La postura de los legisladores federales de la oposición de no avalar la reforma eléctrica que el presidente de la República había enviado al Congreso de la Unión para su aprobación y que no logró el consenso, ha desatado de manera irracional el odio de la cúpula de Morena contra quienes haciendo valer su derecho a disentir decidieron votar en contra de esa reforma constitucional, al grado de que en una actitud absurda los tachan de traidores a la patria.
El Congreso de la Unión es uno de los tres poderes de nuestro país, que debe servir de contrapeso a las decisiones unilaterales que muchas veces toma el presidente de la República, y no servir de comparsa, de levanta dedo y aprobar sin chistar y sin quitarle una coma a todas las iniciativas de ley que el titular del poder Ejecutivo les envía para su análisis, discusión y posible aprobación en su caso, pero es ahí donde la oposición en su conjunto, cualquiera que sea, tiene el derecho de votar a favor o en contra de cualquier ley, y no por eso, su decisión se puede considerar como una traición a la patria,
En México no vivimos en un régimen monárquico donde las decisiones se toman y se aplican verticalmente sin que nadie proteste, nuestro régimen es democrático, republicano, constituido en tres poderes qué de acuerdo a la Constitución, son independientes, y que en un momento determinado pueden servir de contrapeso para frenar los excesos del poder Ejecutivo, sin que por este hecho sean recriminados, sean denostados o acusados de traición a la patria como ahora desafortunadamente el partido en el poder ha iniciado una campaña mezquina, porque no se sometieron al capricho de quien envió la iniciativa para reformar la ley de energía eléctrica, supuestamente para que el gobierno en su calidad de Estado tomara el control de la energía eléctrica en el país, que de ninguna manera ha perdido, porque a pesar de que desde hace años se abrió la participación de la Iniciativa Privada internacional en la generación de energía, el gobierno sigue teniendo y ha mantenido el control de la industria.
México no puede ser una isla, no se puede volver al estatismo que predominó hace más de treinta años donde el gobierno era el principal rector de los bancos, de las aseguradoras, de canales de televisión, de empresas pesqueras, agrícolas, citrícolas, entre muchas más, sino que se tiene que abrir a la participación de empresas de la Iniciativa Privada de otros países, desde luego todo regulado, porque está visto que el gobierno es mal administrador, que todas las empresas las ha quebrado por corrupción, generando un quebranto económico que siempre le pega a la población, a la que dicen defender, mientras que los inversionistas privados han tenido éxito, de tal manera que el Estado mexicano como regulador, puede obtener mejores ganancias vía impuestos y dedicarse más tiempo a gobernar, a solucionar problemas añejos de infraestructura, de obra social, atendiendo la prioridad que en este momento se requiere, la seguridad, para bajar los índices delictivos, la falta de empleos que propicia más empobrecimiento, y el crecimiento de la economía, intentar que predomine el régimen estatista donde se tiene el control de todo, es un salto al vacío, un severo retroceso, que en el pasado representó un rotundo fracaso, de allí que se tiene que aprender de los errores del pasado, porque creer que con esas recetas caducas al gobierno y al pueblo de México le irá mejor, es un garrafal error.
Que tanto le ha dolido al gobierno de Morena, y al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que está acostumbrado que todas sus iniciativas o reformas de ley fueran aprobados por los legisladores federales alza dedo de su partido, que lo aprobaban sin chistar, que ahora que los legisladores federales de cuatro partidos, que formaron un bloque opositor, y frenaron una de sus principales reformas como es la de energía eléctrica, provocó que se desataran los demonios incitando al odio, la violencia, la venganza, a la exhibición de quienes en el uso de su derecho parlamentario votaron en contra de la cacareada reforma como parte de su libertad de opinión.
Conociendo al presidente de la República, que es un hombre impositivo, obcecado y terco, es claro que su ego se vio dañado en mucho por los legisladores federales que le dijeron no a su reforma, porque era dar un salto al pasado con la utilización de energías sucias en vez de energías limpias. El rechazo a su reforma le pegó de lleno que el mismo ha iniciado la campaña de odio en contra de los legisladores federales de la oposición al acusarlos de traición a la patria cuando ni siquiera se constituyó ese delito, pero como él mismo dice lo que no mancha, tizna.
Porque creer que con esta reforma se iba a bajar la tarifa de luz en todo el país cuando en campaña López Obrador prometió que desde el primer día de su gobierno bajaría de precio el litro de gasolina, y no cumplió aduciendo que le faltaba una refinería y que ahora con la que se está construyendo en Paraíso, se lograra ese objetivo. Como creerle que la aprobación de su reforma de energía eléctrica, lograría bajar la tarifa de luz en millones de hogares, cuando en campaña prometió que metería a sus cuarteles al Ejército que patrullaba en diferentes estados del país porque la seguridad pública estaría a cargo de cuerpos policiacos dirigidos por civiles, e hizo todo al revés dándole más poder y dinero al Ejercito, que el sí metería en cintura a Trump que era presidente de Estados Unidos porque le había faltado el respeto a nuestro país, e hizo todo lo contrario, se entregó al gringo Trump, quien por cierto se acaba de mofar de como dobló al presidente de todos los mexicanos para que le sirviera sirviendo de contención para los inmigrantes de otros países.
