martes, 14 de enero de 2014

INVESTIGACION A FONDO  

La detención de un grupo de policías preventivos del municipio de Huimanguillo, presuntamente involucrados en diferentes secuestros en la zona de la Chontalpa, que pudiera verse como un acierto de las autoridades, pareciera dar un giro a la inversa a raíz de la muerte de uno de los implicados  (Mateo Jacinto Rodríguez) pues se presume que fue torturado originando su deceso, aunque ha sido el propio Procurador de Justicia, Fernando Valenzuela Pernas, quien salió a desmentir esa versión señalando que se infartó y que no existen otras implicaciones. Tabasco,  es uno de los estados con un alto índice delictivo en materia de secuestros, al grado de que los grupos sociales, las cámaras empresariales y la sociedad en general ha exigido a las corporaciones policiacas y al propio gobierno estatal a un efectivo combate a ese flagelo que tanto daño ha causado pues es indescriptible el infierno que viven los secuestrados  cuando están  a merced de los delincuentes que no se han tentado el corazón para asesinarlos cuando los familiares se han tardado o negado a pagar las cantidades económicas que exigen como rescate. Pese a las detenciones que se han realizado de diversas bandas delictivas que se han dedicado al secuestro de diversos empresarios en Tabasco, ésta ilícita actividad ha repuntado porque emulando a la alta delincuencia, bandas locales se han organizado para dedicarse a estos hechos delictivos, pero nada más que no operan solos, sino que cuentan con la complicidad de elementos policiacos de diversas corporaciones, que han optado por el dinero fácil haciendo a un más grave su delito, porque no es posible que un responsable de proteger a la ciudadanía sea parte de esa delincuencia, por lo que debe  ser castigado con mayor severidad.. No se concibe, como es que los grupos delincuenciales que se dedican al secuestro puedan operar a plena luz del día con toda impunidad en varios municipios del estado, mientras que las corporaciones policías brillan por su ausencia, por eso, no es creíble que puedan operar sin complicidad de esos malos policías (que deben de recibir el doble del castigo cuando son descubiertos),  y la punta de la madeja pudiera haberse descubierto en la corporación policiaca de Huimanguillo, donde varios efectivos fueron detenidos en flagrancia del delito por sus propios compañeros que recibieron un llamado de auxilio cuando secuestraban a un ganadero, por lo que posteriormente los pusieron a disposición de las autoridades competentes.      Es en esta parte, donde el logro de las corporaciones policiacas al haber detenido a elementos policiacos en activos que estaban secuestrando a una persona en Huimanguillo pudiera revertirse,  ya que uno de los detenidos, el policía  Mateo Jacinto Rodríguez falleció mientras era investigado por elementos ministeriales, lo que originó que se alzaran voces de condena en contra de ese supuesto “artero asesinato”, su familia igual aseveró que fue torturado y por eso falleció, en tanto el Procurador de Justicia salió a los medios de comunicación el domingo por la tarde, justo cuando se decía que otro de los policías detenidos (Reynaldo Jiménez) también había muerto, cosa que fue falsa, para desmentir los rumores que se estaban esparciendo,  al precisar que el detenido no fue torturado sino que se había infartado por lo que fue llevado de emergencia al hospital “Juan Graham Casasús” donde una doctora determinó que había fallecido por infarto al miocardio. Es cierto, una buena parte de la ciudadanía no cree en las corporaciones policiacas, por diversas  causas, entre estos, porque los acusan de ser cómplices de delincuentes, porque ellos mismos utilizan su cargo para cometer ilícitos como se está viendo con los elementos policiacos de Huimanguillo, y por esas prácticas ilegales del pasado, como es la tortura, que tampoco creemos que se haya erradicado al cien por ciento en todo el país,  por lo que el deceso de este elemento policiaco se está convirtiendo en caldo de cultivo por parte de un sector de la población para denostar a las propias autoridades estatales, señalando con índice de fuego que se cometió un asesinato al torturarlo para que se confesara culpable, sin siquiera darles  el beneficio de la duda, de que posiblemente se infartó, por las causas que fueran,  por la presión al estar detenido, por los intensos interrogatorios a los que fue sometido, donde es claro que no fue tratado con cariño, tratándose de un presunto delincuente, pero mucho menos, quieren  creer en las palabras del Procurador de Justicia, Fernando Valenzuela Pernas, que salió a dar la versión oficial de los hechos y pidió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos que fuera a verificar el estado de salud de los otros policías detenidos para constatar que estaban bien y que no habían sido atropellados en sus derechos. Como es obvio, este hecho ya comienza a ser politizado en contra de las instituciones públicas por los detractores naturales o con intereses aviesos que tiene cada gobierno, sin siquiera otorgar el beneficio de la duda, la presunta implicación de los policías municipales de Huimanguillo en el delito de secuestro que está lacerando a muchas familias, ha quedado de lado, nadie clama que se investigue a fondo este flagelo, nadie pregunta quién es el ganadero que estaba siendo plagiado cuando fueron detenidos, nadie exige que de ser cierto los policías implicados en  los delitos de secuestro sean condenados con todo rigor, sobre todo, porque teniendo una alta responsabilidad de velar por la seguridad de la población se convirtieron en sus verdaderos verdugos, le han dado la vuelta y como siempre sucede las  voces discordantes del gobierno (por alguna razón) exigen se castigue  a quienes supuestamente torturaron al policía ya fallecido, y piden incluso la remoción del Procurador de Justicia cuando éste salió a dar la cara en el momento en que en las redes sociales crecía la versión de un segundo policía muerto, para dar la versión oficial de los hechos, desmintiendo otro fallecido. Para que haya una mejor objetividad  en torno al fallecimiento de este policía, el gobernador Núñez, durante su asistencia al  informe de la legisladora local, Rosalinda López,  dio a conocer la intervención de la Procuraduría General de la República (PGR) para garantizar una correcta investigación, de allí que será determinante el dictamen que esta instancia federal rendirá en cuanto a la muerte de Mateo Jacinto Rodríguez, cuyos familiares siempre expondrán que fue torturado y que es inocente de lo que se le acusa, pese a que hay varios detenidos. La indagatoria que realiza la Comisión Estatal de Derechos Humanos en torno a este mismo asunto, arrojará más luces para conocer qué fue lo que realmente pasó. Por supuesto que no se trata de encubrir a nadie, si hubo irregularidades durante los interrogatorios a los policías municipales puestos a disposición de la subprocuraduría de Alto Impacto de la Procuraduría General de Justicia tiene que saberse, si en realidad se cometió un homicidio al abusar de los interrogatorios también tiene que saberse mediante la intervención de los peritos de la Procuraduría General de la República, o si se corrobora la versión que dio el Procurador de Justicia de que el policía se infartó, pero no puede dejarse de lado de que se trata de presuntos secuestradores, que estarían operando con toda impunidad al portar el uniforme policiaco, por eso hay que exigir el esclarecimiento de los hechos hasta sus últimas consecuencias, pero no intentando magnificar el fallecimiento del policía, porque entonces nos estamos condenando a que la misma autoridad judicial se automargine de las investigaciones y luego nadie se queje cuando un familiar sea secuestrado y aparezca muerto cuando no pueda cubrir el monto del rescate. Es claro que para los detractores de este gobierno perredista, incluyendo algunos actores políticos, entre ellos varios legisladores priistas, esto se presenta como una oportunidad para intentar exhibir las “graves” deficiencias de esta administración en materia de seguridad, alzando la voz para exigir “justicia” por el fallecimiento de este policía presuntamente implicado en el delito de secuestro, pero han callado y desde la tribuna más alta de Tabasco no han hecho lo mismo a favor de los ganaderos, empresarios, transportistas, petroleros, maestros, y gente de un nivel económicamente bueno que han sido secuestrados y que antes de su rescate padecen un infierno a mano de sus captores o son asesinados si no se paga el rescate. Este asunto aún no termina, se presume que en los próximos podría haber otras detenciones de policías municipales plagiarios, toda vez que en la olla de la Chontalpa se ha acrecentado el número de personas secuestradas, que las mismas corporaciones policiacas no ven, porque ahora se sabe hay elementos coludidos, por lo que se debe de realizar una exhaustiva investigación de todos elementos policiacos de Cárdenas, Huimanguillo y Cunduacán, para conocer a fondo como viven y que propiedades poseen ellos o sus familiares y si en realidad va acorde a lo que ganan.                                       

OJITOS 
Lo cierto de todo esto, es que desde que algunos directores de seguridad Pública procedentes de Chihuahua llegaron a esos municipios a hacerse cargo de las corporaciones policiacas los asaltos y secuestros se han incrementado, lo cual resulta harto sospechoso.  Las sospechas se acrecientan porque uno de los policías detenidos como presunto secuestrador se llama Azael Velázquez Alegría, quien era escolta personal del director de la policía preventiva de Huimanguillo, el militar retirado Héctor Tapia Ortiz, ¿mera coincidencia?, ¿el militar no sabía lo que hacía su elemento?. Ahí queda.                                      

VISORCITO 
En Sesión Solemne del Honorable Consejo de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) el rector, doctor José Manuel Piña Gutiérrez rendirá hoy martes su segundo informe de actividades correspondiente al año 2013. La cita es a las 19:00 horas en el teatro universitario. Será interesante escuchar todos los logros a favor de la UJAT que ha realizado Piña Gutiérrez.      

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