Los hechos sumamente violentos suscitados en menos de cuarenta y ocho horas en tres estados del país, Jalisco, Guanajuato y Chihuahua, nos muestra y demuestra a propios y extraños que el llamado plan de seguridad del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador de “abrazos y no balazos” es un fracaso y que el problema de la seguridad se ha convertido en su talón de Aquiles pues su gobierno ya es catalogado como el más violento por el número de personas asesinadas en forma dolosa.
Por la presunta persecución del ejercito a dos líderes de la delincuencia organizada que se reunieron entre los límites de Jalisco y Guanajuato, el pasado miércoles se desató la violencia en ambos estados, en donde huno muertos y como siempre sucede personas de la sociedad civil, completamente a los hechos que se estaba viviendo, terminaron pagando las consecuencias, ya que incluso varios de ellos que estaban trabajando en los establecimientos de la cadena Oxxo, gasolinerías, transporte público y privado fueron agredidos, antes de incendiar los inmuebles y muebles.
En las redes sociales ciudadanos de ambos estados, Jalisco y Guanajuato, han ido subiendo videos y narrando las horas de terror y violencia a la que estuvieron sometidos por estos grupos armados que entraron a los establecimientos comerciales y mediante la violencia los desalojaron para posteriormente incendiarlos, mientras las fuerzas de seguridad se encontraban parapetadas, prácticamente maniatados para contener tanta violencia, y aunque después actuar4on y dieron a conocer la detención de una docena de integrantes de uno de los cárteles de la droga, el daño estaba hecho, carros incendiados, oxxos ardiendo, gasolinerías cuyas bombas fueron dañadas y semi-incendiadas, y por supuestos los muertos que pone la sociedad civil como aderezo a toda esta ola de violencia y horror que continuamente está padeciendo la población mexicana.
Desde el asesinato de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos, César Mora y el guía de turistas Pedro Palma, ocurrido eh el mes de junio del presente año en la comunidad de Cerocahui, en plena sierra Tarahumara de Chihuahua, la iglesia católica denunció el recrudecimiento de la violencia hacia la sociedad civil por parte de los grupos delincuenciales, por lo que pidieron al presidente de la República, cambiar su estrategia de seguridad porque era fallida, no estaba dando resultados, pero contrario a esos señalamientos, Andrés Manuel López Obrador se indignó y ni siquiera reconoció que su estrategia de “abrazos y no balazos” tuviera fallas o inconsistencias, sino terco como es dejó azorado al país al sostener que su plan de seguridad si era efectivo, que estaba dando resultados cuando la realidad es que México se sigue bañando de sangre mientras el presidente permanece indolente.
El presidente de la República prefirió pelearse o enfrentarse a la iglesia católica al acusar que muchos sacerdotes saben lo que pasa en sus comunidades, conocen, saben quiénes son los delincuentes y hasta platican con ellos y no se atreven a denunciarlos en una especie de complicidad, como si fuera fácil denunciarlos, antes de enfrentar a los grupos delincuenciales a quienes por el contrario les ha reconocido que tienen derechos humanos, lo que ha dado motivos para especular que el mismo López Obrador trae acuerdos secretos con uno de los carteles de la droga-los chapos-para que no sean tocados, y está propiciando que la delincuencia organizada se desborde por todo el país provocando violencia, pues los cuerpos de seguridad, como la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina, tienen órdenes de no enfrentarse a esos grupos delincuenciales, mientras que estos si pueden hacer de la suya.
Mientras el gobierno federal, y los gobiernos de Jalisco y Guanajuato, estaban haciendo un recuento de las detenciones de los delincuentes, los daños a establecimientos de conveniencia, sobre todo el Oxxo, que le incendiaron 25 tiendas, y que la delincuencia había sido contenida por las fuerzas de seguridad, los videos que circulan en redes sociales mostraron otra cosa, mostraron el poder de estos grupos delincuenciales para actuar con impunidad, y ni un cuerpo de seguridad les hacía frente directamente para pararlos, para frenar la violencia que se estaba viviendo, donde civiles fueron atacados, ayer jueves en ciudad Juárez, Chihuahua, la violencia hizo acto de presencia en las calles, en los establecimientos comerciales, luego de que las crónicas dieran a conocer que dicha violencia se desató por una riña que sostuvieron al interior del reclusorio dos grupos delincuenciales antagónicos, con un resultado de cuando menos sietemuertos.
Inmediatamente después de la riña al interior del penal que probablemente se utilizó solo como pretexto, grupos delincuenciales salieron a las calles para comenzar a incendiar tiendas de conveniencia, esta vez, no solo fueron los oxxos, sino agarraron parejo a otras cadenas comerciales, alguna gasolinerías, y otro tipo de negocios, provocando el caos entre la población, mientras que los cuerpos de seguridad brillaban por su ausencia, aunque posteriormente se anunció que esas fuerzas de seguridad estaban restableciendo el orden perdido.
Este tipo de hechos delictivos, donde se emplea la violencia contra el comercio organizado y se inhibe a la población, muestra y demuestra que la delincuencia organizada va delante de las autoridades policiacas, que llegan a restablecer el orden cuando ya se han quemado negocios y se han asesinado a personas inocentes y los delincuentes han escapado, es como si no existiera una medida de prevención entre los cuerpos policiacos para evitar que pase lo que ya pasó, o es también una medida preventiva para evitar que los policías sean asesinados, vaya manera de proteger a la sociedad, pero lo cierto de todo esto, es que la delincuencia avanza incontenible por todo el país mostrando el rostro de la violencia, demostrando que el plan de seguridad del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es un fracaso a pesar de que diga que es todo un éxito porque está atacando este mal desde sus raíz, desde su origen, pero diga lo que siga el presidente, en realidad su gobierno por mala “estrategia” o porque realmente hay un pacto secreto con un grupo delictivo organizado, la violencia que se ha desatado en el país indican que los grupos de la delincuencia organizada han rebasado en mucho al gobierno de la república y ni se diga a los gobiernos estatales.
