OJO VISOR
Jacinto López Cruz
Como nunca antes
en la historia del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco,
la negligencia, el desorden, la corrupción y el escándalo se adueñaron de éste
organismo durante la estancia de Maday Merino Damián como presidenta, de lo que
dieron cuenta oportunamente los medios de comunicación y las redes sociales,
aunque no del todo porque la pandemia del Covid-19 limitó por un lado a quienes
nos dedicamos a la comunicación a averiguar todo lo que pasaba al interior del
IEPCT y por el otro, la gravedad del problema de sanidad ocupó los espacios de
comunicación pública.
El manejo turbio
de los recursos económicos, humanos y materiales no es ningún secreto, pues la
versión comenzó a correr al poco tiempo de haber tomado posesión y se hicieron
más fuertes en su último año por el descaro con que se llevaron a cabo,
pensando que por el problema de la pandemia no trascenderían, como por ejemplo
las asignaciones directas que otorgaron a proveedores, que ni tan siquiera
tenían oficinas como tales, sino departamentos de vivienda, o la compra de poco
más de cinco millones de pesos en publicidad en las redes sociales que
pretendió hacer Lucila Priego del área de comunicación, que públicamente fue
denunciado en Telerreportaje por la Contralora del IEPCT.
La corrupción fue
tan brutal que hasta familiares de funcionarios del propio Instituto se
volvieron proveedores en el ramo de la comida, y hasta embarraron a familiares
de funcionarios del Instituto Nacional Electoral en Tabasco, creyendo que con
esa serie de complicidades estarían a salvo de cualquier investigación, es más,
el mismo Juan Manuel Segura corroboró la corrupción de la que fue cómplice en
el documento que apoyado en si distribución por la consejera electoral Rosselvy
del Carmen Domínguez, embarrada hasta el tuétano en la desviación de recursos
públicos, y paradójicamente ayudado por la responsable de Comunicación Lucila Priego,
quien llamó a algunos reporteros para darle cobertura a la denuncia de Segura,
éste aportó elementos de causa de esa brutal corrupción, que después que lo
despidieron al pretender curarse en salud y “golpear” a los consejeros que
decidieron su salida, sacó a relucir
públicamente, sin entender que siendo parte de la Junta Estatal Ejecutiva,
integrado por solamente tres personas, Maday Merino, en su calidad de
presidente del Instituto, Armando Rodríguez Córdova, en su calidad de
Secretario Ejecutivo, y él, Juan Manuel Segura como director Ejecutivo de
Administración, eran los únicos que autorizaban todo, y cuando digo todo es
todo, desde salarios, compras, a quienes despedían, a quienes contrataban y el
sueldo que les asignaban, con que empresas hacían negocios, cuanto le pedían de
“moches”, de tal manera que al sentirse traicionado Segura arremete en contra
del secretario Ejecutivo al que acusa de traición, luego que entre ellos
planearon como robarse parte del presupuesto del Instituto Electoral.
El miércoles
cuando Segura llegó al Instituto acompañado por reporteros que acudieron al
llamado de Lucila, que quien sabe de dónde sacó recursos económicos para
“apoyar” a los compañeros, por fin fue notificado por la Contraloría Interna de
que tiene varias demandas, desde administrativas, hasta penales como también ya
le tienen comprobado que su amasia trabaja en el mismo Instituto negando
cínicamente que tenga algún familiar en la nómina cuando producto de esa
relación hay un infante.
En el caso de
Maday Merino, que también es cómplice de la corrupción que ha salido a relucir,
pero que se hace la desentendida porque se escudada de no firmar documentos
porque el que debía hacerlo era Armando Rodríguez, solamente
basta mencionar dos perlas que dibujan su atraco al dinero público: la compra
de 4 camionetas que fueron adquiridas, no en la agencia como debió haberse
hecho, si no a un particular, a un precio mayor, y la pretensión avalada
subrepticiamente de quien le fue asignado, sin tener vehículos, el contrato de
transporte en las elecciones de éste año (denunciado por la Federación de
Transportistas del Estado de Tabasco), de cobrar adicionalmente servicios que
no fueron solicitados, ni proporcionados por casi medio millón de pesos, t
aunque ese cobro, finalmente no fue hecho, eso muestra la atrocidad y la mente
perversa de la ex-presidenta del Instituto a quien la Unidad de Inteligencia
Financiera de la Secretaría de Hacienda debe de hurga en sus cuentas bancarias
para encontrar su inexplicable riqueza en estos siete años que estuvo al frente
del organismo electoral. Se habla de millones de pesos que no corresponden a
sus percepciones salariales sino a algo más turbio.
En su período (de
Maday) en las elecciones de 2015 fue anulada la elección del Municipio de Centro
y el Programa de Resultados Electorales Preliminares fue un fracaso total, pues
no dio resultados y la empresa contratada cobró sus “servicios” millonarios como
si los hubiese hecho bien, porque según trascendió en su momento hubo arreglo
de entregar un porcentaje del mismo a la jefa ( así le gustaba a Maday que le
dijeran), a lo que se sumó entre otras cosas, en las elecciones de éste año, la
impresión errónea de poco más de setecientas mil boletas, que tuvo como origen
la Coordinación de Organización cuyo titular es Roberto Pedraza, quien conjuntamente
con el Secretario Ejecutivo Armando Rodríguez Córdoba, habrían provocado a
propósito el error, para acabar con las aspiraciones de la Directora de
Organización y Educación Cívica, Blanca Moreno Roa, de ser consejera, a quien
no pueden ver porque la consideran una intrusa en el coto de poder que tenían
en esa Dirección conjuntamente con el consejero Hernán González Sala y la
tolerancia de Maday. Pero además, no le
perdonan su llegada a la Dirección, porque ese grupo consideraba que quien
debería asumir la dirección era Pedraza, pero el Consejo lo hizo a un lado para
poner en su lugar como titular a Moreno Roa.
El Ojo Visor, que
en todo está, ha logrado averiguar que todo el procedimiento formal para la
impresión de las boletas fue correcto y que por tanto el problema no estuvo ahí,
sino en la comunicación informal que por lo menos cuatro personas del IEPCT,
entre los que se encuentra Pedraza, mantuvieron con altos funcionarios de
Talleres Gráficos de México. Y aunque el ex-director Ejecutivo de
Administración, Juan Manuel Segura encuerdado por los consejeros electorales
Rosselvy y Hernán, a quienes les prestaba dinero cuando necesitaban, tomado de
la caja del Instituto, acusó en su documento que hizo público (que forma parte
de su confesión) que la Roa es la responsable del error de las boletas, hasta donde hemos logrado averiguar, la
Contraloría Interna tiene prácticamente toda la información para su análisis y
en cualquier momento dará a conocer el resultado de sus pesquisas, y se sabrá
quienes son los verdaderos responsables del daño a los recursos públicos del
organismo electoral.
Hay mucho mar de
fondo, intereses y complicidades que poco a poco van saliendo a relucir y que
retrata toda la podredumbre que se ha está viviendo al interior del Instituto,
veamos; sobre éste hecho ( de las boletas electorales), en su momento algunos
partidos, principalmente el Partido Acción Nacional y de la Revolución
Democrática, como era de esperar, por cálculo político, pusieron el grito en el cielo y lo magnificaron, al
grado de que incluso el PAN solicitó al Instituto Nacional Electoral la
remoción de los consejeros, aunque claro eso no le preocupó a Maday Merino pues
su período terminaría en septiembre, y en caso de cualquier sanción no la
alcanzaría, pero su Consejo General lo encontró sin fundamento; pero eso sí,
estos dos partidos le cargaron la mano al consejero Víctor Mejía y a Blanca
Moreno Roa, haciéndolos directamente responsables de la mala elaboración de las
boletas que obligó al organismo electoral a erogar otra cantidad de dinero para
volverla a imprimir, lo que también pudo haber propiciado la anulación de la
elección.
Pero ustedes mis
lectores se preguntarán, el porqué en el caso del PAN Tabasco, su dirigencia
actuó con una actitud iracunda exigiendo la remoción de quienes consideró que
eran los responsables del problema de las boletas, pero todo tiene una
explicación, el enojo de la dirigencia fue y es alimentado por la ex-consejera
electoral Claudia Jiménez López,
cercana personalmente y través de su esposo a ese partido, quien
ahora se presenta como coordinadora de asesores del Consejero del INE, Uuc-Kib
Espadas Ancona y dice a los que desean escucharla tener ascendencia en él, lo que
le permite hablarle al oído, particularmente en lo que concierne al Instituto
Electoral de Tabasco, con la ayuda de su otro asesor el también ex-consejero
electoral en Tabasco, Óscar Guzmán, quien nunca ha hablado bien de los
tabasqueños y tampoco de otro partido que no sea el PRI, por lo que resulta
extraña su presencia como “asesor” del Consejero Espadas Ancona. Por cierto
Oscar Guzmán en su último año que estuvo en el Instituto permitió que se
ejerciera violencia laboral y de género en contra de una de sus asistentes que
llevaba diez años trabajando para la institución. La misma Maday ordenó a
Armando que corrieran a la trabajadora, que casi fue sacada por la fuerza del
edificio y no se le permitió entrar, violándole todos sus derechos, por lo que
existe una demanda al respecto. La plaza de esta joven le fue asignada a la
secretaria particular de Armando, con quien comete bigamia, claro, el salario
de la dama es fabuloso como el de su marido que es funcionario del organismo
electoral.
Es difícil pensar que
ambos realmente asesoren al Consejero del INE, pues en su desempeño como consejeros
electorales del IEPCT dejaron mucho que desear, fueron nefastos en su
desempeño, lo que habla de su tamaño y la pregunta no es porqué los tiene como
asesores, pues es una decisión muy suya, sino ¿qué intereses tienen Claudia y
Óscar para seguir interviniendo en la vida del IEPCT, utilizando la cercanía
con el Consejero? La respuesta es sencilla, Claudia y Óscar apuntalan a Armando
Rodríguez Córdoba, a Hernán González Sala, a Rosselvy Domínguez Arévalo y a
Roberto Pedraza, porque son del mismo grupo; quieren seguir sosteniendo a sus
incondicionales y buscan continuar recomendando a personas para que trabajen en
el Instituto.
Por cierto, la
misma Claudia ha dejado correr la versión entre sus incondicionales, que a
través del Consejero del INE Espadas Ancona tiene vara ancha para influir y
decidir quién de las seis aspirantes a consejeras será la nueva presidenta del
Instituto Electoral y de Participación Ciudadana para que siga con el trabajo
que venía realizando Maday Merino, es decir quiere que siga la opacidad, la
intolerancia, la corrupción y el nulo rendimientos de cuentas por parte de ese
organismo, ya veremos si el Consejo General del INE accede a los deseos de la
asesora del Consejero Espadas Ancona. No cabe duda que en este gobierno de la
Cuarta Transformación el más chimuelo masca fierro.
La pus está
brotando a borbotones del interior del Instituto Electoral y de Participación
Ciudadana, hay mucha tela de donde cortar sobre la forma en que tres personajes
siniestros hicieron y deshicieron con el presupuesto público, Maday, Armando el
enamorado y el ahora destituido Juan Manuel Segura, pues los tres decidían
todo, a que proveedores había que beneficiar con los contratos para los
respectivos “moches” que por conducto de David Roberto, quien era el coordinador
de Recursos Financieros, como causaron daño al erario del instituto al
rtrescindir de manera ilegal contratos por lo que al ser demandados tuvieron
que pagar los daños y perjuicios, del porque se embolsaron el dinero presupuestado
para apagar un mes de sueldo íntegro al personal transitorio que realizó el
trabajo de pago por el cual se le debe fincar responsabilidades a Segura, así
como de la embarrada a un funcionario del INE. Nos leemos el próximo lunes.
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