Quienes apostaban a que el Congreso local compuesto en su mayoría por legisladores de la fracción parlamentaria del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) iba a reprobar la cuenta pública del Poder Ejecutivo, se equivocaron por completo, porque independientemente de que exista un acuerdo político entre las partes, no se debe vulnerar el pacto de transición política pues el gobernador electo, Adán Augusto López Hernández debe llegar fuerte al poder sin que existan problemas que convulsione al estado y en el que tenga que entretenerse al iniciar su gobierno.
Pero el hecho de que se haya aprobado la cuenta pública del ejercicio fiscal 2017, eso no quiere decir que no se hayan detectados actos de corrupción que una vez en la función de gobierno, el propio gobernador deberá decidir si se soslaya o se fincan responsabilidades administrativas o penales en contra de los funcionarios Nuñistas que hicieron mal uso de los recursos públicos para sentar un precedente de que Tabasco será figura nacional en el cumplimiento del combate a la corrupción tal como lo ha planteado el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Cierto, la fracción parlamentaria de Morena ya está pagando los costos políticos que ha representado la aprobación de dicha cuenta pública, pues en las redes sociales y en algunos medios de comunicación están siendo vilipendiados y acusados de alta traición por ese hecho, pero los legisladores morenistas han actuado en concordancia con lo que se quiere, no se busca que el estado entre en una maraña de conflictos y que el gobernador electo, lleghue a su toma de protesta en medio de una convulsión social que a nadie le conviene, porque precisamente lo que se busca es que exista paz y tranquilidad durante el cambio de gobierno, para que entre muy fuerte, y una vez en funciones, será una cosa diferente, pues eso le permitirá lucirse al tomar sus primera decisiones que es precisamente el comenzar con obras y servicios que permitan en el corto tiempo que haya empleos y con ello circulante económico para que exista tranquilidad entre la población.
El esquema de apoyo económico planteado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador de entregarle al actual gobierno estatal recursos económicos con cargo al presupuesto 2019 que ya ejercerá Adán Augusto López, camina en la misma tesitura, va en el mismo sentido de evitar una convulsión social entre la burocracia del gobierno que recibirá a tiempo sus aguinaldos y otras prestaciones que evitará movilizaciones de las dependencias gubernamentales, como Salud y Educación-por citar las más críticas-que están completamente en ruinas sus finanzas, porque al gobernador entrante no le conviene ser recibido con marchas, plantones, cierres de calles y tomas de dependencias gubernamentales por la falta de pagos, que acapararía la atención y eso evitaría no solamente el lucimiento, sino que el gobernador López Hernández tenga que entrar con un estado convulsionado y que se ponga a solucionar esos problemas.
Es cierto que un amplio sector de la población quiere sangre, quiere cárcel porque olió que existe corrupción, ese sector quería y tenía la esperanza de que se reprobaría la cuenta pública 2017 del Ejecutivo, también como parte de la fobia en campaña que utilizó Morena contra el actual gobierno para lograr que muchos ciudadanos votaran por sus candidatos, pero deben de entender que no es incendiando el estado o provocando una convulsión social como se remediaran las cosas, pues el gobierno de Adán Augusto López tendrá suficiente tiempo para tener en sus manos toda la información-sino es que ya la tiene-de los actuales funcionarios que aprovechándose de su cargo no tuvieron recato, ni empacho alguno en llenarse las alforjas dejando todas las huellas de su rapacidad, pero eso será a partir de enero.
A pesar de la aprobación de la cuenta pública 2017 del Ejecutivo, eso no quiere decir que no se pueda fincar responsabilidades penales o administrativas en contra de esos funcionarios que le metieron las uñas al presupuesto, pero no puede darse en este momento que se requiere que exista tranquilidad para la transición de gobierno, para que Adán Augusto López no tenga que lidiar con un estado convulsionado a la hora de tomar las riendas del poder, pero eso no quiere decir que haya perdón, ni olvido.
Cuestión diferente deberá suceder en la calificación de las cuentas públicas del ejercicio fiscal 2019, pues deben existir muchos huecos financieros en la utilización de los recursos públicos, pues hay secretarías completamente quebradas que por alguna razón, no les alcanzó el dinero presupuestado para cubrir salarios y prestaciones de su personal, lo que originó una serie de movilizaciones, marchas, tomas de instalaciones y cierres de vías de comunicación por parte de los trabajadores que con justa razón exigían el pago de sus salarios. ¿Dónde quedó el dinero, a que se destinó, hacia donde fueron a parar?, son algunas interrogantes que el nuevo gobierno se encargará de despejar, porque esos recursos públicos estaban presupuestados y así lo aprobó la 62 legislatura para ejercerlo a lo largo del año 2018, pero por alguna razón extraña no se tuvo a la mano para pagarles a los trabajadores y es ahí donde saltará la liebre, por más que se quiera esconder lo que hicieron.
Es cierto que la fracción Morenista tendrá que cargar con los costos políticos que representa el supuestamente ir en contra de los lineamientos del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador de combatir la corrupción, pero también es cosa de sentido común de hacia donde deberían caminar por el momento las cosas.
Si no se rescataba financieramente al gobierno estatal para que pague a tiempo los aguinaldos y las otras prestaciones a la que tienen derecho los trabajadores al servicio del gobierno, seguramente se presentaría una convulsión social de fin de año, con marchas, plantones, cierres de calles y avenidas y tomas de instalaciones, y eso arruinaría la asunción del nuevo mandatario estatal, que deberá llegar fuerte para que se sientan sus primeras acciones de gobierno y que la población sienta que los ofrecimientos de campaña serán cumplidos a cabalidad.
En cuanto a la reprobación de las cuentas públicas del ejercicio fiscal 2017 de los ayuntamientos, hasta corto se quedaron en el Congreso, pero la decisión no tan solo de reprobarlas sino de ejercitar acciones penales y administrativas en contra de los ex-presidentes, va en el sentido de mandarles un claro mensaje a los actuales ediles de que no se es permitirá actos de corrupción, so pena, de ser castigados con todo rigor, porque Tabasco debe ser ejemplo a nivel nacional en el combate a la corrupción como parte de uno de los principales compromisos de campaña del presidente de la República.
Y el mensaje es claro, porque al menos, a tres meses de que entraron en funciones los alcaldes, desde adentro del equipo del gobernador electo, ya se detectó que al menos cuatro de ellos andan mal y a pesar de los llamados de atención, no corrigen sus actos, por lo que tendrán que atenerse a las consecuencias y que a nadie extrañe que ya estando en funciones el gobernador Adán Augusto López Hernández, se tenga que relevar a quienes no están funcionando porque el Ejecutivo no se va a exponer, ni va a tirar sus bonos en permitir que existan actos de corrupción en esos ayuntamientos, donde existe la posibilidad de que entren concejos municipales, aunque ahora se diga que es muy prematuro para tomar esa decisión, pero lo cierto, es que siendo Tabasco la cuna del presidente de la República debe ser modelo en no permitir que los funcionarios públicos siga con la vieja práctica de la corrupción.
En cuanto a la polémica de que si debe ir no, el gobernador Arturo Núñez Jiménez a la entrega de gobierno, es claro que como conocedor de la vida política, y aun de que esto es un nuevo esquema, debe de ir, porque eso representaría salir por la puerta delantera en vez de la trasera, y aunque conlleva sus riesgos de que se levanten voces discordantes, ya estará entre los organizadores de la toma de protesta pedirle a sus invitados, que no son del montón, sino que representan a la clase política, social y económica del estado a que muestren cordura, sabiendo que ahí estará el presidente de la República, por lo tanto Núñez debe acudir como parte de la transición política, tal como sucedió con Enrique Peña Nieto que acudió a San Lázaro a entregar el poder a Andrés Manuel López Obrador.
OJITOS
Como una necesidad consideró el diputado local de Morena, Rafael Elías Sánchez Cabrales, que en el próximo periodo legislativo se analice reformar la Ley de Fiscalización del Estado, a fin de que el Congreso del Estado establezca una cantidad de observaciones por las cuáles una cuenta pública deba ser reprobada.
Luego de que se aprobaron las cuentas públicas del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, del ejercicio fiscal 2017, indicó que hay inconformidad de parte de sectores de la población tabasqueña por ese hecho, “debe ser un tema prioritario en la agenda legislativa de Morena el meter mano a la Constitución, en lo que respecta a las aprobaciones de cuentas públicas, a la Ley Orgánica del Poder Legislativo y a la Ley de Fiscalización Superior del Estado a fin de lograr una clarificación de la forma en que se deben revisar y calificar los ejercicios fiscales".
Sobre el respaldo que la fracción parlamentaria de Morena dio a la cuenta pública del Gobierno de Tabasco, expresó que “no es lo mismo la cuenta 2017 que la 2018”, y que por ello es necesario fijar los lineamientos para poder aprobar o no las cuentas pública.
VISORCITO
El presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados federal, Manuel Rodríguez González, aseguró que Petróleos Mexicanos (Pemex) tendrá, en términos generales, un 10 por ciento de incremento en su presupuesto previsto para 2019, lo que permitirá iniciar de inmediato su proceso de rescate.
Dijo que sólo para el próximo ejercicio fiscal la empresa productiva del Estado obtendrá 75 mil millones de pesos adicionales a lo que manejó en 2018, y confirmó que el 15 de enero se celebrará la firma de los primeros contratos para el desarrollo de infraestructura para la producción petrolera y la perforación de pozos.
Rodríguez González destacó la importancia del Plan Nacional para la Producción de Hidrocarburos puesto en marcha por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que, enfatizó, contribuirá a recuperar la soberanía energética de México y situará nuevamente a Pemex como palanca del desarrollo nacional.
Aseguró que la estrategia petrolera hará que la industria pase gradualmente de una producción actual de 1.7 millones de barriles diarios a una cifra de más de 2.6 millones de barriles de crudo al cierre del año 2024.
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