Lo doloroso para el presidente de la República y todos sus aduladores, es que por primera vez una de sus iniciativas, la reforma a la ley eléctrica, no pudo pasar, no fue aprobado, porque por primera vez también los legisladores de la oposición hicieron un frente común, cerraron filas, para votar en contra de esa iniciativa presidencial que fue desechada porque no alcanzó la votación requerida, la cual consideraban lesiva para los intereses del país, de tal manera que eso ha desatado la furia, el odio, la violencia verbal desde el púlpito mañanero, donde el mandatario de la nación da rienda suelta a sus bajas pasiones y acusa a los legisladores de traición a la patria, solo porque no se plegaron a su capricho de aprobar su reforma, que hubiera generado decenas de demandas civiles de las empresas asentadas en el país que se dedican a la generación de energía eléctrica.
Es delicado lo que está haciendo el presidente de la República, el dirigente nacional de Morena y sus corifeos al incitar al odio y la violencia verbal en contra de los legisladores de oposición que han acusado de que sus oficinas en varios estados ha sido vandalizada por seguidores de Morena, que creyéndose más papistas que el papa, para congraciarse con el jefe del poder Ejecutivo actúan como hordas, generando violencia en contra de los legisladores que votaron contra la reforma constitucional.
Si la política es el arte de conciliar, de buscar puntos de concordancia para lograr un mismo fin, en el partido en el gobierno (Morena) se hace todo lo contrario, se practica la antipolítica, que es sinónimo de odio, de violencia verbal y deseos de venganza, contra quienes piensan diferente, contra quienes echaron abajo la reforma eléctrica, que propició que el presidente, quien de por sí mantiene polarizada a la población, iniciara una campaña de odio y descrédito en contra de los legisladores opositores a su gobierno.
OJITOS
Un grupo de maestros disidentes del grupo de Telesecundaria que encabeza Leonel Bocanegra y que siguen exigiendo a la titular de la Secretaría de Educación de Tabasco, Egla Cornelio, les entreguen sus plazas que se ganaron a pulso al presentar sus exámenes, viajará próximamente a la ciudad de México, concretamente a la subsecretaría de Educación Básica en donde presentaran un nuevo examen para que les sea entregadas sus plazas de Telesecundaria.
Mientras el grupo de Leonel Bocanegra, que son cerca de 90 maestros tienen demandadas las plazas ante las instancias legales, y han buscado otros canales gubernamentales para que presionen a Egla Cornelio para que entregue las plazas que si existen y la han estado dando a cuenta gotas a otras personas, el grupo disidente, en total son doce, tocó puertas en la ciudad de México, y es precisamente en la subsecretaria de Educación Básica donde fueron escuchados y atendidos en su petición, por lo que se supone que pronto obtendrán sus plazas.
Desde México han estado presionando a la titular de Educación para que deje de evadir su responsabilidad y entregue diez plazas de Telesecundaria al grupo disidente-dos fueron entregados en meses pasados-que desde hace tiempo debieron haber sido asignados, pero que mañosamente escondieron.
Si estos maestros disidentes logran firmar sus plazas, es claro que el grupo de Bocanegra exigirá con más fuerza que les asignen las plazas que por capricho de Egla se negó a entregarles.
También se comenta que desde la Secretaría de Educación Pública se descubrió acciones irregulares de la titular de Setab que la tienen al borde de la renuncia, con la cual la están amagando para que entregue las diez plazas y se cierre el asunto y pueda seguir tranquila en su cargo. Hay mucha tela de donde cortar, hay oficios sobre las plazas que mantuvo oculto la secretaria de Educación y que ahora quiere asignar en forma directa. Pronto aportaremos las pruebas para demostrar la actitud negligente y se puede decir hasta corrupta de Egla Cornelio.
Ahora la pregunta es, ¿si estos maestros disidentes logran firmar sus plazas corren el peligro de ser demandados por sus compañeros que también están a la espera de sus plazas?, se pone más interesante este asunto.
VISORCITO
Mexicanos Contra la Corrupción dio a conocer que lejos de disminuir el número de pobres en el gobierno de López Obrador, por aquello de que “por el bien de todos, primeros los pobres”, se ha incrementado de manera sustancial. La pobreza ha empeorado, la desigualdad también, y los recursos dedicados al gasto social en los primeros tres años de esta administración, contra lo que se dice, son menores a los que dedicó Peña Nieto en el mismo periodo.
El discurso prometió un antes y un después que no se dio: “Haremos a un lado la hipocresía neoliberal. El Estado se ocupará de disminuir las desigualdades sociales, no se seguirá desplazando a la justicia social de la agenda del gobierno. No se condenará a quienes nacen pobres a morir pobres”.
“Las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) desmienten estas palabras. Señalan que hoy 43.9 % de la población, 55.7 millones de mexicanos, se encuentra en situación de pobreza. Esto equivale a un incremento de 3.8 millones de pobres más que 2018 y representa una ruptura de la tendencia a la baja que se mantenía desde 2014. De los seis indicadores de carencias sociales que mide el Coneval (servicios de salud, seguridad social, calidad de la vivienda, servicios básicos y alimentación), la mitad empeoraron: la población en pobreza alimentaria pasó de 27.5 a 29.6 millones; el rezago educativo aumentó de 23.5 a 24.4 millones y la población que no tuvo acceso a los servicios de salud pasó de 20.1 a 35.7 millones. El presidente dice que 7 de cada 10 hogares reciben recursos de al menos un programa social. La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2020 del Inegi lo desmiente: sólo 29.7 % de los hogares reporta recibirlos. La población en pobreza general pasó de 49.9 % en 2018 a 52.8 % en 2020 y la de pobreza extrema, de 14 % a 17.2 %. En 2016, el 67 % de los hogares en pobreza extrema declaraba recibir al menos un programa social. En 2020 ese porcentaje bajó a 43 %”. Tras cada una de estas cifras hay una o varias políticas sociales fallidas del gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario