Vetado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, luego de haber sido acusado de actuar como “mapachón” de la política para que Octavio Romero Oropeza no ganara la alcaldía de Centro, el tres veces perdedor de la gubernatura de Tabasco, César Raúl Ojeda Zubieta, una vez embestido como presidente del Consejo Político estatal del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ha decidido por cuarta vez buscar la candidatura, para ver si ahora sí su sueño se convierte en realidad de ser gobernador.
Pero su incursión al salir a levantar la mano para decir que también quiere, que también aspira a la candidatura por la gubernatura de Tabasco no es gratuita, es el pago a los favores que ha recibido de Adán Augusto López Hernández, entre estos el insistir una y otra vez ante el presidente de la República para que levantara el veto y lo recibiera, a cono sucedió, y por eso se suma a la lista de aspirantes que el secretario de Gobernación ha palomeado para intentar cerrar el círculo en contra del secretario de Turismo Javier May Rodríguez para que no sea nominado candidato de Morena en 2024 a esta misma gubernatura.
La clase política de Tabasco, conoce los aciertos, pero más los desaciertos de César Raúl Ojeda Zubieta como empresario y como político, en el primero ha fracasado al grado que quebró las empresas que dirigió y que le dejaron de herencia como fue el hotel Hayatt que estando en sus manos lo quebró al grado que tuvo que ser rescatado por otro de los acciones para que siguiera funcionando y en el segundo caso como es la política, solamente ha medrado porque en los cargos públicos donde ha estado, no los utilizó para ayudar a la población, a los grupos sociales vulnerables, sino lo usó para beneficiarse, a cómo lo hizo en la Secretaría de Gobierno en el sexenio de Arturo Núñez, que teniendo su rancho embargado por un préstamo al banco, logró pagar el crédito hipotecario para recuperarlo, y esa fue una de las razones por la que no quiso renunciar a su privilegiada posición en el gobierno perredista para participar en la conformación de Morena, porque se había beneficiado del presupuesto público que tenía a su disposición.
Creyendo que su pasado ha sido olvidado, César Raúl Ojeda Zubieta una vez que fue envestido como presidente del Consejo Político estatal de Morena, por obra y gracia del secretario de Gobernación, porque es puro cuento eso de que para él fue una sorpresa que lo nominaran al cargo, para seguir con el proyecto de Adán Augusto López de cerrarle el paso al secretario de Turismo Javier May para que no sea candidato al gobierno estatal, e incluso del director de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero Oropeza por si quisiera aspirar a esa candidatura, es que salió a anotarse como aspirante a la candidatura, sabiendo que sus posibilidades son mínimas, porque si bien logró el perdón presidencial para hacer política en Morena, sería la última persona en ser tomado en cuenta para ese cargo por el propio Andrés Manuel López Obrador, porque tanto el candidato presidencial como el candidato a la gubernatura de Tabasco, será palomeado por el dedo divino del inquilino de Palacio Nacional, porque el método de encuestas que han aplicado para elegir a los candidatos no es más que una simulación o una forma de encubrir el “dedazo” que a la vieja usanza del Partido Revolucionario Institucional usa AMLO, que ha revivido la política echeverrista.
