Como el mal monte, los malos ejemplos cunden por todas partes, y así como el alcalde de Jonuta, Eric Garrido Argáez, no tuvo empacho en aceptar que había propuesto a su nuera como la embajadora a la máxima feria de los tabasqueños, ahora resulta, que de la misma forma, la alcaldesa Yolanda Osuna Huerta, impuso a su secretaria privada, una joven de 23 años que le lleva su agenda, como embajadora del municipio de Centro, como si no existieran más jovencitas atractivas que pudieran representar a ésta comuna.
Con una mentalidad cerrada y arcaica, la edil de Centro que es una de las funcionarias públicas más cuestionadas por la opinión pública por sus escasos resultados ante los múltiples problemas que existen en el municipio, al grado que el agua potable, baches y hoyancos se han convertido en su talón de Aquiles, decidió imponer a su joven empleada Paola Torpey como embajadora de Centro a la feria de los tabasqueños, jovencita que desde octubre de 2021 cuando Yolanda Osuna llegó a la presidencia municipal fue contratada con la plaza de jefa de área, realizando la labor de secretaria privada de la propia alcaldesa.
En vez de lanzar una convocatoria o de realizar una invitación a algunas familias de Centro, como una forma de abrir el abanico de la participación de otras señoritas de la sociedad de Centro, para elegir a la mejor o cuando menos para que se viera que como alcaldesa tiene apertura, sabe escuchar las diferentes propuestas, doña Yolis con una cerrazón impresionante, decidió que la embajadora del municipio lo fuera su propia empleada, su secretaria privada, para que todo se quedara dentro de la propia administración municipal, para así dejar un mal sabor de boca entre otras jovencitas que esperaban una oportunidad para intentar representar a su municipio en la máxima feria de los tabasqueños.
Si en cosas mínimas como el nombramiento de la embajadora del municipio de Centro, donde doña Yolis en vez de mostrar su empatía, su buen trato y diálogo con la propia sociedad de esta comuna al tratarse de una festividad, de una fiesta que se debe de disfrutar , muestra una completa cerrazón para demostrar que solo sus chicharrones truenen en el ayuntamiento al imponer su voluntad de nombrar cómo embajadora a su secretaria privada, que bien lo pudo haber impuesto pero había que barnizarlo, porque todo se puede con inteligencia y no con cerrazón o con una mentalidad arcaica, ya se pueden imaginar ustedes mis lectores el porqué, el municipio de Centro está de cabeza, el por qué la administración municipal que encabeza doña Yolis no ha podido resolver el problema del agua, pues constantemente diversas comunidades se quedan sin el suministro del vital líquido durante meses y en otras partes, llega, pero con color a chocolate, o sea agua con lodo, y pese a todas las excusas que han dado y de que hay que tener paciencia ya llevan año y medio en el ayuntamiento y nada que resuelven de fondo este grave problema, y ya ni se diga de los baches y hoyancos que existen en las diferentes colonias que parecen cráteres y que hacen ver a la ciudad de Villahermosa, como si estuviera en tiempos de guerra, toda bombardeada.
El alcalde de Jonuta, Eric Garrido se jactó, se nalgoteó, de que su nuera, la amasia de su hijo Eric que es el orgullo de su nepotismo, la haya nombrado embajadora por ese municipio, y doña Yolanda Osuna, para no desentonar, para no quedarse atrás y para demostrar que solo sus chicharrones truenan, y en pago a ciertos favores recibidos, nombró a su empleada, a secretaria privada, como la embajadora del municipio de Centro, placeándola por todo el ayuntamiento; esa es la nueva modalidad de estos gobiernos municipales que emanan de la cuarta transformación.
Doña Yolis a quien la publicidad oficial la ponderó que sería una de las mejores alcaldesas de las últimas décadas que ha tenido el municipio de Centro, porque daría buenos resultados y pronto se vería la transformación en el municipio de Centro, resulta que se ha convertido en una de las peores ediles, dado los constantes cuestionamientos de los habitantes del municipio que no ven la mejoría de los servicios públicos que debe prestar el ayuntamiento, y si a esto se le suma la cerrazón, la intransigencia, la falta de dialogo de la propia presidenta municipal que no ve, ni oye a los ciudadanos que acuden al ayuntamiento en busca de solución a sus problemas, que les cierran el paso al segundo piso donde despacha, pues las cosas seguirán de mal en peor, al grado que de seguir así, a pesar de que su círculo muy cercano la promueve como aspirante a la gubernatura de Tabasco, por aquello de que argumentan que habrá paridad de género y una mujer debe ser la candidata a gobernadoras y no hay otra más que Yolanda Osuna, difícilmente podrá posicionarse para disputar esta candidatura a como en el pasado lo hicieron Andrés Granier y Jesús Alí de la Torre, pues los alcaldes de esta comuna de manera natural se convierten en fuertes aspirantes a la candidatura a la gubernatura.
