OJO VISOR
Jacinto López Cruz
Desde el gobierno
de Andrés Granier, independientemente de los actos de corrupción que se
cometieron, ya se venía padeciendo un gran déficit financiero, que en el último
año de su gobierno colapso, con las consecuencias de todos conocidos, y el mismo problema se presentó durante el último
año del gobierno de Arturo Núñez que ya no tuvo recursos económicos, no
solamente para pagar los sueldos y prestaciones de fin de año de la burocracia,
sino que tampoco le pagaron a docenas de proveedores que pasaron un mal fin de
año.
Con el triunfo en
la presidencia de la Republica de Andrés Manuel López Obrador y en el gobierno
de Tabasco de Adán Augusto López Hernández, este último aun sabiendo del
terrible boquete financiero, que habían dejado los gobiernos de Andrés Granier-
a los pocos meses exonerado de cualquier desviación de recursos- y de Arturo
Núñez, para quien muchos tabasqueños pedían cárcel al conocer que dejo
quebradas las arcas públicas, decidió apechugar ese quebranto y quizás en un
exceso de confianza por aquello de que teniendo presidente de la República de
origen tabasqueño se nadaría en la abundancia, y habría suficientes recursos
económicos, presumió en el primer año de gobierno-2019- de que tenían finanzas
sanas y que alcanzaría para pagar los salarios y las prestaciones de fin de año
de la clase trabajadora y pagar a los proveedores y que no incurriría en esa irresponsabilidad
de su antecesor que no le alcanzó el presupuesto para los pagos de fin de año,
por lo que la burocracia le realizó, marchas, plantones y cierres de vías de
comunicación noviembre y diciembre de 2018, por lo que tuvo que entrar al quite
el presidente López Obrador enviando recursos económicos para pagar sueldos y
prestaciones de fin de año.
A la par de que el
gobernador Adán Augusto López presumía de las finanzas sanas de su gobierno,
inició el plan de austeridad que consistió en desaparecer o fusionar a algunas
dependencias de gobierno para ahorrar dinero, se bajaron salarios, en el
Congreso local los legisladores se bajaron sus dietas económicas también para
ahorrar, se sacrificó a la burocracia al hacerlos pagar el impuesto de sus
aguinaldos como de sus demás prestaciones, desaparecieron las juntas
distritales del Instituto Electoral porque era un dispendio y había que
ahorrar, se redujo el número de regidores en los 17 ayuntamientos con el mismo
fin, se cerró la coordinación de Comunicación Social que representaba más de 00
millones de pesos en gasto anual-y eso que me quedó corto- y todo lo que tenía
que ver con reducciones económicas se aplicaron para hacer más austero y eficiente
el presupuesto público, por lo que parecía que a pesar del boquete financiero
considerado en más de seis mil millones de pesos de déficits dejado por el
gobierno de Arturo Núñez, las finanzas
estaban sanas y gozando de cabal salud,
por lo que alcanzó para pagar salarios y las prestaciones de fin de año.
Las finanzas sanas
que anunciaba el gobernador con bombo y platillo sufrieron un serio tropiezo
cuando en una de las sesiones del mes de abril de 2020, la legisladora
perredista en el Congreso local, Dolores Gutiérrez les destapó la olla del
tamal al denunciar que el gobierno de Adán Augusto López había pedido a cuatro
bancos un préstamo que se utilizó para pagar las prestaciones de fin de año de
la burocracia. Ese préstamo era con cargo a las participaciones federales que
le entregaría al año siguiente del préstamo, o sean en 2020; por lo que el
gobierno Morenista recurría a la misma práctica viciada realizado por el
gobierno de Andrés Granier y Arturo Núñez que pedían prestado dinero para pagar
los sueldos y prestaciones de fin de año, hasta que les llegó el último año de
gobierno y ya no pudieron recurrir a la misma práctica, por eso a ambos
gobiernos les estallaron las marchas y manifestaciones en los dos últimos meses
de su último año de gobierno, porque ya no tuvieron forma de prestar dinero, y
este gobierno de Morena va que vuela por el mismo camino, lo que se verá
reflejado en el último año de gobierno.
