Por cuarta ocasión, César Raúl Ojeda Zubieta, quien fuera denunciado en la plaza pública en 2015 como “Mapachón” de la política por el ahora presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quiere ser candidato al gobierno de Tabasco por Morena, por lo que cínicamente hace un llamado a la unidad de los tabasqueños, cuando él sido uno de los primeros en dividir a los morenos, pues en repetidas ocasiones ha lanzado su veneno en contra del también aspirante al mismo cargo, Javier May Rodríguez.
Identificado como aliado del aspirante presidencial perdedor Adán Augusto López Hernández, a quien le debe el favor de haber intercedido en tres ocasiones ante el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para que le levantará el veto que le aplicó, luego de que fuera acusado de ser un traidor y desleal al Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pues en su calidad de secretario de Gobierno del gobierno perredista que encabezó Arturo Núñez, en las elecciones intermedias de Tabasco de 2015, operó políticamente para que Octavio Romero Oropeza, (actual director de Petróleos Mexicanos), quien era el candidato a la alcaldía de Centro, perdiera en esa elección, y Morena solamente ganara la alcaldía de Comalcalco, por lo que Javier May que era el candidato se convirtiera en presidente municipal.
Cínicamente, César Raúl Ojeda Zubieta se dice un hombre leal y congruente con sus actos, cuando en realidad es un vil traidor, pues hay que recordar que cuando Morena se estaba constituyendo en partido político, recibió la invitación de Andrés Manuel López Obrador para que dejara la comodidad de la Secretaría de Gobierno y lo ayudara en la construcción de dicho partido político, a lo cual se negó porque eso sería perder sus canonjías que tenía como funcionario, y ahora con todo el descaro del mundo se rasga las vestiduras por el partido que no le veía futuro, y ahora sí, luego de que le levantaron el veto, alza la mano, queriendo ser por cuarta ocasión el candidato a la gubernatura, pero es indudable que no pasará pues las bases morenistas, las que sí lucharon en la constitución de esa organización, no olvidan su traición, y por eso no pasará, no será candidato a la gubernatura.
Ahora que aspira a ser candidato a gobernador, cínicamente Ojeda llama a la unidad a los morenistas, y se dice hombre leal al presidente de la República, cuando si hay alguien que se ha encargado de dividir a ese partido es él, pues desde que asumió la presidencia del Consejo Político Estatal de Morena, se dedicó a cuestionar a los consejeros que integran el grupo de Javier May, arreciando sus cuestionamientos cuando este grupo estos se abrió a favor de Claudia Sheinbaum como aspirante presidencial, dándose vuelos, y que no pasarían porque Adán sería el candidato presidencial, sin guardar prudencia y ahora en forma cínica pretende darle atole con el dedo a los morenistas.
La deslealtad y la traición son las armas predilectas de Ojeda, a quien se le olvidó, que en el pasado, cuando fue nominado tres veces como candidato a la gubernatura por el PRD (2000, 2001, y 2006), Javier May y Octavio Romero cerraron filas para apoyarlo en su campaña política, donde finalmente fracasó y en reciprocidad a esa ayuda, se convirtió en sus adversarios al obtener los favores de Adán, quien ciertamente lo ayudó para que fuera perdonado por AMLO, pero eso no quiere decir que su deslealtad y traición se haya olvidado.
Ojeda no solamente es cínico, sino es un camaleón de la política que ahora aspira a ser candidato de Morena, no para ayudar al pueblo, sino para seguir medrando de la política, pues también hay que recordar, que en el 2001 cuando perdió por segunda ocasión la candidatura a gobernador, fue acusado en Telereportaje por Humberto Mayans Canabal de haber perdido la elección, porque el dinero destinado para el pago a las estructuras prefirió meterlos a su bolsa. Mayans acusó que se quedó con más de cien millones de pesos que aportaron varios empresarios y que le alcanzó para comprar la antigua clínica Juchimán. También hay que recordar que cuando llegó a la Secretaría de Gobierno, estaba endeudado y que sobre sus espaldas tenía la hipoteca de su rancho que no podía pagar, extrañamente, al salir de ese cargo su deuda con el banco estaba saldada. Y más recientemente, el que se dice su sobrino, pero que no los une ningún parentesco de sangre, Erick Garrido Argáez, el soberbio y corrupto alcalde de Jonuta, con recursos públicos del ayuntamiento le mandó a pavimentar la carretera que conduce a su rancho, ¿para ese tipo de cosas, para actos de corrupción quiere Ojeda el poder.
