Periodista, Columnista y Analista Político, Premio Nacional de Periodismo Genero Columnas, Tabasqueño con 45 años en el ejercicio informativo. contactame en: jaclop62@hotmail.com o ojovisor.jlc@gmail.com
martes, 21 de junio de 2016
CISMA POLITICO
Ayer, dos hechos sacudieron la vida política del país, el primero de ellos, después del baño de sangre en Oaxaca, el anuncio del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, a que dentro del marco de la ley se dialogara para analizar la reforma educativa, y el segundo, fue la renuncia de Manlio Fabio Beltrones como dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ante la Comisión Permanente después de la debacle electoral, al perder la mayoría de los gobiernos estatales.
En el primero de los casos podría decirse, que después de niño ahogado fue el pozo tapado, pues tuvo que pasar la masacre de Asunción Nochixtlán en el estado de Oaxaca para que el presidente de la República, después de permanecer impávido e intolerante, por fin accediera a que dentro del marco de la ley, el gobierno federal se siente a dialogar con los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) para que se revise la reforma educativa y sus posibles cambios que están dañando la vida laboral de los mentores.
Ayer lunes, después de la masacre que realizó el pasado domingo por la mañana la Policía Federal en la comunidad de Nochixtlán a donde acudieron a desalojar a los maestros que tenían bloqueada la carretera, y que llevaba contabilizada la muerte de ocho personas, más de 20 desaparecidos, 50 heridos y cerca de 40 detenidos, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto reaccionó y realizó su primer pronunciamiento en su cuenta de Twitter en donde lamentó “la pérdida de vidas humanas, y solidaridad con sus familiares, así como con las personas que resultaron heridas”, y enseguida en otro Twitter dijo que la Procuraduría Federal de la República apoyará a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca en la investigación para deslindar responsabilidades y castigar a los responsables, como también instruyó a las instituciones de salud del gobierno federal para que apoyen al gobierno de Oaxaca en atención a los lesionados.
De la misma forma en un tercer Twitter precisó: “He girado instrucciones para que, en el marco de la ley, se tomen las acciones necesarias para solucionar el conflicto”.
Ante el clamor nacional e internacionalizar de parar los actos de violencia a cargo de los cuerpos policiacos para dar paso al diálogo para una pronta solución a la demanda de analizar diversos puntos de la reforma educativa que encabeza la CNTE, por fin, aunque demasiado tarde, el presidente de la República dio marcha atrás a la intolerancia de no escuchar a quienes precisamente están en las aulas urbanas y rurales, y quienes en el convivir diario con los estudiantes conocen perfectamente que es lo que se requiere para elevar el nivel de la educación en el país.
Tuvo que suceder este hecho de sangre, que tiñe de rojo las manos tanto del presidente de la República, Enrique Peña, como de su secretario de Gobernación y aspirante a la presidencia de la República, Miguel Angel Osorio Chong, como jefe de las fuerzas policiacas del país, y del secretario de Educción, el intolerante, agresivo y soez de Aurelio Nuño Mayer, a quien se le escapa de las manos la candidatura presidencial, para que por fin accedieran a entablar un diálogo con la CNTE para estudiar los puntos conflictivos de la reforma educativa que ha venido tanto tumbos, porque lejos de garantizar la estabilidad laboral de los mentores atenta en contra de su fuente de empleo y esta es una de las razones poderosas que llevó al magisterio disidente a iniciar una serie de movilizaciones en todo el país ante la cerrazón gubernamental que arrojó un saldo rojo en Oaxaca con las muertes de ocho personas, heridos, detenidos y desaparecidos, perpetradoss durante el desalojo a la carretera de Asunción Nochixtlán por parte de la Policía Federal, a quienes se les deberá investigar y castigar a los responsables por esta masacre ya que se comprobó que utilizaron armas de fuego y que dispararon a matar como hay constancias en diferentes videos que circulan en redes sociales.
Para poder aprobar la reforma educativa a cargo del Congreso de la Unión sin que hubiera oposición de la mayoría del magisterio del país, el gobierno federal decidió neutralizar a la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales, a quien después de acusarla de lavado de dinero y defraudación fiscal mantienen en prisión, pero descuidó y desdeñó a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que focalizados en los estados de Michoacán, Oaxaca y Chiapas, se creyó que fácilmente podrían maniatar, incluso cohechando a sus dirigentes, pero no contaban que la resistencia magisterial opositora que analizo la fallida reforma educativa encontraría los puntos vulnerables que los dañan y poco a poco fueron ganando consensos en el país, al grado que en entidades federativas que no estaban contaminadas por la Coordinadora ya hay movilizaciones a favor de derogar la citada reforma, mientras que el gobierno creyendo que con mantener la mano dura, la intolerancia, y de meter a la cárcel a sus dirigentes formales los podría encapsular y parar el movimiento, pero los cálculos fallaron y en vez de neutralizarlos, el movimiento magisterial fue creciendo como la espiral hasta los hechos de violencia en Oaxaca que ha puesto de rodillas al gobierno federal peñista, mientras que el gobernador Gabino Cue, que llegó al poder en una mezcla de izquierda y derecha, pasará al ostracismo de la historia como un gobierno represor e intolerante que no tuvo capacidad de manejo político ante la grave crisis magisterial, pues sucumbió ante el gobierno federal.
Hoy el gobierno federal se ha teñido las manos de sangre, y con nada del mundo se lo podrá lavar, y aunque después de esta masacre el presidente Peña ha dejado su posición arbitraria, porque el comportamiento casi gansteril de secretario de Educación, Aurelio Nuño es el comportamiento del gobierno federal, obligado por las circunstancias políticas decidió doblar las manos para atender la reforma electoral, pero hay que ver a donde dónde las está doblando o es un ardid para ganar tiempo, pero no hay tiempo que ganar, porque todo apunta en contra del propio presidente de la República que va camino a perder la elección presidencial en el 2018, por la serie de crisis que está atravesando el país, porque no nada más es político, es económico y es de seguridad, ante la creciente ola de inseguridad y la devaluación del peso frente al dólar.
OJITOS
De la misma manera, el PRI nacional sufrió un cisma político a su interior luego de que Manlio Fabio Beltrones presentara la tarde de ayer ante la Comisión Política Permanente, su renuncia como dirigente nacional, después de los resultados de las elecciones del 5 de junio, donde el tricolor perdió siete de las doce gubernaturas en disputa, quedando interinamente en su lugar la secretaria general, Carolina Monroy
Manlio Fabio Beltrones, quien asumiera la dirigencia nacional del PRI hace diez meses (20 de agosto de 2015) basó su renuncia en la disciplina partidista y dijo que si bien seguirá en la política, por el momento hará una “pausa necesaria”, llamando a los integrantes de su partido a una profunda revisión de los resultados de hace dos semanas, que, insistió, tienen una explicación multifactorial.
Sostuvo que una de las obligaciones del partido (PRI) es mantener una relación más fluida con sus gobernantes, es la obligación del instituto político de apoyar, y del gobierno de comunicar y comprometerse más, pero sobre todo escuchar y atender las demandas de castigo a la corrupción y a la impunidad, así como actuar con determinación, no sólo para premiar, sino para corregir y sancionar conductas irresponsables de sus gobernantes.
Beltrones Rivera dio a conocer que entre otros de los factores que influyeron en los resultados, está la presión de la ultraderecha del PAN, el respaldo que le dio a ésta el PRD y la intención de Morena de echar abajo las reformas estructurales del gobierno federal, así como en la elección pasada se reflejó el extravío de corrientes políticas que se corrieron hacia los extremos y se reflejó la derecha más conservadora que presentó incluso actitudes “francamente fascistas”.
El ex-dirigente nacional del PRI rechazó “la errónea conseja de que con otros candidatos los resultados habrían sido diferentes" y refirió que el pasado 5 de junio ocurrió “un tropiezo electoral, pero no una derrota política”, por lo que su formación lo obliga a asumir con lealtad las consecuencias de la derrota y para el presidente Enrique Peña Nieto expresó su respeto y afecto, “la vida y la política imponen retos que no siempre está en manos de uno resolver; pero hay que asumir con responsabilidad las consecuencias. Por ello, en congruencia con mi compromiso de servicio que asumí al tomar posesión al cargo, hoy presento mi renuncia ante esta Comisión Política Permanente".Se mostró convencido de que al interior del revolucionario institucional "debemos coordinarnos con las fracciones del PRI en el Congreso, para lograr una posición común en los temas que preocupan a la sociedad".
Ante la renuncia de Manlio Fabio Beltrones, estatutariamente la dirigencia nacional es asumida de manera temporal por la secretaria general, en este caso Carolina Monroy del Mazo, sobrina del presidente Enrique Peña Nieto y será el Consejo Político Nacional el que defina si la ratifica o nombra a un nuevo dirigente, por lo que ya suena el nombre del diputado federal, Carlos Jorge Ramírez.
Sin embargo, ante la renuncia de Beltrones Rivera, hay quienes no se quieren dar por vencido, ahí mismo en la reunión de la Comisión Política Permanente del PRI, varios gobernadores y la dirigente nacional de la CNOP a nombre de los sectores y organizaciones le han pedido a Manlio Fabio que reconsidere su postura de renunciar, que todavía hay tiempo de enderezar el barco, pero todo indica que la decisión está tomada desde lo más alto del nivel político priista, ya que algunas columnas políticas refirieron que el pasado sábado, antes de la masacre de Oaxaca, el ex-dirigente nacional del PRI se había reunido con el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, ante quien había pedido condiciones para seguir como el castigar penalmente a los gobernadores que están llenos de corrupción como el de Veracruz y Quintana Roo, pero al parecer desdeñaron su posición, por lo que no le quedó otro camino más que renunciar, porque no hay las condiciones políticas para seguir en el cargo.
Este lunes fue negro para la clase priista gobernante del país, por una parte el presidente de la República, Enrique Peña Nieto se ve obligado a entrar a un dialogo por la reforma educativa y por otro lado se cae el dirigente nacional, Manlio Fabio Beltrones que no era santo de la devoción del secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong que lo veía como un peligroso rival en sus aspiraciones de ser candidato presidencial.
OJITOS
Con la renuncia de Manlio Fabio Beltrones, el más afectado en la entidad es el dirigente interino Miguel Angel Valdivia, ayer trascendió que había presentado su renuncia, y haría bien en hacerlo porque ya se quedó huérfano político y ya no tiene razón de ser su permanencia en ese partido, pues solo estaría de aparador.
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