Con supuestas
finanzas sanas en 2020 el gobierno de Adán Augusto López volvió a recurrir al
préstamo quirografario para pagar las prestaciones de fin de año, porque el
boquete financiero de los dos gobiernos anteriores, no le dejan otra opción,
pero aun así, el ejecutivo estatal siguió presumiendo que el gobierno de
Tabasco tenían finanzas sanas, hasta que en el mes de julio de este año el
mismo gobernador López Hernández reconoció en el noticiero Telereportaje, que
en ese momento tenían una crisis financiera ya que ni siquiera tenían recursos
económicos en la caja para pagar la quincena, por lo que tenían paralizado el
pago a los proveedores y prestadores de servicio, pero esperaba que pronto se
recompusieran las cosas, entonces ¿había finanzas sanas en el gobierno o
estaban en números rojos?.
Sin embargo, a
pesar de que se estaba viendo que el gobierno estatal se encontraba endeudando
y no tenía otra salida para salir del atolladero, se siguió con la cantaleta de
que tenían finanzas sanas, de que no pasaba nada, de que estaba garantizado el
pago de los trabajadores de fin de año, así de temerarios en sus declaraciones,
hasta que unos días antes de irse a la secretaría de Gobernación, Adán Augusto
López envió al Congreso una solicitud de empréstito bancario a largo plazo
mismo que se utilizaría para ciertas obras y para reforzar la seguridad, dejándole
una papa caliente a quien lo sucedió en la gubernatura, a Carlos Manuel Merino,
quien siguió repitiendo la cantaleta de finanzas sanas, secundado por el
secretario de Finanzas, Said Mena, que volvió a jurar en vano de que la
burocracia no tuviera de que preocuparse porque estaban aseguradas las
prestaciones de fin de año, pero no era cierto, ya que ahora se vio, que de
nueva cuenta han tenido que recurrir a otro préstamo quirografario a los bancos
para salir del atolladero y así pagar salarios y prestaciones de fin de año a
todos los trabajadores de gobierno, con lo que se demuestra que es una falsedad
la cantaleta de finanzas sanas, porque ningún gobierno o persona física
teniendo finanzas sanas, se endeuda para pagar algo, cuando en todo caso toma de
los recursos económicos del que dispone para solucionar el problema, por lo que
es claro que el gobierno estatal se encuentra en bancarrota
No hay una
explicación concreta de hacia donde se ha direccionado el presupuesto público
del gobierno estatal, porque de las obras que se realizan en el estado
corresponde a inversión del gobierno federal, por lo que el mismo gobierno solo
acierta a echarle la culpa a la pandemia, de que la mayoría de los recursos
públicos se utilizó o se está utilizando en el combate a la pandemia del
Covid-19 pues no han escatimado recursos para comprar desde medicamentos, hasta
equipos médicos, pero el Coronavirus
llegó a Tabasco en marzo de 2020 y no en
2019 cuando el ahora secretario de Gobernación presumía que su gobierno
tenía finanzas sanas, pero aun con finanzas sanas en ese mismo año, 2019,
recurrió a un préstamo quirografario a cuatro bancos para poder pagar salarios
y prestaciones económicas de fin de año para que no tuvieran problema, préstamo
que mantuvieron en el más completo silencio hasta que la ahora ex-legisladora
perredista Dolores Gutiérrez los exhibió y tuvieron que aceptar que era una
realidad.
Luego, entonces,
no es la pandemia del Covid-19 lo que ha hecho que el gobierno estatal en vez
de finanzas sanas, tengan finanzas con saldo rojo, sino que algo más delicado,
del que prefieren guardar silencio, y apechugar los cuestionamientos del porque
están realizando tantos prestamos, que deja al gobierno de Merino en calidad de
mentiroso ante la opinión pública.
Hay voces que
argumentan que el déficit financiero del gobierno del estado es producto del
boquete económico dejado por el gobierno de Núñez, más de seis mil millones de
pesos, más lo que dejó el gobierno de Andrés Granier, y que como hay un pacto
secreto que impide que el gobierno Morenista meta a la cárcel al ex-gobernador
perredista Núñez, así como a quienes fueron sus más cercanos colaboradores, este
gobierno prefiere “aguantar vara” todos
los señalamientos que realiza la opinión pública, pero lo cierto es que ya no
pueden seguir engañando a la sociedad de que tienen finanzas sanas, cuando sus
finanzas tienen saldo rojo.
También hay
quienes opinan que el saldo rojo de este gobierno Morenista se deriva de las
elecciones de junio de este año , en donde el secretario de Gobernación, que aún
era el gobernador le metió millones y millones de pesos a la elección para
poder ganar en la mayoría de las presidencias municipales y diputaciones
locales, y que por ese boquete financiero, es que ahora el gobierno que encabeza
Carlos Manuel Merino está solicitando un nuevo préstamo bancario con cargo a
las partidas presupuestales federal de 2022, lo que se les está convirtiendo en
un círculo vicioso que les estallará en las manos en noviembre y diciembre de
2024, cuando no tengan ni un peso en las arcas para pagar los salarios y
prestaciones de la burocracia, a como le sucedió a Granier y Núñez
Es inexplicable
que han hecho con el presupuesto público pues en 2019 el gobierno estatal
recibió cerca de 51mil millones de pesos, y así subsecuentemente, pero no les
alcanzó y eso que cuando Morena era oposición sus principales dirigentes
sostenían que ellos si sabían gobernar, que ellos si conocían de las carencias
de la población, de sus necesidades y que se les iban a resolver, aun así, cono
todos los recursos económicos ahorrados como producto de la austeridad
Republicana, de que no reparten o regalan nada a nadie, pues la población se da
vuelta en las dependencias de gobierno pidiendo apoyos de diferentes cosas y no
les dan nada, ni una despensa, no se sabe, no se conoce en que gastó el
gobierno el presupuesto público, porque otro de sus máximos logros es la
opacidad, la falta de transparencia, cuando en el pasado le exigían a los
gobiernos que transparentaran todo lo que gastaban.
Tal vez deban de
preguntarle a algún ex-gobernador priista del pasado, como le hacían para
resolver tantos problemas, para entregar, despensas, medicinas, laptop,
bicicletas, que les regalaban varios carros a los burócratas durante su
festejo, que gastaban miles de pesos en el día de la madre, del niño, del
maestro, del médico, de la enfermera y hasta les alcanzaba para robar, pero
resulta que este gobierno Morenista que es austero, que no se roban ni un peso
sus funcionarios, que no regalan nada, resulta que no les alcanza el
presupuesto y tiene que pedir dinero prestado a los bancos para poder pagar las
prestaciones de fin de año de la burocracia.
Desde el gobierno
de Andrés Granier cuando se aprobó la nueva miscelánea fiscal por el Congreso
de la Unión y Tabasco perdió cerca de diez mil millones de pesos anuales por
concepto del petróleo, aunado al mal manejo financiero, más lo que se
“arañaron”, comenzó el circulo vicioso del déficit financiero que le pegó al
propio gobierno de Granier en el último año de su gobierno-diciembre de 2012- y
posteriormente en el gobierno de Núñez le pasó lo mismo, los dos últimos meses
de 2018 -noviembre y diciembre- fueron crucialeas, marchas, plantones,
manifestaciones y cierres de vías de comunicación marcaron su cierre por la
falta de dinero.
Si este gobierno y
el que gane en el 2024 no quiere vivir las consecuencias de la falta de dinero,
desde ahora deben de ir preparando el terreno, pidiéndole más apoyo económico
al presidente de la República, para que llegado el momento no se viva el mismo
calvario. Se estima que el déficit
económico está entre los 12 y 14 mil millones que se necesitan en Tabasco para
solucionar este circulo vicioso.
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