En la lucha por el poder, por lograr la candidatura presidencial de Morena, se han desatado todos los demonios, de tal forma que se está viendo una lucha frontal entre dos de los aspirantes, Marcelo Ebrard Cassaubón, a quien las encuestas ubican en el segundo lugar, y Claudia Sheinbaum Pardo, que a pesar de estar recibiendo una serie de señalamientos negativos en su contra se mantiene en el primer lugar de las preferencias ciudadanas, cuando, durante el arranque de las asambleas informativas hace más de 60 días, algunos analistas políticos esperaban que esas tendencias se modificaran a favor del ex-canciller o del ex-secretario de Gobernación, pero nada de eso ha pasado.
Desde que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador decidió hace cerca de dos años, adelantar su propia sucesión presidencial, dando los nombres de las corcholatas que participarían en ese proceso sucesorio, la entonces jefa de Gobierno de la ciudad de México tomó la delantera en las encuestas de todas las tendencias (serias y no serías) que se comenzaron a realizar, y a pesar del constante golpeteo en su contra, con razón o sin razón, que pudo haber propiciado su drástica caída de las preferencias ciudadanas se ha mantenido en el primer, y eso ha puesto nerviosos a los otros aspirantes que han decidido lanzarse en su contra, como ahora lo está haciendo Marcelo Ebrard con una serie de denuncias, desde la utilización de los recursos públicos, el acarreo a las asambleas informativas, la intervención de la secretaría del Bienestar en el proceso, y que hay servidores públicos que están haciendo lo mismo, sin importarle que con esos señalamientos están dañando a su propio partido, pero que además, le da la razón, a integrantes de los partidos opositores que desde hace meses vienen señalando que las corcholatas, aun estando en funciones dentro del gobierno federal, estaban empleando recursos públicos para promoverse, pues por doquier, como por arte de magia comenzaron a aparecer, espectaculares, lonas, bardas pintadas, promocionales en las redes sociales, y toda serie de artimañas que vienen del pasado, sobre todo de los gobiernos priistas que se creía superado, pero no ha sido así, ya que todas esas malas artes de la política que cuesta miles y miles de pesos que de alguna parte tuvo que salir, fueron reeditados y salieron a relucir, para que las corcholatas se promocionaran entre la ciudadanía para lograr su posicionamiento político.
Mientras estuvieron como funcionarios en el gobierno federal, las corcholatas hicieron de todo para promocionarse, para posicionarse, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López Hernández, y el entonces presidente de la Junta de Coordinación en el Senado, Ricardo Monreal Avila, hicieron lo propio para avanzar, para ir penetrando dentro de la ciudadanía, sabiendo que el método anunciado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para elegir al candidato presidencial son las encuestas, y desde el primer momento, cuando las diversas casas encuestadoras comenzaron a realizar los sondeos, la ex-jefa de Gobierno, pese a los errores que se cometieron en su gobierno y que aprovecharon sus detractores para cuestionarla hasta el cansancio, se mantuvo en el primer lugar, y ahora que se realizan las asambleas informativas, cuando todos los aspirantes se echaron a andar por el país y se esperaba ver el real crecimiento de Marcelo Ebrard y Adán Augusto López Hernández, que estaban en el segundo o tercer lugar, las diferencias en cuanto a los porcentajes entre el primero, segundo y tercer lugar se mantienen casi intactas, Claudia sigue arriba con más del 34 por ciento de las preferencias, Marcelo se mantiene entre el 22 0 24 por ciento, con diez puntos de diferencia, y Adán Augusto que metió toda la carne al asador, no pasa de los diez puntos porcentuales, por eso se dice que Noroña le ha empatado esa posición, y es ahora, cuando ya están en la recta final, cuando están viendo su real situación, es que algunos aspirantes como Marcelo Ebrard, se atreve a cuestionar, sale a denunciar, lo que antes siendo funcionario, vio y permitió lo que se ha venido haciendo desde hace dos años, la utilización de los recursos públicos para promover a tal o cual aspirante, pero como ahora está en desventaja, siente que a pesar de la promesa presidencial de que “en el próximo sexenio serás tú el candidato presidencial” se le va de las manos la candidatura por lo que recurrea las denuncias que debió haber realizado cuando era funcionario, y no está diciendo mentira, porque la práctica de la promoción política de las corcholatas usando recursos públicos lo comenzaron a realizar en cuanto sus nombres salio a relucir, pero es algo que el mismo ex-canciller vio, permitió, toleró, y que ahora cuando las mediciones no le están favoreciendo, y le está pegando fuerte, es cuando pega el grito en el cielo, pero ya es demasiado tarde, Claudia Sheinbaum ya les lleva un buen tramo de ventaja, pero a que ha sido la corcholata más golpeada, mas cuestionada, no solo por los opositores, sino por sus contrarios dentro de Morena.
La pugna de Marcelo Ebrard contra Claudia Sheinbaum, revive las esperanzas de los seguidores del ex-secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, -quien con todo el apoyo presidencial, pues López Obrador le dio vara alta, enviándolo en su representación a diferentes eventos en los estados del país para que creciera políticamente pero se quedó mediatizado, no creció, al grado que Fernández Noroña, con escasa publicidad ahora le disputa el tercer lugar-, de que ahora sí, se perfila como el candidato presidencial de Morena, y que nadie le quitará la nominación pese a que no pasa de los diez puntos, y hay una enorme diferencia con el primer lugar que mantiene la ex-jefa de gobierno de la ciudad de México.