Es una actitud arcaica, arbitraria e indolente lo que se realiza en la alcaldía de Centro para impedir que las personas que llegan a ese inmueble a plantear un problema o acuden en busca de solución a lo ya planteado no puedan subir al segundo piso donde despacha la alcaldesa, secretaria particular y otros funcionarios, porque personal del ayuntamiento se ubica en las escaleras para impedir el paso a todas las personas como si no existiera libertad para mover en un edificio público, y decimos que es arcaica esta actitud, porque es una copia fiel del pasado, de los gobiernos anteriores que son acusados por el gobierno de la cuarta transformación de haber promovido la corrupción; los gobiernos priistas del pasado de la cual emana doña Yolanda Osuna porque hay que recordar que ella siempre estuvo al servicio de los gobiernos priistas, y que es una híbrida en el morenismo, cuando los opositores encabezados por Andrés Manuel López Obrador realizaban marchas, plantones y entraban a cualquier dependencia para entregar sus peticiones, normalmente se encontraban con las puertas cerradas o había elementos de seguridad pública que le impedían el paso para que no fueran a molestar a los funcionarios así están ahora en el ayuntamiento de Centro, le cierran los accesos a las personas que acuden a exigir solución a sus problemas, como en el caso concreto de los locatarios del mercado público de Ocuitzapotlán, que acusan a José Luis Montoya responsable de ese mercado, de ser un verdadero mercader, de promover la corrupción y la violencia al interior de ese centro de abasto y la alcaldesa ordena cerrar los accesos a la segunda planta del ayuntamiento para no escucharlos, las veces que fuera necesario porque el diálogo destraba problemas, al grado que los locatarios aprovecharon la visita del pasado domingo que realizó a Villahermosa el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para parársele enfrente y denunciar la corrupción y la represión de que son objetos por parte de José Luis Montoya, otro sujeto que viene del pasado priista con mentalidad arcaica y represiva, y que se siente “a gusto” reprimiendo a los locatarios porque la misma presidenta municipal lo tolera, en vez de resolver de fondo este agudo problema.
Desde que inició su administración municipal doña Yolanda Osuna ha venido siendo cuestionada por su falta de resultados ante los problemas del municipio, que es producto de la falta de un verdadero equipo de primer nivel que esté dedicado a trabajar, y no a ponerse piedras en el camino, a obstaculizarse a como lo hacen algunos de sus funcionarios que están enfrentados entre sí, además de la cerrazón que prevalece en la propia presidencia en donde no se oye, no es escucha, no se dialoga, no atiende a la población que necesita exponer sus problemas, lo que muestra la carencia de operatividad política, es decir, a la alcaldesa le faltan dos o tres funcionarios con amplia capacidad política que la ayuden, que se les permita tomar decisiones para ir resolviendo los problemas diversos que se van presentando y si a esto se le agrega la soberbia, la prepotencia con la que actúan algunos otros funcionarios, pues es un buen complemento para tener una mala administración, cuyos cuestionamientos se estrellan precisamente en la alcaldesa como responsable del ayuntamiento, como responsable de las directrices que permitan desarrollar un buen trabajo, pero cuando no hay coordinación sino enfrentamiento entre los funcionarios, obviamente habrá malos resultados que repercutirán en contra de cualquier presidente municipal, en este caso contra doña Yolanda Osuna será la responsable de su propi fracaso al frente del ayuntamiento de Centro.
En las dos últimas semanas a la alcaldesa de Centro le han crecido los enanos, le han crecido los problemas y nadie, pero nadie de su gabinete, de la administración municipal ha tenido la capacidad o la sensibilidad política de tender puentes para resolver los conflictos, sino que pareciera que son los más interesados en que doña Yolis quede mal, que muestre su ineficiencia o su incapacidad política para resolver problemas como el asunto de los locatarios del mercado de Ocuiltzapotlán, o la falta de agua potable de algunas localidades, cuyos habitantes han llegado hasta el ayuntamiento donde le han cerrado las puertas, ¿dónde vimos eso antes?, en los gobiernos priistas que se así actuaban en contra de la oposición, y esos priistas de antes son los morenistas de hoy que sin sentido de pertenencia o definición ideológica le dan con la punta del pie a los propios ciudadanos.
Las cosas están tan mal en el ayuntamiento de Centro que hace unos días el personal de comunicación social fue utilizado de parapeto, los pusieron en las escaleras de la presidencia municipal para evitar que los locatarios que llegaron a protestar pudieran subir a la segunda planta, cuando este personal debería estar trabajando para posicionar la decaída imagen de la alcaldesa, Yolanda Osuna, que está completamente sola, sin un equipo político de respaldo que la auxilie para destrabar los problemas, que vaya, se requiere de mucha difusión si es que quiere levantar su imagen para competir por la candidatura a la gubernatura, porque la percepción ciudadana la tiene perdida, más con un área de prensa que opera pesimamente, así no se puede avanzar, cuyo personal es utilizado para otras tareas, en vez de dedicarse a la información, tan es así que las cosas no salen bien, como no les ocurrió con el burdo montaje de difusión que realizaron en el mercado de Ocuiltzapotlán donde entrevistaron a los locatarios contrarios para que dijeran que todo estaba bien, que no había represión, ni corrupción, que Montoya era un alma de dios, pero las cosas les salieron mal porque nadie les creyó, y más, cuando los locatarios afectados denunciaron ante el presidente de la República la cerrazón de la alcaldesa por resolver el problema que enfrentan.
Este burdo montaje de difusión, es el mismo que se utilizaba en el pasado, en los gobiernos priistas, donde para contrarrestar a la oposición encabezado por AMLO que cada día cobraba más fuerza, había que denostarlos, había que exhibirlos, entrevistando a la parte oficial que decía que todo era color de rosa, y que no pasaba nada, que aquellos estaban locos. Es decir, en el ayuntamiento de Centro se sigue actuando de manera arcaica, se siguen utilizando las viejas recetas del pasado en contra de las personas o los grupos que denuncian irregularidades, que denuncian actos de corrupción de los funcionarios públicos y es que la mayoría de los regidores encabezados por doña Yolanda Osuna y la mayoría de los funcionarios vienen de ese pasado priista que la cuarta transformación tanto desprecia, pero de la cual se nutrió, por eso no es extraño que utilicen las recetas del pasado para no ver, no oír, no atender, a la población que reclama solución a sus problemas, que esperemos que esa población tenga memoria para cobrarles con creces en el 2024 las malas atenciones que ahora están brindando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario