas las críticas y cuestionamientos que se le hicieron durante todo un sexenio a través de diversos medios de comunicación a la ex-titular del Instituto de la Juventud y el Deporte (Injudet), Melchi Franco Ruiz, así como han sido excesivas las denuncias que nos llega de manera continua sobre sus trapacerías, pero la última picardía encabezada por ella, es más que escandalosa, porque puso de cómplice principal a Carlos J. Dagdug Nazur, actual director general de ese organismo, quien también participó de manera directa en el desastre deportivo de estos últimos seis años, ya que en su calidad de Presidente del Consejo Consultivo del Deporte, avaló, bajo alguna componenda, la autorización de recursos públicos bajo criterios indefinidos a diversas personas, e incluso, muchas de ellas que se han quejado recurrentemente de que no les llegaron los apoyos solicitados.
Independientemente de los señalamientos de nepotismo de la familia Dagdug, porque padre (don Carlos Elías) e hijos (Juan Luis y Carlos J.) están metidos en el deporte en el actual gobierno, cuando es algo que tanto le criticaron al gobierno granierista, la comunidad deportiva se sigue preguntando cual es el mérito de Carlos para ser el rector del deporte tabasqueño, cuando todos ellos saben (la comunidad deportiva) que su única experiencia se reduce a haber sido presidente de la Asociación de Softbol y al estilo de su antecesor Pan de Leche Miranda, su esquema ha sido meter cachirules a las novenas de la pelota lenta.
Los deportistas locales, así como los presidentes de las asociaciones, están preocupados porque Dagdug Nazur formó parte del fracaso, y hasta se presume que del desvío de recursos, que ha tocado las puertas del Congreso del Estado de manera escandalosa, pero además es ya sabido que en reuniones con sus cercanos, ha manifestado que Núñez Jiménez tiene compromiso con todos ellos (los Dagdug) pues su familia lo apoyó en la pasada contienda con todos los camiones para la movilización y sin cobrar un solo peso por ello también recibieron la administración de los Olmecas de Tabasco, lo cual es un grave desliz, porque independientemente de lo que hicieron o dieron en campaña, a estas alturas podría ser constitutivo de delitos electorales, tal como ya demandó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) al director general del Cobatab, Jaime Mier y Terán, por decir públicamente que aportó dinero a la campaña nuñista, que de alguna manera no fue cuantificado en los gastos que presentó la coalición ante el Instituto Electoral.
Hay documentos probatorios y comprobatorios que señalan la complicidad de Carlos Dagdug Nazur con Melchi Franco, ya que como Presidente del Consejo Consultivo del Deporte, estampó su firma para autorizarle a la ex-titular del Injudet la utilización de recursos públicos para la promoción del deporte o para las asociación deportivas que nunca fueron entregados, por esa razón Carlos Dagdug es cómplice del fracaso deportivo de los pasados seis años, porque bien como “hombre digno” que se jacta de ser, debió renunciar, denunciar, o negarse a avalar con su firma la desviación del dinero gubernamental, pero no, calló, guardo silencio y ahora como titular del ramo todo quiere tapar.
Acaso no es extraño que mientras los secretarios y directores generales de la administración nuñista salieron a denunciar irregularidades de sus antecesores, en forma por demás extraña, Carlos José Dagdug Nazur, jamás ha cuestionado, ni ha denunciado a Melchi Franco, ¿por qué no lo hace?, simple y sencillamente porque lleva sobre su espalda la pesada loza de la complicidad. Si la denuncia el mismo se estaría haciendo el Hara Kiri, porque estampó su firma en muchos documentos, avalando la corrupción de la ex-titular del Injudet.
Si en la administración granierista hubo una dependencia sumamente cuestionada, señalada en todos los medios de comunicación como la más corrupta, la más nefasta, mientras las Asociaciones Deportivas no recibían un peso para incentivar sus ramas, mientras las canchas deportivas, los campos, el alumbrado, los baños, y las propias oficinas, se encontraban en deplorables condiciones, esa fue precisamente el Injudet que comandaba Melchi Franco; no es posible, es inconcebible que Carlos José Dagdug Nazur, no haya encontrado ninguna irregularidad que amerite iniciarle un proceso penal o administrativo a Melchi Franco, lo que indica que es cómplice de la corrupción granierista, porque hasta ahora sigue callando. Mientras se tienden algunos distractores, Melchi ya disfruta de sus ganancias y rentas malhabidas, protegida por los Dagdug, a pesar de haber abusado del tesoro público (Ojeda dixit).
