martes, 23 de junio de 2020

HOSPITAL DE LA MUERTE

OJO VISOR
Jacinto López Cruz
Jaclop62@hotmail.com

Después de que se registraron cerca de diez muertes de personas en el Hospital Regional de Petróleos Mexicanos en Villahermosa a consecuencia de que el personal médico les suministró Heparina Sódica contaminada, se creyó que el servicio medico mejoraría, que habrían medicinas suficientes como los implementos para hacer frente al Covid-19 y que habría una mayor sensibilidad de todo el personal, pero resulta que nada ha cambiado, sino que al contrario todo parece empeorar.
Cesado o separado de la dirección del ahora llamado hospital de la Muerte, por el numero espantoso de personas que murieron por negligencia médica, José Luis Oramas, fue designado para hacerse cargo de la dirección otro doctor, Sergio Javier Madrigal Arana (alias) El Charrito Pemex, pero este aún mucho peor, pues venia proveniente del Hospital de Pemex en Reynosa, Tamaulipas, en donde fue acusado de inútil, prepotente, déspota y corrupto, por parte de trabajadores del nosocomio que denunciaron que no contaban con el equipo médico, ni de protección para atender a los pacientes de Covid-19, mucho menos se respetaba los protocolos de seguridad.
A pesar de sus negros antecedentes, por la inconformidad del personal médico y de enfermería del hospital de Reynosa, Tamaulipas, por no respetar los protocolos de seguridad para hacer frente a la pandemia, los responsables del área médica de Petróleos Mexicanos, sin importarles que el Hospital Regional de Pemex en Villahermosa se estaban viviendo momentos difíciles por la muerte de cerca de diez pacientes a los que le aplicaron heparina contaminada, decidieron enviar a una persona sin sensibilidad, carente de escrúpulos y moral como Sergio Javier Madrigal Arana para que se hiciera cargo del nosocomio, pero no solo pasó eso, sino que nombró como jefe del cuerpo médico a José Luis Oramas, si, el mismo que por su negligencia permitió que le aplicaran a una veintena de pacientes Heparina Sódica contaminada por lo que fallecieron diez, de tal manera que en vez  mejorar las cosas al interior del nosocomio se ha ido empeorando, sobre todo porque están traficando o vendiendo a otras instituciones los medicamentos que le han estado entregando a este hospital en donde acusan que Oramas contando con la complicidad de Madrigal Arana, era el encargado de sacar los medicamentos para negociarlos.
Hay muchas quejas de negligencia medica en contra de la forma que se está trabajando en el hospital de Pemex, que están dejando morir a los pacientes contagiados de Covid-19, porque no hay la atención que se requiere, ni le aplican los medicamentos considerados como necesarios para que los pacientes que están internados pueden permanecer estables, es más, ni siquiera los alimentos de los suministran a tiempo a quienes están internados y que deben recibir sus alimentos para resistir la carga de medicamentos que les aplican, pero la indolencia, el valemadrismo del director, raya en su misma cobardía, pues está prohibido que cualquier familiar de los pacientes pida información de como se encuentra su enfermo, que tipo de medicamentos le están suministrando concretándose a decir que todo está bien, que no se preocupen, hasta que les informan que su familiar ha fallecido.
Hay un promedio diario en este hospital de Pemex de 3 a 4 personas que están falleciendo, aunque las cifras las maquillan para decir que solo falleció uno o máximo dos, pero ayer lunes fallecieron en un lapso de dos horas seis pacientes, cuya cifra también maquillarán, como también ocultan el número real de pacientes que han ingresado al hospital por contagio de Covid-19, ya que por solo decir en el segundo piso de ese nosocomio, hasta ayer, en ese solo piso había 65 personas contaminadas de Covid-19.
Un acto de negligencia criminal, cometido por el director del hospital, Sergio Javier madrigal Arana, y el ahora jefe médico, José Luis Oramas se presentó ayer, pues prácticamente los están acusando públicamente de que dejaron morir a uno de los pacientes que estaba contagiado de Covid-19, pues no le realizaron los estudios correspondientes para determinar el avance de sus otras afecciones, como también lo dejaron sin comer durante 24 horas, no porque así fuera el requerimiento médico, sino porque la comida suministrada por el hospital no lo podía digerir el enfermo, y pese a que este requirió que llamaran a su familiar para que llevara la comida que si podía ingerir, al director, a Oramas y al internista llamado Batun, les valió madre que el enfermo no comiera absolutamente nada durante 24 horas lo cual lo debilitó, por los medicamentos que estaba recibiendo.
El pasado viernes por la tarde noche ingreso al Hospital Regional de Pemex en Villahermosa el ingeniero Carlos Daniel “N” proveniente de ciudad Pemex, quien llegó con síntomas de Covid-19 y porque su oxigenación no era la adecuada, por lo que desde su ingreso requirió de mascarilla con oxigeno para intentar su estabilización.
Contaminado de Covid-19, y con problemas de hipertensión arterial y diabetes, el ingeniero necesitaba con urgencia a que se le realizaría varios estudios para ir descartando posibles afectaciones, ya que sin la mascarilla no recibía la suficiente oxigenación que necesitaba su organismo, por lo que necesitaba estar en completo reposo, comprometiéndose el internista Batun que los estudios se le realizarían con urgencia, pero que sería hasta el domingo, pero ese día el internista no llegó, por lo que la familiar del paciente se vio obligado a solicitar la intervención del director, que para quitársela de encima, acusó que los pocos doctores que tiene el hospital, las enfermeras y trabajadoras sociales actuaban en forma inhumana con los pacientes de Covid-19 y que él ya no podía controlarlos, por lo que había pedido con urgencia le enviaran mas personal médico de otras instituciones de Pemex, comprometiéndose a que los estudios requeridos se realizarían con urgencia para determinar el estado del paciente dado que no oxigenaba bien, aunque la fiebre ya había cedido.
El sábado por la noche cuando se supone hay una guardia permanente encabezado por un internista para estar pendiente de los pacientes con Covid, la sala lució desierta, los responsables tal vez fueron a dormir o estaban en otra área, pero en la segunda planta donde están los pacientes en fase media de Covid-19, es decir, que no están ni muy graves, ni muy sanos, nadie, pero nadie los atendió, lo cual fue reportado el domingo al director, quien indignado dijo que eso se tenía que corregir, pero que va, fue simple simulación para calmar al familiar del paciente que reclamó, pues acostumbrado a mentir, a simular, se ha vuelto un miserable cínico que juega con el dolor ajeno,
El domingo tampoco fue posible que se le hiciera los estudios al enfermo de Covid-19, por lo que el director le pidió a Oramas que se hiciera cargo directamente del paciente, que le hiciera todos los estudios sin falta el lunes a primera hora, dado que el internista Batun hace lo que se le pega la gana, pero que ya sería puesto en horma para que aprendiera a cumplir con sus responsabilidades, pero que va, todo era simulación, pues el mismo director encabeza las negligencias y la venta de medicamentos que sustraen del propio hospital sin interesarle que los pacientes se queden sin la atención necesaria, eso es actuar criminalmente en contra de la propia institución a la que le revienta los problemas como el deceso de los pacientes que le suministraron Heparina.
De sábado para domingo el paciente de Covid-19 no pudo almorzar debido a que por la debilidad de sus mandíbulas no podía masticar la carne de pollo, por lo que pidió a quien estaba en el área le avisaran a su familiar que estaba afuera para que le llevara otro tipo de comida, algo mas digerible, desde luego si lo autorizaba, no tan solo no se autorizó, sino que el paciente se pasó sin comer 24 horas mientras la carga de medicamentos que recibía su organismo fue afectando su estomago ante la falta de comida.
Ayer lunes por la mañana a la familiar del ingeniero se le informó por videollamada que dentro de lo delicado él estaba bien, hasta logró hablar algunas palabras, aunque por la falta de oxigenación si se le quitaba la mascarilla se bajaba drásticamente por lo que debía permanecer con la mascarilla y en pleno reposo.
Si se supone que dentro de lo delicado de su estado de salud estaba estable, ¿que fue lo paso en las dos horas siguientes?, no se sabe con certeza, Batun dice que a las tres de la tarde cuando llegó al hospital encontró al ingeniero mal de salud cuando él lo había dejado estable y quien había permanecido atendiéndolo era José Luis Oramas, por lo cual tuvo que trasladarlo de urgencia al tercer piso para entubarlo dado que ni con la mascarilla podía subir la oxigenación a su cerebro, el director Madrigal Arana dice que no fue entubado, sino que solamente murió de un paro cardiaco, en tanto que jamás se le practicaron los estudios que se requerían con urgencia desde el viernes para saber si la falta de oxigenación se debe a las otras afecciones que padecía.
Lo cierto es que tanto Madrigal Arana, como José Luis Oramas y el internista Batun se echan la bolita de haber ocasionado la muerte del ingeniero, que si bien estaba contagiado de Covid-19 ya estaba estable pues había superado la fiebre durante dos días, aunque faltaba por estabilizar su oxigenación que bajaba y subía, pero que no había requerido entubamiento.
En el hospital de la muerte se volvió a presentar una negligencia criminal por parte del director, su jefe de médicos y un internista, y entre los tres se tiran la bolita, por lo que serán demandados penalmente por esa brutal negligencia que la dirección general de Pemex tiene que parar, tiene que meter mano dura, para que ningún director actúe de manera criminal y mucho menos se dediquen a vender los medicamentos que debe ser para los afiliados y no para que se enriquezca el cuerpo directivo de este nosocomio.
Como es posible que un director de hospital de Pemex, acusado de negligencia, corrupción y de no respetar las medidas sanitarias de Covid-19 en vez de ser destituido y sometido a un proceso para que responda por sus actos, los directivos de Pemex, lo premian mandándolo a otro hospital donde las cosas han estado delicadas por la muerte de diez pacientes que le suministraron medicamentos caducados, y que hasta ahora los responsables sigan como si nada hubieran hecho, sigan laborando para esa institución, cuando dijeron que serían diferentes, que no tolerarían actos de corrupción, porque actuarían en forma inmediata, pero la realidad está superando la ficción.
                                                    OJITOS 
La secretaria general del Partido Acción Nacional (PAN), Solange María Soler Lanz señaló que la administración estatal debe aplicar una serie de incentivos para ayudar a las micro, pequeñas medianas empresas ante la entrada de la “Nueva Normalidad”.
Sin embargo, dijo que el reinicio de actividades en la entidad, llega en momentos críticos de contagios por Coronavirus, “consideramos que debe de haber un subsidio completo en el consumo de energía eléctrica, no sólo en los hogares, sino también en los negocios, porque en la etapa de aislamiento muchos micro, pequeños y medianos empresarios se vieron disminuidos en sus ingresos o definitivamente se quedaron sin ningún tipo de ingresos”.

Señalo que este sector, que se vio afectado por la pandemia, les llegó el recibo más alto que en meses anteriores, por lo que reiteró que el gobierno del estado de implementar una reactivación de todos los fideicomisos en apoyo a las empresas para que puedan acceder a créditos sin intereses y facilidades de pago.
En otro orden, la panista celebró la cancelación del cobro de reemplacamiento, pues dijo que la situación económica de los tabasqueño no da para pagar es tipo de programas.


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