El viejo edificio del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana localizada en la colonia Tamulté que fue adquirido en el año 2011 con un sobreprecio de 32 millones, 600 mil pesos que significó que fuera catalogado como un hurto a las arcas públicas y que llevó a la cárcel a dos ex-consejeros electorales y otros ex-funcionarios se mantuvieran escondidos, de nueva cuenta vuelve a ser objeto de polémica por la decisión que ha tomado la Presidenta Provisional del organismo electoral de remodelarlo para que el personal se traslade a ese inmueble.
Este edificio de tres niveles sobrevaluado en 32 millones, 600 mil pesos y que posteriormente la Contraloría Interna del IEPCT determinó que el precio del inmueble fue sobrevaluado en 8 millones, 308 mil pesos, más gastos previos y posteriores a la adquisición, por lo que los daños al patrimonio ascendieron a 12 millones, 15 mil 128 pesos, que debían devolver los involucrados, propició que el gobierno de Arturo Núñez por conducto de la entonces Procuraduría General de Justicia iniciara una Averiguación Previa que en febrero del año 2015 propició que los ex-consejeros electorales Gustavo Rodríguez Castro y Héctor Aguilar Alvarado fueran detenidos y estuvieran en la cárcel por seis meses hasta que obtuvieron un amparo que los liberó, mientras ex-funcionarios como Carlos Iñiguez-Kaliche para sus amigos-quien fuera director de Administración del Instituto, y ahora es Secretario de Administración en el actual gobierno estatal, se mantuviera escondido, parece que se ha convertido en una mina de dinero o en un pozo sin fondo para funcionarios del IEPCT, pues a once años de distancia busca ser rehabilitado para ser ocupado por el personal del Instituto Electoral en base a un nuevo dictamen del Colegio de Ingenieros Civiles de Tabasco, cuando en su momento fue catalogado por especialistas en la materia que no era apta para ser utilizada como oficinas, ni para ser habitada por las fallas estructurales que tiene, lo que provocó que ahí quedara abandonada y el Instituto Electoral siguiera rentando el inmueble ubicado en la calle Eusebio Castillo donde al año se eroga más de un millón de pesos.
Rosselvy del Carmen Domínguez Arévalo, Presidenta Provisional del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, quiere meter a fuerza al personal de ese Instituto en el viejo edificio de la avenida periférico número 1206 de la colonia Tamulté de las Barrancas, propiedad del IEPCT. Desde su compra este inmueble generó el escándalo antes descrito y se convirtió en el más grande agravio cometido a una institución electoral del país por el alto sobreprecio de compra, que fue valorado inadecuado para las necesidades de la institución, el riesgo de estar asentado en un terreno en el que por debajo y a un costado del mismo pasan corrientes de agua y el peligro de su construcción.
Para tratar de meter al personal por la fuerza a ese viejo edificio, según se dice, le recomendaron buscar al presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Tabasco, A.C., Alfredo Villaseñor Negrete, con quien el 1° de diciembre del año pasado firmó de manera embozada un Contrato vestido de Convenio de Colaboración, para ocultar lo que realmente en el mismo se establece como por ejemplo su duración por cinco años, con el propósito entre otras cosas, de que el Colegio de acuerdo a la Cláusula segunda, inciso g, brinde “cualquier otra asesoría en materia de obra y de procesos relacionados con la materia, que el Instituto requiera; y h) Las demás previstas en este Convenio”, que son básicamente las relacionados con el edificio de Periférico, referidas en la primera cláusula a fin de “establecer entre las partes, las bases de coordinación para la realización de acciones necesarias, así como de interés mutuo que permitan utilizar a corto plazo el bien inmueble descrito en el punto 1.6 del apartado de Declaraciones del instituto del presente Convenio, a través de los estudios técnicos necesarios, dictámenes y propuestas de modificaciones, para el adecuado uso del inmueble y seguridad de las personas que lo ocupen”. El punto 1.6 que aquí se menciona se refiere a otra cosa, por lo que en realidad debió haberse dicho que es el 1.5 donde se encuentra inscrita la dirección del inmueble; bueno, ni en eso tuvieron cuidado.
Si bien el Colegio se cubre formalmente con el manto de que no es una asociación de lucro, lo cierto es que como reza el contrato, éste presentará “precios competitivos del mercado para la elaboración de proyectos, planos, asesorías, estructuras y estudios técnicos específicos o cualquier otro similar”, así como también que el Instituto cubrirá “los gastos extraordinarios que deriven de las actividades realizadas por personal del Colegio….. al precio más competitivo del mercado”; es decir, el Colegio actúa como cualquier particular y los trabajos se los dio y dará directamente su presidente a los socios o cuates, dado que como tal y ente administrativo no tiene personal específico destinado para este tipo de labores, por lo que tiene que encomendársela a sus agremiados y con ese amañado dizque convenio, la administración del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco eludió solicitar cotizaciones para dar el trabajo al mejor postor y por ese camino viaja la remodelación que determine el propio Colegio, que a final de cuentas por conducto de su presidente le será seguramente asignado a alguien de sus amigos, aunque declare la presidenta provisional que para la remodelación se hará una licitación nacional, que ya se sabe cómo terminará, y así felices y contentos, Rosselvy y Villaseñor por su Convenio de ayuda mutua. Intentar revivir a un muerto trae sus consecuencias.
Por eso, el dictamen de seguridad estructural del edificio de periférico que le fue entregado al IEPCT el 3 de enero de éste año, lo realizó una empresa llamada “DVARISA INGENIEROS ASOCIADOS”, con oficinas de acuerdo a su publicitación en internet, en la calle Ejido número 504 de la Colonia Tamulté de las Barrancas a cargo de los Ingenieros Álvaro Sánchez López y Miguel Gutiérrez Arias; sin embargo, esa dirección es una casa en la que por lo menos por fuera no se advierte movimiento ni tampoco algún letrero o anuncio que la identifique como sede de la empresa.
Pero es más, ese dictamen conjuntamente con el Contrato y otros documentos relacionados con el edificio de periférico, entregados de manera sorpresiva a los integrantes del Consejo Estatal durante la sesión ordinaria de Consejo del mes de enero del presente año, si bien tiene responsable de elaboración, indebidamente está censurado por supuesta reserva de datos personales que no aplica, porque es sólo el nombre y el Consejo que es la máxima autoridad debería saber quién es la persona responsable del dictamen. Por eso y muchas cosas más, la transparencia que quiere presumir Rosselvy, son sólo palabras para ocultar la realidad de la tenebrosa oscuridad en la que se mueve, como lo es también su bandera de lucha de las mujeres por la igualdad de género y la no violencia contra ellas, pues al interior del propio Instituto es un secreto a voces la versión de que ha ejercido violencia contra mujeres del IEPCT, como en este espacio hemos denunciado puntualmente, al grado de que en una ocasión el representante del ex partido Redes Sociales Progresista, en sesión de Consejo, se lo dijo; pero no solamente eso sino que solapa la de sus incondicionales y otros más.
¿De qué tamaño es el compromiso de Rosselvy para dejar atado al IEPCT al Colegio de Ingenieros Civiles de Tabasco, A.C., por cinco años, a efecto de que este tenga contrato en exclusiva durante ese lapso para ver todo lo relacionado con el edificio de periférico?, ¿por qué Rosselvy quiere desenterrar un muerto, que tiene visos de provocar un escándalo?, ¿es afán de notoriedad, de supuesta pulcritud o alguien la impulsa para engendrar problemas de carambola?, ¿por qué quienes integran el Consejo, es decir, consejeros electorales y representaciones de los partidos políticos han callado ante tal hecho, que no huele nada bien?, porque todos han callado y parece que seguirán callados, ¿por qué se oculta el nombre del responsable del dictamen de seguridad estructural?, qué caso tiene ocultarlo si ya se sabe que empresa la hizo, ¿será que el INE no tiene conocimiento de esto?, ¿por qué no interviene el INE para poner orden en el IEPCT?, todo parece indicar que sobre el viejo edificio de éste Instituto ubicado en periférico número 1206 ha caído una maldición que lo persigue desde su compra, envuelta en problemas y ahora con el intento de su rehabilitación vuelve a revivir esa fantasma.
En poco tiempo conforme se vayan desenvolviendo los acontecimientos, los propios involucrados con su actuar darán respuestas claras, que ya se advierten, a estas preguntas; sabremos su desenlace y cómo terminará todo esto que asoma desencadenar problemas mayores. Mientras tanto, el INE debería analizar los proyectos que ha votado Rosselvy y cómo ha votado y votará los que presente en su condición de Presidenta Provisional.
Es tanta la transparencia para no propiciar corrupción por parte de la Presidenta Provisional del Instituto Electoral con el Colegio de Ingenieros Civiles que en el convenio que firmaron el año pasado, en el octavo punto de la cláusula establecen la confidencialidad: “las “partes” guardarán confidencialidad respecto de las actividades materiales de este convenio……. La confidencialidad aquí referida deberá guardarse durante el periodo de duración del presente convenio-cinco años-, así como en los tres (3) años siguientes a que termine este convenio”, es decir en total serán ocho años que nadie sabrá todo lo que hicieron referente a la rehabilitación ¿Por qué?, cuando el dinero que utilicen proviene del gobierno y por lo tanto es dinero público que debe saberse como se invirtió.
Por lo pronto, los servicios del Colegio de Ingenieros Civiles de Tabasco ya le ocasionó gastos económicos al Instituto Electoral pues el simple dictamen de seguridad estructural se erogó veinte mil pesos, incluido el IVA, y los gastos por el servicio de levantamiento arquitectónico y elaboración de planos, mas la elaboración de catálogo de conceptos y alcances y el presupuesto de obra, alcanzaron la módica cantidad de sesenta y nueve mil seiscientos pesos, que sumados a los veinte casi llega a los 90 mil pesos que en el mes de enero tuvo que erogar el Instituto, donde se nota que les sobra el dinero, mientras que la población que siga metida en la austeridad republicana del gobierno de cuarta.
Mientras tanto el Colegio de Ingenieros Civiles presenta una revuelta en su interior por la próxima elección de su “junta de honor” donde su dirigente, Alfredo Villaseñor quiere tener mano para tener una junta a modo.
OJITOS
Durante la pasada visita a Villahermosa del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández para presidir una reunión encubierta de la reforma eléctrica donde en realidad se trató el asunto de la revocación de mandato, los celos políticos estuvieron a la orden del día, pues me cuentan que el diputado federal, Mario Llergo Latournieri, mejor conocido como su amigos como el perro Llergo, se puso verde del coraje cuando Adán se refirió al también legislador federal, Marco Rosendo Medina Filigran, a quien un conocido columnista bautizó con el mote de “Chendo jícara” como “mi hermano”, como compañero de la lucha política.
Desde luego que muchos se imaginaron que ese cumplido de Adán hacia Marco Rosendo, quien fuera su secretario de Gobierno en Tabasco, es porque lo quiere y lo adora, pero en el fondo se trató de un dardo envenenado que le lanzaron a Marcos Rosendo, quien siempre ha jalado cono Pepín López, y forman parte del equipo de promoción de Javier May Rodríguez para que sea el candidato de Morena al gobierno del estado en 2024, mientras que el equipo de Adán también trabaja para el candidato a gobernador que debe salir de su grupo. Se pone interesante el ambiente político en Tabasco.
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