La comunidad deportiva debe estar alerta, no se debe dejar engañar con el pretexto más socorrido de Carlos José Dagdug de que no hay dinero, mientras su hermano Juan Luis hace dispendio en Olmecas, viajando por todo el país y a Estados Unidos a costa del dinero de los contribuyentes, el Ojo Visor, que en todo está, ha sostenido que el equipo de beisbol es solamente pan y circo para el pueblo y para sostener el ego de unas cuantas familias que se sienten conocedores del beisbol, que ese millonario recurso del gobierno estatal, mejor se debe de invertir en las comunidades para incentivar el deporte; en esas comunidades donde los muchachos no tienen ni para comprarse un guante, una pelota de beisbol, de futbol, de volibol, de basketbol, ahí es donde hace falta la inversión directa de cualquier gobierno, para alejarlos del alcohol y la drogadicción, pero sostener un equipo de beisbol profesional, es un gasto oneroso, excesivo, pero en fin, cada quien tiene su forma de pensar.
Ya veremos qué capacidad tendrá Carlos José Dagdug, para controlar el gasto excesivo de su hermano Juan Luis y su papi Carlos Dagdug Martínez, será que les amarrará las manos? O será cómplice de lo malo que no pase en Olmecas, a como fue cómplice de Melchi Francio? Hay documentación comprobatoria muy delicada, por lo pronto como dice el comercial de Chedraui, la familia (Dagdug) está de acuerdo, el nepotismo en su máxima expresión.
OJITOS
Y Como en el deporte hay que hacer negocios, Carlos José Dagdug nombró como nuevo presidente de la liga tabasqueña de beisbol a su socio Francisco Miranda Pérez (a) Pan de Leche, y ni tardo ni perezosos ya negociaron con las cerveceras para que en los campos de beisbol de los municipios vendan cerveza a granel, para incentivar el deporte.
Pero no hay que olvidar el pasado de Pan de Leche, su paso por el ayuntamiento de Centro, cuando se dedicaba a extorsionar a los comerciantes de la zona luz a quienes les quitaba sus productos, como lo sabe bien don Enrique Zetina, quien fuera el coordinador de reglamentos cuando el extinto doctor Amador Izundegui fue el presidente municipal. O como cuando incrustó en la secretaría de Gobierno, en los tiempos de Jaime Lastra a 25 asociaciones civiles fantasmas por las que cobraba dos millones y medio de pesos de los cuales se quedaba con 500 mil mensuales, lo cual hizo como dos años hasta que lo descubrieron.
Pan de Leche Miranda es dueño de una flotilla de taxis que le administra su hermano conocido como playa, y se dice que está metido en negocios chuecos por eso le secuestraron a una hija para aflojarlo y las autoridades federales lo traen en la mira, pero además en el ámbito deportivo, este siniestro personaje, no tiene ninguna autoridad moral porque fue expulsado de la Federación Mexicana de Sofbol, porque en las olimpiadas nacionales de 2006 metió a jugar a varios cachirules a la selección de Tabasco, por lo que el presidente nacional Andrés Montero Chavero, lo expulsó definitivamente.
La comunidad deportiva también se sigue preguntando como es que el gobierno del cambio verdadero lo hace presidente de una liga que tiene su tradición en Tabasco y en el sureste, porque este es un verdadero gánster del deporte, pero bueno quizás hay algo que lo une en común con Carlos José Dagdug Nazur, los dos están acostumbrados a meter cachirules en sus equipos. En esta directiva del Injudet no hay ni honor, ni espíritu deportivo, porque al deporte hay que amarlo, hay que quererlo, pero como sí hay nepotismo, por vergüenza cualquiera de ellos debe de renunciar, tanto que criticaron a Granier que su gobierno refulgía el nepotismo.
OJITOS
Este fin de semana creció el rumor de que el general Audomaro Martínez Zapata se va, dejara la Secretaría de Seguridad Pública del estado, porque fue invitado a ocupar otra posición en el Estado Mayor Presidencial, será verdad, será mentira, lo cierto es que el rumor creció como una bola de nieve, aunque en el fondo para muchos, sería lo mejor, se le observa como un hombre cansado, que sigue sin demostrar cuáles son sus estrategias para prevenir el delito, y desalienta cuando expresa que el control de la delincuencia llevará dos años, y mientras ¿qué hacemos los ciudadanos para protegernos, si el encargado de la seguridad dice que todo es a largo plazo?, cuando lo que requiere son estrategias y acciones inmediatas.
VISORCITO
Otro que es terco más que una mula (con perdón de ese animalito) es el alcalde de Macuspana, Víctor Manuel González Valerio, quien ya encendió los focos rojos de la dirigencia estatal del PRD, por lo que Roberto Romero del Valle tuvo que acudir el viernes al ayuntamiento para conocer sobre el porqué de la revuelta de cinco regidores, que están en contra de los actos de corrupción del edil y las violaciones a las leyes. Todo indica que juan Alvarez Carrillo, secretario del ayuntamiento se va del cargo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario