miércoles, 16 de julio de 2014

A CERRAR FILAS  

A raíz de la nueva miscelánea fiscal aprobada por el Congreso de la Unión en 2007 que modificó sustancialmente las reglas de operación de las participaciones petroleras que ahora se otorga de acuerdo al índice de población, Tabasco se vio severamente castigado en su presupuesto público pues dejó de percibir entre seis y nueve mil millones de pesos anuales que se recibió hasta ese año, pero que en los restantes cinco años del gobierno de Granier ya no entregó la Federración, solo migajas,  que  ahora está  trastocando drásticamente la economía tabasqueña. Hasta el 2007, Tabasco recibía un trato preferencia por parte de la Federación pues siendo el segundo estado productor de petróleo (Campeche, por Cantarell ocupa el primer lugar), recibía más  de seis mil millones de pesos, mientras que en su mejor etapa en el año 2003 (gobierno de Manuel Andrade) cuando el petrolero alcanzó su mayor nivel de venta por barril a nivel internacional llegó a percibir nueve mil millones de pesos en su presupuesto, pero drásticamente esa abundancia de recursos económicos fue quitada de tajo por el gobierno federal que encabezó Felipe Calderón Hinojosa, quien presentó al Congreso de la Unión una iniciativa de ley que fue aprobada dando paso a una nueva miscelánea fiscal, que cambió las reglas de operación de las participaciones petroleras, supuestamente para beneficiar a todos los estados del país con un reparto más equitativo, prevaleciendo como premisa para entregar los recursos económicos petroleros el número de población,  por lo que el Estado de México en ese entonces gobernado  por Enrique Peña Nieto fue el más beneficiado, con mucho dinero, mientras que Tabasco, pese a ser un estado netamente productor de petróleo fue el más dañado junto con Campeche, pues obtuvo un recorte drástico al recibir una miseria, cerca de mil millones de pesos en comparación con lo que recibía anteriormente. Si al granierato se le acusa de haber saqueado a la entidad, dejándola enterrada económicamente y con una deuda contraída con los bancos de 7 mil 500 millones de pesos, más dos mil quinientos millones en pago a pasivos de proveedores (diez mil en total en estos dos rubros),  más aparte, todo lo que se ha ido descubriendo, y que se puede decir mantiene en crisis económica al estado, ahora también se le puede acusar  de no haber defendido los recursos económicos de las participaciones petroleras, ya que  aceptaron do migajas, es decir,  Granier se quedó callado y en vez de inconformarse y demandar la entrega de los más de seis mil millones de pesos,  aceptó que por medio de un fondo petrolero que se creó exprofeso para cinco estados productores de petróleo, le bajaran migajas,  que no sirvió para gran cosa y que  ahora se puede decir, que aunado al gran saqueo,  esa falta de los recursos económicos petroleros hicieron que se incrementara la deuda pública contraída con la banca privada, porque durante los cinco años del granierato se dejaron de percibir entre 40 y 45 mil millones de pesos con la entrada en vigor de la nueva miscelánea fiscal, por lo que legalmente la Federación pasó a perjudicar a la entidad. Para paliar la pérdida de los más de seis mil millones de pesos que el gobierno de Tabasco recibía anualmente en su prepuesto por la extracción petrolera, el Gobierno Federal vía Hacienda creó el Fondo de Extracción de Hidrocarburos (FEXHI)  que le inyectó aproximadamente 3 mil 500 millones de pesos para repartirse entre cinco estados petroleros, Campeche, Tabasco, Chiapas, Veracruz y Tamaulipas, por lo que el primero de ellos recibe el 40 por ciento, nuestra entidad el 30 por ciento que equivale a unos mil quinientos millones de pesos, y el restante repartidos entre las otras entidades, pero esto, es solamente una migaja comparado con lo que nuestra recibía anualmente en su presupuesto por el concepto petróleo. Es paradójico que Tabasco siendo un estado netamente petrolero y el que mayormente resiente el impacto ambiental, porque se produce daño a las tierras, pastizales, cultivos, aguas, a las casas, y en 14 de los 17 municipios hay actividad petrolera donde existe población, que es la enorme diferencia con Campeche que solo en un municipio, como ciudad del Carmen,  y todo su litoral es donde se explota el petróleo, y son menores los daños, cada día lo que recibe por la participación petrolera se va reduciendo, sobre todo, porque ahora con la aprobación de la leyes secundarias de la Reforma Energética que en unos días más comenzará a analizar la Cámara de Diputados, se pretende que ese fondo petrolero pase intacto, seguirá siendo de tres mil 500 millones de pesos, que en nada beneficiará a Tabasco,  porque ya no será para cinco estados, sino que con esa reforma serán diez, ya que se incorporarán cinco estados del norte donde se extraerá de su subsuelo gas, por lo que en vez de subir los recursos económicos para nuestra entidad, de manera criminal el gobierno federal los reduce y esto puede traer otras consecuencias aún más delicadas como la que ahora se observa en la pirámide de Pemex en donde cientos de personas de comunidades de Nacajuca y Jalpa que han sido afectados por la actividad petrolera, ahora la mantienen bloqueada, exigiendo una indemnización, mientras los funcionarios de Pemex se hacen bolas. La reducción económica de las participaciones petroleras al estado por parte de la Federación, más el gran saqueo del granierato, tienen colapsada la economía estatal, por lo que el gobernador Arturo Núñez consiente de toda esta problemática y actuando de manera institucional ha planteado al presidente de la República, Enrique Peña Nieto y al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, el grave deterioro económico por el que atraviesa la entidad y la urgente necesidad de que el Gobierno Federal, le inyecte de otra manera los recursos económicos que les fueron restringidos por la nueva miscelánea fiscal y en ese cabildeo pasa el tiempo, mientras las exigencias de incremento salarial, pago de laudos laborales, de otras prestaciones económicas, de la burocracia,  maestros, policías, empresarios, crece y se tiene que atender, como se tiene  que invertir en la obra pública. Además,   que con una claridad meridiana, el gobernador planteó que así como en un tiempo Rusia atravesó por un problema coyuntural cuando el Estado de la Crimea, que es la productora del petróleo amenazó con separarse y eso llevó a que el gobierno Ruso le diera prioridad atendiendo con prontitud los de Crimea, aquí en Tabasco hay quienes pretender que para exigirle al Gobierno Federal entregue las participaciones petroleras que por derecho por la alta extracción de petróleo se le debe demandar ante la Suprema Corte o que en su defecto, Tabasco rompa con la Federación, porque hay que recordar que somos estados federados en una República, entonces para evitar que ese pedimento vaya creciendo, políticamente se debe de atender como prioritario las necesidades  económicas de la entidad, entregando lo justo por la extracción del petróleo del subsuelo tabasqueño. Paralelo al planteamiento hecho al presidente de la República y al secretario de Hacienda, con quienes el gobernador mantiene una estrecha cercanía y colaboración , Núñez también se ha dedicado a cabildear con los senadores y diputados de su partido, así como de los otros partidos políticos, incluyendo a la fracción parlamentaria del PRI que  encabeza Manlio Fabio Beltrones en la Cámara de Diputados,  para que ayuden, no al gobernador, sino a Tabasco, ya que con las nuevas leyes secundarias de la Reforma Energética, el Fondo de Extracción de Hidrocarburo, quedará intacta, pero eso en vez de beneficiar agravará la situación, porque si ahora que son cinco estados petroleros,  Tabasco recibe mil quinientos millones, que es algo así como el 15 por ciento del total que recibía hasta  2007, al entrar cinco estados productores de gas, en total, se repartiría entre diez entidades ese fondo, lo que no llegaría  ni a 500 millones de pesos anuales para nuestra entidad, cuando hasta 2007 se recibía entre seis mil y nueve mil millones de pesos. Por parte de los coordinadores parlamentarios de los diferentes partidos políticos, el gobernador Arturo Núñez ha recibido el apoyo solidario para legislar en torno al incremento del porcentaje del Fondo de Extracción de Hidrocarburo (FEXHI) para que pase de .65 al .75 por ciento aunque lo ideal debe ser el uno por ciento, que aun así,  no alcanzaría para resolver los graves problemas económicos que se viven en la entidad, porque este fondo con la Reforma Energética en vez de incluir a cinco estados petroleros, incluirá a cinco más que serán productores de gas, con lo que serán diez los beneficiados, pero menos recursos económicos para las entidades. Como hay que buscarle soluciones al problema del recorte financiero que la Federación le hizo a Tabasco por la extracción petrolera, y eso es parte de la aguda crisis económica que se vive en la entidad, el gobernador Arturo Núñez que será recibido el próximo 23 de julio por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, lleva un planteamiento concreto al presidente de la República, Enrique Peña Nieto;  lleva la propuesta de la firma de un convenio especial entre el Gobierno Federal y el estado de Tabasco, que ya hay antecedentes porque han sido signados con algunos estados del país, especialmente con el Gobierno del Distrito Federal, el cual sería de cinco mil millones de pesos, esto de manera  independiente del FEXHI que es pírrico, y esta cantidad no es a capricho del gobernador, sino que ya hay estudios, que demuestran que al perder Tabasco entre seis mil y nueve mil millones de pesos anuales en su presupuesto, aunado a la gran corrupción granierista, que también ha sido tratada en las altas esferas del poder, ha caído abruptamente la economía de la entidad, por lo que urge su reactivación con el apoyo del Gobierno Federal, porque de lo contrario, Tabasco se colapsará. Con esta propuesta del gobernador Núñez ya observaremos cual será la reacción del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y si le dará prioridad a Tabasco como parte del pacto federado y porque se extraen miles de barriles de petróleo del subsuelo o deja solo al gobernador para que las propuestas de radicalización fructifique, lo cual causaría un grave problema a nivel federal. Con la propuesta de Núñez  se demostrará el verdadero arte de la política del Gobierno Federal.

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