El brutal pleito entre dos legisladores de Morena en el Congreso local que llegó hasta el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco y que buscaba la sanción en contra de uno de ellos, sin que el coordinador y presidente de la Junta de Coordinación Política, Jaime Lastra Bastar, hubiera metido las manos para conciliar y que no estallara este conflicto, muestra y demuestra el grado de división que existe entre los dos grupos de Morena, los neo contra los fundadores, que están en plena lucha por el relevo presidencial y la gubernatura de Tabasco.
La pugna entre el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, considerados como los neomorenistas, contra el grupo de Javier May Rodríguez, aspirante a la candidatura por la gubernatura y promotor de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, para que sea la candidata presidencial, escaló al Congreso local donde la diputada por el municipio de Huimanguillo, Rita del Carmen Galvez Bonora, decidió enfrentarse al legislador de su mismo partido por el municipio de Jalpa de Méndez, Jesús Selván, a quien denunció ante el Instituto Electoral por violencia política en razón de género, en espera de que fuera castigado y con ello se le inhabilitara para poder contender por otro cargo de elección popular, lo que fue considerado como una afrente por el grupo del responsable del tren maya, quienes cerraron filas para defender a uno de los suyos.
Cuando la mayoría de los medios de comunicación afines al grupo del secretario de Gobernación, daban como un hecho de que ayer durante la sesión de los consejeros del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana Tabasco votarían el resolutivo en contra de Jesús Selván reconociendo que sí había violentado a Rita Gálvez, vino la reculativa del organismo electoral, quizás midiendo el terreno, al aceptar la propuesta del representante del Partido Verde de que el dictamen se regresara a la respectiva comisión para que se estudiara más a fondo, debido a las nuevas pruebas que un grupo de legisladores afines a Selván habían presentado ante el organismo electoral para demostrar que jamás existió la violencia de género argumentado por la legisladora morenista, y que debe dar la pauta para su exoneración, debido a que esta denuncia está viciada de origen con la intervención por debajo del agua a como es su modus operandi de la consejera electoral, Rosselvy del Carmen Domínguez, quien ha utilizado como bandera la falsa defensa de las mujeres y contra la violencia, pero bien que cuando su hermano actualmente presó en el reclusorio por presuntamente asesinar a una fémina, y los familiares de la empresaria exigieron a la Fiscalía que este delito fuera tipificado como feminicidio, no solamente no las apoyó, guardó silencio, pero bien que se dedicó a defender a su hermano, hechos que ya relataremos en otra columna. El hecho en sí, es que la consejera Rosselvy fue denunciada por pretender que otra legisladora atestiguara en contra de Jesús Selván, para culparlo de violencia política en razón de género, con lo que se vicia el proceso, pues no se debe ser juez y parte en el conflicto a como lo hace de manera ilegal la consejera electoral, lo que debe de llevar a analizar a los otros consejeros que al estar viciado de origen, no se debe seguir con el procedimiento, además, de que el video que supuestamente es la prueba madre de esa violencia, es muy ambigua, y no se le puede dar un codazo a quien está delante de la persona que supuestamente propició el codazo.
El hecho de que el presidente de la Junta de Coordinación Política, Jaime Lastra bastar no haya intervenido para buscar una conciliación y frenar la exhibición de los legisladores morenistas frente al pueblo tabasqueño, demuestra el grado de descomposición y ruptura que existe entre los dos grupos en pugna, ruptura en la que también ha participado la dirigencia estatal de Morena, a cargo de Tey Mollinedo, pues mientras llama a la conciliación de dientes para afuera en los hechos hace otra cosa, pues debió instruir a su representante ante el Instituto Electoral que tratándose de un hecho delicado, donde dos legisladores de su partido están implicados, debió asistir personalmente a la sesión y no hacerlo de manera virtual que ni siquiera pudo responder presente al pase de lista porque supuestamente estaba fallando su sistema, además de que se refleja la parcialidad de la propia dirigente estatal de Morena hacia uno de los legisladores, pues fue el representante del PVEM el que presentó la propuesta para que el dictamen regresara a comisiones, cuando lo apropiado es que debió ser el representante de Morena, quien realizara esta petición por las pruebas supervinientes que se presentaron, lo que no deja lugar a dudas de hacia dónde están cargados los dados.
Y cuando los adancistas ya festejaban el golpe espectacular propiciado por la legisladora del mismo grupo en contra del grupo maycista para dejar fuera de combate a uno de los legisladores, simplemente no se les hizo y lo más probable es que sea desechado luego de que se denunció que la consejera electoral Rosselvy Domínguez se convirtió en juez y parte para culpar a Selván, al pedirle a una legisladora de Morena que fuera a testificar en contra del integrante del grupo maycista, que ahora se ha alzado con este triunfo.
OJITOS
La manifestación del pasado domingo de miles de ciudadanos a favor del Instituto Nacional Electoral (INE) y contra el plan “B” del presidente de la República que representa un salto al pasado, a los años 70´s donde el gobierno era juez y parte en los procesos electorales, es una muestra de que el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) puede ser derrotado en el proceso electoral de 2024 donde se elegirá al nuevo presidente de la República.
