Después de padecer durante un buen tiempo una enfermedad terminal que lo fue minando, ayer jueves por la noche falleció uno de los grandes reporteros gráficos o fotoperiodista que ha dado Tabasco, Simón Hernández García, quien con sus gráficas ilustró las paginas de portadas de varios diarios del estado en donde laboró a lo largo de su vida, y por lo cual recibió una serie de premios y reconocimientos a nivel estatal, nacional, e internacional.
Conoció a Simón hace muchos años, quizás hace unos cuarenta y cinco años, cuando muy jovencito llegó a laborar al diario Presente, donde se inició en la fotografía, permaneciendo varios años y poco a poco fue afinando su forma tan atinada para recrear con sus fotografías (pero no cualquier fotografía), las portadas o paginas interiores los periódicos donde trabajo por medio de los reportajes, las notas, y las entrevistas, pues siempre buscaba el mejor ángulo para recrear con mejor exactitud el trabajo periodístico que se realizaba.
Siempre cordial, siempre amable, siempre dispuesto a ayudar, aunque tenía un carácter fuerte, Simón Hernández, quien como ser humano tuvo algunas diferencias con compañeros del oficio, se fue haciendo de muchos amigos, de conocidos, en todos los ámbitos de la vida no solamente de Tabasco, sino en diversas partes del país, construyendo su carrera periodística como uno de los mejores reporteros gráficos que ha dado Tabasco a base de mucho su esfuerzo, de mucha dedicación, de mucho trabajo, y su enorme talento para la fotografía periodística lo llevó a recibir diversos premios no solamente en el estado, sino a nivel nacional y el extranjero al ser considerado uno de los mejores reporteros gráficos o fotoperiodistas del país.
Simón Hernández tuvo la oportunidad de cubrir eventos muy importantes como la visita del papa Juan Pablo II a Tabasco hace 34 años, así como el alzamiento armado que se registró en Chiapas, el uno de enero de 1994, (hace treinta años) logrando fotografiar al subcomandante Marcos que encabezaba a los rebeldes, que se levantaron en armas en contra del gobierno de Carloas Salinas de Gortari. También cubrió El Exodo Por la Democracia encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que partió en diciembre de 1991 de Villahermosa, y llegó a la ciudad de México, en enero de 1992 por solo citar algunos ejemplos del brillante trabajo periodístico que realizó durante su vida. Era un profesional de la lente muy metido, muy intrépido, muy sagas para lograr un gran ángulo de la fotografía política.
En El Éxodo Por La Democracia, coincidimos con Simón, quien en ese entonces trabajaba para La Verdad del Sureste, ya había dejado de laborar para Tabasco Hoy, y un servidor junto con el profesor Jorge Luis Amézquita, quien también incursionó en el periodismo, fuimos asignados por el director general de Tabasco Hoy para cubrir dicho éxodo, que no se le vaticinaba mayor éxito, pero que con una desgracia ocurrida en Cerro Gordo, Veracruz, donde fueron arrollados por un trailer cuatro exodistas, logró una repercusión no solamente a nivel nacional, sino internacional, de tal manera que al arribar a la Ciudad de México tuvo todos los reflectores de la prensa, radio y televisión que se requería y que posteriormente con la cumbre de varios países que se iba a realizar por esos días, llevó al gobierno de Salinas a realizar una negociación política y económica con Andrés Manuel López Obrador.
Simón también tuvo la oportunidad de visitar el Vaticano, en Roma, Italia, estrechando la mano del sumo pontífice Juan Pablo II, de donde trajo algunos recuerdos para sus amigos, entre los que me cuento; en lo particular, a mí me regaló un rosario bendecido por el Papa, “para que siempre la bendición de Dios te acompañe y tengas buena suerte amigo Jacinto”, me dijo cuando me lo entregó al regresar de su viaje.
Puedo seguir contando muchas anécdotas del trabajo periodísticos que Simón Hernández fue realizando como parte de su trabajo profesional, pues por cerca de cinco años fue el reportero gráfico que yo traía asignado en el periódico Tabasco Hoy, para realizar reportajes, entrevistas, notas de color, y toda la información que era requerida, demostrando que era aguerrido para realizar los trabajos más difíciles, que se revestían de mucho peligro, pero nunca se echó para atrás, porque siempre estaba dispuesto a realizar el trabajo periodístico que se requería por más peligroso que pareciera.
Postrado en el lecho del dolor, tuve la oportunidad de visitarlo hace menos de un mes, para ser exactos el jueves 22 de agosto, en el hospital Juan Graham en donde estuvo internado por la recaída en su enfermedad, que de por sí era de diagnósticos reservados, porque él sabía lo que tenía, y aun sabiendo que su enfermedad era terminal, que era poco lo que se podía hacer, Simón jamás dejó de luchar por su vida, por restablecer su estado de salud, pues quería seguir haciendo su trabajo periodístico, “ya estoy mejor amigo, gracias a Dios, de aquí (del hospital), me voy a mi casa, ya mañana me dan de alta, ya me siento mejor”, me dijo cuando lo visite, y me pidió que nos tomáramos unas fotografías, que quedara plasmado para el recuerdo. Lo vi completamente lúcido, repuesto de su enfermedad, y dispuesto a salir para trabajar, pero esa de repente recuperación, al menos para mi representó un mal presagio, pues ya lo había visto en otras personas que después se fueron al viaje sin retorno, pero me ahorre mis comentarios, al menos en público. Efectivamente al día siguiente fue dado de alta y fue trasladado a casa de una de sus hermanas en la colonia Asunción Castellanos de Villahermosa, en donde días, quizás presintiendo lo que venía, el pasado 3 de septiembre invitó a algunos amigos a que fueran a casa de su hermana, porque les quería invitar una comida, a la cual efectivamente asistieron varios, amigos, yo me disculpe con el amigo Simón, porque tenía un compromiso que atender, él así lo atendió, y me dijo que estaba tranquilo porque se iba recuperando.
El 24 de diciembre de 2023 por la tarde, en redes sociales corrió la versión de que Simón Hernández, estaba grave de salud, que había sido internado de emergencia en el hospital Juan Graham, que encontraba en terapia intensiva, y que los pronósticos sobre su salud no eran nada alentadores; una semana antes, había platicado con él, se veía bien, por eso fue impactante saber que estaba internado en ese nosocomio donde luchaba por su vida.
En el hospital hicieron todos los esfuerzos por restablecerlo, toda vez que por ser un día festivo, que además cayó en fin de semana no se contaba con los especialistas para su urgente atención médica; con el paso de los días se conoció que se estaba restableciendo, que los médicos lograron sacarlo del grado de inconsciencia en que se encontraba, y semanas después abandonó el Juan Graham para irse a casa de una de sus hermanas. Tuve la oportunidad de reunirme con él, de platicar, de verlo lleno de esperanzas por recobrar su buen estado de salud, de hecho comenzó a salir a la calle, a reunirse con sus amigos y para intentar realizar sus actividades periodísticas, pero con más calma, más pausado.
Simón consideraba como su amigo al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y éste también así lo consideraba, por lo que en cuanto éste se enteró que estaba hospitalizado, en su mañanera lo dio a conocer, haciendo votos para el restablecimiento de su salud, haciendo un reconocimiento a su trayectoria periodística como uno de los mejores fotoperiodistas a como se dice ahora a los reporteros gráficos, que ha dado Tabasco.
No se sabe si hubo ayuda económica del parte del presidente Andrés Manuel hacia Simón, eso solamente lo sabía el ahora fallecido, porque cuando una persona cae enferma lo que más requiere, es ayuda económica para solventar los gastos por más que sea atendidos en un hospital público, siempre se realizan gastos económicos, pero en sí, la sola mención en la mañana por parte del presidente de la República hacia Simón Hernández, era una muestra de afecto, o se vio como una muestra de afecto, ahí el presidente ensalzó el trabajo periodístico de Simón calificando como uno de los mejores reporteros gráficos o fotoperiodistas que ha dado el país.
Durante diez largos meses Simón Hernández, luchó y luchó por restablecer su salud, entrando y saliendo del hospital Juan Graham, de acuerdo a como se requería que lo atendieran medicamente, hasta que ayer jueves por la noche, perdió la batalla por la vida; por la tarde un amigo en común me informó que una de las hermandas de Simón le había comentado que ya estaba grave, que hay no había nada que hacer, y que solamente estaban esperando que falleciera. Efectivamente, mas tarde, como a las nueve de la noche corrió la versión de que el gran amigo Simón había partido al viaje sin retorno, a ese viaje donde algún día todos los seres humanos, sin distinción de raza, de credo o religión, de cualquier posición social, sea rico o pobre, partiremos irremediablemente y para lo cual debemos estar preparados, pero casi nadie se prepara para morir, todos quieren seguir viviendo, y se produce un miedo en miles y miles de personas tan asolo con escuchar la palabra muerte.
Hay quienes parten al viaje sin retorno, y siempre son recordados por el legado que dejan a sus familiares, parientes y amigos, y en este caso nuestro buen amigo Simón siempre será recordado, por quienes lo conocimos, por su aporte a la vida periodística del país y el estado con sus tomas fotográficas de los mas connotados hechos que se presentaron, como la erupción del volcán El Chichonal, cuyas grandes tomas fueron captadas por la lente magistral de Simón.
Buen viaje amigo Simón Hernández García, que nuestro padre celestial te cubra con su sagrado manto, con el sagrado manto con el que cubrió a su hijo Jesucristo y te permita entrar al reino de los cielos. Con el paso de los años estoy seguro que volveremos a reencontrarnos, allá en lo más infinito del Cosmos, porque a ese viaje sin retorno, todos los seres humanos queramos o no seremos embarcados, y en la tierra solamente trascenderemos por nuestras acciones, o por las cosas buenas que hallamos.
OJITOS
Con la reforma judicial aprobada por el Congreso de la Unión, donde los morenistas le dan todos los créditos al Senador Adán Augusto López Hernández porque es un gran cabildeador que supo “negociar”, y la oposición lo llama “hampón de la política”, en Tabasco los Adancistas saltan hasta en un pie, creen tener ventajas y hasta se atreven a asegurar que nada en moverá en la entidad sino es con su venia.
Esto quiere decir que los Adancistas están de plácemes, porque creen que Adán Augusto revivirá el pleito del pasado por debajo de la mesa con el grupo Maycistas, ese pleito intenso, pero subterráneo que se vivió durante todo el proceso de sucesión presidencial donde cayó derrotado al ser electa Claudia Sheinbaum como la candidata presidencial, y que aun bajo esa derrota trasladó al terreno estatal donde quiso imponer a Yolanda Osuna como candidata a la gubernatura pero la fuerza del Maycismo, supo operar y pese a todos los obstáculos Javier May es el gobernador electo que a partir del uno de octubre de este año mandará en Tabasco.
¿Deveras que vale la pena que los tabasqueños vuelvan a sentir la pugna de dos grupos en Morena por el control del estado?, el Adancismo no se resigna de perder a Tabasco como su cuota de poder o como su plaza, y amenaza con volver a incidir en la vida política de la entidad. Ya veremos de que cueros salen más correas.
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