Viciado de origen, la revocación de mandato que fue una farsa montada por el presidente de la República, solo sirvió para demostrar el por qué los funcionarios del gobierno federal de Morena y de los estados, estaban tan desesperados que se metieron a promocionarla para que la gente saliera a votar, y cínicamente no les interesó violar la Constitución, ni las leyes electorales, pero los resultados de ayer domingo no fueron los que esperaban, porque que esta revocación no será vinculatoria ya que no alcanzó el porcentaje de votación que se requería para tal fin.
Los morenos junto con su presidente de la República, podrán decir que la revocación de mandato de ayer es histórica, que triunfaron, que ganaron, que se impuso la democracia porque así lo quiere el pueblo, pero con revocación o sin revocación, López Obrador que fue electo para gobernar por seis años y que hay que reconocerle tiene millones de seguidores, no dejaría de ninguna manera el cargo de presidente, por lo que en realidad fue un gasto oneroso de millones de pesos lo que se realizó en la farsa de ayer para complacer el ego del mandatario del país, donde el acarreo, y el relleno de urnas fueron tan evidentes, que mostró la desesperación de los promoventes de la revocación.
Ganando el sí para que se quede, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha perdido, si ha perdido, porque en tan solo en estos tres años de gobierno, ha perdido a millones de seguidores que creían ciegamente en él, ha perdido votantes, hay millones de ciudadanos inconformes, molestos, decepcionados, aterrados, por la actuación del primer mandatario que ha hecho todo lo contrario de lo que prometió en campaña, por lo que le han dado la espalda y veamos porqué.
En las elecciones constitucionales de 2018 cuando todo era alegría, derroche de felicidad, cuando había una fe ciega hacia Andrés Manuel López Obrador, ganó la presidencia de la República por 30 millones de votos y fracción que logró obtener; ya en la elección constitucional intermedia de 2021, sufrió un tremendo bajón, pues su partido solamente obtuvo 20 millones y fracción de votos en las urnas, lo que representaría una baja en números redondos de casi diez millones de votos, diez millones de ciudadanos que ya están disgustados, inconformes con su forma de actuar, y ahora durante la revocación de mandato donde solamente participó él, sin tener candidatos opositores, siguió a la baja, siguió cayendo su popularidad pues solamente logró obtener 14 millones 700 mil votos, que si es importante, pero eso representa menos de la mitad de los electores que sufragaron en la elección constitucional de 2018, o sea que el presidente en tres años de gobierno ha perdido más de la mitad de sus fieles seguidores, de sus votantes por sus erráticas decisiones, y eso ya debe encender los focos rojos en Palacio Nacional, porque aunque el primer mandatario del país salga a festinar que se impuso la democracia participativa, que no fue tal, sino una farsa, salga a dar las gracias a los electores, ya sabe que su popularidad va en picada, va en retroceso, está cayendo, y con los números nadie juega, y si tomamos en cuenta que de esos 14 millones 700 mil votos, ¿cuantos fueron comprados, cuantos fueron acarreados?, porque los gobiernos estatales y municipales donde gobierna Morena, se dedicaron al despilfarro económico, primero en la promoción, y segundo, en el acarreo para que votaran por la revocación, ¿cuántos votos se le antoja a usted mi estimado lector que pudo recibir López Obrador con esta ilegal promoción?, o al revés, cuanta gente habría votado, como en el 2018, sin esa ilegal intervención de gobierno, seamos benignos, unos seis millones de votos bajo coacción, entonces sin la ayuda de la coacción, el presidente de la República en números reales solo tendría ocho millones de votos a su favor, que si son buenos, pero ese sería su capital político en este momento, que si es para alarmarse pues con ese número de seguidores o electores, suponiendo que todos le obedezcan, porque él ya no estará en las boletas, y voten por el candidato que postule Morena en 2024, no ganan la presidencia de la República, y eso si no se fracturan, mientras que una oposición con una buena coalición electoral tendría la oportunidad de echar de la presidencia de la República a Morena que se convertiría en flor de un día.
Veamos lo que dice un experto electoral como Luis Carlos Ugalde que ya fue presidente del organismo electoral, “los votos a favor de López Obrador son alrededor de 14.8 millones, son menos de la mitad de los 30.1 que obtuvo en 2018 y 28 por ciento menos que los 20. 6 millones que ganó el oficialismo en 2021(Morena-PVEM-PT)”. “el abstencionismo fue de 82.4 por ciento, este es el gran triunfador. Ya sabemos el voto duro o la capacidad de movilización de AMLO, poco menos de 1 millones de votos. El 1 por ciento del padrón electoral. Este es el dato más relevante hacia 2024”, revela Ugalde, es decir ocho de cada diez mexicanos no votaron a favor de la ratificación del presidente, lo cual es delicado para su proyecto de dejar a su sucesora en la silla presidencial, que es Claudia Sheinbaum
Los morenos, chairos y seguidores del presidente de la República, ponderaran que fue aplastante su victoria, nueve a uno, que si se quede, si de todas maneras cumplirá su sexenio, porque esa es la parte que solamente ellos ven, pero la triste realidad es que la revocación fue un fracaso, no del Instituto Nacional Electoral que realizó un buen trabajo como en las jornadas electorales, sino del propio Andrés Manuel y del partido Morena, que a pesar del acarreo, de la compra de votos, de las presiones que se ejercieron a los adultos mayores, jóvenes del futuro y sembrando vida entre otros sectores que reciben ayuda del gobierno federal, la participación fue mínima, pobre, que no pudieron superar ni la votación constitucional intermedia, y eso es muy delicado para el presidente de la República y sus aliados, por en pocos días estaremos viendo rodar cabezas de los responsables de la promoción de la revocación de mandato y de quienes delinearon las estrategias para sacar a votar a cientos de los seguidores del primer mandatario.
Y van a rodar cabezas porque no cumplieron con las expectativas, porque no sacaron el trabajo asignado, porque necesitaban sacar una alta votación para demostrar que el presidente sigue siendo fuerte en el país, pero fracasaron, porque solamente en los programas sociales de acuerdo al mismo gobierno hay más de 30 millones de beneficiarios que no se vio reflejado en las urnas, o sea que la inmensa mayoría de los beneficiarios de estos programas sociales, co,o jóvenes del futuro, sembrando vidas y adultos mayores, por solo citar los más importantes ignoraron la revocación de mandato.
En realidad ganando, nueve a uno, para que siga como presidente de la Republica, perdió, ya que desde antes de la revocación no había lugar a dudas que seguirá gobernando hasta cumplir su sexenio; AMLO perdió, si, perdió adeptos, perdió seguidores, perdió a la mayoría de los electores que sufragaron por él en 2018, y eso que compitió contra el mismo, y esto es delicado, porque con estos números no gana una elección presidencial, más cuando ya no estará en la boleta electoral, por eso a quien él ponga de acuerdo a lo que diga su dedito, no tendrá fácil la elección que se podrá agravar, si uno o dos de los aspirantes presidenciales deciden romper el cordón umbilical que los une al presidente y Morena, y deciden participar en otro partido.
Sin duda, uno de los damnificados políticos por estos malos resultados, es el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, pues es uno de los operadores políticos del presidente que perdió su capacidad de interlocución, de diálogo y pacificación con los actores políticos opositores y líderes sociales, por lanzarse de lleno a promocionar la revocación de mandato de manera ilegal, contraviniendo las disposiciones locales que terminaron por minar el ánimo de miles de mexicanos que están cansados que los funcionarios de gobierno sigan cometiendo acciones ilegales, mientras ello sueñan en que haya justicia para todos en nuestro país, ¿lo regresará el presidente a Tabasco? o ¿le dará oxigeno artificial?, mientras espera como sacarlo del cargo sin causar un cisma al interior del gabinete; que derrapada tan terrible sufrió Adán, que sus bonos políticos en el altiplano están en el suelo, porque ahora, dado que perdió la capacidad de interlocución su ayuda al presidente está limitado.
La revocación de mandato estuvo viciado de origen, porque de acuerdo a la ley son los ciudadanos inconformes con el presidente, en este caso los opositores, quienes deben recabar las firmas para exigir al Instituto Nacional Electoral se realice la revocación para que mediante un votación la población decida si el presidente se va o se queda, pero aquí resultó al revés, desde el inicio fue el partido Morena que recabó las firmas, las entregó al INE y posteriormente se exigió que se realizara la revocación que de hecho se trató de una ratificación en donde indiscriminadamente el gobierno de Morena, dilapidó recursos económicos en la promoción y en el acarreo de votantes, por lo cual resultó una farsa, en la que no cayeron los partidos políticos opositores.
OJITOS
Aquí en Tabasco, los partidos políticos opositores al gobierno cuestionaron la realización de la revocación, el dirigente estatal del PRD, Francisco Javier Cabrera precisó que la revocación de mandato que por primera vez se realizó en el país, fue una fiesta pagana organizada por Morena y su gobierno, que no salió como ellos querían, pese a que recurrieron a las viejas prácticas que en el pasado criticaron y que ahora las actualizaron.
Acompañado del senador del PRD, Juan Manuel Fócil Pérez, diputados locales, regidores y dirigentes de varios municipios, el líder partidista, habló de las irregularidades que se registraron en el desarrollo de la votación y que el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado participara en el operativo de acarreo de ciudadanos: “En Tabasco, así como en el resto del país fueron visibles los acarreos de votantes, en todos los municipios, Huimanguillo, Cárdenas, Comalcalco, Centro, militantes y funcionarios de Morena, utilizando hasta unidades de Seguridad Pública y recursos públicos para acarrear votantes, fue una fiesta pagana de los de Morena en domingo de Ramos”.
Remarcó que contrario a lo dicho por el Partido Morena y su gobierno, la jornada electoral de hoy-ayer- a estado manchada por una serie de irregularidades, que nos hizo recordar las tres décadas de lucha contra el partido hegemónico: “Es tanto, el cinismo para violar la ley electoral que se saben impunes, porque ante los dichos de su líder, moral, político y hasta religioso, “No me vengan con que la ley es la ley, no me vengan con ese cuento”.
Dijo que se lamentaba que se cumpliera su pronóstico porque desde muy tempranas horas, los beneficiarios de programas sociales como son adultos mayores, jóvenes construyendo el futuro y sembrado vida, fueron obligados a votar bajo presión y amenaza: “En el estado todos los funcionarios, pasando por el gobernador Carlos Manuel Merino Campos, diputados y presidentes municipales, operaron una elección de Estado, donde sin duda se utilizaron recursos públicos para la movilización, todo en el afán de demostrar su superioridad moral, compiten entre ellos para ver quién es más servil al presidente”.
Por su parte, la dirigencia estatal del PRI dejó en claro que la revocación resultó una farsa política y la simulación democrática más costosa de la historia, impulsada por el gobierno autoritario morenista, que fue repudiado por las y los ciudadanos que se ausentaron de las urnas en esta jornada electoral que costó el país más de mil 600 millones de pesos, por lo que el PRI como partido responsable no se prestó a este despilfarro de recursos en el que el partido oficial y sus aliados desvirtuaron de principio a fin, con el acarreo, compra de votos y el taconeo de urnas para poder cumplir con el capricho de su jefe.
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