En el proceso electoral de 2018 Morena y Andrés Manuel López Obrador arrasaron con la mayoría de los cargos de elección popular pulverizando a los partidos opositores pues el presidente de la República, obtuvo una histórica votación, lo que los hacía invencibles y sin contendientes al frente, el mismo AMLO se ha encargado de dinamitar parte de esos 30 millones de votos que recibió, pues muchas personas que creyeron ciegamente en que por primera vez se tendría en el país a un gobernante de primer mundo, a un estadista, a un hombre de Estado que propiciara el desarrollo y la unidad nacional, se han sentido decepcionados al verlo convertido en un peleador callejero, en un propiciador de la división, en un terco y obcecado que cree que tiene la razón absoluta, que poco se va convirtiendo en un tirano.
El único responsable que una gran parte de la población que en el 2018 lo apoyó para que ganara la presidencia de la República, pero que a cuatro años de gobierno le ha dado la espalda al salir a las calles para realizar una manifestación en defensa del INE, propiamente es en su contra, es el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien como buen encantador de serpientes supo utilizar los errores de los pasados gobiernos, para llegarle al corazón a la población, lo que lo convirtió en un líder opositor que cuestionaba a esos gobiernos y que decía tener la solución a todos los males, a todas esa necesidades, pero al ganar la presidencia de la República, dio un gran viraje y resulta que sus promesas de campaña se esfumaron, y Ahora como gobernante está haciendo todo lo contrario a lo que pregonaba como líder opositor.
Si hay alguien responsable de que la población haya salido a manifestarse en contra de su plan “B” que busca regresar al pasado, que busca darle un mortal golpe a la democracia cuando en su calidad de líder opositor defendió esa democracia, exigiendo una y otra vez a los gobierno anteriores mantenerse al margen de los procesos electorales y que no utilizaran los recursos públicos para la promoción de sus candidatos, es el mismo Andrés Manuel López Obrador que poco a poco va cavando su tumba política, pues al llegar al poder, se transformó, dio un giro de 180 grados pues cambio su manera de pensar y actuar, porque ahora resulta que esa democracia que le permitió llegar a la presidencia de la República le estorba, no va acorde a sus planes, pues tal como lo hizo el PRI en el pasado, donde operó como partido de Estado y se sostuvo en el poder durante más de 80 años, ganando elecciones constitucionales al maniatar a sus contrarios, al utilizar todos los mecanismos que tenía a su alcance, ahora Andrés Manuel López lo quiere emular y convertir a Morena en el nuevo partido de Estado, que le permita ganar todas las elecciones para mantener en el poder durante muchos años, pero a diferencia del pasado la población está más politizada, tiene los sentidos más despiertos, y esa fue la razón por la que miles y miles de personas salieron a manifestarse públicamente a favor del Instituto Nacional Electoral y en contra de su plan “B” con lo que pretende retener la presidencia de la República, utilizando todo el aparato de Estado, al permitir con su nueva ley que los funcionarios públicos realicen abiertamente proselitismo político durante el proceso electoral sin ser sancionados, que en los anteriores gobiernos la ley no se los permitía, lo que significa un retroceso al pasado, y esa fue una de las banderas políticas que AMLO utilizó para fustigar a los gobiernos del pasado, para exigirle que no metieran las manos en el proceso electoral, a como ahora pretende hacerlo su gobierno.
El desencanto, la frustración y amargura que ha generado el presidente de la República hacia miles de personas que en 2018 votaron para que llegara a Palacio Nacional, es lo que generó que el pasado domingo se concentraran en la plaza pública de la capital del país y en más de cien ciudades para mostrar su desacuerdo por su plan “B” que es una regresión al pasado, pues pretende que el Registro Nacional Electoral que es la responsable del padrón electoral prácticamente desaparezca con la reducción de personal del Instituto Nacional Electoral para que sea la secretaría de Gobernación, la responsable de recabar los datos ciudadanos de miles de ciudadanos, con lo cual se estaría regresando al pasado, pues hay que recordar que en los años 70´s y parte de los 80´s era el gobierno federal por conducto de la secretaría de Gobernación la responsable de organizar y realizar las elecciones, por lo tanto era juez y parte, por lo que fue una de las tantas luchas que encabezaron diferentes líderes sociales, sobre todo de la izquierda, porque la izquierda no nació con López Obrador ya existía, lucha que a lo largo de los años costó lágrimas y sangre de personas que fueron asesinadas por promover, por exigir, que el gobierno soltará el proceso electoral y se constituyera un organismo autónomo e independiente, que fuera la responsable del proceso electoral.
En 2018 después de que López Obrador arrasó con las elecciones constitucionales era una locura pensar que los partidos opositores, o que la propia sociedad civil pudiera reorganizarse para ponérsele enfrente, el presidente tenía todo el pastel en sus manos, el presidente de la República había llegado con una gran legitimidad al cargo y con todo el poder en sus manos para hacer de México un gran país, para convertirse en un estadista, en un hombre de Estado y no en un vulgar peleador callejero que desde el púlpito presidencial se pelea con todos; AMLO ha venido perdiendo en forma acelerada el apoyo de la población, y la manifestación del pasado domingo en el Zócalo, en más de cien ciudades del país y el extranjero, abre las posibilidades de que la alternancia se vuelva a repetir en México; si en 2018 después de ganar la elección constitucional se veía a un Andrés Manuel y su partido invencible, en 2023, las posibilidades han cambiado, y ahora se abre la posibilidad de que sean derrotados, todo dependerá de la forma en que se organicen los partidos políticos opositores. La plaza no solamente la llena AMLO, ahora sus opositores le han ganado el parpadeo y la concentración masiva de esa población que le lanzó el mensaje a los ministros de la Corte para que en forma firme estudien, analicen, repasen el plan “B” que atenta contra la Constitución y lo desechen.
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