Adán Augusto López Hernández comete el mismo error que cometieron en el pasado otros gobernantes que se sintieron dueños de Tabasco y pretendieron imponer su voluntad, está ensoberbecido de poder como secretario de Gobernación que siente que Tabasco le pertenece, que es su rancho, que es de una sola familia o de un solo grupo político, el de él, y ahí está el más grande de sus errores que más temprano que tarde terminan por pagarse , y por eso ha diseñado su plan que consiste en sacar a todas sus marionetas a alzar el dedo para que digan que aspiran a gobernar Tabasco, que se merecen ser candidatos, para que vean que son varios, aunque sin ninguna posibilidad de lograr la
nominación, y en el caso de que fracase su plan “A”, también tiene listo su plan “B”, que es utilizar a la dirigencia nacional de Morena a cargo de Mario Delgado para que haga uso de la paridad de género y decida que en la entidad en vez de un hombre debe ser una mujer la candidata para lo cual está lista su hermana Rosalinda López Hernández y en el segundo plano a la presidenta municipal de Centro, Yolanda Osuna, porque el objetivo es cerrarle completamente el paso al grupo de los fundadores, porque ya se dieron cuenta que la popularidad de Javier May avanza entre las bases morenistas, y es ahí donde encaja César Raúl Ojeda, a quien había que darle una posición a nivel estatal en Morena para que pueda moverse y realizar la labor de zapa que se requiere, y como el llamado Pirruris está agradecido porque se levantó el veto presidencial que había en su contra, está dispuesto a mostrar ese agradecimiento en contra de los fundadores de Morena que también fundaron el Partido de la Revolución Democrática (PRD), y quienes le tendieron la mano las tres veces que fue candidato al gobierno de Tabasco, los tres intentos en los que falló porque precisamente en vez de buscar la conciliación lo ganó la soberbia, por lo que esa falsa premisa que ahora ha comenzado enarbolar de que es un conciliador es una falsedad, cuando él mismo sabe que mantiene un enfrentamiento con otros actores políticos con los que jamás podrá reconciliarse por lo que entonces no es ningún conciliador, sino es un lobo que pretende vestirse con piel de cordero.
Tan es falsa la nueva postura de César Raúl Ojeda que se jacta en decir a quienes quieren oírlo y creerle, que ha sido el único político que se ha dado el lujo de despreciar al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador que supuestamente lo invitó en varias ocasiones a ocupar un cargo en el gobierno federal.
Miente descaradamente, porque en política es claro que nadie le puede decir que no a una invitación de un presidente de la República o de un gobernador, por muy modesto que sea el cargo que le estuvieran ofreciendo, porque si lo rechaza corre el riesgo de ver vetado durante todo ese sexenio, es más conociendo cómo actúa AMLO, donde su palabra es ley, estamos seguros de que nadie, pero nadie, se ha atrevido a desdeñarlo, se ha atrevido a decirle que no a una invitación para ocupar un cargo público en la administración federal, lo que pasa es que el Pirruris se niega a reconocer que durante años fue vetado por el presidente de la República, porque éste en la plaza pública lo calificó de “mapachón” electoral, porque en su calidad de secretario de Gobierno operó para que Octavio Romero, quien fue el candidato a la presidencia municipal de Centro por Morena, en la elección ordinaria de 2015 y en la extraordinaria de 2016 perdiera la elección constitucional, por lo que el entonces dirigente nacional de Morena y ahora presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, acusó a Ojeda de actuar como “mapachón” reprochándole su traición, luego de que ellos-Andrés y Octavio-lo apoyaron las tres vez que fue candidato del PRD a la gubernatura de Tabasco, y que siempre lucharon en contra de esas prácticas arcaicas.
Este veto de AMLO hacía Ojeda que le cerraba el camino a incursionar a Morena una vez que abandonó la secretaria de Gobierno en el segundo tramo del gobierno Nuñista, propició que se replegara y anunciara que se alejaba de la política y que se dedicaría a cuidar a los nietos, pero tal parece que ni los nietos confiaron en su cuidado. Y es que este ese repliegue era por partida doble, ya que también había sido obligado a dejar la secretaría de Gobierno, acusado de ser un traidor hacia el gobernador Arturo Núñez, quien un día anterior por la noche había recibido un comunicado de que al día siguiente un columnista nacional haría una publicación en su contra.