Mientras el presidente de la República vive en su mundo color de rosa, donde para él su plan de seguridad de “abrazos y no balazos”, ha dado resultados cuando es un reverendo fracaso. La ciudadanía observa como el presidente ofrece abrazos, y la delincuencia que lo ha interpretado como un acto de debilidad o complicidad gubernamental, ofrece balazos, no solamente a los cuerpos de seguridad, sino también a la población en general.
Ya no hay respeto para la vida de nadie. Ahora la sociedad civil es el blanco de los ataques de la delincuencia organizada. El Código de ética de la delincuencia organizada, que en el pasado les sirvió para respetar la vida de la población civil, como de sus propios familiares, ha sido roto, ha sido despedazado, pues antes se decía que si el problema era entre ellos-narcos-, entre ellos lo resolvían aunque fuera a balazos, sin tocar a la familia y mucho menos a personas de la sociedad civil, en cambio ahora, esos grupos delincuenciales lo primero que atacan es a la sociedad civil, ya no respetan a nadie.
OJITOS
Alguien debe responder o alguien se debe de castigar por haber utilizado un helicóptero de la Marina para transportar a Macuspana, al campo de béisbol a la mascota del equipo Olmecas de Tabasco.
En plena pobreza franciscana decretada por el presidente de la República, que pareciera que se burlan de él, pero no es así porque Andrés Manuel López Obrador es pura simulación y permite las ilegalidades en su gobierno, un helicóptero de la Marina fue utilizado para llevar a la mascota de los olmecas al campo de beisbol de Macuspana, para que no sudara, ni se despeinara y pudiera realizar bien su show, pero eso constituye una desviación de recursos públicos, además de un agravio a la sociedad ya que la función de la Marina, es cuidar y vigilar la seguridad interior y exterior del país, y no andar de pilmama, trasladando a una mascota a un partido de béisbol, que si bien tiene participación el gobierno estatal, no es un juego de entretenimiento gratuito que tenga un carácter social, sino que es de paga, es pues un negocio porque en menor porcentaje hay participación de particulares, por lo tanto la brillante idea de llevar en un helicóptero de la Marina a la mascota de los olmecas es un delito que debe ser sancionado y que avaló y permitió con su presencia el gobernador Carlos Manuel Merino y el zalamero adulador del alcalde de Macuspana, Julio Ernesto Gutiérrez Bocanegra.
Independientemente de que el presidente de la República juega béisbol, y que ahora todos los funcionarios de los tres niveles de gobierno de Morena se creen beisbolistas, cuando muchos ni siquiera jugaron su excremento de pequeño, es una ilegalidad, es un delito, utilizar un bien público para un evento particular, de allí, que el responsable o los responsable de haber prestado, alquilado, rentado o gratis, el helicóptero de la Marina deben de ser castigados.
La gerencia del club olmecas puede inventar que fue pagado o que pidieron el apoyo social a la institución, porque se trataba de un evento social, pero simplemente nada encuadraría, porque el equipo de béisbol Olmecas de Tabasco, es un equipo de paga, donde el aficionado por presenciar el juego tiene que pagar su entrada, y su bien hay inversión de recursos públicos por parte del gobierno, también tiene participación la Iniciativa Privada, por lo tanto hay una desviación de recursos públicos que debe ser sancionado.
Es mas, en este espacio, hemos publicado que debido a la austeridad Republicana convertido ahora en pobreza franciscana por el presidente de la República, el gobierno de Tabasco debe vender su participación de Los Olmecas a la Iniciativa Privada, porque no es correcto que siga erogando recursos públicos para sostener un equipo que no le brinda ningún beneficio al estado, porque si bien es diversión y al pueblo hay que darle diversión y circo, el espectáculo no es gratis, para ver un partido de béisbol los ciudadanos tiene que pagar su ingreso, entonces que sean empresarios particulares lo que sostengan al equipo, donde el gobierno eroga entre 30 y 40 millones de pesos para pagar a los jugadores.
En 2015, tras unas publicaciones en twitter donde se daba cuenta de la utilización de un helicóptero oficial por parte del entonces director de la Conagua, David Korenfeld, para transportar a su familia, desató la ira de los internautas, por lo que ante el escándalo público se vio obligado a renunciar a su cargo.
Korenfeld trasladó a su familia en un helicóptero de la Conagua, desde su domicilio particular en el estado de México hasta el aeropuerto de la ciudad de México, unos ocho minutos de vuelo, por lo que uno de sus vecinos fotografió el momento y lo subió a Twitter, desatándose la ira de los usuarios de esa red, hasta el entonces líder opositor, Andrés Manuel López Obrador exigió la renuncia del funcionarios por desviación de recursos públicos.
Korenfeld no solamente renunció al cargo, sino que pago 10 mil 800 pesos-unos 715 dólares de la época-que costó los ocho minutos de vuelo, adelantándose a la Secretaría de la Función Pública que estaba a punto de pedir su comparecencia, al tiempo que se disculpó con el pueblo de México. La utilización del helicóptero de la Marina para trasladar a la mascota de Los Olmecas probablemente de Villahermosa a Macuspana, ¿cuánto cuesta el tiempo de vuelo?. ¿Quien o quienes son los responsables de esta ilegalidad?.
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