miércoles, 19 de abril de 2023

LA CORTE UBICA AL GOBIERNO

 

Bajo la premisa de que cuando protestaron al asumir el cargo de ministros, su compromiso con el país y la sociedad reside en que juraron defender y hacer guardar la Constitución, la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó la transferencia de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por violar el artículo 21 de nuestra Carta Magna, lo que representa un duro revés para el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y por supuesto para la Cámara de Diputados federal donde sumisamente la mayoría de sus miembros que pertenecen al partido Morena votan de manera favorable todas las iniciativas del Ejecutivo.   

Por mayoría, ocho votos a favor y tres en contra, el pleno de ministros de la Corte desechó las partes centrales a varias leyes secundarias que en el mes septiembre del año pasado-2022-habían sido modificadas y votadas en el Congreso Federal, luego de una iniciativa que había enviado el Ejecutivo, para dar paso a la transferencia total de la Guardia Nacional que estaba en manos de la Secretaría de Seguridad Pública y Ciudadana a la Secretaría de la Defensa Nacional, al considerar  que la reforma constitucional de 2019 para crear la GN fue categórica en establecer que esta corporación es de carácter civil y debe estar adscrita a la SSPC, mientras que para Sedena y la Secretaria de Marina sólo se previó una participación transitoria en la conformación de la nueva Policía, que no se puede extender más allá de 2028.

En 2022 Morena y sus aliados a petición del presidente de la República solo realizaron modificaciones a las leyes secundarias de la materia para transferir a la Guardia Nacional a la Sedena, porque no tuvieron la mayoría calificada que es necesaria en el Congreso de la Unión para modificar la Constitución, de tal forma que no pudieron modificar el artículo 21que en marzo de 2019 se le adicionó lo que textualmente dice: “Las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de carácter civil, disciplinado y profesional.

La Federación contará con una institución policial de carácter civil denominada Guardia Nacional, cuyos fines son los señalados en el párrafo noveno de este artículo, la coordinación y colaboración con las entidades federativas y Municipios, así como la salvaguarda de los bienes y recursos de la Nación.

La ley determinará la estructura orgánica y de dirección de la Guardia Nacional, que estará adscrita a la secretaría del ramo de seguridad pública, que formulará la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, los respectivos programas, políticas y acciones. 

La formación y el desempeño de los integrantes de la Guardia Nacional y de las demás instituciones policiales se regirán por una doctrina policial fundada en el servicio a la sociedad, la disciplina, el respeto a los derechos humanos, al imperio de la ley, al mando superior, y en lo conducente a la perspectiva de género”.

Este artículo de la Constitución que no pudieron modificar los legisladores federales de Morena el año pasado al carecer de mayoría calificada, los obligó a modificar varias leyes secundarias que se contraponían a lo expresamente asentado en la Constitución, por lo que efectivamente los ministros de la Corte, tomaron la decisión correcta de invalidarse porque violaba a la Carta Magna, aunque los efectos de esta decisión no es inmediata ya que el próximo jueves sesionara de nuevo la Corte para determinar el plazo que se le dará al Congreso de la Unión para que realice las modificaciones a las leyes secundarias y todo vuelva a quedar como antes.

La decisión de los ministros de la Corte de echar abajo el traspaso de la Guardia Nacional a la Sedena, es un certero y severo golpe en contra del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien de manera terca y obsesiva, así tenga que pasar sobre las leyes, quiere  que todas sus ideas, buenas o malas,  sean puestas en marchas tal cual, así se tenga que pasar sobre las propias leyes, pero la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que a diferencia del Congreso de la Unión, está actuando como verdadero contrapeso a las disposiciones presidenciales que violan los ordenamientos legales hizo lo correcto, no permitió que se violara la Constitución.

Desde luego que la posición de los ministros de la Corte que corta de tajo el traslado de la Guardia Nacional a la Defensa Nacional, será severamente fustigado desde “la mañanera”, será sancionado por el único hombre que se cree un “iluminado”, por el único hombre que se cree puro, por el único hombre que se cree honrado, por el único hombre que no comete errores, por el único hombre que se cree infalible, por el único hombre que no comete errores y que todo lo ve color de rosa en su gobierno donde para él no existe la corrupción pues lo han institucionalizado, mientras que el país se le está descomponiendo y cayéndose a pedazos, porque cogobierna con el crimen organizado que camina a sus anchas por toda la nación mexicana.

En este espacio hemos escrito hasta el cansancio, que el peor y único enemigo del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es el mismo Andrés Manuel López Obrador, porque cree que en el país y el extranjero hay muchos grupos que conspiran contra él y contra su gobierno, cuando en realidad el peor conspirador, el peor enemigo de su gobierno es él; su con esa actitud terca, amachada-como se die en el argot choco-, logró avanzar y escalar en la política nacional hasta llegar a la presidencia de la República, esa misma actitud, esa misma terquedad, esa forma arrogante y arbitraria-que ya no tenía como opositor- de no escuchar a nadie e imponer sus ideas creyéndose un todólogo, lo está llevando a la perdición, va llevando su gobierno al abismo, sin darse cuenta, mientras que sus opositores, y muchos de sus seguidores, ya se dieron cuenta que va enfilado al abismo, pero no dice nada para no despertar la ira de quien gobierna en forma tirana, de quien pretender ejercer un gobierno único en el país, sin escuchar a nadie, menos a quienes lo cuestionan, porque los considera sus enemigos, y de esa forma arcaica, de condescender con la delincuencia organizada con su programa de “abrazos y no balazos” que ha sido un rotundo fracaso, y de perseguir a sus opositores políticos para que no lo critiquen, de pretender despedazar a los organismo autónomos porque no le conviene, su gobierno se va despedazando poco a poco.

