Confundidos, mal orientados, y sin tener la información correcta para tomar una decisión adecuada, hay personas que se han dejado llevar por la “carreta” de esos intereses oscuros que han corrido la versión de con la construcción del Museo Nacional Olmeca se pretende destruir no solamente el legado del poeta de América, Carlos Pellicer Cámara, el museo La Venta, sino también el parque Tomás Garrido Canabal, donde dicen que se edificará el nuevo edificio de esta cultura, pero nada más alejado de la realidad, nada de eso será tocado, a como lo ha explicado Carlos Arturo Giordano director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Tabasco.
De acuerdo al director del INAH en Tabasco, entrevistado por un medio de comunicación estatal, la construcción del Museo Nacional Olmeca, no se ubicará sobre el parque Tomás Garrido Canabal, ni sobre el museo La Venta, sino que se ubicará, en lo que antes fue el Centro de Convivencia Infantil, que ahora es zoológico, por lo que es completamente falso lo que se divulga en redes sociales de una maqueta que supuestamente afectará al Tomás Garrido y con ello se presume se derribará decenas de árboles lo que sería un brutal daño a la ecología y trastocaría el legado del poeta de América, Carlos Pellicer Cámara que concibió un museo al aire libre, para disfrutar de la naturaleza.
A pesar que solo se hizo el anunció de la construcción de este museo, el proyecto no se ha concluido, y que cuando esté plenamente se presentará públicamente para lograr su socialización, para que la ciudadanía conozca realmente lo que se pretende hacer, que no es destruir, que no es desaparecer ningún legado histórico sino que por el contrario se busca fortalecerlo con una obra de esa magnitud, intentado incentivar el turismo y el desarrollo en la entidad, desde la oscuridad, esas manos aviesas y perversas, que sin duda fueron cómplices del anterior sexenio, que dejó en el abandono toda el área cultural, y que todo lo que huele a este gobierno que encabeza Javier May, que es netamente morenista de origen, han decidido combatirlo, han decidido denostarlo, comenzando su trabajo de zapa que fue mover los hilos por medio del rumor, para que esa pequeña parte de esa ciudadanía mal informada, y digo pequeña, porque hay que ver la cantidad de los que salieron a las calles a protestar (entre 300 y 400 personas) por algo que no conocen, por algo que solamente saben por la rumorología que corrió en las redes sociales con una maqueta donde supuestamente la construcción será sobre el parque Tomás Garrido, pero que si usted le pregunta sobre la obra anunciada, verán que no saben ni porque protestan, alegando que se realizará un ecocidio, que se dañara el medio ambiente porque se talarán muchos árboles, cuando ni siquiera conocen a detalle donde se pretende ubicar el Museo Nacional Olmeca.
La paradoja política es clara, hoy estos supuestos ambientalistas y culturistas que están preocupados porque supuestamente con el Museo Nacional Olmeca se pretende acabar con el legado cultural de Carlos Pellicer, el museo La Venta, donde se encuentran las cabezas Olmecas, que es el eje de la atracción de ese museo, en el pasado callaron, ya se les olvidó que en el gobierno de Andrés Granier, las cabezas Olmecas fueron dañados cuando unos cinco jóvenes, entre ellos extranjeros, entraron al museo y las bañaron de pintura, y salvo algunas protestas en los medios de comunicación, nadie pero nadie salió a las calles a protestar, ni siquiera cuando estos jóvenes fueron liberados porque el gobierno consideró que el daño a las cabezas fue menor.
Hoy desde las sombras, los agoreros del desastre, que ya se sabe quiénes la integran, quien está a la cabeza y que es lo que pretenden, en forma embozada azuzan a los desinformados para que protesten por una obra que desconocen, por una obra que todavía está en proyecto, pero que estos sabihondos, que lo mismo, opinan de cultura, de desempleo, de inseguridad, y de todo lo que abone a dañar la imagen del actual gobierno, salen a protestar por algo que no les queda claro donde se edificará, y por lo mismo, debieron de esperar a que se presentara el proyecto para así, si el caso lo amerita, protestar por algo justificado.
Yo no dudo que haya personas con buenas intenciones en defensa del medio ambiente, de la naturaleza, en defensa de que no se dañe el museo La Venta, obra del ilustre Carlos Pellicer, o el parque Tomas Garrido, con toda su flora, fauna, y laguna, pero tampoco dudo que hayan otros interesados en perseguir otros intereses, de que hayan infiltrado que pretenden otra cosa, porque “a río revuelto, ganancia de pescadores”, y estos quieren ganar, intentando derrotar a un gobierno legalmente constituido y con una alta aprobación dentro de la población tabasqueña, y que por esa misma ruindad con la que se conducen en las sombras, actuando de manera tenebrosa, fracasarán, una y otra vez, en su intento por evidenciar que Javier May Rodríguez no sabe gobernar, porque no proviene de la clase pudiente que durante sexenio tras sexenio gozó de las mieles de poder, incluso, ahí estuvieron en el sexenio de Adán Augusto López Hernández, quien tomó malas decisiones, quien mando a un construir un distribuidor vial de avenida Universidad que resulto un fiasco, una mala inversión, porque no se hizo acorde a las necesidades viales, sino para llevarse a la bolsa los millones de pesos y que pasó a perjudicar a la colonia magisterial y al fraccionamiento López Mateos y que salvó los primeros protestaron porque leas estrangularon la salida de su colonia, nadie ,mas, nadie de esos sabihondos, de esos conocedores de todo, hasta de arquitectura e ingeniería salieron a protestar por el daño causado por esta mala obra, que no sirvió para mejorar la vialidad en avenida Universidad a las horas pico.
El director en Tabasco del INAH ya dejó en claro que la posible construcción del Museo Nacional Olmeca, que es el primero que se realizará fuera de la ciudad de México y que le dará una gran relevancia al estado, se construirá, no sobre el museo La Venta, ni muchos menos el parque Tomás Garrido, sino que se hará donde es el zoológico que viene siendo la punta del terreno sobre Ruiz Cortines, donde antes estuvo el Centro de Convivencia Infantil, que se crearon hace muchos años en todos los municipios y que posteriormente lo desaparecieron por la falta de recursos para mantener a los animales exóticos que ahí mantenía en cautiverio, que no se trata de una bodega o un muro de concreto, sino se trata de contar con un museo que “permita conocer y entender la relevancia de un proceso cultural tan relevante, que duró muchos siglos y que impactó en gran medida con los elementos culturales tanto arquitectónicos como de cosmovisión, religión, matemáticos, que permitan entender la relevancia de un proceso cultural como fue el que marcó el periodo Olmeca”.
En la entrevista que le realizó El Heraldo de Tabasco, Carlos Arturo Giordano director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la entidad precisó que: “Desde hace mucho tiempo, alrededor de 50 años, se han estado emitiendo recomendaciones de que las piezas se están dañando por encontrarse a la intemperie. Por diferentes causas, lluvia, sol, humedad, animales, excrementos de todo tipo, que les caen porque no podemos decirles a los pájaros o a los garrobos que no defequen, tenemos que asumir que eso está ahí, pero también esto está implicando una destrucción del patrimonio. Esto implicaría qué si tenemos ya 50 años por lo menos con recomendaciones permanentes, no solamente de especialistas en México, sino también de organismos internacionales, nos están diciendo que hay que hacer algo por esas piezas. Nosotros hemos insistido como instituto ante las autoridades. Recordemos que las piezas son propiedad de la nación y que en ese sentido el instituto presta en comodato a los gobiernos estatales, a los museos comunitarios, etcétera, estas piezas para el disfrute de la población. En este sentido nosotros hemos insistido en que estos monumentos arqueológicos de gran valía por ser una cultura, la gran cultura antigua que da sentido a la formación de Mesoamérica, se encuentra en una situación sumamente importante”.
Al considerar que el Museo Nacional Olmeca que se pretende construir en Tabasco es el primero que se realizara fuera de la ciudad de México, donde está el Museo Nacional de Antropología, el Museo Nacional del Virreinato, y el Museo Nacional de Historia, entre otros, esto le da una relevancia de primer mundo al lugar donde se construya un museo de estas características, pero además algo muy importante es que es la primera vez que se hace un museo nacional que va a hablar de un elemento cultural, en este caso los olmecas. “No tenemos museos nacionales de una sola cultura, no hay un museo nacional de la cultura mexica, por ejemplo, o Azteca, como algunos le llaman. A pesar de que seguramente es de las más conocidas en el mundo, no solamente en México. Tenemos el Museo del Templo Mayor, pero no es un museo nacional. No tenemos un museo nacional de los Totonacas, no tenemos un museo nacional de los Huastecos, no tenemos un museo nacional de los Chichimecas. Es la primera vez que un museo nacional se haría fuera de la Ciudad de México y alrededores va a dedicarse a un elemento cultural que son los Olmecas”.
El director del INAH en Tabasco precisó: “Y entonces, ¿qué sucede? en su momento, cuando Carlos Pellicer piensa en hacer este parque poema, la verdad es que fue muy atractivo, sin embargo, estamos hablando de 70 años más o menos, en donde esta concepción se fue modificando y en su momento se empezaron a admitir recomendaciones a museos de todo el mundo, en muchas partes del mundo se tenían museos abiertos donde las piezas estaban expuestas a la intemperie y pronto se empezó a ver un deterioro por razones obvias, pero en su momento no se sabía, hasta que empieza a verse ese deterioro. Y algunos ejemplos de cómo se toman en cuenta estas recomendaciones es el museo de Antropología de Xalapa, el famoso “Max”, en donde originalmente fue un museo también muy bello, abierto, presentado a la intemperie con unos jardines hermosísimos, pero en algún momento se determina hacer una edificación que resguarde estas piezas. Entonces queda el jardín que es maravilloso, que uno puede recorrer, que uno puede disfrutar, pero las piezas quedan resguardadas y uno puede hacer el recorrido y está pegado el museo arqueológico con la parte natural, y entonces sigue habiendo aves, cualquier cantidad de animales de la fauna local que llegan a ese sitio. Cuando Carlos Pellicer concibe este parque museo poema muy interesante, ahí está, pero nosotros cuando pensamos en este museo que se encuentra en una zona privilegiada en cuanto a fauna, flora, la laguna un costado. Todo esto lo concibió Carlos Pellicer. La propuesta que se tiene que no es una propuesta definitiva, eso es bien importante señalarlo, es que todo eso se conserve”.
“Yo veo en redes cómo hay una euforia en donde se manifiestan diciendo, ‘No a la destrucción del parque Tomás Garrido’, pues yo también me sumo, no estamos pensando en destruir absolutamente nada. El parque Tomás Garrido seguirá siendo el parque Tomás Garrido y más bien lo que estamos buscando es que se mejoren las condiciones…Es una parte que en su momento se tendrá que considerar porque si bien estamos pensando en una parte del museo para resguardar piezas con todas estas características que estamos mencionando, porque además al ser un museo nacional, la idea es que podamos tener piezas también de manifestaciones olmecas de Guerrero, de Puebla, de Morelos, de Veracruz y de otras de Chiapas, por supuesto, es decir, hacerlo verdaderamente de toda la región olmeca que conocemos. No sería únicamente resguardar las piezas que están en el parque museo La Venta y ponerlas bajo techo. Es ampliar una colección, hacer un museo realmente de gran relevancia que por supuesto para Villahermosa y para Tabasco sería una obra monumental, fantástica, que permitirá no solamente sentirnos orgullosos a los que estamos en Tabasco, sino al mundo entero porque sería la primera vez que habría una colección Olmeca bajo un mismo espacio, donde no solamente habrían piezas tabasqueñas, sino piezas de todo el territorio Olmeca.
El parque Tomás Garrido quedará como parque Tomás Garrido, el parque museo la Venta no se tocará. Es decir, ¿cuál va a ser o cuál sería la pretensión de hacerlo?, que las piezas originales que están en el parque museo La Venta, se retiren las piezas originales para ser resguardadas en un espacio adecuado y en el espacio que actualmente están ocupando las piezas, pongamos réplicas. Es decir, el visitante podrá hacer el mismo recorrido que actualmente hacemos por los mismos senderos, se pretende rehabilitar flora, fauna, porque bueno, si vamos al parque vemos coatíes, a ciertas horas mapaches, pero hemos dejado de ver un montón de animales. Yo creo de manera personal en gran medida por la gran cantidad de gatos que hay, en donde, por supuesto, matan y cazan aves, garrobos, iguanas y lo que se mueva. Yo creo que habrá que tener un proyecto integral que permita la regeneración de la fauna local de manera controlada, y que podamos recuperar esta idea original del poeta Carlos Pellicer. Es decir, no pretendemos acabar con nada, pretendemos mejorar lo que hay. ¿Y esto qué implica? Que tanto el área que ocupa el museo parque La Venta, esa no se impactará, se rehabilitarán los senderos y quedará en principio mejor de lo que actualmente está”, esta es parte de la entrevista, y usted lector saque sus conclusiones.
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