Núñez no le tomó mucha importancia a lo que se publicaría, creyendo que se trataba de algo en su contra, de lo cual ya estaba acostumbrado, pero cuando al día siguiente, que por cierto ese día era su cumpleaños, recibió la columna con el título “la otra Martha”, su molestia fue evidente, supo quién había subsidiado la publicación y quien fue el conducto para que el columnista nacional recibiera la información para publicarla en contra de su esposa Martha Lilia López, a partir de esa publicación se marcó la salida de Ojeda de la secretaría de Gobierno, siendo calificado de traidor, si de traidor, a como ahora traiciona a los fundadores de Morena, entre ellos Pepín López, quien firmó aquel documento que firmaron otros presidentes municipales para avalar ante la dirigencia nacional del PRD para que Ojeda fuera por tercera vez el candidato a la gubernatura por ese partido, sin interesarle traicionar a su primo, Humberto Domingo Mayans Canabal, quien era precandidato a la gubernatura por el Sol Azteca, y estaba mejor posicionado, lo que marcó su salida de ese instituto y su reingreso al Partido Revolucionario Institucional.
Por cierto en el 2001 Humberto Mayans había sido jefe de campaña de Ojeda y terminaron enfrentados, lo que llevó a Mayans a denunciar en el noticiero más escuchado en el sureste, Telereportaje, como César Raúl perdiendo la gubernatura había ganado, pues él le había acercado empresarios que habían aportados recursos para su campaña que no utilizó y se lo embolso, creyendo que ganaría la gubernatura. Según la denuncia de Mayans, Ojeda se embolsó cerca de cien millones de pesos, con lo que se demuestra que utiliza la política para su beneficio personal.
La incursión de Ojeda como aspirante a la gubernatura lejos de propiciar la reconciliación con el grupo de los fundadores de Morena que encabeza Javier May, incrementará el divisionismo interno y los golpes políticos proseguirán, dado que es considerado como un caballo de Troya que aprovechando su posición como presidente del Consejo Político estatal de Morena que debería ser de neutralidad, ya está cargado hacia el grupo de Adán Augusto López para cerrarle el paso al director de Turismo.
OJITOS
Damos paso a esta denuncia pública: “Cuando creía que había visto todo en la administración deportiva-más allá de los resultados en los Juegos CONADE- hoy el Instituto del Deporte de Tabasco, y sus directivos, viven inmersos en una cacería de brujas contra el personal de la misma dependencia, cometiendo todo tipo de tropelías, abusos de poder y maltratos contra mujeres, hombres, personas de la tercera edad y grupos vulnerables.
Nelly Herrera Concha, Ernesto Daniel Macías Barrera y Claudia Calcáneo Priego, actuando bajo las órdenes de Jessyca Mayo Aparicio, han orquestado un sin número de despido de trabajadores, coaccionan a otros tantos para que renuncien bajo la sospecha de estar confabulados con Sheila Cadena, Javier May y/o Claudia Sheinbaum. Ello ha derivado en denuncias por ACOSO LABORAL y DESPIDOS INJUSTIFICADOS.
Lo peor de ello es que los afectados han recurrido a diferentes actores políticos para buscar apoyo y sólo les han cerrado las puertas. En los escritorios de la Procuraduría de la Defensa del Trabajador del Estado descansan una docena de expedientes; otras actas administrativas se están procesando en el área jurídica del INJUDET. Son juez y parte, ellos acusan y ellos sentencian. El trabajador (o ex trabajador) olvidado a su suerte por ser gente que entró por contrato eventual o de confianza y no gozan de la protección de un Sindicato.
La zozobra se vive en los pasillos del INJUDET. Lejos de estar trabajando en desarrollar el deporte en las comunidades, colonias, villas, pueblos, rescatar el alto rendimiento, están buscando “traidores” debajo de los escritorios para acusarlos y enjuiciarlos. Han dado cuenta de mujeres embarazadas, una mujer insulino dependiente, señoras de avanzada edad que se dedicaban a hacer limpieza.
Alguien debe intervenir, alguien debe voltear a ver lo que ocurre en el INJUDET para evitar que se sigan cometiendo estos actos de barbarie, discriminación y acoso que viven los trabajadores”.