Seguramente los ministros de la Suprema Corte serán cuestionados por los seguidores a ultranza de López Obrador, que no piensan, que no razonan, ya que solo actúan por consigna, porque están recibiendo sus dádivas, creyendo que se los da el presidente cuando es dinero de los contribuyentes que si trabajan y pagan sus impuestos, y podrán decir lo que quieran, que son unos traidores, que han traicionado al pueblo, que la justicia en el país no avanzará por culpa de ellos al no pasar la Guardia Nacional a la Sedena, pero en la justa dimensión de las cosas, los ministros solo se ciñeron a lo que marca la Constitución, declararon improcedente o inconstitucional el que la Guardia Nacional, operativa y financieramente pasará a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional, porque había una flagrante violación a la Carta Magna que ellos deben hacer respetar, aunque es claro que este revés a quien le pega directamente es al propio presidente de la República, que ha demostrado en los hechos que es un constante violador de los ordenamientos legales, como el hecho de que por debajo del agua haya decidido y dado órdenes a los Senadores de su partido para que no nombren a los dos comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) para que no pueda sesionar y entregar a los ciudadanos la información que requieren de las dependencias de gobierno y de los propios funcionarios públicos para conocer como están administrando los recursos públicos y es a través de esta institución autónomo como se han logrado detectar diversos hechos de corrupción que se cometieron en el gobierno de Enrique Peña, como la estafa maestra y la casa blanca,  y los que ahora se están cometiendo en el gobierno de López Obrador, como el caso de Segalmex donde se robaron más de quince mil millones de pesos, mientras que AMLO de jacta en decir que en su gobierno se acabó la corrupción, si se acabó, porque ahora lo encubren, por lo cual se puede decir que ya lo institucionalizaron, si hay corrupción, pero para que no digan que si hay, las están encubriendo, para eso sirve el INAI para conocer las irregularidades que se están cometiendo en este gobierno, donde les encanta la opacidad para encubrir su pillerías.

Que los chairos no vengan con el cuento que por culpa de los ministros de la Corte al no haber permitido el traspasó de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, no habrá seguridad en el país y se incrementará la inseguridad, eso es una falacia, porque actualmente la inseguridad es la que sigue cobrando auge en el país, por donde quieran hay ejecuciones, hay asesinatos dolosos, pues las organizaciones de la delincuencia organizada operan en diferentes estados  a sus anchas, sin ser tocados, ni combatidos por las propias autoridades, las estadísticas no mienten, el alto el porcentaje de decesos violentos que se dan diariamente en el país. La GN esté en la Sedena o en la SSPC tiene las mismas funciones para la que fue creada que es la de proporcionar seguridad a la población civil de todo el país, a eso se debe de avocar, aunque ahora no esté dando buenos resultados, porque actualmente se está peor que en el gobierno de Calderón donde se declaró la guerra a la delincuencia, porque en este gobierno, ya se rebasaron los 150 muertos en forma violenta en el país, casi igualando la cifra del calderonismo y se prevé que al concluir el sexenio de López Obrador se alcance la cifra record de 210 mil muertes violentas para convertirse en el peor gobierno, que no pudo, que no quiso y que cogobernó con esa delincuencia.

                                      OJITOS

Según los conocedores no fue un problema familiar lo que llevó a Mario Llergo a solicitar licencia como legislador federal por unos díasl, sino más bien fue un lio de faldas con su jefe inmediato a quien le bajó una querencia, y hasta que no arregló su diferencia donde fiel a su estilo, no en balde lleva el apelativo de perro, tuvo que arrodillarse, tuvo que humillarse, ante quien manda y con ello se salvó de ir al ostracismo, de quedar exiliado de la mieles del poder, no en balde se dice que el arte de la política, es comer excremento sin hacer gestos, y eso es lo que hizo el perro Llergo comió excremento sin hacer gesto y hasta pidió para llevar y ser perdonado para volver a su curul.

Los conocedores deslizaron la versión de que habría que observar que legisladora federal de otro estado, vino a Tabasco como invitada especial al  informe de Mario Llergo,  para conocer que esa fue la manzana de la discordia que llevó al legislador federal  a una disputa con su jefe, de aquel que lo sacó del ostracismo donde se encontraba el perro Llergo, quien apenas tenía recursos económicos para mal comer, y que ahora como no quiere perder sus privilegios tuvo que arrodillarse ante su jefe para ser perdonado y así regresar a su curul en San Lázaro.

En esta disputa amorosa estuvo el kit de la licencia temporal que presentó Mario Llergo como legislador federal, que si no hubiese logrado el perdón de su jefe, que ya saben ustedes quien es, que le dio vara alta y luego quiso ganarle su carnita, a estas alturas, seguiría oculto, escondiéndose, no dando la cara, porque después de su licencia, a nadie, pero nadie le respondía las llamadas a su celular que mantuvo apagado. 


   

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