Ojeda dice que si no gana la candidatura a la gubernatura (está visto que no ganará), no pedirá otro cargo público o de elección popular, que se irá a su rancho, pero en realidad es un mentiroso, porque tambgien hay que recordarm que la vez pasada, cuando terminó su función pública, también dijo que se retiraba de la política porque se dedicaría a cuidar sus nietos, pero tal vez su propios nietos lo despreciaron que tuvo que regresar a la actividad política; así de incongruente es el Pirruris Ojeda.
OJITOS
A diferencia de lo que pasa a nivel nacional, donde Xóchitl Gálvez se ha convertido en un fenómeno electoral que puede darle la pelea a la candidata presidencial de Morena, en Tabasco el Frente Amplio por México, no tiene un visible candidato a la gubernatura competitivo que pudiera ganarle al candidato que postule el Partido Movimiento Nacional de Regeneración Nacional, por lo que como dice el clásico, la caballa está flaca en la oposición.
Ni en el Partido Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática o Acción Nacional, integrantes del Frente Amplio por Tabasco, se avizora a uno de sus integrantes con las tablas políticas suficientes que pudiera mover al electorado para volverlo competitivo durante el proceso electoral de 2024, como tampoco dentro de la sociedad civil se aprecia a algún ciudadano con buena presencia que pudiera alzar la mano para participar en el proceso de elección interna, tal como se eligió a Xóchitl Gálvez, donde a decir de la diputada local priista Soraya Pérez Munguía sería el Partido de la Revolución Democrática el que tuviera mano para decidir quién sería el candidato por ser la segunda fuerza electoral en el estado, aunque si a este instituto político se le deja esa decisión, es indudable que su candidato sería el Senador de la República, Juan Manuel Fócil Pérez, quien ha externado su decisión de ser el abanderado a la gubernatura, con lo cual caminarían directo a la derrota.
A los partidos integrantes del Frente Amplio por Tabasco, les está faltando un fenómeno electoral como la Senadora Xóchitl Gálvez, quien después que aspiraba a ser la candidata al gobierno de la ciudad de México, en unos cuantos meses se volvió un fenómeno social a raíz de que tuvo valor de enfrentarse al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que le negó su derecho de réplica en las mañaneras, lo que le permitió rápidamente alcanzar una gran popularidad que fácilmente la llevo a recabar las firmas para su inscripción al proceso de elección del candidato presidencial del Frente Amplio Por México, logrando convertirse en la candidata presidencial que es bien recibida en cualquier estado que visita, pero aquí en Tabasco no se avizora que algún ciudadano pueda reunir esas características para volverse competitivo frente al candidato que postule a Morena.
Mientras que en Morena sobran candidatos a la gubernatura, en el Frente Amplio Por Tabasco, se han dado a conocer algunos nombres de sus militantes que en realidad no tienen un peso específico, ni tienen una buena popularidad o penetración entre la población, que pudiera contribuir a volverlo competitivo.
Hasta ahora los escasos nombres que se manejan, como posibles aspirantes a la candidatura por la gubernatura, se puede decir que son de mediano peso político que pueden competir para las senadurías, diputaciones federales, presidencias municipales o diputaciones locales, pero no reúnen esa característica que se necesita para volverse un candidato a gobernador competitivo frente a un partido como Morena que no dudará en echar mano de todos los recursos que tienen a su alcance para ganar la gubernatura de Tabasco, ya que es la joya de la corona, la tierra del aun presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y por lo tanto los morenos, pese a la abierta confrontación que están viviendo, no se ve como puedan perder la gubernatura, aunque en política no hay nada escrito
Ni Juan Manuel Fócil, Dagoberto Lara Sedas, que también ha dicho que quiere ser candidato a la gubernatura, Fabián Granier, Lorena Beaurregard que para sobrevivir andaba promoviendo banquetes y que hábilmente se agregó al frente, entre otros que se pudiera agregar a la lista tendría la suficiente fuerza política para enfrentarse a quien salga electo candidato a la gubernatura por Morena, quizás por esa razón, sabiendo que tienen una gran ventaja electoral, en ese instituto político prosiguen con su enfrentamiento interno ahora que van a elegir a su candidato a gobernador, y no es que cualquiera de los opositores que se mencionan no puedan ser candidatos, claro que lo pueden ser, pero el detalle es que se vuelvan competitivos.
En el caso del Partido Movimiento Ciudadano, que se ve que irá solo a las elecciones de 2024, hasta ahora el mejor posicionado para ser candidato a la gubernatura lo sea Gerardo Gaudiano Rovirosa, pero divididos a como están, con una dirigencia anodina que no tiene ni pies ni cabezas, porque Pedro Palomeque se ha dedicado a destruir la poca estructura que tiene en los municipios, no se ve como puedan volverse competitivos frente a Morena para ganar la gubernatura, por eso a la oposición les urge una especie de Xóchitl que sea un fenómeno social para que puedan dar la pelea electoral.
VISORCITO
Haciendo un poco de historia. El pasado viernes 15 de septiembre se cumplió treinta y un años, de que a un gobernador de Tabasco no se le permitió dar el grito de independencia en la Plaza de Armas, porque se mantenía tomada por campesinos, que días antes habían llegado a Villahermosa, provenientes de cuatro municipios de Tabasco, que exigían la intervención de las autoridades estatales para que la empresa Petróleos Mexicanos que no solo ha representado desarrollo sino también destrucción, los indemnizara económicamente por los daños causados a sus terrenos, cultivos y casas.
Manuel Gurría Ordoñez, quien fuera bautizado con el mote de “Tío Nelo”, era el gobernador sustituto que había relevado a Salvador José Neme Castillo, quien había solicitado licencia al cargo, luego que se fueron presentando diversos problemas durante los tres años que gobernó, mismo que lo fue debilitando, por lo que prácticamente fue retirado por el gobierno federal que encabezaba Carlos Salinas de Gortari.
En septiembre de 1992, el activista, luchador social y licenciado en derecho Rosendo Valenzuela Martínez, que lideraba en el estado al Movimiento Ciudadano de los Pobres (PDP), tomaron por asalto la Plaza de Armas con 10 mil campesinos provenientes de 4 municipios (Centro, Cunduacán, Nacajuca y Jalpa), por lo que para el 15 de septiembre, día que se celebra el grito de independencia el lugar estaba ocupado y pese a los intentos de dialogo de las autoridades estatales con el líder del movimiento para que desalojaran el lugar, nadie se movía del lugar, porque no se lograba un acuerdo sobre la forma en que serían indemnizados por los daños que Petróleos Mexicanos ya les había causado, por lo que el propio gobierno estatal ya preparaba un desalojo, aun con las serias consecuencias que le ocasionaría al gobierno gurriista que se supone había llegado para restablecer el orden, la tranquilidad y la paz social entre los tabasqueños que se había deteriorado por la actuación del anterior gobierno.
El gobernador Manuel Gurría se vio forzado por órdenes del presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari a trasladar el grito de independencia a la plaza de la Revolución Tabasco 2000; y es en este conflicto donde debutan como actores políticos en el Gurriato los hijos putativos del Gurriato, Adán Augusto López Hernández, como sub-secretario de Gobierno, Jaime Lastra Bastar, Carlos Manuel Merino, quien siempre ha sido chalán de Adán, Juan José Rodríguez Prats quien duró como Secretario de Gobierno tres meses y Enrique Priego que entró al relevo en la Secretaría de Gobierno para intentar solucionar este conflicto que tenían en puerta.
Con mucha antelación a la toma de Plaza de Armas con el plantón de resistencia permanente, ya se habían realizado otras marchas y bloqueos a pozos petroleros como los encabezados por Eulogio Méndez Pérez, quien era el máximo líder del llamado Pacto Ribereño, que se convirtió en el icono número uno, el iniciador en Tabasco de los bloqueos a pozos petroleros y marchas derivado de la severa contaminación ambiental que hasta la actualidad sigue originando Pemex y que se resiste a pagar los daños causados, por lo que Eulogio fue reprimido con severidad en el gobierno de Enrique González Pedrero que no quería que Pemex fuera tocado ni con el pétalo de una rosa, pues el gobierno recibía recursos económicos de esa empresa. Eulogio fue detenido por la policía estatal y en un helicóptero lo trasladaron hasta el mar donde era sumergido en sus aguas para que se desistiera de continuar encabezando el Pacto Ribereño que tantos dolores de cabeza le estaba dando al gobierno de González Pedrero. Todavía está vivo Eulogio Méndez para que narre ese episodio negro del gobierno represor que lo mantuvo en la cárcel.
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