Los seguidores de Adán Augusto López Hernández, han utilizado todas las formas posibles para convencer a la población, de que es el bueno, de que es el candidato presidencial encubierto, porque ya le toca a otro tabasqueño y otro seguidor fiel de López Obrador ser presidente de la República para darle continuidad al proyecto de la Cuarta Transformación, que es el único aspirante presidencial que representa fielmente los intereses del inquilino de Palacio Nacional y que no lo traicionará, que las encuestas son solamente una medición pero que el presidente de la República que tiene la última palabra, es indudable que señalará a López Hernández para que sea ungido candidato presidencial, pero los resultados que saltan a la vista son otros, se estancó, no levantó, por lo que ahora los seguidores del ex-gobernador de Tabasco aprovechando el enfrentamiento que existe entre Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, juran y perjuran, que ahora sí, el tercero en discordia que según ellos se ha mantenido prudente y conciliando que es Adán Augusto López Hernández, será beneficiado por el presidente de la República con la candidatura presidencial porque hasta las encuestas que se realizarán, serán a modo, para que el ex-secretario de Gobernación aparezca en primer lugar y así hasta Sheinbaum se doble y acepte “tranquilamente” el resultado.
No queda dudas, de que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador puso su mira en Adán Augusto López para impulsarlo como aspirante presidencial para lo cual aprovechando el vacío que había en Gobernación decidió ponerlo en ese cargo para que desde ahí se impulsara.
El presidente de la República, puso en las manos de Adán todas las herramientas necesarias para que trabajara esperando verlo crecer políticamente para que se metiera de lleno a la pelea por la candidatura presidencial, pero está visto que una candidatura presidencial no se construye de la noche a la mañana, no se construye en dos años, y pese a todos los intentos que realizó Adán Augusto, incluso utilizando recursos públicos de Gobernación y haciendo concesiones políticas, no pudo avanzar, no pudo o no supo cómo crecer, se quedó mediatizado, quizás porque la figura de político conciliador que llevaba sobre sus espaldas, se desplomó en cuanto adoptó la misma postura del presidente de la República, radical, intransigente, y golpeador, queriendo parecerse a López Obrador en todas sus acciones, y eso en vez de ayudarlo terminó por perjudicarlo y la mayor prueba son las encuestas serias que se han realizado y que el mismo ex-secretario de Gobernación ha descalificado argumentado que el beneficiado es quien las paga, porque sigue saliendo en tercer lugar, y a pesar que lo han querido inflar por medio de encuestas patito, esos intentos han fracasado, porque las encuestas serias, incluso, en las que crece el presidente de la República sigue apareciendo en tercer lugar, de los diez puntos porcentuales no ha pasado, lo que representa una enorme diferencia con el primer lugar, imposible de remontar, y si alguna intención tuvo el presidente de la República de pretender imponerlo como candidato presidencial, la condición es que hubiese crecido, que apareciera en el segundo lugar de las preferencias ciudadanas que es la posición que trae Marcelo y tuviera a pocos puntos de distancia del primer lugar que encabeza Claudia, pero en un remoto tercer lugar y con más de veinte puntos de diferencia es imposible que el presidente de la República pretenda imponer como candidato presidencial a Adán Augusto López Hernández, salvo si se quisiera una ruptura de pronósticos reservados en su partido.
El argumento que esgrimen militantes morenistas de que el candidato a la presidencia de la Republica que postule Morena ganará las elecciones constitucionales de 2024 sin mayores problemas, resulta que ya no es tan real, el mismo aspirante presidencial, Ricardo Monreal Avila durante su reciente visita a Tabasco ha dejado en claro, que dichas elecciones no será un día de campo, que hay que reconocer que tienen enfrente a una oposición que se va consolidando y que dará la pelea electoral para ganar la presidencia de la República y que si morena no se unifica, y por el contrario se divide, estará condenado a perder la elección presidencial, por eso esa versión que han dejado correr los seguidores del adancismo, de que ante la disputa que mantiene Ebrard con Claudia, el presidente de la República impondrá como candidato presidencial a Adán Augusto, huele a suicidio político y Andrés Manuel López Obrador que ciertamente es un hombre terco y obcecado, por más que estime a Adán, por más que quisiera imponerlo, no es un suicida político para imponerlo porque las condiciones políticas han cambiado en Morena, de tal manera que seguirá jugando con su librito que representa las encuestas, por lo que sabe que de entre Claudia y Marcelo, Marcelo o Claudia saldrá el candidato presidencial, porque así lo han venido mostrando las tendencias desde hace dos años, ya que lo que necesita es que haya continuidad de su gobierno, es de que le cuiden la espalda, su retirada para irse a descansar con tranquilidad, y si ese alguien siempre ha estado en la izquierda y que no es un hibrido, esa es Claudia Sheinbaum, a quien hay que reconocerle que a pesar de todos los ataques en su contra, como por ejemplo el accidente del metro, de que en las elecciones intermedias perdió la mitad de las alcaldías, de que su popularidad va en decadencia, de que utiliza el acarreo a sus asambleas informativas, de que la Secretaría de Bienestar está metida con todo apoyándola, de que ha contratado publicidad en medios de comunicación opositores al presidente de la República, las encuestas serias siguen demostrando que se mantiene en el primer lugar de las preferencias ciudadanas, cuando otros aspirantes ante el golpeteo que están sometidos, ya hubiesen caído al segundo o tercer lugar, pero la ex-jefa de gobierno de la ciudad de México, pese a todo, se sostiene en el primer lugar y por algo será; la contienda de Morena ya está centrado en solamente dos aspirantes, Claudia o Marcelo, uno de ellos será el Coordinador Nacional de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación, y quien será el candidato presidencial de Morena.
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