LA INMORALIDAD DE MORALES

 

A cuatro años de estar al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), José Antonio Morales Notario, su desempeño ha generado opiniones encontradas entre la ciudadanía y organizaciones civiles, resaltando el posicionamiento de la Red de Colectivas Feministas Tabasqueñas, que evidenció la falta de conocimiento, profesionalismo, congruencia y compromiso para defender los derechos de las mujeres.

Pese a que su periodo de cinco años vence hasta 2026, hay voces que sugieren que el actual titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos debe de ser relevado en su cargo, porque voluntariamente no se va, pues ha dicho que ante el cambio de gobierno no piensa renunciar, y debe de ser relevado debido a la serie de irregularidades que se ha cometido en esa dependencia, donde es evidente que no se defiende los derechos humanos, ya que en muchos de los casos se ha encubierto a los denunciados, lo que demuestra que no trabaja a favor de la ciudadanía sino de intereses particulares.

Pero no solamente desde afuera se manifiestan diversas voces para que José Antonio Morales sea relevado como titular de la CEDH por el pésimo trabajo que viene realizando, sino que desde adentro de la misma dependencia hay inconformidad de los trabajadores por los malos tratos que reciben no solamente por parte de su titular que parece que está amargado y actúa con prepotencia, sino que lo más delicado ya que la actual secretaria, quien goza de canonjías y privilegios, y a la que señalan de ser la responsable de la fractura marital que llevó al presidente de la CEDH a divorciarse, también hostiga, acosa, y castiga al personal laboral, lo cual es una irregularidad tolerado por el presidente del organismo, quien no ha entendido que los genitales no debe de meterse en la nómina, porque luego la persona que goza de los favores se toman atribuciones que no les corresponde, y en muchos de los casos, los funcionarios que no han extendido que una relación extramarital en sus mismas oficinas es delicado, terminan pagando las consecuencias de sus actos al ser renunciados porque en la función pública es sumamente delicado y condenable este tipo de prácticas perniciosas que es visto de manera inmoral, porque el funcionario debe de dar ejemplo de moralidad respetando a su propia familia.

Hay un documento hecho circular en diversos medios de comunicación por quienes dicen ser trabajadores de la CEDH, sobre la prepotencia y los actos de inmoralidad de José Antonio Morales Notario, con su secretaria, escrito sobre el cual algunos colegas comunicadores han publicado al respecto, y donde también sobresale, que no entienden como este funcionario público, es maestro de tiempo completo en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), precisamente en la División de Ciencias Sociales y Humanidades y al mismo tiempo despacha como titular de la CEDH, y como le da tiempo para atender los dos trabajos, y aquí habría que cuestionar, que funcionario de la rectoría o de la división de la Universidad le permite a Morales Notario, desdoblarse, o le permite que lleguen sus suplentes que son sus cercanos colaboradores en la Comisión Estatal se presenten en su lugar a dar clases en la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades, lo cual es una irregularidad solapado por la propia Universidad, porque esos “suplentes” no están capacitados para darle clases a los alumnos que debe de atender personalmente el titular de la CEDH, por lo que a como lo refiere la misma biblia: “el que le sirve a dos señores, el que le sirve a dos amos, con uno queda mal”.

¿Y porque se da ésta práctica perniciosa del presidente de la CEDH, que no es privativo dentro de la Universidad?, sino es producto de la misma inmoralidad del rector que se dio golpes de pecho en un noticiero radiofónico cuando quería ser rector, diciendo que iba a combatir las prácticas corruptas como los maestros aviadores que solamente cobraban, y que quienes fueran funcionarios públicos y no cumplieran con sus tareas de dar clases, mejor que solicitaran licencia temporal, pero terminó por morderse la lengua, y decía porque esa práctica perniciosa de Morales Notario de tener dos huesos y no cumplir con eficacia en las dos, pues simple y sencillamente por el dinero que representa sus dos salarios que sumados, estamos seguros que esta muy por arriba del sueldo del gobernador, con lo que el dizque defensor de los derechos humanos estaría violando la ley de austeridad, de que nadie, ningún funcionario público de los tres niveles de gobierno, de organismos autónomos o independientes debe gana o tener un sueldo superior a la del gobernador del estado.

Morales Notario ve como su coto de poder a la Comisión Estatal de Derechos Humanos siente que le pertenece porque le fue heredado por Adán Augusto López Hernández, vía quien Fuera el gobernador florero Carlos Manuel Merino Campos, y cree que eso le da poder, que lleno de soberbia, cuando el año pasado algunos reporteros lo cuestionaron, que si al igual que lo había dicho Enrique Priego que dejaría la titularidad del Tribunal Superior de Justicia que le daría para llegar al año 2030, por el cambio de gobierno, o como lo había expresado el ex-fiscal General, Nicolás Bautista Ovando que también dejaría el cargo por el cambio de gobierno a pesar de que su periodo vencía en el 2027, José Antonio Morales, dijo que él ni soñando, que no dejaría el cargo ya que fue electo por un periodo de cinco años que se vence en marzo de 2026 y que no estaba pensando dejar el cargo.

Lejos de pensar con claridad, lejos de pensar políticamente ante el cambio de gobierno que ya estaba en puerta, y poner su cargo a disposición del nuevo gobierno porque era lo más prudente, para dejar el camino abierto para que el nuevo gobierno tomara la decisión mas adecuada de dejarlo en el cargo o relevarlo, José Antonio Morales decidió actuar con soberbia, “no renunció, me quedo hasta 2026”, en un claro reto a las nuevas autoridades como si realmente tuviera la sartén por el mango, y no quiere entender que si sigue creciendo el descontento en su contra y si los trabajadores deciden manifestarse públicamente, el Congreso local que camina en apoyo del Ejecutivo puede decidir si relevo, su cambio, nombrando a otra persona que lo sustituya, con lo que con sus declaraciones demostró que es un hombre corto de miras, que mas bien es un hombre que raya en la zalamería y la adulación para sostenerse en el cargo.

                                                   OJITOS 

Cuando Adán Augusto López Hernández perdió la candidatura presidencial al quedar en el cuarto lugar, supo lo que es las mieles de la amargura, de la frustración, del resentimiento de sentirse engañado por quien públicamente se decía su hermano, por lo prácticamente se escondió, se aisló, no recibía llamadas, ni recibía visitas, sintiendo en carne propias el desprecio de muchos quienes se decían sus seguidores que al verlo fracasar, decidieron abandonarlo.

Durante su estancia en la secretaría de Gobernación, lejos de mostrarse como un político dialogador, como un mediador, se convirtió en un patán, en un político soberbio y arrogante que veía a muchas personas por encima del hombro y eso fue parte de su perdición, amén de confundirse, a, iniciar una relación extramarital, con la que acusa la oposición que es la que verdaderamente manda en el Senado de la República al ser Senadora por su estado, Chihuahua, que sueña que en algún sexenio gobernará.

La actitud soberbia, arrogante, convertido en un patán, de Adán Augusto López, que rompió compromiso con unos, y contrajo compromisos con otros, hasta con los que están fuera de la ley, con tal de ganar la presidencia de la República le generó enemigos políticos que a la hora de que cayó festejaron en grande su fracaso.

La estrepitosa derrota de Adán Augusto López, como aspirante presidencial le debió servir como una gran lección en su vida política para ser prudente y conducirse con mas moderación, con mas mesura, pues la soberbia es mala consejera, y si regresó a la palestra pública y ahora es presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, es por la decisión, de quien lo hundió al intentar ser el candidato presidencial, y al caer derrotado se hundió en un mar de confusiones, se aisló a llorar su derrota al sentirse engañado por quien se decía ser su hermano, pues sus seguidores juraban que ya tenía en la bolsa la candidatura presidencial, pero no, y su derrota fue estrepitosa.

Ese mismo que lo hundió, es el mismo que lo rescató del ostracismo para volver a darle vida política, para que viera que no todo estaba perdido y que regresaría como todo un triunfador a los primeros niveles de la política. Adán regresó a los primeros niveles de la política, pero no entendió la gran lección, hoy sigue de soberbio, arrogante, petulante, y hasta peleador callejero se volvió en el Senado de la República a retar a otro senador panista a que se disculpara con el marrullero senador Miguel Angel Yunez, armando un pleito callejero. Adán no entiende la lección, ni lo entenderá su soberbia es tan grande, que nuevamente morderá el polvo de la derrota y no habrá, quien lo vuelva a revivir políticamente. No es lo mismo ser marrullero que un buen político conciliador. Al tiempo.