Desde hace varias décadas, en la antigua escuela de derecho ahora División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades (DACSyH, no se había presentado una movilización de estudiantes, a como ha sido convocado para hoy jueves, por la propia dirigencia de la Sociedad de Alumnos que ha llamado a protestar en contra de la directora Felipa Neri Sánchez para exigirle al rector Guillermo Narváez su renuncia, por una presunta serie de arbitrariedades, anomalías, y la violación de derechos humanos cometidos en contra de estudiantes y alumnos por procedimientos viciados que al menos han logrado obtener el amparo de la justicia federal para frenar dichas arbitrariedades.
Si la memoria no me falla, desde la década de los 80`s cuando el extinto Delio Ramón Colomé fue director de la escuela de derecho que se presentó el cierre de las instalaciones universitarias por parte de los alumnos que demandaban se quitaran los candados a la convocatoria para la selección del presidente de la Sociedad de Alumnos que violaba sus derechos para participar, pasando por la protesta de noviembre de 2022 cuando la directora dijo en un programa radiofónico que esa división parecía reclusorio, no se había presentado una movilización estudiantil como a la que ha convocado el propio presidente de la Sociedad de Alumnos, Eric Andrei Custodio Pérez, en contra de la directora a la que acusan de una serie de arbitrariedades que ha colmado la paciencia de los propios alumnos que hoy jueves se manifestarán a partir de las diez de la mañana para exigir su remoción.
Desde este miércoles, comenzó a circular en redes sociales un comunicado difundido por la propia Sociedad de Alumnos de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades a la comunidad universitaria para movilizarse pacíficamente hoy jueves en contra de la directora que textualmente dice: “ por medio de la presente, queremos informar a la comunidad estudiantil que mañana, jueves (hoy) 14 de marzo, a las 10:00 a.m. se llevará a cabo una protesta en contra de la directora de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades, la dra. Felipa Sánchez Pérez, debido a sus acciones de abuso de poder encubrimiento y malos tratos hacia la comunidad estudiantil.
Durante mucho tiempo, hemos sido testigos de comportamientos inaceptables por parte de la directora, que van en detrimento de la integridad, el bienestar de los estudiantes y miembros de la comunidad.
Estas acciones han causado un profundo malestar y preocupación entre nosotros. Es importante destacar que esta protesta se llevará a cabo dentro de la civilidad, la legalidad y la expresión pacífica. Iniciando como punto de reunión entre el edificio A y B, para posteriormente caminar hacia el auditorio.
Invitamos a todos los estudiantes a unirse a esta manifestación y hacer escuchar nuestras voces a favor de un ambiente justo y seguro”.
Con su movilización los estudiantes buscan frenar la serie de arbitrariedades de que la que están acusando a la directora, que va desde el hostigamiento a la comunidad universitaria, encubriendo de actos de violación y acoso sexual que se ha presentado en la división, y la suspensión de docentes y alumnos en forma ilegal, sin seguir los procedimientos que se marcan en el reglamento universitario, y que han logrado obtener amparos de la justicia federal, colmando la paciencia de los propios alumnos, por lo que forzosamente tendrá que intervenir el rector de la UJAT, Guillermo Narváez, que deberá entender que problema que se soslaya, estalla, pues tendrá que buscarle una solución al conflicto, que bien podría ser la remoción, licencia o renuncia de la directora, que al fin y al cabo en el mes de junio tendrá que dejar el cargo, porque ya no será posible su reelección, porque el ambiente en la división ya no le será propicio.
Que pasó entre la directora y el dirigente estudiantil, para que a diferencia de la movilización de estudiantes en noviembre de 2022, que no fue avalado por esa dirigencia y permitió que se sofocara la inconformidad estudiantil al decir que esa división fuera como un reclusorio, y que ahora sea el propio Eric Andrei Custodio el que esté encabezando la movilización en contra de Felipa para exigir su renuncia. Seguramente la cerrazón, la falta de diálogo, el entendimiento, las sinrazones, han sido factores para la fractura entre la directora de la DACSyH y el dirigente de la Sociedad de Alumnos, que hasta el tercer informe la directora caminaban de la mano, pero ahora hay una evidente ruptura.
Hay maestros de la división con mas de veinte años de servicio, como el caso del doctor Fredy Domínguez Narez que en forma alevosa y sin seguir los procedimientos que marca la convocatoria fue suspendido de sus actividades docentes por un año por la directora, y que gracias a un amparo que le otorgó la justicia federal sigue dando clases, y quien ha sostenido en uno de sus escritos difundido su publicación “Politicus Magazine” que lo mejor, ante esta crisis que se vive en la DACSyH es que la directora renuncie para que cese el peligro en que se encuentran alumnas, alumnos y académicos bajo su administración: “Si no quiere renunciar, hay elementos para su destitución. El Estatuto de la UJAT es muy claro cuando establece que es causa grave de responsabilidad imputable a todos los miembros de la Universidad la realización de actos concretos que “lesionen los principios básicos de la Universidad”. La violación de derechos humanos es la más grave lesión a los principios básicos de la Universidad. Este precepto interno de la Universidad más los preceptos constitucionales en materia de derechos humanos ampliamente transgredidos por esa directora conforman la fundamentación para una petición de que sea destituida de su cargo o pedirle su renuncia.
En concreto, las disposiciones reglamentarias y constitucionales transgredidos por esa directora, que fundamentan la necesidad de que las autoridades correspondientes, en concreto el Rector, le pidan su renuncia o la destituyan, son los siguientes: –Del Estatuto del Personal Académico de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, el artículo 7, fracción XII, que dice: “Respetar la igualdad de género, la equidad, los derechos humanos y evitar acciones que sean contrarias a la ética y la moral”; fracción XVII “Velar por el prestigio de la Universidad”; fracción XVIII “Promover el respeto irrestricto de la dignidad humana como valor fundamental e inalterable de la persona y de la sociedad, a partir de una formación humanista que contribuya a la mejor convivencia social, en un marco de respeto por los derechos de todas las personas y la integridad de las familias, el aprecio por la diversidad y la corresponsabilidad con el interés general”; fracción XIX “Inculcar el enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva y promover el conocimiento, respeto, disfrute y ejercicio de todos los derechos, con el mismo trato y oportunidad para todas las personas”; fracción XXII “Promover la comprensión, aprecio, conocimiento y enseñanza de la pluralidad étnica, cultura y lingüística, el diálogo e intercambio intercultural con base en la equidad y respeto mutuo”; artículo 68 fracción I, IV “Infringir el Protocolo para la Prevención, Atención y Sanción del Hostigamiento Sexual y Acoso Sexual de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco; fracción V “Transgredir las disposiciones del Código de Ética de la Universidad o el Código Institucional de Ética para la Investigación”; y las sanciones a estas violaciones están en el artículo 69 fracción III “Destitución de conformidad con el procedimiento y los plazos que establezca la autoridad universitaria, que estará obligada a respetar las formalidades esenciales del procedimiento que garanticen los derechos del investigado; y, fracción IV “Rescisión en los términos establecidos en la Ley Federal del Trabajo o en su caso en el Contrato Colectivo de Trabajo vigente.”
–Del Código de Ética de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, esa directora violó toda la Sección Primera artículos 1 al al 4, y de este artículo cuatro los numerales del 4.1 al 4.15 sobre “Ética personal. Comportamiento personal”, el capítulo II artículos del 19 al 21 sobre “Relaciones entre colaboradores. Sección Primera. Integridad en las relaciones laborales”, la Sección Tercera, artículo 23 sobre “Ambiente de trabajo saludable”, tipificó el abuso de autoridad previsto en artículo 27, transgredió la Sección Sexta artículos del 28 al 30 sobre “Dignidad humana”, la Sección Primera del capítulo III, artículo 31 sobre “Del profesionalismo y honradez en el quehacer educativo y administrativo”.
–Del Estatuto General de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, esa directora violó los artículos 63, fracción XIV “Sujetarse en la realización de todas sus acciones a las políticas generales de la Universidad, determinadas por el interés universitario y por las necesidades de desarrollo social, económico y cultural del Estado, la región y el país, avaladas o dictadas por el Rector y/o descritas en la Legislación Universitaria”; fracción XXI “Velar por la conservación de un orden libre y responsable en la División Académica correspondiente”;
Junto a estas transgresiones están las cometidas por esa directora contra la Constitución. Es importante subrayar que la Constitución no es cualquier sabrita ni juguete para discursos políticos. La Constitución es la mayor fuerza protectora y reguladora de todo el sistema social y educativo. Está por encima de la legislación universitaria en caso de que ésta sea contraria o existan vacíos, lagunas o contradicciones. Esa directora violó el artículo 1 en su vertiente de discriminación; el superpoderoso artículo 3 relativo a la educación, párrafo cuarto “La educación se basará en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva”; la fracción VII donde se indica que en las universidades se “realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas”. Los principios del artículo 3 son, ya vimos, “el respeto irrestricto a la dignidad de la personas con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva”. Esa directora también violó el artículo 4 párrafo 12, el artículo 6 párrafo 1 y 2, artículo 8 sobre el derecho petición, artículo 14 párrafo 2 y 4, artículo 16 párrafo 2 y 3, artículo 17 párrafo 1 “Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho”; párrafo 2 “Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial.”; párrafo 3 “Siempre que no se afecte la igualdad entre las partes, el debido proceso u otros derechos en los juicios o procedimientos seguidos en forma de juicio, las autoridades deberán privilegiar la solución del conflicto sobre los formalismos procedimentales”.
Todo esto solidifica un daño a la integridad moral de la UJAT que un directivo no debe promover.
En junio próximo se termina el periodo de cuatro años de esa directora. Evidentemente se ilusiona con una reelección que las horas amargas de estos días no harán que quite el dedo del renglón. Pero en la Rectoría ya comenzaron a mirar hacia otro santo, y hay una lista bastante legitimada después de que fue revelada por Politicus Magazine, de que en las preferencias del Rector para deshacerse de esa directora son Leticia Palomeque, Egla Cornelio Landero, Rodolfo Campos, y Ángel Velueta. Pero es cierto que faltan tres largos meses, y con una corte de colaboradores administrativos que la secundan en todo, particularmente los que integran el Consejo Divisional, esa directora puede dañar más a la institución. El año pasado procesó a un académico en una sola super audiencia en las cuales desahogó pruebas, rechazó pruebas, se otorgo facultades, invadió jurisdicción y dictaminò, con su Consejo Divisional, sin tenrr facultades para hacerlo, imagínense que no puede hacer en tres meses”.
El rector de la UJAT, Guillermo Narváez, sobre quien también pesan señalamientos de la forma irregular como volvió a reelegirse en la rectoría tendrá que actuar, tendrá que tomar una decisión, un mal paso y la Universidad se vuelve un polvorín que sería desastroso en este año electoral, quien diga que son otros tiempos, que todo está controlado, no hay condiciones para una revuelva estudiantil se están equivocando, que cuquen al demonio y verán como arde el infierno.
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